Incorporan a Fabio Guzmán Ariza como miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua

La Academia Dominicana de la Lengua celebró el acto de incorporación del escritor Fabio J. Guzmán Ariza como miembro de número de esta institución en el marco del acto protocolar según la tradición de las Academias de la Lengua para recibir a un nuevo integrante. El nuevo recipiendario leyó su discurso de ingreso con el tema “El lenguaje jurídico dominicano” y fue recibido, en nombre de la institución, por María José Rincón González, lexicógrafa y académica numeraria.

Al caer la tarde, con la fresca brisa de diciembre como marco inspirador para la hermosa ceremonia del acto académico, el académico Manuel Núñez Asencio leyó la semblanza de Fabio J. Guzmán Ariza. De inmediato, Guzmán Ariza leyó su discurso de ingreso y expresó que es un diletante de la lengua española en el sentido etimológico de ´alguien que se deleita en el estudio de su idioma´ y que desde hace unos años se ha obsesionado con mejorar la manera en que escriben los abogados, jueces y legisladores dominicanos. Al permanecer alejado de su idioma materno por más de una década en Canadá, perdió la soltura natural del hablante nativo. De ello se dio cuenta, horrorizado, una tarde de otoño en Cambridge, Massachusetts, mientras usaba un español entrecortado y balbuciente con un inmigrante recién llegado de Puerto Rico. Reveló que no perdió su idioma gracias a su pasión por las humanidades. Guzmán Ariza es un autodidacta de la lengua española, y al aceptar el puesto al que ha sido elegido, encuentra justificación y, a la vez, consuelo en el pensamiento expresado por Manuel Seco, insigne lexicógrafo y académico español, de que ser un aficionado y diletante del idioma no debe avergonzarnos.

Expresó que su elección como académico de número ha venido acompañada de otra gran distinción: la de suceder a don Mariano Lebrón Saviñón, en el sillón E de esta Casa de la Lengua. Aparte de sus labores como fundador y presidente de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia de la Lengua, y de su contribución en la preparación del Diccionario del español dominicano, su actividad principal en materia lingüística ha consistido en analizar la relación entre el derecho y la lengua española y en determinar cómo el primero ha de hacer uso de la segunda.

Don Fabio J. Guzmán Ariza subrayó que por lenguaje jurídico se ha de entender el lenguaje que utilizan los juristas en sus quehaceres. Explicó que son juristas, por definición académica, todas las personas que ejercen una profesión jurídica, sean estos jueces, abogados, profesores de Derecho, notarios, fiscales, registradores de títulos, consultores jurídicos, alguaciles, etc., sin distinguir su mayor o menor prestigio. Señaló que hay diferencias en el lenguaje empleado por cada uno de estos profesionales. A modo de ejemplo, la sintaxis que usan la mayoría de los jueces en sus sentencias es muy distinta a la empleada por los abogados en sus escritos de defensa o a la que se utiliza en las leyes y reglamentos. Por ello, se reconoce la existencia de variantes del lenguaje jurídico: el lenguaje legislativo, el lenguaje administrativo, el lenguaje judicial, el lenguaje notarial, el lenguaje registral, el lenguaje contractual, el lenguaje forense, etc. Por ese motivo, la corriente mayoritaria entre los expertos sostiene que el lenguaje jurídico no debe constituir un lenguaje técnico al mismo nivel que el lenguaje científico. Aunque se reconoce la existencia de un léxico jurídico, compuesto de vocablos inexistentes en el lenguaje estándar, así como términos cuyo significado es distinto en materia jurídica al que comúnmente tienen en el lenguaje estándar –auto, amparo, caducidad, casar, cohecho, difuso, inhibición, oficio, persona, sala, servidumbre-,la brecha que separa el lenguaje jurídico del español estándar es mucho menor que la existente respecto de otros lenguajes técnicos, dado que el derecho tiene una “estrecha relación con la vida y los intereses de los ciudadanos”. Y añadió: “La comprensibilidad del texto jurídico requiere que en su redacción se utilice un vocabulario y una sintaxis sencillos y claros, así como que se empleen correctamente los signos de puntuación, que son elementos indispensables para organizar el texto y facilitar su comprensión”. Aclaró que la sencillez en la redacción jurídica no implica que se ha de prescindir totalmente del lenguaje técnico-jurídico: habrá siempre ocasiones en que no es posible evitar su empleo.

Guzmán Ariza manifestó que la distancia entre el lenguaje jurídico ideal y el que se utiliza en la República Dominicana es enorme. En lugar de textos claros, comprensibles, precisos y correctos, nos encontramos, por lo general, con textos oscuros y descuidados, de léxico pobre y sintaxis compleja o incorrecta, y, por consiguiente, difíciles de entender.

La académica María José Rincón recibió a Fabio Guzmán Ariza, en nombre de la Academia Dominicana de la Lengua. En su discurso de recepción manifestó que le enorgullece saber que, en la República Dominicana, Fabio Guzmán Ariza y la Academia Dominicana de la Lengua encabezan nuestra particular avanzadilla de corrección y modernización del lenguaje jurídico. Los trabajos de Guzmán Ariza son detallistas y pulcros, características que tienen en común el trabajo filológico y el trabajo jurídico pero, al mismo tiempo, prácticos y propositivos, encaminados a cuestionar cómo hablamos y escribimos para proponer mejoras. La académica destacó que la obra de Guzmán Ariza nos ayuda a comprender cuáles son los problemas con los que nos enfrentamos en la redacción de normas jurídicas en la República Dominicana. De sus escritos se pueden extraer conclusiones interesantes y aspectos lingüísticos prácticos, aplicables en su quehacer diario por cualquier profesional del derecho. Resaltó que página a página aprendemos a analizar, desde una óptica filológica, nuestra propia producción textual profesional.

“Hoy incorporamos en la Academia Dominicana de la Lengua a un profesional del derecho comprometido y a un amante de la lengua española. En esta casa sentimos hoy, una vez más, parafraseando a Juan Ramón Jiménez, que estamos cumpliendo con la responsabilidad de convertirnos en un “instituto de trabajo” para mejorar nuestra calidad de vida ciudadana, y con ese fin recibimos a Fabio Guzmán Ariza, quien cumple la máxima que, en palabras de la Real Academia, define la excelencia en los buenos juristas, un “equilibrio complejo entre precisión técnica y claridad”, expresó con regocijo.

Al finalizar la actividad el Dr. Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, formalizó la incorporación de Fabio J. Guzmán Ariza, como miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española, imponiéndole la medalla académica y entregándole el documento donde se acredita su incorporación a esta entidad.

Luego este director formalizó la incorporación del nuevo titular, quien desde ya ocupa el sillón E, que había sido ocupado por los académicos Manuel Patín Maceo y Mariano Lebrón Saviñón. El nuevo integrante reiteró su agradecimiento a la Academia Dominicana de la Lengua por la distinción y la responsabilidad que le otorgan al integrarlo al selecto cónclave de miembros numerarios de la corporación de académicos.

Santo Domingo, 16 de diciembre de 2014.