PRESENTACIÓN DEL LIBRO “LA FRAGUA DEL SENTIDO”

En reciente actividad promocional celebrada en la Casa de las Academias, la Academia Dominicana de la Lengua presentó dos obras vinculadas con la labor lingüística realizada en nombre de nuestra institución: el libro La fragua del sentido, de Bruno Rosario Candelier y el Boletín no. 21 de la Corporación del idioma, donde se recoge la labor realizada por nuestra Corporación durante el primer semestre del año pasado.
Presentaron el libro de Bruno Rosario Candelier los académicos Manuel Núñez Asencio y María José Rincón, quienes ponderaron el aporte lingüístico y literario del filólogo dominicano. Ambos subrayaron el trabajo serio, perseverante y sostenido del Director de esta Corporación.

Núñez Asencio partió del concepto fragua para desarrollar su intervención en la cual hizo una panorámica de los artículos del libro, resaltando la esencia de los mismos. Por ejemplo, con respecto artículo que enfatiza el rol que tiene el lenguaje en el desarrollo de la personalidad, dijo que el mismo es un texto medular. También destacó los análisis realizados a textos de Manuel Matos Moquete, Rafael González Tirado, Marcio Veloz Maggiolo y Federico Henríquez Gratereaux. De este último ponderó su novela Ubres de novelastra, a la que calificó como una metanovela, que replica el modelo de Las meninas de Velásquez. Igualmente descuellan la conciencia expresiva y la conciencia poética al analizar la obra de Freddy Gatón Arce, entre otros autores.

Explicó que la obra está organizada en tres partes debidamente rotuladas, los artículos de la obra que abordan diferentes temáticas y analizan obras de otros autores dominicanos, ya lo tocamos en el párrafo anterior; en la tercera parte de la obra se explican aspectos relevantes e inquietudes lingüísticas y lexicográficas que múltiples hablantes plantean a través de la vía electrónica o personalmente al Director de la Academia. Manuel Núñez aseguró que la lectura de estas cartas y comunicaciones es provechosa para el lector en virtud de que en ellas se explican y dilucidan aspectos esenciales de la lengua, particularmente aquellas que aluden a vocablos y particularismos criollos.

En La fragua del sentido el lector puede constatar el estrecho vínculo existente entre  la lengua y el desarrollo cultural, luego de abrevar en los textos que Rosario Candelier da a conocer fruto de un profundo y dedicado proceso de reflexión y búsqueda de la verdad, de la esencia de las ideas,  de las palabras, del sentido que las mismas comportan y, por ende, inciden en el desarrollo cultural de los hablantes, de nuestra sociedad.

De su lado, María José Rincón encomió la labor de maestro del autor patente en su obra. Destacó el rarísimo don o virtud de abordar una obra, un tema desde una perspectiva multidisciplinaria (lexicológica, filológica, lingüística y como crítico literario), pues reunir estas cualidades en un solo intelectual es harto difícil. Sin embargo, la parte más relevante, a juicio de Rincón, radica en su afán por proveer las herramientas necesarias para que el hablante/lector que se adentre en su obra pueda dominar su lengua, comprenderla y aprehenderla, potenciado sus posibilidades comunicativas. Un ejemplo paradigmático de este interés de Rosario Candelier es esta obra, dijo Rincón y, concluyó con la siguiente frase: «El que sabe lo que dice, generalmente sabe cómo lo dice».

El Director evocó sus años mozos en el campo para referirse a la experiencia vital que le ha permitido valorar y ponderar en esta obra el trabajo de otros académicos cuyo discurso ha analizado a través  de sus obras. Enfatizó que esa experiencia  telúrica vivida durante su niñez y adolescencia le ha permitido comprender la idiosincrasia del dominicano, el habla y sus implicaciones: de ahí que desentrañar la esencia de la obra de algún autor le resulte una tarea accesible  y pasible de poder llegar a los recónditos sentimientos de estos, porque conoce y vive el mundo que estos interpretan, testimonian. Su labor como crítico, reiteró, se ha fortalecido gracias a estas experiencias telúricas y humanas, las cuales aunadas al estudio de la lengua y sus manifestaciones hacen posible una aproximación más cercana a la verdad,  a la realidad, al espíritu esencial de los seres y su entorno.

Concluida la alocución del Director de la Academia intervino el presidente de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia, don Fabio Guzmán, quien expresó su satisfacción por los logros alcanzados a un año de labor que se han concretizado en La fragua del sentido y el Boletín no.21 de la Academia, fruto del patrocinio decidido de la fundación que dirige.  Fiel a este respaldo, el doctor Fabio Guzmán hizo entrega de un cheque por valor de ciento dos mil pesos destinado a la elaboración del Diccionario de dominicanismos, que bajo la coordinación de María José Rincón, prepara la Academia Dominicana de la Lengua. Durante la actividad se presentó, además, el Boletín no.21 de  esta Corporación de Académicos, volumen que ofrece información detallada sobre la estructura e integrantes de la misma, así como el aporte lingüístico, filológico y lexicográfico realizado por académicos de la docta casa.

El Presidente de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, Fabio J. Guzmán Ariza, reiteró su compromiso con nuestra Corporación, ya que no solo financió la edición del libro y el nuevo Boletín sino que también auspicia el proyecto de elaboración de un diccionario de dominicanismos.

En su participación, el autor de La fragua del sentido, obra que contiene varios textos relacionados con el uso correcto de la lengua y el aporte creativo de varios académicos dominicanos, consignó: “Para los antiguos griegos, Logos es ‘palabra’ y es ‘idea’, porque entraña el principio espiritual del genio de una lengua. Los antiguos pensadores presocráticos concebían el Logos como la energía interior de la conciencia que se realiza en la palabra en los actos de hablar, pensar, escuchar y escribir, que son las artes del lenguaje. En tanto aliento espiritual de la conciencia, su esencia fecundante distingue a los seres humanos de las demás criaturas del Universo en virtud de la operatividad que el lenguaje conlleva. Como impulso interior de la conciencia, el Logos constituye el principio espiritual del pensamiento y el germen generativo de la creatividad. En tal virtud, el Logos propicia la motivación para actuar y la inspiración para crear porque encierra el aliento gestor del entusiasmo, la fuerza motivadora de la acción y el impulso creativo de cuanto concibe y realiza la palabra”.

La edición del libro La fragua del sentido cuenta con el auspicio de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua. El autor de la obra, Bruno Rosario Candelier, publica en este libro una serie de ponencias y estudios vinculados con la Filología, la Crítico y el Ensayo literario.  Ha  publicado decenas de obras lingüísticas y literarias, entre las cuales destacan Lo popular y lo culto en la poesía dominicana, Ensayos lingüísticos, El sueño era Cipango, La pasión inmortal, El Movimiento Interiorista y El ánfora del lenguaje, entre otros títulos.  Santo Domingo, Casa de las Academias, 23 de febrero de 2010.

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