PONENCIA SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA
Para el nivel básico, propuso trabajar en diversas actividades, asignando y evaluando dictados corregidos, lectura expresiva y lectura comprensiva, caligrafía y copiado a mano (no a computadora) de textos ya discutidos, entendidos y asimilados. Asignar la caligrafía, no como castigo, sino como ejercicio de superación. Y fomentar en el estudiante la escritura de composiciones y creaciones. Estimular el uso del diccionario. Crear espacio para el desarrollo de las habilidades artísticas. El canto, el baile, la música, la poesía, el teatro, son manifestaciones en las que la oralidad juega un importante papel. El niño necesita aprender ritmo y musicalidad, si queremos que desarrolle sus competencias orales de manera eficaz. Necesita del teatro, para aprender, mediante el juego, a ser un ente de la sociedad. Se usarán adivinanzas, fábulas, trabalenguas, actividades lúdicas en las que la lengua sea de primordial importancia. Fomentar el respeto por nuestros valores patrios a través de los himnos cantados, no escuchados en grabación. Fomentar el desarrollo de la conciencia lingüística desde los inicios del alumno en la escuela. Esta se desarrolla en la medida en que ayudamos al niño a entender y a asimilar los contenidos enseñados, pero también a entender sus errores y enseñar a superarlos y a asumir la responsabilidad de no volverlos a cometer.
Recomendó nuestra profesora enfatizar el estudio de las obras literarias, los movimientos, estilos y autores. Propiciar el conocimiento de las letras universales y, de manera particular, de la hispánica y la latinoamericana y, en todos los niveles escolares, promover la práctica de lectura y escritura para el desarrollo de las competencias discursivas, cognitivas y expresivas del estudiante. Entiende la disertante que es alarmante la displicencia del profesorado. El pobre conocimiento de la lengua española conlleva una pobre transmisión de un adecuado conocimiento. “Es indignante la conducción de la mayoría de programas de los canales locales de televisión y estaciones de radio, tanto en la comunicación oral como en el contenido de los programas. Si el habla de un pueblo denota su nivel de educación, es deprimente lo que vemos en estos medios, siendo esos los medios de difusión sociocultural”, consignó.
A los Académicos de la Lengua, nuestra colega propone crear conciencia de que, en todo contexto, seamos el modelo a seguir como hablantes; por tanto, nuestra dicción y el uso de nuestra lengua siempre serán observados y cuestionados. Incidir en las políticas de reforma del sistema educativo, como guías orientadores y agentes de cambio, para beneficio de nuestra sociedad. Promover cursos de capacitación para la enseñanza de nuestra lengua materna, impartidos en el seno de la Academia. Finalmente, recomendó propiciar debates sobre aspectos pedagógicos de la enseñanza de nuestra lengua materna, con especialistas en este campo de estudio. Santo Domingo, ADL, 10 de agosto de 2011.
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