INFORME SOBRE LA GRAMÁTICA BÁSICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA
Director de la Real Academia Española
Sr. D. Salvador Gutiérrez
Coordinador gramatical de la RAE
Sra. Da. Pilar Llull
Gabinete de Dirección
Estimados colegas y amigos:
El presente informe sobre la Gramática básica de la lengua española, con observaciones y sugerencias de la Academia Dominicana de la Lengua a la Real Academia Española, cuenta con la colaboración de Ramón Emilio Reyes, Teresa Esmeralda Ayala y Bruno Rosario Candelier:
Envió un paquete ayer a su hermana Lo hizo ayer (CC)
Habló de ti en la radio Lo hizo en la radio (CC)”
Quizás sea factible la sustitución, aquí descartada, en el lenguaje espontáneo popular. Por ejemplo, como sustituto de “Envió un paquete ayer a su hermana”, se puede registrar esta manera: Lo hizo. Incluyendo el tiempo en la elipsis.
1.4.2 Interrogativos y exclamativos. El paradigma tónico presenta las siguientes unidades:
Determinantes Pronombres Adverbios
Qué
[cúyo] quién / -es dónde, cuándo
cuál / -es [cuál] cómo
cuánto/-a/-os/as cuánto cuánto [cuán]
Si se exceptúan algunas regiones de América, cuán queda restringido al ámbito literario. Cuyo ha desaparecido del uso y resulta arcaico el empleo exclamativo de cuál como adverbio; por ello aparecen entre corchetes en el cuadro. No existe total coincidencia de usos entre interrogativos y exclamativos, como se puede comprobar.
3.5 El cuantificador interrogativo y exclamativo cuánto. El interrogativo-exclamativo cuánto se usa como determinante (¿Cuántas veces?; ¡Cuánto tiempo!), como pronombre (No sé cuánto te habrá contado; ¡Cuánto hemos leído!) y como adverbio (¿Cuánto duerme?; ¡Cuánto nos hemos reído!).
La forma apocopada cuán se emplea ante adjetivos o adverbios, y da lugar a expresiones exclamativas en registros elevados: ¡Cuán confundida estás!; ¡Cuán lejos estamos! Hoy es más común usar qué en su lugar: ¡Qué lejos estamos! El uso de cuán en las interrogativas es hoy algo más frecuente en el español americano: No sabemos cuán poderoso es.
4. Características de los complementos circunstanciales. “Los complementos circunstanciales suelen mostrar cierta autonomía para aparecer o no en la oración con independencia de otros circunstanciales, así como para cambiar de lugar”. Podría ser recomendable un ejemplo, o varios, para esta explicación.
RELATIVOS, INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS
En el apartado 4.41, consideramos que debe ser más clara la explicación de la diferencia entre relativos que hacen la función de interrogativo y la función de adverbios, pues en el uso de ambos es más generalizada la función del relativo interrogativo.
Clasificación semántica de los complementos circunstanciales
5.1 De lugar. “Designan el espacio en el que se sitúa el proceso representado por el verbo. Se expresan por medio de grupos preposicionales o adverbiales, pero nunca nominales. Los grupos preposicionales que manifiestan esta noción vienen encabezados generalmente por diversas preposiciones: a (a tu espalda), ante (ante la puerta), bajo (bajo la alfombra), contra (contra su pecho), de (de un sitio a otro), desde (desde mi casa), en (Lo compré en una tienda),hacia (hacia el norte), hasta (hasta el final del camino), para (Me voy para casa), por (por el camino), sobre (Lo puso sobre la mesa), tras (tras la verja). También pueden ser CC de lugar las relativas sin antecedente expreso precedidas por el relativo donde y sus derivados”.
La expresión “espacio”, referente al plano semántico en la explicación, quizás pueda confundirse con el espacio estructural, precisamente por la falta de conocimiento técnico lingüístico del estudiante. Podría decirse que “designan el concepto espacial”, despejando así cualquier confusión entre espacio material y espacio estructural, lingüístico, sintáctico, etc.
5. De cantidad o grado. “Son asimismo circunstanciales de cantidad los grupos nominales encabezados por el artículo neutro lo (Estudió lo imprescindible; Trabaja lo justo) y también los formados con sustantivos temporales (Estudió inglés tres años). Ciertos grupos preposicionales expresan cantidad con los sustantivos grado, magnitud, medida, parte y otros similares (Contribuyó en gran parte a la victoria; Mi economía se vio afectada en grado sumo)”.
Tanto la expresión “lo imprescindible”, como “lo justo”, parecen contener un significado que alcanza un matiz más amplio que la cantidad. “Lo imprescindible” sugiere lo necesario; “lo justo” implica un tanto lo que corresponde a algo semejante. La explicación podría ajustarse a estos alcances de sentido muy frecuentes en el habla común.
5. 5 De compañía. “Están muy extendidas en el español americano las construcciones en las que la flexión verbal de primera persona del plural representa el conjunto formado por el hablante y el elemento designado por el término de la preposición: Con José estuvimos hablando durante horas (‘José y yo estuvimos hablando durante horas’)”.
Puede ser que este caso no suceda solo por razones estructurales, o sea, de construcción, sino por causas sociolingüísticas, ya es de uso popular o dialectal. Se podría, pues, considerar también, junto al factor horizontal de la región, la costumbre del área popular, cual sucede en “Con José estuvimos hablando… en lugar de “José y yo estuvimos hablando”.
5.6 De instrumento. “Denotan el utensilio, el dispositivo o, en general, el recurso empleado por un agente para llevar a cabo la acción de la que se habla: Lo escribió con su pluma. Los adjuntos de instrumento se expresan por medio de grupos preposicionales, introducidos por la preposición con. Se utiliza sin cuando se quiere expresar la ausencia del instrumento que se menciona: No veía sin las gafas. Carecen de expresión adverbial”.
Podría considerarse la situación gramatical de expresiones que sustituyen a los adverbios en mente como: “Habla con palabras ligeras” usado por Habla ligeramente.
5.7 De medio. “Estos adjuntos contienen grupos nominales que denotan entidades, animadas, o no, que representan el canal o la vía a través de la cual se realiza la acción expresada por el verbo: Se comunican por ordenador; Lo envió por medio de su hijo. Se manifiestan en grupos formados con las preposiciones por, con, en, a, además de las de nuevo cuño mediante y vía, y locuciones prepositivas como a través de, por medio de. La noción de medio se emplea para referirse a un canal o medio” (…).
“Canal o vía” pueden aludir a medios materiales, excluyendo la manera registrada en expresiones como Se juntaron por atracción. Si bien este último caso y otros semejantes se pueden acercar a otra clasificación sin dejar de indicar instrumento de comunicación.
6.1 Rasgos comunes. 1) “Aparecen separados del resto de la oración por pausas: De verdad, nada sabemos; Lógicamente, es una falacia”.
En lenguaje común, aun formal aunque de cierta facilidad expresiva, se registra la ausencia de pausa, según parece, como: Es lógicamente una falacia, cuyo tono puede ser algo enfático.
1. La cuantificación y los cuantificadores. “Cuantificar es expresar la medida de algo, hecho que puede llevarse a cabo bien numéricamente (dos propuestas, tres flores), bien con otras formas de estimación menos precisas (mucho trabajo, dormir poco)”.
Para una obra básica, como esta Gramática, es pertinente recordar conceptos elementales para lograr una enseñanza integral. Exponer también los mismos ejemplos en lengua formal. Cuantificar expresa cantidad y, como bien dice el texto, “la medida de algo”. En el tercer párrafo de este número se aplica nuestra observación.
3.1.1 El género y el número. A) Ciertos cuantificadores poseen flexión de género y número, y admiten usos neutros: cuánto pan, toda la mañana, muchos libros, pocas amigas; Come mucho [neutro]”.
La calificación de “neutro” para el cuantificador “mucho” en el último ejemplo de este párrafo puede, quizás, dejar la incertidumbre, ya que “mucho” es el masculino de “mucha”, aunque en su número es también indefinido ya que puede referirse a una cantidad de unidades reunidas: “Mucho arroz”.
3.2 Categoría gramatical. La clase de los cuantificadores se define con criterios semánticos y, por ello, no todos los cuantificadores pertenecen a la misma categoría gramatical de palabras. Se trata, pues, de una clase transversal”.
Al parecer, el término “transversal” se refiere a una condición relacionada con la idea de categoría. Aunque “categoría” y “clase” pueden tener el mismo contenido semántico, el término “categoría” es más central en la explicación. Podría, pues, usarse si es necesario y más clara la expresión: transversal a la categoría.
“Ambos y sendos”. “Se usa ambos como determinante (ambos hermanos) y como pronombre (Ambos lo sabían); sendos, solo como determinante”.
“Es erróneo atribuir a sendos el valor de ambos o de los dos, como en La selección ganó por dos a cero y Armando marcó sendos goles (donde corresponde decir ambos goles o los dos goles)”.
Podría completarse la regla señalando que el error ocurre cuando no hay dos agentes, caso este último en que podría aceptarse “sendos”: La selección ganó una-cero. Amado y José marcaron sendos goles.
3.4.1 Los cuantificadores existenciales. Los cuantificadores alguien, algo, alguno, nadie, nada, ninguno son llamados existenciales porque aluden a la existencia o inexistencia de una persona o cosa. Se agrupan desde distintos puntos de vista:
“Positivos (alguien, alguno o algún, algo) y negativos (nadie, ninguno o ningún, nada)”. “Alguien y nadie son siempre pronombres (Alguien canta, Nadie lo sabe). Las formas apocopadas algún y ningún son determinantes (algún motivo, ninguna excusa). Alguno y ninguno pueden ser determinantes (algunos socios) o pronombres (Ninguno quiso hablar). Algo y nada son pronombres (Ellos sabían algo; No dijo nada interesante) o adverbios (algo débil, algo tarde; Eso no me gusta nada)”.
En el habla popular, por espontaneidad, se registra a veces el uso de “nadie” como determinativo implícito: “Entre los presentes nadie se me acercó.
3.4.3 Los cuantificadores evaluativos. “Los cuantificadores evaluativos expresan una cantidad que se interpreta como inferior o superior a una norma o una expectativa (poca agua, mucho público)”.
Quizás “apreciativo” pueda considerarse más adecuado para explicar o describir una función basada en la cuantificación, ya que aun la evaluación se refiere a cantidad, más cercano semánticamente al criterio de apreciación, ya que aparentemente no se trata de valor puro y simple, sino de valor numérico.
4.2.1Características formales. “Del 31 al 99 son compuestos pluriverbales o univerbales formados con la conjunción y (treinta y tres o treintaitrés)”. “Los múltiplos de cien son univerbales: doscientos, trescientos. Si cien va seguido de otro cardinal, toma la forma ciento: ciento dos”.
Ayuda a la precisión ortográfica incluir la razón lingüística de la diferencia estructural, quizás. Esto es, si se trata de simple hábito, de origen espontáneo, histórico, etc. La mayor facilidad didáctica y de aprendizaje tal vez justifique la precisión que sugerimos, a menos que se estime sobrecargada o innecesaria.
4.2.2. Usos y categorías de cardinales. “Puede interpretarse que el uso es pronominal en casos como el subrayado en Esperaba muchas cartas, pero solo llegaron tres”.
La idea básica de que el pronombre reemplaza al nombre podría confundirse en estos casos creando dificultad al aprendizaje, al parecer. Tres podría situarse en lugar de cartas y de muchas, siguiendo una interpretación imprecisa de la explicación, quizás.
4.3.2. Usos y categorías de los ordinales. El ordinal primero puede ser adverbio, como en Marta llegó primero, frente a Marta llegó la primera (adjetivo)”.
Para el español dominicano lo más habitual o popular es decir: La primera que llegó. Llegó la primera sería tan formal que su uso resultaría difícil de registrar. Podría ser útil en sentido pedagógico indicar esta particularidad al parecer regional.
4.5 Los numerales multiplicativos. “Expresan el resultado de multiplicar una cantidad por un número natural: doble, triple, cuádruple, duodécuplo, céntuplo. He aquí sus rasgos más significativos: Para expresar los contenidos multiplicativos, es habitual el uso de fórmulas analíticas construidas con el sustantivo veces y el cuantificador más: siete veces más”.
Sería interesante, quizás, ubicar dentro de una determinada clase o tipo el caso de veces, adjetivo como en la expresión muy usual: Siete veces peor.
EL ATRIBUTO 1.1 Características generales del atributo. 1.1 Concepto de atributo. “Se denomina atributo la función desempeñada por grupos sintácticos cuyo contenido se predica, normalmente a través de un verbo, del referente denotado por un grupo nominal o por una oración sustantiva. La atribución se realiza en distintos tipos de construcciones”.
La idea de atributo como porción sintáctica de la frase resulta, al parecer, funcional para el conocimiento de la construcción: “aquello que se dice del sujeto”. Podría considerarse una definición estructural básicamente.
1.3.1 La concordancia con el sustantivo. El atributo concuerda con el sustantivo del que se predica siempre que la morfología lo permita.
“Los atributos y complementos predicativos adjetivales concuerdan en género y número: Los guardias estaban dormidos; No veo claras sus intenciones. Concuerdan también implícitamente con el sujeto tácito de los infinitivos: Preferiría estar sola”.
Cuando el sujeto es expreso el lector medio tiende a percibir concordancia entre sujeto y atributo (sujeto y verbo esencialmente, ya que el verbo es la esencia del atributo). Por otra parte la concordancia expuesta correctamente por el texto entre una parte y un elemento exige, quizás, mayor esfuerzo al lector no especializado.
2.1.1Diferencia general entre ser y estar. Es muy debatida en español la elección entre ser y estar en las oraciones copulativas. Los atributos que se construyen con ser suelen designar propiedades, permanentes o no, que sirven para caracterizar a los individuos, independientemente de cualquier situación concreta. Los que se construyen con estar aluden a cómo se encuentra un individuo en un determinado momento”.
“Como consecuencia de ello, los atributos con estar exigen, explícita o implícitamente, una vinculación temporal. Así, si se dice de alguien que es simpático, entiende que lo es siempre o habitualmente, pero si se dice que está simpático, de algún modo se ha de indicar cuándo. Por ello, se elige estar para aludir, por ejemplo, al resultado de un cambio de estado de algo (El suelo está sucio) o al comportamiento momentáneo o circunstancial de alguien (El gobernador estuvo cruel en su discurso)”.
En ocasiones, las gramáticas explican esta diferencia atendiendo a la permanencia (ser) y la contingencia (estar), la cual resulta fácil al lector no lingüista, ya que las clasificaciones tienden a derivar su eficacia de la claridad, aunque esta última no sea siempre lo completa que se requiera desde el punto de vista técnico.
2.1.3 b) Identificativas (también especificativas o ecuativas). Expresan la identidad de personas o cosas. Así, al decir Ana es la enfermera, no se comunica una propiedad de Ana, sino que se señala quién es, al igual que en Mi abrigo es el gris o El principal problema es la falta de agua. El atributo de estas oraciones responde a los interrogativos ¿quién?, ¿cuál? (¿Quién es Ana?; ¿Cuál es tu abrigo?) y se sustituye por demostrativos no neutros (Ana es esa; Mi abrigo es este). En las oraciones identificativas, el atributo es un grupo nominal definido”.
Al parecer, el centro principal de esta explicación se refiere a la identificación e incluye como variación dentro de dicha clase a la especificación. Así, al usar el ejemplo referente al grupo (nominal) podría confundir la frase donde aparece la identificación en una sola palabra, por falta de destreza técnica en el lector.
2.2 El verbo parecer. AUXILIAR DE UNA PERÍFRASIS (como poder). Cuando parecer va seguido de un infinitivo, como en La tensión parecía disminuir, no se comporta como un verbo copulativo típico (resulta forzada la sustitución por lo). Es más adecuado tratar la construcción como una perífrasis, lo mismo que en La tensión podía disminuir”.
Podría creerse que la función auxiliar requiere aislamiento o separación de la parte auxiliada. En este caso, la perífrasis. Por tanto, podría pensarse que parecer debería referirse a una porción a la que se añade llamada perífrasis. Todo podría reducirse a un problema expresivo originado en que, en el ejemplo disminuir no muestra por si sola una estructura perifrástica.
5 Las construcciones absolutas. 5.1 Definición. “Las construcciones absolutas son expresiones en las que se establece relación entre un elemento nominal y un atributo que se predica de él sin que medie un verbo flexionado: Terminada la reunión, el edificio quedó vacío; Ya todos en casa, hablaron del asunto; Así las cosas, lo mejor es no decir nada”. “Las construcciones absolutas suelen aportar información adicional a la oración principal (tiempo, causa, condición o concesión). Noramlmente, forman un grupo entonativo autónomo, representado en la grafía mediante comas, aunque no siempre”.
¿Podrían incluir un ejemplo donde la “construcción absoluta” carezca de comas?
EL VERBO (I). FORMAS PERSONALES. TIEMPO, ASPECTO Y MODO
2.3 El aspecto léxico o modo de acción: clases de situaciones y de predicados. “El aspecto léxico es una propiedad que depende del significado mismo de los predicados y de las construcciones que forman, no de lo expresado en las desinencias. Atendiendo a su aspecto léxico, los predicados se agrupan en cuatro clases:
1. Actividades: ganar dinero, llorar, llover, manejar un auto, trabajar.
2. Realizaciones: comer un platillo, construir un dique, recitar un poema.
3. Logros: alcanzar la cima, llegar, perder las llaves.
4. Estados: merecer un premio, residir en un lugar, ser alto, tener plata”.
Aunque en el contenido las situaciones aparezcan como denotaciones semánticas diferentes, en su forma de expresión podrían semejarse mucho y borrar un tanto la diferencia de significado como en el caso de la pareja realizaciones-logros.
3.1 Definición. “Se llaman tiempos verbales las formas de la conjugación que expresan gramaticalmente las informaciones de tiempo, modo y aspecto. Cada tiempo verbal constituye un paradigma flexivo. En el cuadro siguiente aparecen los tiempos verbales del español con la terminología académica. El imperativo no se incluye porque no da lugar a oposiciones temporales. Se usa el verbo cantar a modo de comodín para identificar fácilmente los tiempos verbales”.
En vista de que el imperativo no es realmente un tiempo, sería más claro para el lector común denominarlo siempre modo, sin elipsis. La misma observación podría tal vez tomarse en cuenta en la clasificación identificada con la numeración 3.2.
4. Tiempos verbales del modo indicativo. 4.1 El presente (canto). “Hace referencia a un lapso temporal que incluye tanto la situación designada como el momento del habla. La extensión de este lapso puede ser puntual (En este instante el delantero sale al campo) o más amplia (Su prima ahora vive en Lima). El presente genérico extiende mucho tal duración hasta convertirla en una especie de propiedad permanente. Sus variedades más características son: el presente habitual, que describe acciones repetidas (Lo visita a diario); el presente caracterizador o descriptivo, que alude a situaciones estables (Quito es la capital del Ecuador); y el presente gnómico, propio de los axiomas o enunciados normativos (El dolor se palia con analgésicos). El presente admite, entre otros, los siguientes usos desplazados:
Con valor de pretérito: presente histórico (Sarmiento muere en 1888); presente narrativo (Ayer va mi jefe y me dice…).
Con valor de futuro: presente pro futuro (Llegan mañana; Me las pagas); presente de mandato (Vos salís de aquí ahora mismo)”.
Los casos en que la ejemplificación muestran influjo regional (voseo, por ejemplo) podrían ampliarse con ilustraciones variadas para evitar desorientación en lectores poco informados. Así, en el denominado “presente de mandato” podría añadirse: Usted sale de aquí…Tú sales de aquí… u otros semejantes.
4.2 El pretérito perfecto compuesto (he cantado). “Este tiempo admite dos significados: a) En uno de ellos se usa para hacer referencia a situaciones pretéritas que tienen lugar en un intervalo que se inicia en el pasado y se prolonga hasta el momento del habla. Dependiendo de varios factores, entre ellos el geográfico, se pueden obtener todas o algunas de las siguientes interpretaciones:
Experiencial: He subido al Aconcagua; He estado tres veces en Cuba.
Continua: Siempre ha vivido aquí; Todavía no ha llegado.
De pasado reciente: El tren ha llegado hace un rato.
De estado resultante: Ya he hecho las maletas”.
Si la clasificación tiene su base en casos que dependen mucho de la motivación espontánea del hablante, el lector podría sentir alguna inestabilidad normativa que puede atenuarse señalando el indicado influjo lingüístico. Esto podría valer para cualquier clasificación en una gramática básica debido a su importancia práctica.
4.4 El pretérito imperfecto (cantaba). La oposición canté/cantaba. “Cantaba localiza la situación en un momento anterior al momento del habla y sin relación con él: De niño, veraneaba en la playa. Se opone a canté, en que expresa aspecto imperfectivo, por lo que presenta las situaciones en su curso sin aludir a su comienzo ni a su final: Leí el periódico (la acción de leer ha terminado en el momento al que nos referimos) ~ Leía el periódico (no se dice si la acción de leer ha terminado en ese momento); cantaba puede indicar reiteración o hábito: Se acostaba temprano / Se acostó temprano.
Los siguientes usos desplazados de cantaba, entre otros, tienen en común el que evocan escenarios normalmente alejados del plano de la realidad: imperfecto onírico o de figuración (Soñé que aprobaba); imperfecto lúdico (Juguemos a los piratas: Yo era el capitán); imperfecto de cortesía (Quería pedirte un favor); imperfecto prospectivo, que expresa hechos posteriores a una situación pretérita: Habíamos llegado a la estación, pero el tren no salía hasta las cinco. El imperfecto narrativo presenta acciones completadas del pasado: Colón descubría América en 1492”.
Este apartado habla del imperfecto narrativo. Entendemos que en el imperfecto las acciones se dan en un tiempo posterior a lo enunciado por el hablante, es decir, la acción se sitúa en un tiempo que no guarda relación con el presente y, por lo tanto, a veces no queda claramente definido si la acción tuvo un comienzo o un final en aquella situación. La acción propiamente dicha queda en modo imperfectivo, durativo o no acabado. Entonces, ¿por qué decir que el pretérito narrativo presenta acciones completadas en el pasado, que es lo mismo que decir, acciones terminadas en ese momento? Aunque sean cuestiones de estilística esta aseveración puede confundir al estudiante, ya que en el ejemplo señalado, Colón descubría América en 1492, la acción se nota en proceso y no indica el final de la misma, o sea, no podemos hablar de acción completada cuando en realidad no hay señal de esa finalización. Esa señal la da el indefinido Colón descubrió América en 1492.
Es conveniente explicar de manera más explícita el uso del imperfecto narrativo, ya que puede crear cierta confusión entre los estudiantes. Los siguientes usos desplazados de cantaba, entre otros, tienen en común el que evocan escenarios normalmente alejados del plano de la realidad: imperfecto onírico o de figuración (Soñé que aprobaba); imperfecto lúdico (Juguemos a los piratas: Yo era el capitán); imperfecto de cortesía (Quería pedirte un favor); imperfecto prospectivo, que expresa hechos posteriores a una situación pretérita: Habíamos llegado a la estación, pero el tren no salía hasta las cinco. El imperfecto narrativo presenta acciones completadas del pasado: Colón descubría América en 1492.
Las expresiones que varían de la norma básica por razones contextuales podrían figurar como tales en búsqueda de precisión didáctica. Por ejemplo, la combinación de aspectos: Leí todo el periódico mientras caminaba.
4.7 Tiempos compuestos relativos. “Se orientan desde el acto de habla solo indirectamente. Forman esta clase:
El pretérito pluscuamperfecto (había cantado). Designa una situación anterior al momento del habla, la cual, a su vez, es anterior a otra también pasada: Vi que alguien había cerrado la puerta (cierre < visión < momento del habla).
El pretérito anterior (hube cantado). Como el pluscuamperfecto, denota una situación pasada anterior a otra igualmente pasada, pero en este caso se trata de algo delimitado. Aparece introducido por las expresiones apenas, cuando, después (de) que, en cuanto, luego que, una vez (que) y siempre en alternancia con canté: Apenas hubo cenado, se marchó (cena < marcha < momento del habla). Hoy está restringido a los registros más cuidados e incluso arcaizantes de la lengua escrita”.
Podría darse el uso del introductor tan pronto como, como una variación de apenas: Tan pronto como hubo cerrado se marchó.
5. Tiempos verbales del modo subjuntivo. 5.1 Características generales. “El español establece menos distinciones temporales en el modo subjuntivo que en el indicativo. Así, los nueve tiempos del indicativo (no se incluye el pretérito anterior porque no establece correspondencias) que son posibles en el contexto Creo que… se corresponden con solo cuatro tiempos del subjuntivo, puesto que los futuros hoy carecen prácticamente de uso (tras No creo que…)”.
En español formal, escolar, culto (conferencias, discursos, etc.), se mantiene el futuro, hasta donde hemos podido notar, si bien el abandono de su empleo es creciente.
6. Modo y subordinación. 6.1. Introducción. “En español, las oraciones no subordinadas se construyen generalmente en indicativo, por lo que este se considera el modo no seleccionado (o por defecto). Las subordinadas, en cambio, pueden construirse también en subjuntivo, ya se trate de subordinadas sustantivas (Dudo que venga), de relativo (El que llegue pronto ganará) o de otro tipo (Aunque no lo creas, te aprecio)”.
He aquí un motivo frecuente para uso de futuro aun en lenguaje informal: el énfasis.
EL VERBO (II). LAS FORMAS NO PERSONALES: EL INFINITIVO, EL GERUNDIO Y EL PARTICIPIO. LAS PERÍFRASIS VERBALES. “Las formas no personales del verbo (también no conjugadas o verboides) son el infinitivo (cantar), el gerundio (cantando) y el participio (cantado). Las tres carecen de la flexión de persona, de tiempo y de modo y, salvo el participio, también de número. Sus marcas formales son, respectivamente, -r, -ndo y -do (-a / -os / -as), salvo en el caso de los participios irregulares, precedidas por la vocal del tema correspondiente de cada conjugación. El infinitivo y el gerundio admiten formas compuestas (haber cantado y habiendo cantado), pero no el participio. En cuanto al aspecto, el participio tiene valor perfectivo y el gerundio, durativo mientras, que el infinitivo es neutro en este sentido”.
Podría añadirse la consideración, marginal a la norma, de que el participio expresa una cierta connotación temporal de pasado: He cantado. O sea, que su neutralidad temporal se hace un tanto relativa en la práctica de uso común.
2.2.1 Interpretación. “Las que expresan voluntad, temor o necesidad suelen imponer interpretación prospectiva, frente a los verbos de percepción que establecen coincidencia temporal. Obsérvese el contraste entre necesidad de viajar y Lo vi llegar. El infinitivo compuesto aporta un significado retrospectivo y perfectivo, por lo que rechaza contextos que imponen lecturas simultáneas o prospectivas *Lo vi haber llegado”.
Podría considerarse en forma especial, por salirse de la regla (rechazo de contextos simultáneos o prospectivos) el caso de la muy usada expresión: Debió haber llegado, indicando falta de certeza dentro de la posibilidad.
2.2.3 Construcciones de infinitivo verbal. Además de en las perífrasis (§ 5), los infinitivos verbales participan en las siguientes construcciones:
“Grupos verbales dependientes que no constituyen oraciones subordinadas. Con verbos de percepción (ver, oír) y causación (hacer, dejar), el infinitivo forma un grupo verbal que funciona como complemento predicativo: Vi a Rocío llorar con desconsuelo”.
La forma infinitivo pertenece al verbo, a menos que haya infinitivos no verbales. La denominación en este apartado podría parecer recargada o redundante para el lector no versado que tiende a buscar simplicidad para su entendimiento.
3. El gerundio 3.1 Características morfológicas. “El gerundio se forma mediante la adjunción de la desinencia -ndo a la vocal temática del verbo: -a- en la primera conjugación, -ie- en la segunda y en la tercera. Puede ser simple (cantando) o compuesto (habiendo cantado) y carece de marcas de número, persona, tiempo y modo”.
Podría, quizás, ejemplificarse con una frase de gerundio simple en iendo: El está leyendo. Así queda ilustrado el caso perteneciente específicamente a la segunda conjugación. Ello, para fines didácticos elementales.
3.4 Interpretación. “A la relación temporal expresada por el gerundio se unen otros contenidos, como modo o manera (Abrió la puerta introduciendo una tarjeta por la ranura) y, en posición de tópico, causa (Hablando, se entendieron), condición (Hablando, se entiende la gente) y concesión (Aun hablando, no se entendieron)”.
Podrían considerarse las connotaciones de rigurosa actualidad y actividad, como sucede en inglés. Por ejemplo: Va cantando por el camino. Estoy llegando en este momento.
4.4.2 Diferencias. “Mientras que los adjetivos señalan propiedades, los participios designan acciones o procesos y reciben complementos verbales, como el agente o el predicativo: una persona considerada culpable por el juez”.
En el lenguaje popular de RD, el participio adquiere función nominal descriptiva del carácter de una persona. Quizás sería útil señalarle alguna categoría normativa, siempre dentro del área espontánea: Ej.: Él es muy considerado.
“Los adverbios mucho, poco, bastante, demasiado y otros similares se posponen a los verbos, y normalmente también a los participios, pero se anteponen siempre a los adjetivos. Contrastan La puerta fue abierta demasiado y Su actitud fue demasiado abierta”.
La construcción Se abrió demasiado es más frecuente y, por su anormalidad, menos problemática como ilustración, tal vez. En cuanto al uso como adjetivo puede servir otro verbo como Gritó demasiado; Trabajó demasiado.
5.2 Perífrasis de infinitivo 5.2.1Perífrasis modales. Expresan obligación, posibilidad, necesidad u otras manifestaciones de la actitud del hablante:
“Expresan obligación: «haber de + infinitivo» (Hemos de intentarlo una vez más), «haber que + infinitivo» (Hay que salir a las cinco y media) y «deber + infinitivo» (Ramiro debe callarse ya).
«Deber de + infinitivo» expresa conjetura: Deben de ser hermanos”.
Da cierta connotación de futuro, además de otras connotaciones prácticas.
5.3 Perífrasis de gerundio. Son aspectuales y muestran una acción, un proceso o un estado de cosas presentados en su curso. Gran parte de los auxiliares de las perífrasis de gerundio (andar, ir, seguir, venir…) tienen usos independientes como verbos de movimiento, sentido que se altera al gramaticalizarse como auxiliares”.
Dan idea predominante de tiempo presente, además de otras ideas contextuales, según nuestra impresión
5.4 Perífrasis de participio. “Se discute tradicionalmente si oraciones como Tiene leído el libro o Dejó arreglados sus asuntos son esquemas perifrásticos u oraciones copulativas. Favorece el segundo análisis la posibilidad de admitir intensificación adverbial y sufijación apreciativa del constituyente participial (Tengo muy anotadito el libro). A favor del primero está la posibilidad de recibir complemento agente, rasgo típicamente verbal. Además, el auxiliar en este esquema adquiere un significado distinto (Te tengo dicho que no vayas)”.
Predomina en ellas la idea terminal de pasado, además de las indicadas por el texto.
LA FLEXIÓN VERBAL. 1. Informaciones morfológicas de las formas verbales.
“El infinitivo, el gerundio y el participio no admiten los segmentos TM y PN (de ahí el nombre tradicional de formas no personales del verbo). Con la raíz y la vocal temática característica de cada conjugación (-a-, -e-, -i-) se construye el tema de infinitivo (ama-, teme-, parti-), al que se agrega el morfema -r. La vocal temática no se altera en la formación de gerundios y participios de la primera conjugación (am-a-ndo, am-a-do), pero toma la forma del diptongo -ie- en los gerundios de la segunda y la tercera (tem-ie-ndo, part-ie-ndo). Los participios de la segunda se asimilan a los de la tercera en la vocal temática -i- (tem-i-do, part-i-do)”.
Al parecer la denominación de personales o no personales para las formas del verbo parecen no abarcadoras de las nociones de tiempo y modo englobadas por la misma denominación correspondiente a persona y número, representadas por el signo PN.
“El tema de pretérito: constituido por el pretérito perfecto simple, los imperfectos, el futuro de subjuntivo, el participio y el gerundio”.
Para una explicación básica, ciertos aspectos conceptuales, como pretérito y futuro, que pueden sonarle opuestas a un estudiante no especializado, podrían requerir ejemplificación inicial como se ha dicho en los casos referentes a categorías gramaticales diferentes al verbo. Tiempo, modo y aspecto son con frecuencia nociones exigentes de mayor esfuerzo para la clase de lector de una obra de carácter esencial cuyo estilo es predominantemente objetivo en su presentación, como esta Gramática.
2. 3 Tiempo y modo (TM). 2.3.1 “En el tema de presente, el segmento TM es nulo en el presente de indicativo (salvo en la 1.ª pers. sing., en la que es -o) y en el imperativo (salvo en las formas de usted / ustedes). Es -e- o -é- en el presente de subjuntivo de la 1.ª conjugación y -a- o -á- en las otras dos conjugaciones”.
En las explicaciones preliminares podría ejemplificarse con sencillez y economía verbal para dejar luego el cuadro a los detalles. La frase puede ser más fácil que el esquemático y bien ordenado informe de las tablas.
3. La conjugación regular. “En español se distinguen 3 modelos (1.ª, 2.ª y 3.ª conjugación) que se identifican tradicionalmente por el timbre de la vocal temática del infinitivo: en -ar (VT = -a-, amar), en -er (VT = -e-, temer) y en -ir (VT = -i-, partir). Los paradigmas flexivos de la 2.ª y la 3.ª son prácticamente idénticos en lo relativo al segmento TM. De esta manera, las diferencias fundamentales se reducen a la VT en la 1.ª y la 2.ª personas del plural del presente de indicativo (tememos / partimos; teméis / partís) y del plural del imperativo correspondiente a vosotros (temed / partid), así como en las formas del tema de futuro: infinitivo (temer / partir), futuro (temeré / partiré) y condicional (temería / partiría). Los paradigmas regulares de las tres conjugaciones se presentan en T. C. 1, 2 y 3”.
La idea de terminación del infinitivo, muy escolar o elemental, parece, quizás más completa y fácil que la de vocal temática, la cual es más técnica y científica.
3.1 El voseo. 3.1.1 Definición. “Es el uso del pronombre vos como forma de tratamiento dirigida a un solo interlocutor, así como el empleo de las desinencias que reflejan los rasgos gramaticales de este pronombre en la flexión verbal. Estas variantes flexivas proceden históricamente de las correspondientes a la 2ª. persona del plural. A continuación se explican las características del voseo del español hablado en amplias regiones de América”.
La realidad del uso común parece incluir el voseo de vos y vosotros: Podría quizás aclararse esta circunstancia para mejor comprensión en el lector no especializado, en cuanto atañe a la idea básica o definición.
4. Los verbos irregulares. “b) Consonánticas: conllevan la adición de algún segmento consonántico (padecer > padezco), o la sustitución de una consonante por otra, como en hacer > haga”. “Se asimilan a los verbos vocálicos aquellos que contienen un diptongo en una posición no final de su raíz (bailar, causar, aislar, aunar), ya que también pueden clasificarse como de diptongo fijo o variable. Mientras que en los verbos de diptongo creciente (inquietar, viajar, aguantar, frecuentar) este suele ser sistemático en todas las formas, los verbos con diptongo decreciente pueden pertenecer a los dos paradigmas. Así, son de diptongo fijo”.
El hablante común tiende quizás a esperar aquí la ejemplificación más estándar: Hacer-hago, que resulta más básica o elemental, posiblemente.
4.3 Verbos con irregularidades consonánticas. “Las alteraciones consonánticas que se describen a continuación se relacionan con la adición (epéntesis) o supresión (síncopa) de algún sonido intermedio en determinadas formas del paradigma.
En algunos verbos se producen fenómenos de epéntesis en la 1.ª persona del singular del presente de indicativo y en todas las del presente de subjuntivo:
Epéntesis de /k/: terminados en -ecer (agradezco, agradezcas); en -ducir (conduzca, reduzco); en -lucir (luzcamos).
Epéntesis de /g/: con raíz terminada en -l (salgo, valgas) o -n (pongamos, tengan).
Epéntesis de /ig/: caer y traer y sus derivados (caiga, traigo, contraigamos); raer y roer (raigan, roigas)”.
Podría, quizás, recordarle al lector no especializado el uso del símbolo k para la C antes de vocal, innecesario en el caso de g, porque no necesita el uso de signo diferente (g=g).
4.5 Verbos de conjugación especial. “El verbo estar (§ T.C., n.º 35) presenta raíz átona en toda la conjugación, salvo en las formas del pretérito fuerte estuve, estuvo. Las formas de imperativo del verbo pronominal estarse son estate, estense y estaos: Estate quieto. No se usa, el imperativo de la variante no pronominal del verbo estar”.
No existe en RD y otras zonas de América la variación estaos que corresponde a estate o estense. Podría explicarse su limitación a zonas de voseo.
4.6 Verbos defectivos. “No se predican de las personas los verbos terciopersonales acaecer, ocurrir, atañer, acontecer, concernir, urgir, sino de sucesos (Ocurrió una catástrofe) o de contenidos proposicionales (Urgía que se tomara una decisión)”.
Podría, tal vez, explicarse al lector común el concepto de “terciopersonal”.
RELATIVOS, INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS. a) “Valor referencial. Los componentes de esta clase poseen capacidad denotativa, pero no son propiamente anafóricos, ya que no se refieren a una entidad mencionada previamente”.
¿Quién mató al comendador? ¡Quién supiera escribir!
¿Cómo vive? ¡Cómo vive!
El estudiante no especializado tiende a separar en clases diferentes a relativos e interrogativos.
1.4 Inventarios. 1.4.1 Relativos. “El paradigma de los relativos está constituido por ocho unidades que presentan variantes formales y también categoriales. Los relativos cuyo y cuanto tienen flexión de género y número; quien y cual solo varían en número; todos los demás son invariables. Pertenecen a una sola categoría que, cuyo, quien, cuando, como y donde, mientras que el resto de los relativos se incluyen en más de una”.
El hablante feminiza o masculiniza el relativo cual con el artículo: El cual, La cual. Podría explicarse esta aparente variación a la regla.
2.4 Cuyo. “Es un determinante relativo con valor posesivo que tiene flexión de género y número. Concuerda con el sustantivo sobre el que incide, no con el antecedente: Un niño cuya vivacidad nos asombra”.
La expresión incidir parece ser menos precisa que concordar o “referir”. Podría considerarse una sustitución si fuere necesaria a los fines comunicativos.
2.5.3 Cuando. “El adverbio relativo cuando equivale aproximadamente a ‘en el tiempo o en el momento en que’. Se emplea mucho más encabezando relativas libres (Lo haré cuando pueda) que con antecedente expreso: Recuerdo aquellos veranos cuando íbamos a la playa. Con todo, la presencia de antecedente es más habitual en las relativas explicativas, como en: ni siquiera ahora, cuando ya ha acabado todo”.
Podría ser interesante para edificación cultural señalar el carácter formal que tiende a expresar el uso de antecedente expreso. El carácter periódico es usual en el hablante más culto.
Finalmente, queremos consignar que los presentes comentarios centran nuestras observaciones en los aspectos que contribuyen principalmente a la finalidad didáctica, esencial o básica en esta importante obra para nuestros estudiantes.
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