II CONGRESO INTERNACIONAL DE POESÍA MÍSTICA DEL ATENEO INSULAR EN MADRID

Durante los días 27, 28 y 29 de marzo de 2009 se realizó en Madrid el II Congreso Internacional de Poesía Mística del Ateneo Insular, Correspondiente del Movimiento Interiorista. Para llevar a cabo el programa del Congreso, tras numerosas diligencias, el poeta Teodoro Rubio, Doctor en Filología Hispánica y Coordinador del Grupo Literario “Gerardo Diego”, del Ateneo Insular en Madrid, organizó el encuentro en diferentes lugares de la capital española.

Para iniciar el Congreso, el viernes 27 nos reunimos en la sede de la Asociación de Escritores y Artistas de Madrid, ubicada en la calle Leganitos, 10, del centro histórico de la capital española. En la ponencia inaugural, el Dr. Bruno Rosario Candelier expuso su concepto de que la mística entraña el desarrollo de la conciencia espiritual. Entre otros aspectos, el Presidente del Ateneo Insular y Creador del Movimiento Interiorista subrayó: «Estamos en el Mundo, justamente, para canalizar nuestros poderes sensoriales y nuestros poderes espirituales. La mística, como un modo de expresión de la creatividad humana, se ha manifestado de un modo hermosísimo en la poesía, en la música, en la pintura, en el arte vitral. Y por eso podemos hablar de poetas y artistas místicos. Ahora bien, para escribir poesía mística necesariamente no tiene que haberse dado previamente la experiencia mística como tal. A mi juicio, la poesía mística, en su más alto nivel, es la poesía extática, producto de un arrobamiento. Pero puede darse un tipo de poesía mística que no necesariamente es producto de un arrebato de los sentidos. Es decir, una persona con capacidad de contemplación y con sensibilidad espiritual, si dispone de una actitud mística ante lo viviente, puede crear una poesía mística, la que, de alguna manera, va a dar cuenta de esa búsqueda de lo divino. Evelyn Underhill ha dicho que «el sentimiento místico es connatural a todos los seres humanos y se desarrolla especialmente en el místico», puntualizó.

 En la foto, Bruno Rosario Candelier y José Félix Olalla, durante su participación en la Capilla de los Cruzados de la Fe, de Madrid
En la foto, Bruno Rosario Candelier y José Félix Olalla, durante su participación en la Capilla de los Cruzados de la Fe, de Madrid

El Presidente de la Asociación de Escritores, José López Martínez, dijo que el concepto de «interiorización» es el más apropiado para iniciar un Congreso de Poesía Mística. Consideró que «Gustavo Adolfo Bécquer no tenía razón cuando dijo «Poesía eres tú», porque poesía era lo que impactaba la sensibilidad del poeta, no la persona amada. Cuando contemplamos una puesta de sol, la puesta de sol no es la poesía; cuando contemplamos el mar, tampoco el mar es la poesía. Porque cualquier persona que no fuese poeta y que contemplase todo esto, seguramente esas manifestaciones de la Naturaleza le traería sin cuidado, porque la poesía está en el poeta, en nosotros mismos, en la interiorización de la cosa. En esa interiorización es donde está la poesía mística, mucho más que la poesía lírica, más que cualquier otra manifestación artística. La poesía mística y la interiorización van unidas en un maridaje maravilloso y sublime».

Bruno Rosario Candelier, por su parte, durante la segunda jornada del Congreso, en la ponencia que presentó en la Capilla de la Hermandad de los Cruzados de la Fe, de la calle Atocha 89, de Madrid, al costado de la Casa Cervantina, dijo lo siguiente: «La experiencia mística es un fenómeno de la conciencia que trasciende la experiencia cotidiana. Es una expresión de la vida espiritual y está al alcance de todos los seres humanos como fenómeno de conciencia y, sobre todo, como expresión de la sensibilidad trascendente. Podemos hablar de la sensibilidad trascendente como un estadio superior de la sensibilidad humana. Porque los seres humanos tenemos nuestra sensibilidad, en la que podemos distinguir la sensibilidad estética, que es la primera que se manifiesta. Y se manifiesta cuando nos sentimos desbordados por la belleza, cuando la belleza nos impacta interiormente. Cuando se despierta la sensibilidad estética, las personas que tienen vocación artística o literaria, la pueden plasmar creativamente, como hacen los poetas, los músicos o los pintores de un modo especial, porque la viven de manera honda, intensa y entrañablemente. Cuando esa sensibilidad estética se profundiza en la persona, se despierta en nosotros, al decir de Pierre Teilhard de Chardin, el “sentido cósmico», esto es, el asombro interior ante la Creación, ante el esplendor del Mundo, ante la belleza de lo viviente».

Los seres humanos -dijo Rosario Candelier- establecemos un punto de contacto con el Universo, que logramos desde nuestra sensibilidad; entonces se puede desarrollar la facultad creadora que hay en nosotros, que es un don que hemos recibido, al igual que el don de la vida, el don del lenguaje, el don del amor o el don de la reflexión y que, de alguna manera, le da un sentido trascendente a la vida. “Cuando tomamos conciencia de esos dones, la misma vida es más hermosa, más fecunda, más plena», precisó el filólogo dominicano.

Según el pensamiento de Rosario Candelier, «hay otro estadio, mayor aún que el estético y el cósmico y tiene que ver, precisamente, con la mística. Entonces adviene el sentido místico de lo viviente. Si contemplamos la realidad de lo existente, podemos apreciar la dimensión interna y mística de lo viviente. Para lograrlo es necesario que previamente se desarrolle o se despierte en nosotros el sentido trascendente, es decir, la capacidad de mirar más allá de lo aparente, más allá de lo que captan nuestros sentidos. Como dijera Antoine de Saint-Exupery en El Principito,  «lo más importante no se ve».

El poeta José Félix Olalla, del Grupo Interiorista “Gerardo Diego”, del Ateneo Insular de Madrid, disertó sobre «Tres respuestas a la voz interior». Basó su charla en tres creadores de tendencia mística, a saber: -Emilio del Río (Soria, 1928). Su obra es como un río que conduce al mar de la Totalidad. -Alfonso Albalá, (Cáceres, 1924), un poeta de la sed, de la pureza, de la búsqueda de Dios, envuelto en la nostalgia, que espera calladamente la salvación divina. -José María Cabodevilla, un creador de prosa, que aunque nunca escribió un verso, hay una extraordinaria lírica en sus textos. Escribió sobre Dios, sobre el hombre y sus necesidades. Hay una visión profunda entre Dios y el hombre. Para él no es más sagrada la soledad que la actividad. Después de la ponencia, se realizó -con la participación de Rosario Candelier, Olalla y Leonardo Henríquez- un coloquio con los asistentes al acto.

El Segundo Congreso de Poesía Mística, realizado por los interioristas españoles, contó de principio a fin con la honrosa participación de Bruno Rosario Candelier, inspirador del Movimiento y del Congreso de Poesía Mística; Teodoro Rubio, Coordinador del Interiorismo en Madrid y organizador del encuentro; Gonzalo Melgar, poeta toledano del Grupo Interiorista “Gerardo Diego”, María del Carmen Soler, poeta del Grupo Interiorista “Juan Ramón Jiménez”, de Barcelona; Emilio Rodríguez, poeta del Grupo Interiorista de San Lorenzo del Escorial y un nutrido grupo de poetas y amantes de las letras, que respaldó con entusiasmo la convocatoria del Ateneo Insular en la capital española. Participaron en este Segundo Congreso Internacional de Poesía Mística poetas y escritores de Madrid, Toledo, Ávila, Burgos, Barcelona, Valencia, Cádiz, Sevilla y Canarias, junto a la delegación dominicana encabezada por el Presidente del Ateneo Insular, Bruno Rosario Candelier y el Dirigente Internacional del Interiorismo, el sacerdote-poeta Fausto Leonardo Henríquez.

El Congreso culminó en Pastrana, paraje de la mítica Alcarria vinculado a san Juan de la Cruz y a Santa Teresa de Ávila. Aquí la santa abulense fundó su primer convento y san Juan de la Cruz escribió la primera parte del «Cántico Espiritual», que leímos en la cueva donde, como ermitaño, pernoctaba el santo poeta en ocasiones. Después de degustar la comida del lugar, en un singular restaurante de la llanura manchega, culminamos el encuentro felizmente. El retorno a Madrid lo hicimos escuchando los versos amartelados a lo divino del místico abulense que el Papa Juan Pablo II declaró patrono de los poetas y el Movimiento Interiorista lo tiene como su patrono protector.

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