ENCUENTRO SOBRE LA DOCENCIA DE LA LENGUA

En reunión de la comisión didáctica de la Academia Dominicana de la Lengua, encabezada por el director de la institución, Bruno Rosario Candelier, con la presencia de Manuel Matos Moquete, Irene Pérez Guerra, Ramón Emilio Reyes, José Enrique García y Roxana Amaro, se discutieron propuestas educativas viables para la enseñanza de la lengua española en nuestro país.
Los académicos presentes leyeron sus propuestas tendentes a mejorar la metodología y las estrategias para la enseñanza de la lengua. José Enrique García expresó que la lectura ha de ser la piedra angular de la enseñanza de la lengua, así como el análisis, la interpretación y el comentario de textos de la literatura universal y dominicana.  El académico resaltó el método didáctico utilizado por Pedro Henríquez Ureña, indicando que el mismo es adaptable a las necesidades de la escuela actual.

Luego, Irene Pérez Guerra presentó su enfoque sobre la temática debatida y el aporte de investigaciones realizadas entre los escolares dominicanos, quienes manifestaron una estimación negativa de su lengua materna. Muchos hablantes consideran más interesante y prestigioso dominar una lengua extranjera, en desmedro de su lengua materna. Según esos estudios, la mayoría de los estudiantes consultados mostraron deslealtad lingüística bajo la premisa de que dominar otra lengua de prestigio –inglés o francés- garantiza mayor oportunidad de desarrollo, éxito profesional y personal, así como prestigio social a quien lo domine. Pérez Guerra consideró que es perentorio revertir esta actitud hacia la propia lengua materna, que exhiben muchos estudiantes y adultos consultados, pues el dominio de la lengua conlleva conocer su propia historia, la cultura que implica y que modela la identidad cultural y nacional de los hablantes, en este caso del dominicano.

De su lado, Ramón Emilio Reyes propuso que expresarse bien es aprender a pensar, es decir, que conferir importancia al dominio de la lengua es la vía segura para desarrollar la capacidad de pensamiento. Estableció que la vinculación lengua-pensamiento es la base fundamental en la que radica cualquier empresa pedagógica, a la que debe abocarse la enseñanza de la lengua en nuestro país. Valoró otros aspectos como esenciales para la enseñanza de la lengua, como el uso de adecuado no solo de la ortografía también de la gramática, la organización y coherencia de las ideas, así como de los componentes extralingüísticos que coadyuvan al dominio de una lengua. Su propuesta tiende una metodología integral de todos estos aspectos, ya que es preciso hacer acopio de todos para que el aprendizaje de la lengua sea abarcador y responda a las necesidades comunicativas de los estudiantes. Exhortó a las autoridades a recrear un ambiente de mayor calidad cultural en la escuela y sus alrededores, especialmente en el seno familiar, para propiciar con esto un hábitat más apropiado para el aprendizaje y el dominio de la lengua española.

En la reunión se dio a conocer la propuesta del escritor y académico Tony Raful Tejada, que hace un llamado de atención al uso de la lengua. Sugiere adecentar el idioma utilizado en los medios de comunicación, enfrentando la vulgaridad presente en muchos espacios. “Lo popular puede ser vulgar, pero lo popular no tiene que ser vulgar”, indica Raful en su propuesta. Los académicos presentes manifestaron su acuerdo en virtud del poder de influencia que tienen los medios de comunicación, especialmente, la radio y la televisión, cuya incidencia hace que estos medios puedan constituirse en canales idóneos para fomentar la educación y el uso ejemplar de la lengua como modelo o paradigma para los hablantes.

En la propuesta del académico, ensayista y novelista Manuel Matos Moquete, se enfoca la voluntad de gestión en la enseñanza de la lengua española. Enfatizó la necesidad de tratar los problemas de la enseñanza de la lengua en términos de gestión, a raíz de varias experiencias profesionales relacionadas con la enseñanza del español en nuestro país. Subrayó que la perspectiva de la gestión es pertinente ante los problemas educativos, particularmente en los referentes a la enseñanza del español, en razón de que son situaciones sociales que al fin y al cabo requieren de soluciones que dependen, en gran medida, de la voluntad política del Estado. La visión de gestión de los problemas no se contrapone a ningún otro tipo de enfoque, sino todo lo contrario, pues incluye otros abordajes: académico, social, científico, filosófico, etc. Especificó el académico dominicano que en la enseñanza de la lengua existen saberes y prácticas universales, constituidos a través del tiempo: en los  diferentes niveles educativos y de acuerdo con la especificidad de cada uno, hay que enseñar a escuchar, hablar, leer, escribir; conocer y aplicar la  gramática, la ortografía y el léxico; manejar diversos tipos de textos, literarios y no literarios. Y todo eso, a partir de situaciones concretas y apropiadas de comunicación. Esos aspectos encierran los contenidos y la competencia de cualquier currículo de lengua en el mundo actual. “Por tanto, hoy, como ayer, no es preciso distraer los esfuerzos del sistema educativo ni la atención de la sociedad, con los constantes cambios e innovaciones, inspirados en la falsa creencia de que el currículo lo es todo, y que es capaz de lograr por sí solo la calidad de los aprendizajes. Las  teorías y las metodologías por ser nuevas o modernas, viejas o antiguas, no están dotadas de un poder encantador, no producen resultado, sin una voluntad de gestión de quienes las apliquen”, consignó Matos Moquete.

Subrayó el académico, escritor y profesor dominicano que los maestros de español no tienen un desempeño personal, práctico, excelente o adecuado en el uso de esa lengua, en los aspectos fundamentales: carecen de la formación académica apropiada en dichos aspectos porque la universidad no les enseña lo que les debió enseñar para que luego lo enseñaran; no conocen ni manejan en forma rigurosa y creativa el currículo de lengua española y los materiales conexos; en esas condiciones no pueden asegurar un buen desempeño en las aulas y no es posible pedirles que enseñen lengua que no sea de la manera rebajada en que hoy enseñan la mayoría de los maestros del país. Pero además, la mayoría de los alumnos de nuestro país proviene de hogares ágrafos, real y funcionalmente hablando, en los cuales los padres no leen ni los periódicos, no conversan con sus hijos, no les leen ni les cuentan historias, no son capaces de ayudarles en sus deberes escolares. Así no es posible que la educación de este país mejore. Sin instrucción, educación y cultura hogareñas las escuelas sirven de poco. Finalmente recomendó aplicar una supervisión, un seguimiento y un monitoreo del desempeño en los planteles y las aulas, para identificar y sistematizar las necesidades, los problemas, los logros y resultados y tomar oportunamente las acciones pertinentes de mejora del proceso educativo. Consignó, además, que los logros obtenidos, pocos o muchos, en la enseñanza de la lengua y en las otras áreas curriculares no han sido el fruto, en lo esencial, de las bondades de los planes de estudios. La fortaleza de la educación en cada época ha descansado en las acciones de la buena gestión del sistema educativo en su conjunto, lo cual implica una serie de medidas como las que proponemos.

En su intervención, Roxana Amaro presentó su propuesta consistente en un llamado imperioso a rescatar los valores más sanos de nuestra sociedad, mediante la adopción de la metodología tradicional de la enseñanza de la lengua.  Consideró que urge someter a escrutinio la validez o adecuación de los métodos utilizados, para que estos respondan a las necesidades actuales de los escolares. Criticó el trasplante de modelos pedagógicos extranjeros, sin previa adaptación a la realidad sociocultural dominicana.

La académica señaló que hay que exhortar a las autoridades educativas a que rescaten los elementos validos de la escuela tradicional, a reponer sus aspectos positivos, conjuntamente con el retorno a la disciplina y el respeto al proceso educativo y al docente.  Llamó a integrar a todos los actores del sector educativo para trabajar en pos de una educación de calidad, de una escuela proactiva, capaz de luchar contra la indiferencia y, finalmente, detalló una serie de actividades que los niños y jóvenes pueden desarrollar en el aula y en la casa para fortalecer y fomentar sus potencialidades comunicativas. Santo Domingo, ADL, 15 de julio de 2011.-

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