POR ARRIBA – A SABIENDAS DE QUE – A SABIENDAS QUE

El adverbio arriba puede ir acompañado de diferentes preposiciones. Las preposiciones pueden colocarse antes o después del adverbio
“W. gana $360 por pie cuadrado en ventas al detalle, lo que lo coloca POR ARRIBA del promedio nacional aunque detrás de los centros comerciales del. . .”

El adverbio arriba puede ir acompañado de diferentes preposiciones. Las preposiciones pueden colocarse antes o después del adverbio.

Lo que acontece en el caso del texto que sirve de ejemplo para introducir el asunto en esta sección es que se confunde “por arriba” con “por encima”. Esto equivale a decir que en la cita debió aparecer “por encima” y no lo que consta.

De modo fundamental arriba significa “a lo alto, hacia lo alto”; la significación de encima es “en lugar o puesto superior, respecto de otro inferior”.

Como consecuencia de lo anterior, “arriba” por lo general es complemento de verbos que significan movimiento; por su parte, “encima” lo es de verbos que significan situación.

En muchos casos “arriba” tiende a ser “en la parte más alta”; “encima”, por otra parte, es “en lugar más o menos inmediatamente superior” (a alguien o algo).

Lo que sucede en el texto es un fenómeno que el maestro Seco destaca en su “Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española”. En esa obra se trata mejor el asunto que en el “Diccionario Moliner”. De la primera de las dos obras se extraen algunas nociones para esta sección.

Destaca el maestro Seco que “la distinción entre “arriba” y “encima” se neutraliza habitualmente en el uso de muchos países hispanoamericanos, asumiendo, “arriba los valores de uno y otro”.

Esto que se cita en el párrafo último como frecuente en algunos países de nuestra América es lo que se encuentra en el ejemplo citado en cabeza de esta sección. Lo más elegante aquí, en el parecer del autor de estos comentarios, era utilizar “por encima”.

El “Diccionario panhispánico de dudas” al tratar lo relativo a “arriba” trae algo que no se encuentra en otras obras: “En el español de América, en registros coloquiales o populares no es infrecuente que arriba vaya seguido de un complemento con “de”. Pero, en general, ese uso es rechazado por lo hablantes cultos y se recomienda evitarlo en el habla esmerada; en esos casos debe emplearse encima”.

Con el adverbio arriba hay algo más que se desea subrayar aquí, algo que no se ha encontrado en las obras que se consultan habitualmente. Se trata de “por arriba” utilizado para denotar que una acción se hace sin detenimiento. Un ejemplo para ilustrar el empleo: “Leyó el artículo por arriba”.

No conforme con usar “por arriba” con este valor señalado en el párrafo anterior, el hispanoamericano le coloca la terminación –ITA al adverbio arriba para acentuar la significación de la combinación y termina así: “Leyó el artículo por arribita”. Eso significa que lo leyó de prisa, rápidamente.

Antes de concluir con esta sección se puede añadir que por arriba con este valor hispanoamericano es conocido y justo por su uso. El “arribita” es una exageración del habla que no debe llevarse a la lengua escrita.

A SABIENDAS DE QUE – A SABIENDAS QUE

“. . . al parecer incluso A SABIENDAS QUE la situación financiera del grupo no era confiable.”

La locución adverbial “a sabiendas” es muy conocida en el ámbito del español. No es de uso corriente en las conversaciones, pero la reconocen los hispanohablantes sin dificultad.

Para definir la locución el diccionario de la Real Academia escribe que equivale a “de un modo cierto, a ciencia segura”, en su primera acepción. En la segunda acepción los términos en que se expresa la autoridad máxima de la lengua son los siguientes: “con conocimiento y deliberación”.

“A sabiendas” es una locución que se aplica a la manera de obrar alguien. El diccionario Moliner añade algunas características interesantes. Ahí se manifiesta que se actúa “con conocimiento del valor, consecuencias, etc., de la acción de que se trata”. Las equivalencias que ofrece ese diccionario para la locución son: “deliberadamente, intencionalmente”.

El autor de estas reflexiones acerca del idioma español no escribiría nunca “a sabiendas que”. Siempre colocaría la preposición DE. Esta pequeña partícula aquí puede ser fuente de mucho debate. Hay que dejarlo ahí y como dicen en el registro popular “dejarlo de ese tamaño”.

*DESLOCALIZACIÓN

“. . .fue condenado a pagar 600 años de salario a los 185 empleados despedidos sin causa real y seria, dentro de su plan de DESLOCALIZACIÓN, informaron hoy.”

Salta a la vista que la voz que se resalta en el texto no la conoce la autoridad de la lengua. En el caso particular del autor de estas apostillas también es la primera vez que tropieza con ella. Obsérvese que se usa con toda la intención el verbo tropezar para imprimirle al infortunado encuentro su color.

El texto de la cita era parte de una noticia internacional acerca de un hecho que ocurrió en Francia. Es muy posible que sea una traducción del francés. Este tipo de acción acontece con frecuencia.

Las personas que escriben para el gran público además de hacer traducciones apresuradas se enamoran de palabras largas. Piensan que cuanto más larga es la palabra mayor crédito merece de parte del lector.

Como no se trata solo de señalar el error, sino de desentrañar también el sentido que no se consiguió comunicar, se tratará más abajo de llegar al meollo del asunto procediendo gradualmente.

Para comenzar, lo que puede hacerse es despejar el sentido del verbo localizar que es la base sobre la cual se apoya el nombre localización, que es el vocablo que forma parte del engendro que se comenta en esta sección.

El verbo localizar soporta tres sentidos. Encerrar, fijar en límites determinados. Averiguar el lugar en que se encuentra alguien o algo. Determinar o señalar el emplazamiento que debe tener alguien o algo. Una vez aclarado este punto se pasa al próximo ejercicio.

El elemento compositivo “des“, usado como prefijo, es decir, añadido a una palabra por delante, en muchas ocasiones le da a la palabra base el sentido contrario al que tiene, porque ese prefijo significa en esos casos “negación, privación o inversión” del significado del vocablo simple. De alguna forma hace que la forma base “deje de estar” donde estaba. Se usó como fuente para esta conclusión el libro “La formación de palabras en español” de J. Alberto Miranda, 1994.

El vocablo simple es localización, al cual se le colocó delante el prefijo des- para que termine del modo en que se comenta: *deslocalización. Como es sabido de todos, localización es el efecto o la acción de localizar. En el caso del texto se le toma por determinar o señalar el emplazamiento que debe tener la fábrica de la reseña.

El error procede de una mala selección del término para la traducción. En lugar de inventar una voz nueva, lo que procedía que se hiciese era que se hubiese usado el vocablo “desplazamiento” que sí existe en español con el mismo prefijo.

BYPASS

“La cirugía del bypass gástrico es un procedimiento muy riesgoso y de beneficio cuestionable para el paciente, dijo el doctor. . .”

Esta voz del inglés llegó con vigor al seno del español, con tanto empuje que se insertó en el habla. Primero penetró de la mano de los médicos, de los cirujanos, para luego pasar al uso común.

Ha sido tal el poder de penetración de la voz inglesa que en la actualidad los hispanohablantes casi han olvidado como expresar eso en español. Mas por eso no hay que sonrojarse. Ese fenómeno ocurre con relativa frecuencia en las lenguas. En otras ocasiones se ha analizado ese fenómeno.

La fuerza de la voz “bypass” es tal que ya en el año 1996, Onyria Herrera y Lola Grabb en el “Diccionario médico español-inglés/inglés-español” la ofrecen con acierto con la trascripción de sonido “baipás”. Esas autoras no dejan de consignar otras opciones: “derivación, puente externo; creación de una nueva vía o derivación”. El procedimiento quirúrgico que más se conoce es el injerto de derivación. La derivación aortocoronaria. En funciones de verbo significa “desviar, esquivar”.

En el año 2005 con la publicación del DPD se despejaron las dudas. Ese diccionario trae la adaptación gráfica baipás con la definición: “conexión artificial realizada quirúrgicamente para salvar la obstrucción de una vena o arteria”. El plural es “baipases”.

Reconoce el DPD que en español existen equivalentes españoles: “puente (aorto)coronario o derivación (aorto)coronaria. El anglicismo se emplea también en las obras públicas. En ese ámbito se pueden usar “vía de circunvalación”. En República Dominicana emplean avenida de circunvalación.

En la próxima edición del diccionario de las autoridades aparecerá baipás consagrado como: “conducto alternativo por el que, mediante una operación quirúrgica, se desvía toda la corriente sanguínea o parte de ella para facilitar la circulación”. Esa es la acepción en medicina.

La definición se ofrece apoyándose en lo que lo constituye, la calidad del mismo, el procedimiento utilizado y la función. Los académicos no dejaron lugar a errores con esta caracterización.

Si se observa la definición de los académicos y se lee de nuevo el texto citado se verá que la definición no cubre el baipás gástrico. La caracterización quedó estrecha de nuevo, porque lo que se definió fue solo para los desvíos de conductos sanguíneos. Solo resta esperar para observar la reacción de los hablantes con respecto a este último procedimiento quirúrgico.

Con respecto al concepto en obras públicas lo que hizo la Academia fue ratificar el uso. No hubo innovación en ese aspecto.

*PREVEE

“El Plan de Acción PREVEE un grupo de estrategias y propuestas de acción. . .”

Es lastimoso, penoso y engorroso que haya quien pueda escribir para un periódico y que incurra en un error como el que se señala en la cita. En los cursos básicos de redacción se enseñan las reglas de las conjugaciones de los verbos. Se aprenden las conjugaciones de los verbos irregulares también.

El pecado no es exclusivo de este periodista. En algunos momentos por descuido cualquiera puede caer en la trampa de confundir la conjugación del verbo prever con la del verbo proveer. Como consecuencia de la confusión entre los dos verbos mencionados antes se le puede añadir una E a prever que no la lleva en su conjugación.

Para allanar el camino a las personas que no son muy versadas en las conjugaciones de verbos irregulares, el maestro Seco escribe que el verbo prever se conjuga como el verbo ver. Eso para las terminaciones naturalmente. Si se mira con detenimiento el verbo prever, es ver con anticipación, pre-ver. El verbo ver está incluido en el verbo estudiado.

Una vez que se pone en práctica el consejo dado por D. Manuel Seco las dificultades desaparecen. Lo que permanece es el olvido y por eso el error se repite por distracción de los redactores y más aun de los hablantes.

*ADECÚA

“Mientras el mercado se ADECÚA a la prohibición, las interpretaciones de la ley. . .”

Se está en presencia de otro error de conjugación de un verbo. Para este no se pueden utilizar muchos epítetos porque de una manera u otra muchos hemos incurrido en el error.

Es penoso reconocerlo pero en algún momento de nuestra vida de adulto caímos en el error de conjugar el verbo de modo incorrecto.

En lo concerniente al acento del verbo, lo que debe hacerse es conjugarlo del modo en que se conjuga el verbo “averiguar” que es muy usado y que el común de los mortales emplea muchas veces.

Pudo sugerirse que se conjugue el verbo adecuar de la manera que se hace el verbo evacuar, que es un verbo que conjugan casi a diario los seres humanos en buen estado de salud.

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