HOSPEDAJE

“El HOSPEDAJE en los hoteles aumentó en marzo en todo el sur de la Florida (…) se vio un aumento de casi 5 por ciento, y en. . . aumentó en casi un 8 por ciento.”
Desde el principio hay que dejar bien claro que no se simpatiza con la forma en que se emplea aquí el término hospedaje, por eso se destaca en la cita.El hospedaje es el alojamiento y asistencia que se da a alguien. También es el precio que se paga por el servicio. En República Dominicana de hace varias décadas el hospedaje era también una zona donde se encontraba alojamiento.

A lo que se alude en la última frase es a un sector de la ciudad de Santo Domingo que queda en las inmediaciones del Mercado Modelo. Esas calles aledañas se conocían con el nombre El Hospedaje. Las personas procedentes de otros pueblos que venían a negociar sus mercancías se alojaban en los pequeños hoteles que existían allí hace poco más de 50 años.

Para regresar al objeto de esta sección. Lo que aumenta no es el hospedaje porque si eso fuera cierto lo que estaría aumentado serían las ofertas de hoteles o habitaciones disponibles. Esa es la opinión que se sostiene aquí.

En el caso del texto que se reprodujo más arriba el redactor trata de referirse a la “ocupación de hoteles”, a la tasa de ocupación de las habitaciones de hoteles.

Como ya se utilizó la palabra alojamiento, esta sirve para la acción de alojar y para el sitio en donde se encuentra o se ofrece el alojamiento. En esta acepción es sinónima de hospedaje.

En algunos casos los redactores recurren a una frase más larga para expresar lo que ocurre en los hoteles y lo hacen refiriéndose al porcentaje de ocupación de (las habitaciones) de los hoteles. Se ha encerrado entre paréntesis la parte que puede quedar fuera para aligerar la redacción.

MANEJAR

“Citó que, entre otras cosas, Cuba eliminará más de un millón de empleados públicos -se ha MANEJADO la cifra de hasta 1.5 millones- para reducir su. . .”

Desde hace ya varios años se ha observado como el verbo manejar ha ampliado en América su campo de acción. Se utiliza el verbo para aludir a acciones que en buen español tienen mejor denominación.
El ejemplo del uso en la oración transcrita no constituye uno de los más típicos; sin embargo, se va a aprovechar la ocasión para introducir el tema en general. Se examinarán los usos propios del verbo. Luego los estirones que se les ha dado al susodicho verbo, y por último se estudiarán algunos significados derivados en República Dominicana del infinitivo considerado.

Gran responsabilidad de la intromisión del verbo manejar en actividades que no le corresponden se debe al influjo que ejerce un verbo del inglés que se asemeja al estudiado, se trata de “to manage”. Muchos desaprensivos cada vez que se topan con el verbo del inglés echan mano del estudiado en esta sección. Algunos de estos casos se examinarán aquí. Para eso se propondrá remedio.

En la decimonovena edición del diccionario de la RAE, 1970, el verbo manejar  era usar o traer entre las manos; gobernar los caballos; en sentido figurado gobernar, dirigir. Se reconocía ya que en América era conducir, guiar un coche; también moverse, adquirir agilidad después de haber tenido algún impedimento.

En la edición del DRAE de 1992 se liberalizó el concepto al introducir una segunda acepción por extensión de la primera que continuó parecida a la mentada en el párrafo anterior “usar, utilizar, aunque no sea con las manos”.

En la última edición del DRAE, 2001, no hubo cambio con relación a la redacción del 1992; nada de importancia.

Una vez que se leen las acepciones resumidas aquí cabe que uno se pregunte de dónde sacan que las cifras se manejan. Las cifras se mencionan, se barajan, se consideran, se citan, se indican y hasta uno se refiere a ellas. Hay que aclarar que esta lista no agota todas las posibilidades.

Se hace preciso admitir que en la América hispanohablante se sirven del verbo manejar como de un comodín que se aprovecha para cualquier actividad imprecisa.

En esta parte se pasará a las consideraciones del la influencia del inglés “to manage” sobre el español manejar. En el caso específico del texto reproducido al principio de esta sección (hipótesis del verbo manejar con cifras) cuando en español dicen o escriben que una persona “maneja bien las cifras”, eso equivale a expresar que es ducho con ellas, que entiende de eso, es hábil en esa actividad.

Ha de tenerse en cuenta que las opiniones vertidas más arriba reflejan una opinión muy personal del redactor de estos comentarios y que como tales están sujetas a debate; por lo tanto no constituyen un criterio compartido por todos o que se espera que sea aceptado sin reparos.

Tal y como se enunció al principio, se entra al estudio del verbo manejar en su consideración de verbo con significados americanos y algunos derivados.

En Honduras y República Dominicana manejar es en el registro popular “tener algo, poseer”. Derivado de algún modo de este tener algo en República Dominicana “manejo” vale para decir “dinero”.

Existe una expresión que se considera aquí muy dominicana y es referirse al día de recibir pago por salario como el día de la celebración de Nuestra Señora del Manejo. Ese era o es el día en que se “maneja(ba)” dinero.

FOCO

“Pero el tema cubano seguirá siendo uno de los FOCOS principales a nivel de contenido. . .”

Entrar en consideraciones con respecto a este foco despierta interés en la inteligencia. Más que interés, despierta curiosidad. Esto así porque los significados propios de la palabra del título no permiten que se tomen muchas libertades con ella.

Hay que ser justos al tratar este tema. De la misma manera en que se expondrán algunas razones para descartar este tipo de uso, también se verá que existe en español una frase que mueve a pensar que esta utilización tiene asidero.

No se examinarán todas las significaciones del vocablo foco. Solo se mencionarán las que son relevantes para el meollo del tema.

El foco es el sitio real o imaginario donde se concentra algo con toda su fuerza y eficacia y desde el cual se propaga o ejerce influencia. La Academia trae dos ejemplos para ilustrar el uso: “Foco de ilustración, de vicios”. Después de este foco los demás no vale la pena mencionarlos.

Si se entiende derecho lo que las autoridades de la lengua proponen, en el foco se concentra algo que luego sale y se propaga o ejerce influencia. En cierto sentido irradia lo que se concentra en el foco.

No parece afortunada la redacción si uno se atiene a lo que los diccionarios consignan. Una vez dicho lo anterior hay que convenir en que hay una expresión muy mentada: “Ser el foco de atención”. Con ella se destaca que la atención se concentra sobre lo que se denomina como ese centro.

Por extensión de lo anterior el foco de la atención no es solo una persona, sino también un tema, una situación, una circunstancia o cualquier otra cosa que llame la atención sobre sí. Por lo tanto, en lugar de expedir algo, lo que hace es que atrae, suscita la atención, el interés de los demás.
No se puede dar por concluido este tema si no se añade que ser “foco a nivel de contenido” es una aventurada redacción que da mucho que pensar.

*RASPONADURA

“Anteriormente los niños jugaban fuera de la casa por el vecindario y, en la mayoría de los casos, venían a casa con chichones y RASPONADURAS.”

Con esta clase de redacción es cuando sale a la luz la nacionalidad del redactor. Este desliz no es una excepción y de una forma u otra todos los mortales pueden abandonar el camino real y adentrarse en el sendero de lo típico nacional.

Como se leerá más abajo no todos los países utilizan las mismas palabras para referirse a este tipo de lesiones. Lo que se usa en España es de empleo difícil en República Dominicana porque ese término posee otro significado en el español dominicano.

La *rasponadura es cubana. Es una lesión ligera producida por un rasponazo. De la misma manera que existe el nombre para el resultado de la acción, hay  un verbo que es *rasponar. Una vez que se pueden ver juntos no causa extrañeza que también haya un verbo para describir o mentar la acción.
En República Dominicana dirían que la persona se hizo un raspón. Tiene la ventaja de que es más corto. Cuando se consulta el DRAE para ver lo que definen los académicos como raspón se encuentra uno con que lo envían a leer a rasponazo. El rasponazo es una lesión o erosión superficial causada por un roce violento.

Para la lesión ligera en España utilizan la voz “raspadura” según lo consigna el “Diccionario del español de Cuba” de Haensch y Werner, 2000. Lo gracioso surge cuando se piensa que en República Dominicana la raspadura es cosa muy alejada de una lesión.

En República Dominicana la raspadura es un melado cuajado en forma circular en un canuto de yagua. En este país hay dos tipos de raspaduras, una de melado que ya se mencionó y la otra de dulce de leche.

Los vocablos que se comentan en esta sección no hacen más que enriquecer el español. Las pequeñas diferencias que se notan entre ellos ponen de manifiesto parte de la idiosincrasia de cada país, porque con respecto a las voces que se mencionan en otros países tienen otros significados muy alejados de la desolladura tratada aquí.

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