INDICAR – INDUCIR – INCULCAR – INFRACCIONES DEL – INFRACCIONES AL

“Nosotros seguimos las INDICACIONES del arzobispo de Miami…”

El DRAE, la autoridad, con respecto a lo que significa el verbo “indicar” reza así: Mostrar o significar una cosa con indicios y señales. // 2. Recetar remedios el médico.”

Existe una relación estrecha entre el dedo índice, que es el que se usa para INDICAR y el verbo mismo. No es lo mismo INDICAR que INSTRUIR. Si en lugar de lo que escribieron hubiesen escrito que están siguiendo las DIRECTRICES, las INSTRUCCIONES, las PAUTAS, entonces, y solo en ese momento, estarían expresándose con ayuda de un español correcto.

INDUCIR – INCULCAR

El texto que se cita más adelante es un caso claro de confusión de los dos verbos del título de este comentario. “…ha tratado de INDUCIRLES a los cubanos la creencia de que lo material no es tan importante como los valores…”

El DRAE trae para el primer verbo, inducir, lo siguiente: “tr. Instigar, persuadir, mover a uno”. Lo demás que sigue no vale la pena copiarlo.

El verbo INCULCAR es: “fig. Repetir con empeño muchas veces una cosa a uno. // 3. Infundir con ahínco en el ánimo de uno una idea, un concepto, etc.” Después de leer las definiciones que se tomaron del diccionario de las autoridades de la lengua es fácil percatarse de la diferencia en el matiz.

Por otra parte, en el texto no hacía falta incorporar el -LES al verbo, pues en este caso el complemento de nombre viene expresado de manera directa inmediatamente después. No es posible que este -LES y cubano congenien. No se puede pasar por alto la ocasión para señalar que este desliz se comete con mucha frecuencia en nuestra América Morena.

Habría salido mejor INDUCIR A LOS CUBANOS, o mejor aún, INCULCAR A LOS CUBANOS

INFRACCIONES DEL – INFRACCIONES AL

“Los inspectores…han encontrado miles de INFRACCIONES DEL código de incendios…”

Las infracciones se cometen CONTRA el código. La palabra código lo que hace es que designa un conjunto de leyes o reglamentos que tratan acerca de una misma materia.

Si las infracciones fueran DEL código entonces habría un conflicto entre leyes. Esa preposición hace presumir que quien incurre en la infracción es el código mismo. Esto quizás sucede solamente cuando un Código o más probablemente una Ley entra en contradicción con la Constitución de un país. En ese caso la disensión se dirime ante la Suprema Corte de Justicia o en otro tribunal que ejerza las funciones de fiscalizador de la constitucionalidad de las leyes, por ejemplo.

A cualquier precio, la preposición que conviene no es la que consta en el texto copiado.

*POR LAS LEYES – SEGÚN LAS LEYES

Es una lástima que la preposición POR esté robando terreno que corresponde a otras expresiones, giros y preposiciones. Hace tiempo ya que esto sucede. Sobre todo ocurre entre las personas que leen textos en inglés o que acostumbran a navegar entre el español y el inglés.

Es de pésimo gusto y de mala redacción escribir lo que lleva el asterisco en el título de esta sección de los comentarios. Pudo escribir también, quien eligió la preposición, y así evitar el error, DE ACUERDO CON LAS LEYES.

Con respecto a esta última forma de expresarse se han opuesto, o más bien se opusieron, algunos puristas por considerarla traída del inglés, por semejanza con “according to”. Quienes se opusieron a esta composición proponían SEGÚN que tiene el mismo valor que la que se reemplaza.

Ya pasó el tiempo de oponerse a la última expresión usada, “de acuerdo con”, por lo que es buena y válida en el español de todos los días.

LIBRAR – LIBERAR.

No hace mucho tiempo se leyó esto: “han seguido la ley al pie de la letra tratando de LIBERAR A la cuadra…de un creciente problema…”

Lo que se entiende por LIBERAR es: poner a alguien en libertad o sacarle de un estado en el que estaba sujeto. Ese es su principal significado. Liberar tiene la connotación de darle o conseguirle la libertad del cautiverio alguien. Para otros casos se prefiere emplear LIBERTAR.

LIBRAR, en cambio, valer para: “Sacar o preservar a uno de un trabajo, mal o peligro”. Se le utiliza también como pronominal LIBRARSE. Es clásico el ejemplo de “librarse de las malas lenguas”.

Es probable que en el ejemplo citado, de lo que se trataba no era de conseguirle la libertad, sino de sacar la cuadra del problema. En ese caso convenía más la utilización del verbo librar.

*LÍNEA MUY FINA

A pesar de que el título está marcado como signo de que no es de buen uso en español, es posible que en algunos casos pueda usarse con toda legitimidad. Se piensa por ejemplo en un caso que viene a la memoria, el del pintor o dibujante que traza una línea muy fina, en ese caso es bueno y válido usar la expresión del título.

Lo que no se considera de buen gusto en español es traducir del inglés y escribir que “Hay una línea muy fina entre el entrenamiento y el combate…” En buen español en este caso para expresar lo que el candidato dijo en inglés habría que escribir algo así como UN TRECHO MUY CORTO, HAY ESCASA DISTANCIA ENTRE, MUY POCA DIFERENCIA ENTRE, y quinientas posibilidades más.

Tocar este punto hace pensar en otro giro de la lengua inglesa que se usa mucho y que utiliza una de las palabras del título, es el famoso “fine print” de los contratos. Algunas personas traducen el concepto escribiendo LETRILLA, mientras otras prefieren usar LETRA MENUDA. Se han visto en los cuales hay hasta quienes se las arreglan para pasar “letrica*”, en lugar de algo más elegante y castizo.

LINEUP

En lugar de esta voz copiada del inglés se puede usar ALINEACIÓN, FORMACIÓN, que son las dos palabras que corresponden para la materia deportiva.

Como es de todos sabido, esa palabra del inglés que forma parte de la jerga deportiva de América, no es más que el orden establecido o preestablecido en un equipo deportivo llegado el momento de enfrentar a sus oponentes.

LISTADO

Este es el participio pasado de LISTAR. Se le utiliza también como sustantivo masculino, así lo estipula la Academia.

No se considera que se deba confundir con la LISTA misma. La definición de LISTADO que trae el Lexicón Mayor es: “adj. Que forma o tiene listas”.

María Moliner, en su “Diccionario de uso del español”, es más cuidadosa en su definición para evitar la ambigüedad, escribe: “A listas. Con dibujo que forma listas”. Conforme con el buen criterio, redactado de esta forma no cabe duda de que la palabra es sinónima de RAYADO EN LÍNEAS RECTAS PARALELAS, pues eso es lo que se expresa.

Después del preámbulo anterior se puede llegar a enunciar que hay que distinguir entre LISTADO y LISTA. La primera palabra se refiere al género de tela o papel, o cualquier otro diseño o dibujo que lleve LISTAS. Se dice también de la persona que está alistada, sentada o escrita en lista. La LISTA es la enumeración o relación de personas o cosas.

Don Max Uribe estaba en lo cierto cuando escribía que “el vocablo LISTADO con la expresa valoración semántica de sustantivo significante de lista numerosa, así como la forma LISTADOS con el sentido de serie o conjunto de listas, voces o palabras. . . no constan en el Diccionario mayor de la Corporación de Madrid ni tampoco se hallan registradas en ninguno de los inventarios de americanismos. . . que con no poca diligencia hemos tratado de explorar”. Lo anterior se reprodujo de “Notas y apuntes lexicográficos” (1996). Estaba en lo cierto el maestro Max Uribe, pues las menciones aparecieron más tarde en los diccionarios que se mientan más adelante.

La primera referencia a “listado” la trae el “Diccionario del español de Argentina” (2000). Observa ese diccionario que es de uso en el lenguaje administrativo, “enumeración escrita de datos, generalmente dispuestos en columna”. Los mismos autores, Haensch y Werner, en el “Diccionario del español de Cuba” (2000) para el mismo vocablo registran lo siguiente: “Relación de datos, por escrito y generalmente en forma de columna”. Más adelante añaden: “En España, menos frecuente y restringido, generalmente, a la informática”.

LIMUSINA

En muchos países de habla hispana usan este término para nombrar con él el vehículo tipo automóvil con mayor capacidad que el normal y mucho más largo. La señora Moliner trae en su Diccionario de Uso del Español la palabra, mas le atribuye una definición que no se aviene al uso en estas latitudes.

Para ella es “Furgoneta. Automóvil con dos o más asientos para viajeros y la parte posterior acondicionada para transportar carga”. Echarán de ver inmediatamente que no se refiere ella al mismo tipo de vehículo que se encuentra con frecuencia en los Estados Unidos y que es un vehículo de lujo.

En verdad que no se entiende porqué es que lo escriben con U en lugar de con O como se escribe en inglés. En francés conocen la palabra “limousine” desde el final del siglo XIX y sirve para designar un tipo de automóvil cerrado. Ya en 1905 servía en Francia para designar a automóviles grandes conducidos desde el interior de los mismos, y, entre paréntesis, mi viejo diccionario añade que tenía seis sitios.

La escritura que se copió en el título respeta la pronunciación de la palabra en el francés, por lo menos eso es alentador. Algunos diccionarios bilingües ofrecen las dos opciones: LIMOUSINE y LIMOSINA. Este es un asunto que tendrá que zanjarlo la Academia de Madrid mediante su autoridad, siempre y cuando no se aleje demasiado del uso actual.

El “Diccionario panhispánico de dudas” trae la solución impuesta por la autoridad para la grafía del vehículo automotor de lujo. Debe escribirse con U, limusina. Hace justicia ese diccionario cuando recoge que en América se usa la variante limosina. El DPD no deja lugar a dudas cuando escribe: “debe evitarse la forma híbrida *limousina, que no es francesa ni española”.

Hay que expresar conformidad con la selección de las autoridades de la lengua. Esto así porque al escribirlo de la manera que ellos proponen se asemeja en español a la pronunciación francesa, y de esa lengua es de donde procede la voz “limousine”.

EL *LISTÓN CON QUE SE MEDÍA

“Cuando se realizó este acuerdo fue considerado EL LISTÓN con que se medía la manera en que la Ciudad administraba sus propiedades marítimas”.

“A mí que me registren”. Esa era la expresión que se usaba para dar a entender que se estaba muy ajeno a lo tratado.

Se sigue sin entender. Se compulsaron todos los diccionarios que están a nuestro alcance, y no se encontró NADA acerca de este listón que arroje luz sobre el asunto. Los únicos “listones” que se conocen son los de la carpintería.

Si se enciende la lámpara mágica, se cree poder adivinar que fue lo que quiso escribir el redactor, y se presume que fue PATRÓN, y a ese señor se le confundieron las letras y le salió otra cosa diferente en el papel.

Como se dice en algunos países de los nuestros, con toda propiedad lingüística para referirse a una persona que incurre en un error como este: “se le trasconejó el centro generador en el momento menos propicio”.

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