Coloquio sobre la poética y la narrativa de Rubén Darío

En un coloquio sobre la creación literaria de Rubén Darío, con motivo del 150 aniversario del nacimiento del ilustre poeta nicaragüense, la Academia Dominicana de la Lengua, el Ateneo Insular y el grupo literario Emilio García-Godoy, estudiaron la narrativa y la poesía del creador del Modernismo. En el coloquio intervinieron Manuel Salvador Gautier, con el tema “La narrativa de Rubén Darío”; Camelia Michel, con “La poética de Rubén Darío”; y Bruno Rosario Candelier, con “La irradiación metafísica en Rubén Darío”.

En la sesión de reflexión literaria, consagrada a Rubén Darío, el narrador y académico Manuel Salvador Gautier dijo que “el manejo de palabras, en parte de la narrativa de Darío, es lo que más le llama la atención, pero no es lo único que hace de su obra un acontecimiento extraordinario, ya que influenció en la lengua española para crear un nuevo movimiento literario, el Modernismo”. Señaló que “en los cuentos de Rubén Darío aparecen lugares que se describen con frases esplendidas, palabras y nombres de personas que recrean un mundo de fantasía que parece real”. Dijo que “toda la obra poética y cuentística de Darío renueva el lenguaje que se usaba hasta ese momento en los géneros literarios de poesía, cuento y ensayo. Su lenguaje rítmico aparece desde sus primeras palabras en cada uno de sus cuentos: “Darío nos introduce en el desvarío de su fantasía, que nos seduce y logra que la literatura hispánica se incline hacia la creación modernista”.

El análisis sobre este gran escritor nicaragüense continuó con la poeta mocana Camelia Michel quien presentó un trabajo sobre la complejidad de Darío ya que su poética no parte de manera exclusiva de las lecturas que nos subyugaron: “El entretenido que hay en todas su obras, bajo la elegancia trabajada con esmero, oculta o deja ver de manera homogénea una apreciación de los más profundos valores humanistas que fueron dejados por la tradición literaria”.  Camelia Michel aclaró que “si hay un hombre universal en América, ese es Rubén Darío, de alma y pensamiento libres y una empatía profunda por su tierra”.

Los estudios sobre este nicaragüense inmortal los continuó el poeta Ramón Antonio Jiménez quien expuso que Darío “es considerado como la figura cimera de la poética que perfila el Modernismo. Dotó a la poesía de alas que permitió que el verso fuera en su libertad sacudiendo sus alas sensibles”. Expresó que en Darío “la poesía salta en un lenguaje sin tropiezos y emerge desde su vuelo en un surtido orbe lexicográfico hasta la ribera de lo exótico y lo mítico, logrando que la musicalidad y el ritmo de su decir poético disimule la rima”. Dijo que en este creador la forma no es menos importante que el fondo ya que “eleva su entramado simbólico a la categoría de pensamiento en donde la cadencia de los versos, de variada extensión, es un sello en este creador”.

En la exposición del director de la Academia Dominicana de la Lengua y presidente del Ateneo Insular destacó que “Rubén Darío había sido escogido para revelar en su lírica verdades profundas con sabios mensajes en renovada forma estética. La empatía cósmica que fluía de su corazón, con la onda de sabiduría metafísica de su conciencia cósmica, se cristalizó en su obra con el poder de su inteligencia metafísica para sintonizar los efluvios de la Creación con profundas verdades provenientes del Numen del Cosmos”. Bruno Rosario Candelier consignó que al factor determinante de traumas y miedos, como los que experimentaron la sensibilidad y la conciencia del poeta nicaragüense en su infancia, se suma el positivo influjo de vivir su niñez y su mocedad en León, la agraciada ciudad de Nicaragua, que tiene una fecunda irradiación cósmica que nutrió la sensibilidad física y espiritual del inmenso creador nicaragüense”.

Moca, ADL, 14 de febrero de 2017.

 

Presentan libro La dolencia divina

Bruno Rosario Candelier presentó su más reciente producción literaria, La dolencia divina, ensayo centrado en la conciencia mística y la espiritualidad. La obra del director de la ADL se presentó en el Centro de Espiritualidad “San Juan de la Cruz”.

El acto literario contó con estudios, análisis y comentarios a cargo de los escritores Rafael Peralta Romero, Rita Díaz Blanco y Ramón Antonio Jiménez.

Editado con el auspicio de la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua, este libro presenta reflexiones místicas, estudios de textos literarios, diálogos y correos relacionados con el quehacer literario y su conexión con el ámbito místico.

   La dolencia divina fue presentada por el poeta y ensayista francomacorisano Ramón Antonio Jiménez, quien resaltó el hecho de que “Bruno Rosario Candelier, imparable en sus aportes a la crítica y a las letras, presenta sus reflexiones e intuiciones estéticas a la luz de la lengua, la literatura y la mística”.

Jiménez hizo hincapié en que Rosario Candelier, en su ejercicio reflexivo y crítico, “muestra gran interés por el tema de la conciencia abordando sus reflexiones desde una triple perspectiva cuántica, literaria y mística, lo que constituye una visión novedosa en el campo de la crítica literaria”. El poeta y profesor dijo que en La dolencia divina, el autor no solamente expone teóricamente los hallazgos de sus reflexiones sobre el tema de la conciencia, sino que “se apoya en experiencia de creadores que han testimoniado en sus creaciones sus experiencias de naturaleza mística y la presenta como la más elevada vivencia en el orden espiritual”.

El narrador, lingüista y crítico literario Rafael Peralta Romero subrayó que “La dolencia divina constituye un enjundioso tratado sobre mística, que con la metafísica y la mitopoética representa los tres pilares sobre los que se sostiene el Interiorismo.

El narrador dominicano señala que “la primera parte de esta obra se compone de catorce textos cuya escritura denota la sobriedad y la hondura del escrito científico, no obstante tratarse de tópicos propensos a la especulación y la valoración personal y que, en consecuencia, se tornan fértiles para la controversia”. Según Peralta Romero, “Rosario Candelier explica con suficiencia de información y ardiente sentir temas relacionados con la experiencia mística, la gestación de la experiencia espiritual, desarrollo de la conciencia trascendente y la relación de esos asuntos con la estética, la contemplación y la lengua, todo aplicado a la creación literaria”. En el segundo aparatado aparecen conversaciones del Rosario Candelier con poetas que han alcanzado un apreciable desarrollo de la conciencia mística, tales como Tulio Cordero, Iki Tejada, R. A. Jiménez y Fausto Leonardo Henríquez.

Peralta Romero explicó que en el tercer capítulo de La dolencia divina, su autor parte de concepciones de clásicos de la literatura mística, que aplica a estudios sobre santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, así como a la obra poética de tres creadores dominicanos que han sabido transitar por la escondida senda de la sabiduría espiritual, como Tulio Cordero, Rocío Santos y Jit Manuel Castillo. Aclaró que desde su inicio este libro dilucida cuestiones fundamentales en torno a la conciencia, como la conciencia alterada o conciencia expandida, a partir de lo cual psiquiatras y neurólogos atribuyen a personas destacadas en las artes y en la mística un padecimiento patológico distorsionador de la conducta. Rosario Candelier sostiene que las vivencias místicas responden a una vivencia especial de la conciencia.

El autor de la obra admite que “hay algo en común entre locos, místicos, contemplativos y epilépticos ya que tienen experiencias que van desde clarividencia hasta delirios pero también han existido contemplativos, místicos y santos sin patología mental conocida, como Jorge Luís Borges, Karol Wojtyla, Luce López-Baralt y Tulio Cordero, que recibieron la gracia de la dolencia divina y el éxtasis de los elegidos.

Tras finalizar la presentación de este libro, Bruno Rosario Candelier externó las gracias a los expositores, reconociendo que han realizado una excelente valoración e interpretación de su obra.

La Vega, ADL/Ateneo Insular, 11 de febrero de 2017.

Reunión de los académicos de la ADL

En una reunión de la junta directiva de la Academia Dominicana de la Lengua con académicos numerarios y correspondientes se trató sobre la fundación de la ADL, acontecimiento que amerita la celebración de actividades conmemorativas de ese memorable acontecimiento.

En este año la ADL cumple noventa años de su fundación por cuya conmemoración celebraremos una actividad especial cada mes, entre las cuales figuran dos simposios: uno dedicado al estudio de la lengua y otro centrado en el cultivo de las letras.

El director acogió la propuesta de Fabio Guzmán Ariza, de que cada mes se hiciese alguna actividad conmemorativa. María José Rincón y Miguel Solano propusieron que se les dediquen las actividades a los miembros fundadores de la ADL. Al respecto, la coordinadora lexicográfica se ofreció para presentar una conferencia sobre la obra de Manuel Patín Maceo, autor del primer diccionario académico dominicano, en una actividad hacia mediados del cursante año. Fernando Casado sugirió que para las actividades dedicadas a los miembros fundadores se invite a sus respectivos descendientes.

El suscrito informó que el director de la Real Academia Española y el secretario de la Asociación de Academias de la Lengua Española visitarán la ADL con motivo de este aniversario, por lo que se organizará un acto especial con su presencia. Se propuso que las actividades conmemorativas se realicen en alianza con algunas universidades. Y se decidió iniciar los actos con una conferencia sobre el español dominicano mediante una descripción del lenguaje de nuestros hablantes. Igualmente se propuso rememorar la literatura folclórica para apreciar el acervo cultural y la cultura tradicional.

En ese sentido, cada mes se presentará una disertación, un conversatorio o un coloquio sobre los creadores esenciales del primer tercio del siglo XX, entre los cuales se citaron a Sócrates Nolasco, Domingo Moreno Jimenes y Fabio Fiallo. Franklin Domínguez propuso que en esas actividades se declamen poemas con actores de Bellas Artes y él se comprometió a hacer los contactos para ese fin. Este director sugirió que en las actividades sobre poesías se presenten canciones alusivas, y en ese aspecto, María José Rincón dijo que sería conveniente hacer dos actividades diferentes: una noche de poesía y otra de canciones. José Enrique García y Manuel Núñez propusieron la investigación y la publicación de una antología poética de autores dominicanos.

En otro orden, en este mismo encuentro José Enrique García inició un conversatorio sobre “El lenguaje y la poesía”. Comentó la teoría poética de Carlos Bousoño, y contó que cuando empezó a leer poesía, hace cincuenta años cuando era alumno de Bruno Rosario Candelier en la Escuela Normal de Licey al Medio, Santiago, tuvo la motivación y la idea del fenómeno poético, pero no tenía el concepto sistematizado y no sabía que había que aplicar las leyes de la poesía.  Además, mencionó un artículo de Borges sobre un soneto, donde el escritor argentino analizaba verso a verso y se dio cuenta de que en ese soneto se aplicaba una de las leyes primarias de la poesía, que es la modificación del uso lingüístico. Contó que después de Borges leer muchas páginas sobre la creación poética y después de formular esas reflexiones, concibió las leyes de la poesía que son dos: la ley de asentamiento y la ley de modificación de uso lingüístico. Explicó que la ley de asentamiento se asocia a procedimientos retóricos intrínsecos. Y la modificación de uso lingüístico está conectada con la naturaleza esencial del acto poético. Sin esto no puede haber poesía, novela, cuento o teatro. También habló de la ley de modificación de signos, que no es más que la palabra: un significante y un significado, y se modifica tanto el significado como el significante. Subrayó que se modifica el contexto general donde opera el signo lingüístico, porque lo primero que hace un escritor es tener conciencia de lo que está haciendo: “La modificación consiste en que el creador tiene que hacer algo nuevo y para hacer algo nuevo tiene que someter a esas palabras y a la experiencia a contradecir lo existente”, aclaró el académico. Manifestó que todo creador tiene un crítico dentro, y dijo que si hubiera más críticos habría más y mejores novelistas, poetas y dramaturgos. Enfatizó que se crea cuando el consciente se conecta a la fuente de la creación.

Fernando Casado recordó que hay un lenguaje que se logra cuando se consigue una elevación trascendente y solo entonces se llega al arte, a cualquier arte, y dijo: “Cuando uno está en un escenario cantando no siempre consigue esa elevación, pero hay un momento en que el cantor, el poeta, el pintor, el músico, logra una elevación en su idioma que solamente ese ser privilegiado, que es el hombre, puede lograr”.

José Enrique García agregó que en la poesía hay un momento en que nadie puede prescindir, que es cuando entra el misterio y “donde más opera el misterio es en la poesía”, dijo el poeta y académico.

Santo Domingo, ADL, 2 de febrero de 2017.

Acuerdo de la Academia Dominicana de la Lengua con Isfodosu

La Academia Dominicana de la Lengua y el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) firmaron un convenio de colaboración interinstitucional. Ambas entidades comparten, en sus respectivos ámbitos, un interés común por la defensa y el cuidado de la lengua española y la valoración del preponderante papel que la formación de los docentes desempeña mediante una enseñanza correcta de la lengua materna y en la creación que de ella se haga.

El ISFODOSU y la ADL se comprometen de esta forma en una colaboración mutua, que tomará forma en actividades de formación y de divulgación, en proyectos de investigación y publicaciones de temas de interés nacional, relacionados con nuestro patrimonio lingüístico y literario.

Como parte de nuestra tarea lexicográfica, la Academia Dominicana de la Lengua se responsabiliza de la edición de dos textos clásicos de la lexicografía dominicana: el Diccionario de criollismos, de Rafael P. Brito, publicado en 1931, considerado el primer diccionario del español dominicano; y la obra Dominicanismos, de Manuel Patín Maceo, primer diccionario de nuestro lenguaje, obra de un académico dominicano.

En el marco del convenio de colaboración suscrito con el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, la Academia Dominicana de la Lengua asumirá la publicación de varias obras clásicas de la bibliografía dominicana: una edición crítica de la obra poética de Salomé Ureña, dirigida a estudiantes y docentes y que les permita acercarse y profundizar en el conocimiento de una creación literaria fundamental para las letras dominicanas, indispensable para la comprensión y la valoración de su desarrollo. Esta obra contará con un estudio introductorio de Bruno Rosario Candelier, filólogo y crítico literario; y un aparato de notas pedagógicas que faciliten la lectura y la interpretación de los textos a cargo de María José Rincón, filóloga y lexicógrafa, miembro de número de la ADL. Estas obras de interés literario y lingüístico abrirán el camino para futuros aportes que contribuyan a enriquecer nuestro acervo cultural y a promover su divulgación y su aprecio.

Estas reediciones se justifican por la falta de disponibilidad de las susodichas obras, tanto para los estudiosos de la variedad dominicana del español como para los interesados en la bibliografía de temas lingüísticos. Resulta imprescindible dotar a estos dos diccionarios de una introducción histórica y un análisis lexicográfico que los sitúe en su contexto cultural y académico. Esta propuesta académica no se basa en que sean textos utilizables por los usuarios actuales como diccionarios, sino de aprovechar la oportunidad que nos ofrece ISFODOSU para reeditar, esta vez con criterios de análisis lexicográfico histórico, dos obras esenciales sobre la historia de la lengua en la República Dominicana. Estas ediciones enriquecerán la bibliografía dominicana y podrán ser instrumentos útiles para el estudio y la valoración de la literatura y la lexicografía dominicanas.

Santo Domingo, ADL, 25 de enero de 2017.

Simposio sobre el aporte literario de Rubén Darío

Para festejar el 150 aniversario del nacimiento del poeta Rubén Darío, el Instituto Nicaragüense de Cultura y la alcaldía de León, celebraron unas jornadas darianas con un amplio programa de actividades culturales, literarias y educativas entre las cuales hubo recitales de poesías, festival de música coral, presentaciones de libros y la celebración del XV Simposio Internacional sobre Rubén Darío.

La ciudad de León, donde vivió el poeta nicaragüense su infancia y su adolescencia, fue el escenario del XV Simposio sobre Rubén Darío en actividades que unieron las voces y ponencias de académicos, universitarios, profesores, estudiantes y poetas. El Teatro municipal y la alcaldía de León, convocaron al pueblo para unirse a la tradicional celebración literaria. En este simposio participaron académicos de América y España.

Esta actividad cultural, enmarcada en el 150 aniversario del natalicio del gran poeta nicaragüense, abordó la creación del autor modernista de importantes obras literarias. Las ponencias se llevaron a cabo en el Teatro municipal José de la Cruz donde recibieron a los invitados tras el desfile de las musas darianas y las palabras de bienvenida de las organizadoras, María Manuela Sacasa y Nidya Palacios, quienes ponderaron las actividades concebidas para conmemorar, con ponentes de distintas partes del mundo (de Argentina, Colombia, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y República Dominicana), el aporte de Darío con obras de teatro, ponencias y manifestaciones artísticas. Rubén Darío puso la creatividad hispanoamericana en alto, revolucionando el cultivo de las letras, la lengua y la literatura hispana.

Jorge Chen Chang, investigador y docente de la universidad de Costa Rica, habló del concepto de “disposición” (ordenación y distribución de las partes) y de “composición”, utilizado en narración y poesía. Aseguró que era necesario verificar la forma de organización y composición de los poemas de Rubén Darío, que no es inocente ni aleatoria, sino que ese orden tiene un sentido en el ordenamiento de los poemas. Abordó Canto de vida y esperanza, con “Por el influjo de la primavera”, que abre esta sección a la anotación temporal y al paso de las estaciones. La tarde descrita como una “inconsútil tela” establece, bajo la noción de una escritura, el paisaje que se va describiendo en el poema. Es interesante el verbo que utiliza Darío, “devanar”, que califica la acción del équido que liga en ovillo con el fin de hilvanar los celajes de la tarde en novedades capas cromáticas. Esa “inconsútil tela” tiene que ver con algo dañado, mal acabado y eso desencadena la imagen final del segundo cuadro de nuestros males, con el fin de revelar la fragilidad y los sufrimientos humanos que condenan los sustantivos “carne” y “vino”, transformándose en metonimias del sacrificio y el dolor. Remite al tópico clásico de la nave en el mar:

Y esta atroz amargura de no gustar de nada,

de no saber adónde dirigir nuestra proa

mientras el pobre esquife en la noche cerrada

va en las hostiles olas huérfano de la aurora…

¡Oh, suaves campanas entre la madrugada!

   Silvio Ambrogui, escritor y poeta nicaragüense, expuso el tema “Darío, libertador de la lengua castellana”. En sus palabras incluyó las referencias de otros grandes intelectuales como Pablo Neruda, quien dijo: “Rubén Darío surgió del idioma volando ráfagas de alas de oro”. Jorge Luis Borges, que afirmaba: “Todo lo renovó Darío, el vocabulario, la métrica, la magia peculiar de ciertas palabras, la sensibilidad del poeta y de sus lectores. Su labor no ha cesado y no cesará”. Y Octavio Paz, que escribió: “Darío está presente en el espíritu de los poetas contemporáneos”.

Rubén Darío nació el 18 de enero de 1867 en Metapa, hecho que se debió al viaje que en circunstancias imprevistas realizara su madre, Rosa Sarmiento, fuera de León.

Por su parte, la ponencia de Bruno Rosario Candelier enfocó una novedad en el estudio del nicaragüense. En el mismo explica que Rubén Darío recibió el influjo de la ciudad de León, que sumado a sus dotes de poeta y al estremecimiento de conciencia experimentado a temprana edad, forjó el talante del grandioso poeta en que se convirtió el hijo de León. En una nueva teoría sobre la gestación del poeta, cifrada en el impacto de un hecho dramático que troquela su conciencia, el crítico señaló: “Efectivamente, el inmortal poeta nicaragüense desarrolló su capacidad poética con el acierto de la renovación métrica y la hondura de su percepción trascendente”. Mostró el ejemplo de “Primaveral”, donde nuestro poeta percibe el canto de la Creación, que las aves cantarinas entonan al sentir el fulgor de lo viviente.

En su disertación, el escritor dominicano sostuvo que después de leer a los clásicos de la antigua Grecia, la literatura española del Siglo de Oro y a los simbolistas franceses del siglo XIX, Rubén Darío conoció la clave de la poesía, cifrada en su esencia primigenia: “Describir la belleza sensorial que la sensibilidad capta de las cosas y el sentido profundo que la conciencia intuye. La energía amorosa, en armonía con la del Creador del Universo, es la conjunción perfecta para la vida y el arte de la creación”.

León, Nicaragua, 23 de enero de 2017.

Coloquio sobre la narrativa de Miguel Solano

En un coloquio sobre la narrativa de Miguel Solano, miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua, el escritor soldeño habló de la creación narrativa. Contó que en su adolescencia leyó los cuentos de Juan Bosch, de quien recibió la orientación para dedicarse al cultivo literario. Expresó que su mayor dificultad en el proceso de la creación ha sido la lengua: “Escribir bien desde el punto de vista de la gramática es difícil y en nuestro tiempo no había una teoría de la conciencia de la lengua”, dijo.

Miguel Solano habló de su motivación para escribir obras de ficción y lo que mueve su sensibilidad y su conciencia para concebir una historia y tejer una ficción en torno a un hecho. El escritor ponderó el enorme placer que le genera crear: “Sentir mis neuronas trabajando es un privilegio enorme y en el caso del novelar es todavía más maravilloso, porque la novela tiene varios personajes”, manifestó.

Subrayó que en sus escritos hay una conexión desde su sensibilidad y su conciencia con la realidad cósmica: “No hay otro camino. La forma como tú la recibes, la forma como tú la transmite, expresa lo que conmueve al lector y para eso necesariamente tienes que tener una capacidad para interiorizar ese mundo de afuera y una vez logras eso, los temas siguen siendo los mismos: vida, muerte y amor”.

El director de la Academia de la Lengua presentó una ponencia sobre “La razón poética en Miguel Solano”, en la que destacó que este narrador, junto a Emilia Pereyra, Rafael Peralta Romero, Manuel Salvador Gautier, Ofelia Berrido y Ángela Hernández, integran el grupo de narradores Mester de la Academia.

“Miguel Solano en su condición de usuario del lenguaje y creador de obras de poesía y ficción, cultiva una poética de la narración con la emoción del niño que habita en su interior y la madurez del adulto que fabula en su imaginación bajo el cauce de una creación en busca de la faceta entrañable del discurrir natural, antropológico y cultural de sus criaturas imaginarias”, dijo Rosario Candelier. Resaltó que en la creación literaria de Solano “fluyen el humor y la jocosidad, que se enciman en la azotea de su imaginación para fluir como cascadas desprendidas de un gajo de la montaña”.

Al sentir la conexión de su conciencia personal con la conciencia cósmica, explicó que Solano pondera el inconsciente conectado, una manera original de aludir a lo que Carl Jung llama el inconsciente colectivo, que nuestro autor percibe con la frescura del niño y el raciocinio del adulto cuando se sumerge en la dimensión de la realidad natural, social y metafísica. En ese tenor, sostuve que la obra de Solano, centrada en la poética de la ficción, al tiempo que refleja la huella de nuestros grandes narradores, proyecta la impronta de su talante narrativo desde cuya sensibilidad empática establece una conexión con los elementos de la naturaleza en todo lo que vive, escribe y hace.

El narrador dominicano fue identificado por el director de la Academia Dominicana de la Lengua como “el forjador de una cosmogénesis literaria que manifiesta una teoría del Universo, del que se siente amanuense para revelar lo que sus experiencias visionarias otean del pasado integrado al futuro, clave del discurrir de lo viviente”.

Tras la lectura de dos textos narrativos, Rosario Candelier destacó que Solano tiene “una afinidad empática con lo viviente y una sintonía con los duendes de la Creación, ya que con una actitud limpia, amorosa y espontánea, como la de los niños, los orates y los místicos, da cuenta del torrente imaginario que corcovea su sensibilidad y atiza su conciencia espiritual como el ánfora de sus apelaciones entrañables y veta de sus verdades trascendentes”.

La Torre, Centro “San Juan de la Cruz”, 21 de enero de 2017.

Panel sobre poética de la creación verbal

En una reunión de escritores celebrada en el Santo Cerro se celebró un coloquio sobre el libro Poética del Interiorismo, de Bruno Rosario Candelier. En esta colección de estudios literarios el autor expone la doctrina estética de esta corriente literaria que ha renovado el cultivo de las letras mediante el ideal estético de la interiorización trascendente.

Al presentar la obra, el lingüista, narrador y académico Rafael Peralta Romero dijo que la corriente literaria que lleva 25 años promoviendo la renovación de la literatura mediante el cultivo de lo real trascendente, promueve el ideal de una creación mitopoética, metafísica o mística, según sus postulados.

En su estudio, Peralta Romero destaca que “este libro, junto a las siete antologías interioristas y el volumen sobre el Interiorismo, constituyen el cuerpo teórico que deja constancia de lo que es, ha sido y será la Poética Interior”.

Esta obra que rezuma la teoría interiorista está dividida en dos partes: la vertiente teórica con las exposiciones que su autor presenta como sostén doctrinario del Movimiento Interiorista; y la que contiene entrevistas y reportajes divulgados por medios nacionales e internacionales a través de los cuales Rosario Candelier ha venido diseminando durante un cuarto de siglo la línea estética de esta poética trascendente.

La novelista y académica Emilia Pereyra resaltó el hecho de que “en este libro Bruno Rosario Candelier promueve una nueva sensibilidad estética que potencia el aliento trascendente en la expresión artística; una Poética Interior que asume los valores establecidos de la clasicidad y la modernidad desde la mística, la mitopoética o la metafísica con los temas perdurables de las inquietudes humanas”.

En el coloquio sobre el libro de Rosario Candelier, la poeta de Miches, Josanny Moní, confesó que “cuando nosotros hablamos de vínculos de nuestra sensibilidad con el Cosmos, es algo que viene dado de una experiencia, pero en el tiempo que llevo vinculado al Interiorismo -y soy la más pequeña de esta casa- siento que esta corriente literaria nos ayuda a entender la manera de conectarnos con la energía de la naturaleza mediante un propósito creador que podríamos canalizar en poesía o en ficción”.

Ponderamos el acto de contemplar, que implica “ponerse en contacto con las cosas mediante una conexión de la sensibilidad con la sustancia de las cosas para establecer una compenetración con la realidad de lo viviente”. Al referir el tema de la contemplación evocamos a los antiguos griegos quienes entendían la contemplación como el proceso de entrar en comunión con lo viviente para captar el sentido de fenómenos y cosas. Para los griegos contemplar implicaba una conexión intelectual, afectiva y espiritual con la realidad.  En tal sentido, el autor de esta crónica destacó que “quienes logran una conexión amorosa con el mundo se compenetran mucho más fácil porque pueden sintonizar la esencia de la otredad”.

Santo Cerro, 17 de enero de 2017.

Antología dramática de la literatura dominicana

Con el apoyo de la Academia Dominicana de la Lengua, la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidonsa) presentó la antología de teatro Clásicos en la literatura dramática dominicana, preparada por Bienvenida Polanco Díaz. El acto se realizó en un hotel de esta capital y contó con la participación del ministro de Cultura, Pedro Vergés, así como de actores, dramaturgos, literatos, académicos y otras personalidades.

El libro recoge piezas representativas de las tendencias más sobresalientes de la literatura dramática nacional desde la primera manifestación documentada del siglo XVI. La primera pieza de esa compilación representa el periodo inicial de la Colonia, con la obra Entremés, de Cristóbal de Llerena, presentada en 1588.

La recopiladora de la obra Polanco Díaz dijo que el teatro y su plasmación literaria es un patrimonio de nuestra cultura: “Su manifestación en suelo dominicano desde tiempos coloniales ha recorrido su camino, ya que es parte de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que nos representa como nación”, expresó la estudiosa del teatro.

En este volumen figuran las obras Alfonso XII, de Ulises Heureaux hijo; Alma criolla, de Rafael Damirón; El más fuerte, de Fernando Arturo Pellerano; Lo eterno, de Delia Weber; Prometeo, de Héctor Incháustegui Cabral; El Rey Clinejas, de Manuel Rueda; Más allá de la búsqueda, de Iván García; Yo, Bertolt Brecht, de Máximo Avilés Blonda, entre otros.

Félix Jiménez (Felucho), presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, dijo que la publicación es un apoyo al arte, la educación y la cultura que hace esa entidad: “Hemos ido creando una colección a la que sumamos la antología de poesía amorosa y social, publicadas el año pasado”, dijo el funcionario.

Bienvenida Polanco es egresada de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Tiene un posgrado en filología española, especializada en semiótica teatral, y colabora con temas de arte y literatura  en el diario The New Herald, de Miami.

En las palabras consignadas como una salutación de la ADL, este director escribió: “Los antiguos griegos inventaron el teatro para canalizar, mediante el arte de la representación escénica, el desahogo de la angustia colectiva de la comunidad helena ante la problemática existencial. Aunque en nuestro país la dramaturgia es un género literario poco cultivado, ha sido privilegiado por prestantes creadores dominicanos -Héctor Incháustegui Cabral, Manuel Rueda, Máximo Avilés Blonda, Franklin Domínguez, Iván García, Giovanny Cruz, Reinaldo Disla- que han hecho del arte de la escenificación dramática el canal de sus apelaciones sociales, culturales y espirituales.

Esta antología de obras dramáticas, con una selección de textos originalmente concebidos para su representación teatral, ofrece a los lectores interesados en el cultivo y el disfrute del teatro una clara idea de la trayectoria de la literatura dramática de nuestros escritores. En su condición de obra antológica en esta recopilación concurren tres factores auspiciosos: la creación seleccionada con un oportuno criterio de escogencia; la línea de creación que pautó la selección de los textos escogidos; y el apoyo solidario del auspiciador de esta edición, que alienta y pondera el cultivo de la literatura dramática. La antología Clásicos de la literatura dramática dominicana, recopilada por la escritora dominicana Bienvenida Polanco, pone de relieve el aporte de valiosos autores nacionales de diferentes épocas y tendencias, al tiempo que revela el respaldo del reconocido dirigente político, Félix Jiménez -Felucho-, y de la Refinería Dominicana de Petróleo, empresa que financia la publicación de esta obra. Como en otras ocasiones, el auspicio de la Refinería para la investigación y la publicación de esta selección de textos dramáticos de autores dominicanos evidencia el estímulo y el respaldo de una entidad comercial a un género literario, como la literatura dramática, que encauza una importante veta creadora en la trayectoria teatral de las letras nacionales, hecho que entraña un aliento a la creación de la literatura dramática, un espaldarazo a sus cultores y una promoción a esta expresión estética de nuestra cultura.

La presente publicación revela tres aspectos destacables: 1. La importancia de la creación dramática, vertiente estética del arte escénico del lenguaje que potencia un género literario de una ilustre e inveterada estirpe creadora. 2. La cuidadosa labor de selección y presentación de Bienvenida Polanco, con un prólogo revelador de sus conocimientos en el arte dramático. 3. El valioso auspicio económico de la Refinería Dominicana de Petróleo y su distinguido presidente, que impulsa el cultivo de nuestras letras. Esta selección dramática de Bienvenida Polanco, cuya sólida formación en el fuero de la dramaturgia evidencia esta edición, contribuye a la promoción de la literatura dramática y, desde luego, refleja la valía de este género literario, al tiempo que impulsa la difusión del arte dramático. En esta antología el lector encontrará valiosos textos dramáticos desde el siglo XIX hasta la presente centuria, en cuya creación se manifiestan los estilos lingüísticos, las líneas estéticas y la onda de inquietudes sociales, ideológicas y culturales, con la intuición imaginativa, moral y espiritual de sus creadores y la base conceptual de la selección textual, lo que evidencia el hecho de que el cultivo de la creación dramática en su dimensión estética, social y cultural proyecta la visión del mundo, revela la impronta de una época y pondera la sensibilidad espiritual de sus autores, y, en tal virtud, el género dramático, como arte del montaje escénico de una obra literaria, perfila la motivación intelectual y estética de una creación con el trasfondo sociocultural que cada texto proyecta en sus imágenes, recursos compositivos y figuraciones.  Saludamos, con gran satisfacción, esta valiosa iniciativa de la Refinería Dominicana de Petróleo, el respaldo de Felucho Jiménez y la ponderada selección de textos dramáticos, al tiempo que valoramos, en nombre de la Academia Dominicana de la Lengua, la publicación de esta antología por su significación para el cultivo y la promoción de la obra teatral en la literatura”.

Santo Domingo, 12 de enero de 2017.

Creación del grupo «Juglares de la Academia»

La Academia Dominicana de la Lengua, centrada en el estudio de la lengua y el cultivo de las letras, alienta la creatividad de los poetas que asumen las palabras para crear con ellas una realidad estética impregnada de valores humanísticos.

Los cantores conocidos en nuestra lengua como juglares, que se distinguieron en las letras castellanas con creaciones sobre los ideales de la comunidad y composiciones poéticas rebosantes de sentimientos amorosos, estéticos y espirituales, imprimieron un sello distintivo al más bello decir en la temprana lírica de la poesía castellana.

En su anhelo de enfatizar las raíces de nuestro talante literario y atizar la fuente de la inspiración poética, dando cumplimiento al Artículo 27 de nuestros Estatutos, la dirección de la Academia Dominicana de la Lengua dispuso la creación de un grupo literario adscrito a nuestra institución integrado por creadores de poesía que hagan de sus poemas un testimonio elocuente, edificante y hermoso de la sensibilidad artística. El grupo de poetas procurará explorar, recrear y fecundar, en su creación poética, el genio de nuestra lengua desde nuestras raíces culturales con los atributos espirituales y estéticos de nuestra idiosincrasia nacional y nuestra sensibilidad espiritual.

Bajo la denominación Juglares de la Academia nuestra institución auspicia la creación de un grupo de poetas que canalicen en su obra la densidad del pensamiento y la belleza de su expresión. Este grupo literario se crea para estimular la obra de creadores acreditados y respaldados con la singular distinción de nuestra corporación académica. Esta nueva instancia de la Academia Dominicana de la Lengua estará coordinada por el sacerdote y poeta Tulio Cordero, miembro correspondiente de nuestra institución.

Santo Domingo, ADL, 10 de enero de 2017.

Coloquio sobre la obra literaria de Ofelia Berrido

Los grupos literarios Mester de la Academia y el Ateneo Insular, en su estudio sobre la obra de escritores dominicanos, le dedicaron un coloquio a la obra de Ofelia Berrido para enfocar su creación poética, ensayística y narrativa.

El director de la ADL, presidente del Ateneo Insular y fundador del Movimiento Interiorista, Bruno Rosario Candelier, dio inicio a la jornada intelectual y adelantó que Ofelia Berrido tiene el mérito de asumir la palabra con disciplina y pasión, consagrándose al arte de la creación literaria desde que descubrió su vocación creadora.

En las palabras introductorias a las ponencias este servidor dijo que la distinción a la poeta, narradora, ensayista, profesora y académica dominicana es muy merecida ya que Ofelia Berrido ha descubierto el sentido y vive en una búsqueda de su identidad espiritual.

Mikenia Vargas presentó una ponencia sobre la metafísica literaria, tema introductorio para entender la línea de creación de Ofelia Berrido ya que ella incursiona en el campo de la metafísica a la luz de la creación. La poeta mocana presentó su versión sobre la experiencia de lo trascendente montando a los narradores y poetas presentes en una burbuja interior aclimatando el momento para comprender la obra de Ofelia Berrido.

En tal sentido, Vargas dijo que “cuando compartimos con otra persona también estamos compartiendo con la verdad de esa persona, con universos diferentes y podemos lograr transformaciones si nos abrimos al instante en que nunca hemos estado ni compartido con el universo de esa otra persona”. La poeta mocana reveló que “es posible ver nuestras vidas en otros universos pues una energía se despliega y nos permite, desde el centro, observar las orillas de ese evento en el que hemos estado, solo que debemos canalizar y concentrar la memoria para recordar lo que somos en ese canal de luz”.

La socia correspondiente de la ADL, la poeta Rita Díaz Blanco, habló del lenguaje poético de la escritora nativa de Santiago a la luz de su libro Pájaros del olvido. Dijo que “con este libro se puede hacer un amplio estudio de las figuras literarias, la simbología de su lenguaje poético ya que es un texto de una profunda simbología”. Este poemario, según la ponente, “es un discurso poético que presta singular atención al uso de imágenes, símbolos y recursos literarios en cuya lectura se pueden identificar características estéticas bien cuidadas y logradas pues la poeta consigue, con un alto grado de penetración empática, construir versos sobre temas y preocupaciones universales para resaltar el carácter universal de los sentimientos humanos”. Díaz Blanco aclaró que Berrido “alcanza una colocación espiritual de cercanía con el ser divino y en sus páginas se hace visible la catarsis purificadora”. Destacó que la poeta interiorista prescinde de las estructuras de la métrica regular y construye versos irregulares con una unidad de sentido”.

En su turno, Bruno Rosario Candelier habló de la dimensión mística en la poesía de Ofelia Berrido y dijo que para entender su poemario “hay que tener la capacidad intelectual y la sensibilidad estética que permitan penetrar en los niveles de la realidad profunda a través de la palabra”. Subrayó que “para escribir Pájaros del olvido hay que haber experimentado fenómenos de conciencia y tener una sensibilidad ataviada con la energía interior del espíritu y potenciada con la vivencia superior de la conciencia cósmica”.

Este crítico sostuvo que la poesía de la académica dominicana recuerda la de Emily Dickinson por la relación de su sensibilidad empática con lo viviente, resaltando que Ofelia Berrido “vino al mundo con tres atributos que le favorecen, como son el don del aliento metafísico, el don del talento creador y el don de la gracia espiritual”.

Miguel Solano habló de la novela de Ofelia mediante una comparación con el escenario de la canción “Natalie”, interpretada por el grupo “Los hermanos Arriagada” ya que la vida creativa de Berrido en esa novela es, al igual que la canción, una profecía con algunos matices que apuntalan el drama. Solano refirió que esa novela sale a la luz en el 2006 y es la novela de una narradora que desarrolló 15 capítulos en 151 páginas para contar la historia de Lucía y su familia “con un extraño código revelado”.

Al referirse a El Sol secreto, Rosario Candelier dijo que su autora emerge con una nueva voz, vigorosa y refrescante, al escenario novelístico nacional: “Dotada de una honda intuición, agraciada con una fina sensibilidad y prevalida de una sólida espiritualidad, esta escritora enriquece el horizonte de nuestra novelística con la veta de su cosmovisión y la forma de su verbalización”. Añadió que la historia de El Sol secreto “constituye una novela testimonial de introspección psicológica y especulación metafísica desde una visión femenina con un horizonte mental abierto, iluminador y sugerente valiéndose de la forma escritural del diario para contar unas vivencias entrañables, enfocando la realidad de su mundo interior, que contrasta con su propia realdad existencial”.

Prosiguió la ponencia de Manuel Salvador Gautier sobre El infiel, novela en que Ofelia Berrido “presenta dos historias que se superponen aunque, en realidad una es consecuencia de la otra, lo que se debe a que la autora usa el procedimiento de dividir la segunda historia en dos partes, una que da inicio a la novela y otra que la termina creando intertextualidad entre las dos historias que, a través de la lectura de la obra, mantiene al lector atento para determinar cuáles son las cohesiones entre las dos”.

Emilia Pereyra enfocó la mitología y el simbolismo de El infiel, novela de Ofelia Berrido donde enfoca el controversial tema de la traición que pervive en los estratos sociales y en diferentes épocas y culturas. Su obra, según la narradora azuana, se inscribe en el campo de una novela psicológica que exige una peculiar habilidad para explorar las interioridades de los personajes. Señaló que la autora “navega en las honduras de varios arquetipos y no solo retrata la psicología de los protagonistas, igualmente se percibe su interés en aprender y revelar la sustancia de los espacios etéreos, que pocos narradores se aventuran a hacer ya que a pesar de que somos cuerpo, mente y espíritu, solo los creadores de elevada sensibilidad y conexión con la espiritualidad se atreven a explorar el alma, lo cual dota sus obras con mayor profundidad relacionada con el campo de lo sutil”.

Ofelia Berrido hizo un recuento de su vida como escritora recordando que comenzó a escribir a los diez años con versos infantiles dedicados a la naturaleza. Confesó que sentía un vacío por lo que comenzó a buscar diferentes religiones hasta que optó por el Budismo zen, donde encontró lo que buscaba mediante la meditación, al tiempo que escribía El Sol secreto y se consagraba a la creación literaria. La escritora agradeció la orientación intelectual y estética que ha logrado en el Ateneo Insular destacando que en su presidente encontró un maestro literario con una condición espiritual muy fuerte y confesó sentirse muy halagada con su integración al Movimiento Interiorista.

Al finalizar la jornada académica, Ofelia Berrido expresó su gratitud a las dos instituciones y a su director por el reconocimiento recibido destacando que su formación literaria se la debe al grupo interiorista del Ateneo Insular y a la Academia Dominicana de la Lengua.

La Torre, Centro “San Juan de la Cruz”, 17 de diciembre de 2016.