Diálogo sobre poesía con Irene Pérez Guerra

En el Taller de creación literaria “Pedro Mir”, adscrito a la Biblioteca “Juan Bosch”, de Funglode, tuvo lugar un conversatorio con la lingüista, poeta y académica Irene Pérez Guerra, efectuado para conocer y ponderar la obra de la intelectual dominicana, acto que presidió Bruno Rosario Candelier.

Al iniciar la actividad, el director de la ADL manifestó que todas las ramas del saber tienen su historia y corresponde a profesores, académicos y escritores promover el cultivo de la literatura, puesto que el arte literario es una creación hecha con palabras con la categoría de ser la expresión estética del lenguaje: “Esa expresión estética del lenguaje tiene la importancia de que es el cauce de la creatividad humana. Todos los creadores literarios han canalizado a través de la palabra su poder de creación”, explicó.

Rosario Candelier dijo que el poder de creación está en todos los seres humanos. Por lo menos potencialmente todos los seres humanos tienen un poder de creación, aun cuando ese poder no lo realizan todos los seres humanos. Es un grupo reducido del conjunto de la humanidad que plasma, que ejecuta, que realiza ese poder, que pone en funcionamiento el poder de la creatividad.

En la introducción del acto, el coordinador de la actividad explicó la dimensión de la sensibilidad estética, la sensibilidad cósmica, la sensibilidad metafísica y la sensibilidad mística, aunque advirtió que esta última es más reducida porque su desarrollo está condicionado a la gestación de la sensibilidad espiritual en la persona, pues no todos los humanos la han desarrollado. En cambio, la sensibilidad estética la tienen todos los seres humanos sin excepción: “Esa sensibilidad viene fraguada por el caudal de sensaciones que experimentamos ante las cosas, como una manifestación consecuente ante la belleza y el sentido. La belleza suele ser la dimensión preponderante de la sensibilidad estética, que es la que mueve la obra de arte”, agregó. Señaló que en literatura, pintura y música es obvia, y subrayó que todas las manifestaciones artísticas vienen estimuladas por el influjo de  nuestra sensibilidad.

Al presentar a Irene Pérez Guerra, Rosario Candelier subrayó que la función primordial de la sensibilidad es sentir: “El que no siente no puede crear, ni valorar las cosas. Sentir es clave para hacer poesía, ficción, ciencia y arte”. Luego inició el conversatorio con la poeta, lingüista y académica de la lengua. Le pidió a la invitada que se auto-presentara y ella muy gentil le respondió que en Irene predomina el sentido del humor. Y contó que ella era una adolescente inquieta a quien le gustaba jugar con las palabras: “El deseo del conocimiento te acerca a las palabras, pero cuando el conocimiento es seco, no se utiliza para comunicar belleza ni nada más allá del significado de una palabra, si lo asocias en un contexto poético, metafórico o relacionado con la vida que vives o que ves que otros viven, ese rejuego de la palabra se convierte en poesía y esa poesía puede ser social, amorosa y mística”, explicó.

Pérez Guerra aclaró que no necesariamente el poeta le escribe al amor, puede ver una imagen, un hecho trascendente, puede notar un sufrimiento en otro y lo plasma en ese juego de palabras: “Para mí es una diversión y un juego de palabras. Ahora bien, hay poetas que se hacen a una velocidad de un meteoro; para mí esos no son poetas, sino aficionados, porque la poesía hay que sentirla, y al jugar con las palabras, hay que darles un sentido profundo”, añadió.

“¿Y qué es lo clave para lograr ese sentido?”, le preguntó Rosario Candelier. Irene Pérez Guerra contestó que lo clave para ella darle un sentido profundo a las palabras es tener un pensamiento y si no tiene ese pensamiento no escribes: “En mi caso personal puede ser que en una circunstancia o un determinado momento uno tenga la necesidad de expresar con ese rejuego de palabras lo que yo he dicho, algunas circunstancias. Pero yo no soy una poeta de formación, sino de nacimiento, porque yo desde pequeña escribía poesía. Las poesías que están en mi obra poética, muchas de ellas yo tenía 12 y 13 años cuando las escribí”,  manifestó emocionada la académica-poeta.

“¿Hay algún poeta que para ti ha sido importante?”, le cuestionó Rosario Candelier. A lo que Pérez Guerra contestó: “José Joaquín Pérez, quien es mi pariente. Él era mi bisabuelo”.

Posteriormente, la poeta leyó algunos de los poemas de su libro La voz de mi palabra, que publicara la Academia Dominicana de la Lengua, de la que ella es miembro de número.

Rosario Candelier subrayó que en varias ocasiones Pérez Guerra menciona en su poesía la palabra “balcón”. Y ella acotó: “En poesía a los versos se les puede dar una interpretación diferente a la motivación que la engendró, porque “balcón” puede referirse a ese espacio de un edificio, pero metafóricamente puede aludir al alma”, explicó.

La poeta manifestó que efectivamente ese es el “rejuego” de la palabra del que ella ha hecho referencia, pero no del significado sino del sentido que una palabra adquiere en la voz del poeta. “Por eso en mi poesía aflora la voz de mi palabra, y cuando uno siente eso o uno busca eso, entonces está haciendo poesía”, acotó la académica, lingüista y poeta.

Finalmente, Bruno Rosario Candelier exhortó a la poeta a que explote más el don de creación con que vino a la vida porque tiene un gran potencial. Irene Pérez Guerra pasó a leer sus poemas titulados “Regreso”, “Frase” y  “Mensaje”, que despertaron inquietudes en los presentes, y algunos, incluido el director de la ADL, le testimoniaron su admiración a la poeta.

Santo Domingo, ADL/Funglode, 20 de abril de 2017.

 

Conversatorio sobre el sentido en la lengua

El director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, participó en un conversatorio sobre “El sentido de la lengua”, acto con el que cumplimentaba la invitación que le extendiera la coordinadora del área de español del Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), la profesora Zoraida Lantigua, del recinto universitario ubicado en la comunidad de Licey al Medio, Santiago, actividad celebrada con la presencia de profesores y estudiantes de educación y de letras.

Al inicio de la actividad, Rosario Candelier rememoró su experiencia como docente en ese recinto escolar donde laboró como profesor de lengua española, de 1965 a 1969, en cuyas aulas formó un grupo literario que bautizó con el nombre de “Littera”, que en latín significa “letras”, y que fuera el primer taller literario creado en la República Dominicana. De ese taller surgió el escritor José Enrique García, académico de la lengua y actual secretario de la ADL.

En su disertación el escritor empezó haciendo una analogía de la realidad cotidiana con la realidad formal de la lengua, y cómo las diversas actividades laborales, profesionales, productivas y de servicio, nos separan o abstraen de las otras realidades, hecho que señaló como ejemplo para explicar que la lengua entraña otro tipo de abstracción: “Constituye una abstracción de la realidad porque es una estructura formada por signos y reglas idiomáticas que se crearon para canalizar una representación de las demás realidades del acontecer natural, social, antropológico y cultural mediante el formato de la lengua cuya realidad es peculiar y diferente entre las diversas manifestaciones de la realidad real, la realidad imaginaria y la realidad trascendente”. A seguidas dio otra explicación para que se entendiera el rol de la lengua en la cultura: “Con la lengua creamos una realidad verbal,  una realidad estética y una realidad metafísica que nos sirve para captar, testimoniar y valorar otras dimensiones de la realidad, a las que tenemos acceso, en términos cognitivos y espirituales gracias a la lengua. La lengua es creación del hombre, concebida para testimoniar su percepción del mundo, expresar lo que siente, piensa y quiere y, sobre todo, revelar sus intuiciones y vivencias del mundo visible y el mundo de lo invisible. La lengua la utilizan con provecho quienes la conocen: intelectuales, académicos, profesores, científicos, literatos, filósofos, sacerdotes, comunicadores y exégetas, es decir, los que hacen uso de la palabra para canalizar sus inquietudes, anhelos y creaciones”, expresó el disertante para de inmediato añadir que la lengua hay que estudiarla ya que la aprendemos de una manera superficial, espontánea e inconsciente según vamos creciendo en el lugar donde nos criamos y nos desarrollamos puesto que asimilamos el lenguaje que hablan nuestros mayores, especialmente padres, tutores, relacionados y amigos, evidencia de que para aprender una lengua no es necesario estudiarla, pero para conocerla bien y dominarla hay que estudiarla bien, única vía para tener el conocimiento apropiado.

El filólogo dominicano explicó que la lengua se ha estudiado desde que los pueblos empezaron a desarrollarse cultural, intelectual y académicamente, pues sus intelectuales, cultores y orientadores advirtieron que había que estudiar ese instrumento de comunicación para lograr un dominio adecuado, porque el sistema de expresión es altamente complejo. En su estructura podemos encontrar la dimensión fonética, lexicográfica, gramatical y ortográfica, aspectos que se aprenden a medida que se emplea en sus diversos roles. Para ejemplificar su afirmación dijo: “El léxico se aprende cuando leemos o escuchamos a los demás. Imitamos la pronunciación de los hablantes con quienes nos socializamos en una cultura. Igualmente, para aumentar el caudal de nuestro vocabulario con un conocimiento preciso del significado de las palabras y un uso con propiedad, elegancia y corrección hay que estudiar el sistema de signos y de reglas”. Añadió que los hablantes de español tenemos la ventaja de que contamos con la Real Academia Española que, desde su fundación en 1713 en Madrid, se ha dedicado al estudio de la lengua y al cultivo de las letras. Citó que las academias de la lengua del mundo hispánico se crearon para realizar la misma tarea de la RAE para el mejor conocimiento de la lengua, fomentar su estudio y crear conciencia idiomática entre nuestros hablantes de manera que cada usuario de nuestra lengua tenga a su alcance la vía adecuada para un mejor conocimiento del instrumento de comunicación. Agregó que en la República Dominicana existe la Academia Dominicana de la Lengua, fundada en 1927, con la misma misión de la corporación madrileña, la de estudiar el idioma, promover su conocimiento entre los usuarios de nuestro idioma y sembrar inquietudes lingüísticas y literarias por una conciencia de lengua. Aprovechó la expresión para interrogar a los presentes sobre el concepto, al que la mayoría respondió sin dar una respuesta exacta. El disertante enfatizó el concepto y preguntó: “¿Qué es la conciencia de lengua? ¿Qué implica tener conciencia de lengua? ¿Quiénes pueden desarrollar conciencia de lengua? Comentó que toda persona con curiosidad por la pronunciación de una palabra refleja esa conciencia de lengua; quien se interesa por conocer con propiedad el sentido de una palabra tiene conciencia de lengua; quien se expresa bien y escribe con corrección es tiene conciencia de lengua”. Rosario Candelier añadió que todos podemos mejorar el conocimiento de nuestra lengua, potenciar nuestra conciencia idiomática y sembrar esa inquietud en los demás. Subrayó que corresponde al profesor de lengua concitar esa conciencia, motivar esa preocupación por el idioma y fomentar el buen uso del lenguaje.

Como parte de su experiencia académica, Bruno Rosario Candelier ha trabajado en varios diccionarios, como el Diccionario del español dominicano, el Diccionario fraseológico y en otros dos diccionarios que la ADL confecciona actualmente. También ha colaborado en la revisión de los siguientes códigos idiomáticos: Diccionario, Gramática, Ortografía y Fonética de la lengua española, así como en el Diccionario panhispánico de dudas y el Diccionario de americanismos. Esa labor de colaboración se ha hecho como parte de la tarea compartida de la Academia Dominicana de la Lengua y la Real Academia Española. Aprovechó la oportunidad para exhortar a los jóvenes a cultivar la lectura, estudiar la ortografía y utilizar los diccionarios de nuestra lengua. Compartió su experiencia diciendo que ha sido fructífera porque estar en contacto con los códigos de nuestra lengua ha sido una labor enriquecedora.

En el espacio para preguntas e inquietudes, explicó que la lengua tiene un sentido. Dijo que si nos remontamos al pasado, tenemos que caer en la antigua Grecia, cinco siglos antes de Cristo, cuando florecieron los antiguos pensadores presocráticos, entre los cuales Heráclito de Éfeso reflexionó sobre la lengua. Allí aprovechó de nuevo la oportunidad para preguntarles a los jóvenes si conocían el concepto de Logos, repitiéndose la escena anterior, pues ninguno acertó en el significado de ese vocablo clave para entender el sentido de la lengua y la creación verbal,  poética o científica. Entonces comentó que Logos es la esencia del pensamiento y la encarnación de la energía interior de la conciencia: “Es una dotación de nuestra inteligencia que viene directamente de la Divinidad por lo cual Juan el evangelista, cuando habla de Dios usa Logos al decir: “En el principio era el Logos y el Logos era Dios…”, concepto que se ha traducido como Verbo o Palabra”. Agregó que el Logos encarna esa energía espiritual y, citando a Heráclito, dijo que “entraña una energía sagrada” que cada hablante encarna en su conciencia, por lo cual podemos reflexionar, intuir y crear”.

Licey al Medio, Santiago, ISFODOSU, 17 de abril de 2017.

ADL celebra asamblea eleccionaria de la Junta Directiva

Acta de celebración de la asamblea eleccionaria de la Junta Directiva de ADL

El 4 de abril de 2017, el secretario de la Academia Dominicana de la Lengua, D. José Enrique García, convocó mediante circular dirigida a todos los miembros de número de esta corporación a la reunión de la asamblea eleccionaria para elegir la composición de la Junta Directiva de esta institución cuya actual directiva concluye, conforme a los Estatutos, el 12 de octubre del presente año.

Los académicos numerarios fueron citados para la sesión eleccionaria el 11 de abril del cursante año, con la nota de que quienes no pudieren asistir podían expresar su intención de voto mediante comunicación escrita, enviada en sobre cerrado debidamente firmado.

Para la presente convocatoria se presentó un solo candidato a director, quien, a su vez,  introdujo la propuesta de la Junta Directiva que le corresponderá dirigir la institución durante el trienio 2017-2020, cuyo mandato concluye el 12 de octubre del citado año.

A las 10.30am se dio inicio a la reunión en la sede de la Academia Dominicana de la Lengua, en la capital dominicana, donde se procedió a darle formalidad al protocolo de elección con el quórum establecido y la apertura de la urna de votación para conocer los votos emitidos, tarea realizada por el presidente de la asamblea, D. Manuel Núñez, tesorero de esta corporación, quien procedió a verificar los votos emitidos y los de los presentes.

Cada uno de los miembros convocados podía ejercer su derecho al voto. De los 26 miembros de número de esta Academia con voz y voto, 21 ejercieron su derecho al voto. Una vez concluido el procedimiento, se procedió al recuento o escrutinio de las papeletas firmadas. Comprobada la votación, el actual director y la Junta Directiva fueron refrendados en sus cargos con el voto de 21 miembros de número. De los 5 miembros restantes, 2 no respondieron a la convocatoria y 3 manifestaron que no asistirían ni expresarían su intención de voto.

A las 11.30 a. m. quedó ratificada la Junta Directiva, con la siguiente composición:

  1. Bruno Rosario Candelier, Director
  2. Federico Henríquez Gratereaux, Subdirector
  3. José Enrique García, Secretario
  4. Manuel Núñez, Tesorero
  5. Manuel Matos Moquete, Bibliotecario
  6. Franklin Domínguez, Vocal
  7. E. Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, Vocal.

En estos comicios internos de la ADL la Junta Directiva vigente quedó ratificada para un nuevo período. Emitieron su voto favorable a la continuación de Bruno Rosario Candelier en la presidencia de la Academia con la actual Junta Directiva los siguientes académicos: Federico Henríquez Gratereaux, Lupo Hernández Rueda, Marcio Veloz Maggiolo, Franklin Domínguez, Manuel Matos Moquete, S. E. Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, José Enrique García, Manuel Núñez, Pedro Vergés, Juan José Jimenes Sabater (León David), Fabio Guzmán Ariza, Irene Pérez Guerra, Rafael González Tirado, Ricardo Miniño Gómez, María José Rincón González, Dennis R. Simó, José Miguel Soto Jiménez, Tony Raful Tejada y Ramón Emilio Reyes.

Dado en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, a los 11 días del mes de abril de 2017.

PROGRAMA DE ACTOS DE ABRIL DE 2017

Martes 4 //  3:00 p. m.

Curso de formación literaria del taller “Pedro Mir”. Conversatorio con el intelectual Tony Raful

Martes 18 // 10:00 a. m.

Recital de poesía y conversatorio con el académico Juan José Jimenes Sabater (León David).

Sábado 29 // 10:00 a. m. 

XX Feria Internacional del Libro, pabellón de Funglode

Presentación del libro  La dolencia divina, de Bruno Rosario Candelier.

Lo presentarán Rafael Peralta Romero y Camelia Michel.

SÁBADO 29 // 4:00 p. m.

Recital poético.

 C/ Mercedes 204, Ciudad Colonial, Santo Domingo, República Dominicana.

 

Conversatorio literario con Juan José Jimenes Sabater

En el Taller de creación literaria “Pedro Mir”, adscrito a la Biblioteca “Juan Bosch” de Funglode, tuvo lugar un conversatorio con el poeta, dramaturgo, narrador, ensayista y académico Juan José Jimenes Sabater, conocido en el ámbito literario como León David. En esta ocasión el director de la Academia Dominicana de la Lengua y orientador del taller literario, Bruno Rosario Candelier, dirigió el conversatorio centrado en la vida y la obra del destacado escritor dominicano.

Al iniciar el encuentro, Rosario Candelier expresó a León David que normalmente en esa sesión literaria se enfoca un tema y, en el encuentro de esta fecha, el tema de la convocatoria está vinculado a la sensibilidad cósmica y por esa razón fue invitado ya que se puede apreciar en su obra una vinculación con el Cosmos, con la naturaleza, con la realidad de lo viviente y con el ámbito de la sensorialidad, ya que naturalmente todo buen escritor cuando asume una temática, además de la dimensión sensorial, busca lo que va más allá de la apariencia de las cosas, razón por la cual hay una dimensión metafísica, como se evidencia en la creación literaria de León David. Manifestó que los grandes poetas que en el mundo han sido son poetas metafísicos.

Alternándolo con lecturas de algunas de sus creaciones, Rosario Candelier abrió un conversatorio con el escritor invitado. El poeta leyó el poema Hoy, que se encuentra en el tomo I de su poesía, en la colección Obras completas de León David.

El escritor manifestó que en las obras completas hizo la recopilación por género literario. Incluyó todo lo publicado, que ha había sido depurado, y cuando estaba prácticamente elaborado encontró su primer libro de poemas. “Yo pensaba que se me había perdido, pero resulta que un ejemplar manuscrito lo tenía un gran amigo y ya con ese poemario da inicio al libro”, contó emocionado el escritor.

Luego de valorar el contenido y la formalización del poema Hoy, leído por el propio autor, Bruno Rosario Candelier subrayó que en este creador hay una vinculación entrañable con la realidad de lo viviente, con el mundo de la naturaleza, que el poeta reconoció. Destacó que desde su ser más profundo se establece un vínculo físico y espiritual con la naturaleza de lo existente, y eso naturalmente es hermoso, porque le permite al poeta no solo entrar en contacto con la realidad física o natural, sino que hay una relación profunda desde el hondón de su sensibilidad y su conciencia con la naturaleza de las cosas, lo que obedece a una forma de ser y a una forma de sentir: “Los poetas son seres con una capacidad de sentir muy honda y muy grande. Una capacidad abierta y casi siempre con una disposición empática hacia la naturaleza y eso está muy claro en la creación poética de León David, porque él despliega su sensibilidad y se abre al mundo. Su sensibilidad es como una esponja que va captando todo, va sintiendo todo, va viviendo todo ya que vino a la vida en el don de la creación como vocación literaria, por lo cual asume esas vivencias, que convierte en sustancia de su creación y ha sabido hacerlo con belleza y sentido, con el respeto que todo escritor tiene hacia el arte de la creación, hacia el arte de la palabra”, explicó Rosario Candelier.

Con el consentimiento de León David, Rosario Candelier resaltó que él se vale de la palabra y como creador de literatura naturalmente tiene que acudir a la palabra, que es el instrumento de la creación y, desde luego, en su obra hay un fervoroso cultivo de la palabra, como lo ha evidenciado a lo largo de sus 50 años de vida literaria.

León David confesó que “crear belleza a través de la palabra no es algo fácil, no es algo que se consigue de una manera espontánea o natural, aunque uno a veces se siente inspirado por una especie de ángel dentro. Se necesita mucho trabajo, mucho artificio y, sobre todo, el arte de que el artificio no se note”. Y agregó: “Realmente para mí lo más importante siempre fueron las lecturas que yo hacía de mis poetas y de mis escritores favoritos, que naturalmente fueron escritores de la máxima calidad. Uno empieza por ahí y desde niño yo empecé a beber en esa fuente de los grandes escritores. y yo diría que eso es algo que te impulsa. A mí por lo menos me estimuló”, comentó.

El poeta expresó que desde muy pequeño empezó a sentir inclinación por la literatura. Relató que la casa de sus padres era una biblioteca y después era el resto, y siempre él recuerda que cuando se mudaban el problema era acarrear los libros, porque había muchos libros: “Yo me crie en ese ambiente de libros; yo recuerdo que para mí uno de los grandes descubrimientos fue El Quijote de Cervantes, y cuando tenía 12 años lo había leído dos veces”, dijo.

Expresó que sus padres nunca lo motivaron verbalmente a leer y escribir, sino que ellos sencillamente lo estimulaban a través del ejemplo, ya que su madre era una declamadora muy conocida y en su casa escuchaba constantemente recitar tanto a ella como a su padre, a quien le encantaban algunos poetas y recitaba sus creaciones de memoria.

Le pregunté al poeta si de los creadores del pasado podría señalar un par de autores que fueron fundamentales en su formación intelectual. Y respondió: “Platón, los trágicos griegos, Shakespeare, que es un mundo. Platón me ayudó en entender que la filosofía es literatura que se vuelve pensamiento y que, en consecuencia, hacer literatura era también hacer filosofía”, explicó el poeta.

Posteriormente pasó a leer el poema Las cosas familiares y un poema del libro Cincuenta sonetos para amansar la muerte.

El público interesado manifestó sus inquietudes en forma de preguntas y elogios al escritor sobre su vida en el mundo de la literatura. Para concluir, el escritor cerró con la lectura de un cuento metafísico del libro El hombre que descubrió la verdad.

Bruno Rosario Candelier expresó que León David es para él un modelo de escritor por su sólida formación intelectual, por su definida concepción estética y por la hondura y la belleza de su creación literaria. Exhortó a los presentes que como lectores deben buscar y leer las obras literarias de León David: “Esa es la mejor manera como nosotros debemos retribuirle y reciprocar a León David lo que ha hecho en literatura, estudiar lo que él ha escrito para enriquecernos con la savia fecunda de sus creaciones ejemplares”, dijo el director de la ADL.

Rosario Candelier garantizó que lo que León David escribe contribuye a la expansión de la conciencia a través de la palabra, y es muy importante porque es una forma de decirnos a nosotros, que tenemos una naturaleza especial, unas características singulares, porque tenemos un cuerpo, un alma y un espíritu, y en tal virtud estamos en la obligación de seguir creciendo. Subrayó que León David ofrece una vía a través de su literatura para seguir creciendo espiritualmente. Y especificó que el distinguido académico y escritor es uno de los creadores dominicanos que mediante el cultivo de la palabra y la creación de lo que concibe su intuición en diferentes géneros literarios es una magnifica vía para seguir ascendiendo en ese tránsito hacia el desarrollo de la conciencia, en esa peregrinación hacia el cultivo del espíritu.

Al finalizar, Rosario Candelier dio las gracias a León David, a quien distingue como un humanista completo y un eximio erudito, es decir, una persona que sabe mucho de todo. “Nosotros que leemos y estudiamos, que queremos escribir y desarrollarnos intelectual y estéticamente, debemos asumir como modelo a quien ya tiene una trayectoria ejemplar como la evidencia León David. ¡Enhorabuena y muchísimas gracias, León David, por compartir con nosotros tu sabiduría!”, expresó el director dominicano.

Santo Domingo, Biblioteca Juan Bosch, ADL, 23 de marzo de 2017.

Coloquio sobre el poemario Silencio y carne

En una reunión de académicos y poetas del Cibao para festejar la publicación de un nuevo libro de poesía como aporte a las letras dominicanas, tuvo lugar un coloquio celebrado en la Biblioteca Municipal de Moca ante la presencia de intelectuales, profesores, estudiantes y cultores literarios.

El poemario Silencio y carne, de la poeta Mikenia Vargas García, fue comentado por el ensayista y poeta Ramón Antonio Jiménez, miembro correspondiente de la ADL, quien expresó que le place “participar en el bautizo del primer libro de Mikenia Vargas y que el mismo lo hac no con agua sino como debe ser: con palabras, pretendiendo descifrar el hondo silencio que es la voz de las cosas con que nos habla la poeta”.

El presentador expresó que Moca tiene una singular energía telúrica que potencia la sensibilidad de mujeres escritoras de renombre, como Aída Cartagena, Sally Rodríguez y Carmen Comprés, a las que se suman Rocío Santos y Mikenia Vargas.

Dijo Jiménez que “Silencio y carne es más que la primera muestra individual de esta voz que irrumpe en el escenario de la poesía dominicana con la fuerza de lo cósmico en donde el asombro amoroso por las vivencias reveladas le permite a la poeta hacer de su poesía una expresión de ternura destinada a crearse un espacio de respeto en el concierto de la poesía dominicana y un sello en la nutrida galería de la Poética Interior”.

El director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, habló sobre la sensibilidad estética en la lírica de Mikenia Vargas señalando que “la presentación de este poemario constituye un testimonio de su talento creador, así como de su capacidad intelectual y estética desde la vertiente luminosa de la intuición”. Rosario Candelier, que es también presidente del Ateneo Insular, precisó que “la autora de este poemario ha sabido canalizar sus intuiciones y vivencias entrañables al desarrollar su potencial creador con una sensibilidad empática hacia las diversas señales y los variados fenómenos de conciencia”.

El creador del Interiorismo literario festejó la llegada de esta joven escritora al parnaso nacional ya que “ha sido fecundada por los diversos creadores nacionales que integran el plantel de intelectuales y artistas dominicanos dando señales de un notable crecimiento y de una capacidad de recepción e integración de los efluvios del Cosmos”.

Mikenia Vargas expresó su agradecimiento a los presentadores de la obra, de quienes dijo que ambos han sido formadores y guías en este hermoso camino literario. La poeta mocana explicó que para ella el silencio es el ámbito de creación ya que le permite el encuentro con la Divinidad, el Universo y sus manifestaciones sensoriales y espirituales, asumiendo la carne como el templo sagrado en el que vino a este mundo para lograr sus propósitos.

Para Mikenia Vargas la naturaleza juega un papel esencial en su poética por lo que quiso que en la portada de su obra aparecieran gotas de aguas para dar honor a su veneración por la misma reconociendo que en el Ateneo Insular logró un encuentro muy íntimo con la esencia del Universo permitiéndole ser un mejor ser humano. La autora de Silencio y carne intentó expresar algo muy sagrado puesto que lo escrito allí representa parte de sus vivencias y del crecimiento espiritual que ha logrado en su formación intelectual y estética.

Moca, ADL/Ateneo Insular, 16 de marzo de 2017

Coloquio sobre poética de la interiozación literaria

En una reunión de escritores efectuada en el Santo Cerro tuvo lugar un coloquio sobre la obra Poética del Interiorismo, de Bruno Rosario Candelier, colección de estudios literarios donde el autor expone la doctrina estética de esta corriente literaria concebida para el cultivo de las letras desde la interiorización trascendente.

Al presentar la obra, el lingüista, narrador y académico Rafael Peralta Romero infiere que la corriente literaria que lleva 25 años promoviendo la renovación de la literatura mediante el cultivo de lo real trascendente, promueve el ideal de una creación mitopoética, metafísica o mística. En su estudio, Peralta Romero destaca que este libro, junto a las antologías interioristas y el volumen El Interiorismo de Bruno Rosario Candelier, constituyen el cuerpo teórico que deja constancia de lo que es la Poética Interior.

Este libro rezuma la teoría interiorista en dos partes: la vertiente teórica con las exposiciones estéticas de su autor como sostén doctrinario del Movimiento Interiorista; y la que contiene entrevistas y reportajes divulgados por medios nacionales e internacionales a través de los cuales Bruno Rosario Candelier ha venido diseminando durante más de un cuarto de siglo la línea estética de una poética trascendente.

De su parte, la novelista, académica y creadora interiorista Emilia Pereyra resaltó el hecho de que “en este libro Bruno Rosario Candelier promueve una nueva sensibilidad estética que potencia el aliento trascendente en la expresión artística; una Poética Interior que asume los valores establecidos de la Clasicidad y la Modernidad desde la mística, la mitopoética o la metafísica con los temas perdurables de las inquietudes humanas”.

En el coloquio sobre el libro de Rosario Candelier, la poeta Josanny Moní expresó que “cuando nosotros hablamos de vínculos de nuestra sensibilidad con el Cosmos, es algo que viene dado como fruto de una experiencia, y en el tiempo que llevo vinculado al Interiorismo –y yo soy la más pequeña de esta casa- siento que esta corriente literaria nos ayuda a entender la manera de conectarnos con la energía de la naturaleza para un propósito creador que podríamos canalizar en poesía o en ficción”.

Al referirse al tema de la contemplación, Rosario Candelier aclaró la etimología de la palabra evocando a los antiguos griegos quienes la concebían como el proceso de entrar en comunión con lo viviente para desentrañar el sentido de fenómenos y cosas pues para ellos contemplar implicaba una relación intelectual, afectiva y espiritual con  la realidad”. Aclaró que para contemplar hay que ponerse en contacto con las cosas mediante una conexión entrañable para establecer una compenetración con lo que contemplamos. En tal sentido, subrayó que “quienes logran una conexión amorosa con el mundo se compenetran más fácil porque pueden sintonizar la esencia de la otredad”. Para conseguir el sentido estético del encuentro literario, los poetas leyeron creaciones relacionadas con la relación del sujeto creador con la naturaleza.

Santo Cerro, 11 de marzo de 2017.

Taller sobre los rasgos del español dominicano

Nuestra lengua materna es uno de nuestros grandes patrimonios afectivos y culturales. Así comenzó su exposición nuestra destacada lingüista María José Rincón, para subrayar que los hablantes aprenden a valorar y a atesorar la propia lengua como un valioso activo cuando la conocen, cuando saben cómo es y de dónde procede y logran reconocerse como dueños y responsables de su mantenimiento, su defensa y su engrandecimiento.

Con el planteamiento del párrafo precedente, nuestra lexicógrafa y académica María José Rincón inició el Taller sobre el Español Dominicano, que ofreciera la Academia Dominicana de la Lengua a los interesados en mejorar su conocimiento de nuestro idioma.

“El primer paso para apoderarse de la lengua propia es conocerla y valorarla. Se trata de elaborar una imagen de conjunto de las características actuales que conforman la personalidad del español dominicano, partiendo de la descripción sincrónica de estos rasgos. Ninguno de ellos es exclusivo de la República Dominicana pero todas las características agrupadas dan personalidad propia, en el contexto hispánico, a la lengua que se usa en el territorio dominicano y en las comunidades de dominicanos que residen fuera de este territorio insular”, dijo Rincón.

Aseveró la disertante que si apren  demos a reconocer cuales son nuestros peculiares rasgos lingüísticos podremos asumirlos como tales. Sabremos que forman parte de nuestra identidad cultural y que nos definen como individuos, y sabremos también que gracias a ellos hemos expresado nuestro entorno físico y también nuestra realidad histórica y cultural. Todas estas características, cuyo conjunto define lo que somos, desde un punto de vista lingüístico, tienen su origen histórico. “Cuántas veces hemos oído decir francamente que los dominicanos hablan mal el español porque no pronuncian la zeta, porque “se comen” las eses… Esos rasgos, y muchos otros, no son producto de un error o de una incorrecta utilización de la lengua;  son consecuencia del desarrollo histórico de la lengua, que implica cambio, adaptación y reorganización de los elementos del sistema lingüístico y que da lugar a la diferenciación dialectal dentro del sistema unitario y común de la lengua española, que usan para expresarse casi cuatrocientos millones de hablantes en todo el mundo hispánico”, comentó la lingüista dominicoespañola.

Subrayó nuestra académica que la diferenciación dialectal de la lengua española le aporta riqueza y valor histórico y nuestro reto es conseguir que esta misma diferenciación no le reste capacidad de intercomunicación entre hablantes de distintas variedades. La lengua española ha conseguido mantener una de sus principales armas para colocarse entre las más importantes del mundo: su cohesión lingüística. “Todas las variedades dialectales son igualmente válidas y significan un enriquecimiento del idioma y, por tanto, de la cultura que inexorablemente se transmite a través de él. Las características propias del español americano, y asimismo del español peninsular, están condicionadas por las circunstancias históricas que han conformado su existencia, su cultura y sus señas de identidad”, precisó.

Los rasgos de la variedad dialectal dominicana, que tan frecuentemente oímos calificar como descuido o incultura, tienen  un origen histórico que explica su presencia y su arraigo entre nosotros. El desconocimiento de este hecho y de su significación provoca que se estigmatice su uso como si se tratara de hechos que demuestran un bajo nivel cultural.  El bajo nivel cultural existe, es evidente, pero no queda patente por la presencia de estos rasgos dialectales, dijo la conferenciante. El bajo nivel cultural se manifiesta fundamentalmente en el desconocimiento de la propia realidad lingüística y en la escasa capacidad para valorar lo que es auténtico, tanto en los hechos diferenciales como en los hechos que nos unen a la gran comunidad de hablantes de español, comentó.

“No podemos tachar de inculto al hablante analfabeto que mantiene los rasgos lingüísticos que le han sido legados por generaciones. Es inculto el hablante que, aun habiendo tendido acceso a una educación formal, no ha aprendido a conocer esta tradición y a valorarla en su justa medida. La actitud negativa por principio hacia el habla popular denuncia un sentimiento de inferioridad lingüística”, dijo Rincón, y añadió: “Los estudiosos de la lengua damos cuenta de los fenómenos que encontramos en la realidad y no debemos hacer consideraciones acerca de la corrección o de la norma. Pero, al mismo tiempo, se nos demanda que tomemos partido y ayudemos a enfocar lo que debe considerarse como la norma correcta de uso de nuestra lengua. La conclusión no es la de que todo vale. Existe un consenso para considerar una norma culta panhispánica”.

Manifestó que estos son los pasos que da la criollización en una lengua. Precisó que estamos ante el nacimiento del español dominicano y esa variedad criolla diferenciada es el resultado de un proceso que denominamos como koineización, que es el contacto lingüístico de diferentes variedades dialectales, la amplificación de los fenómenos más característicos, la creación de un dialecto con función de “lingua franca” regional, la nativización del dialecto originado por los pasos anteriores y estandarización del nuevo dialecto. “Este español antillano es fruto de un proceso de criollización de las primeras variedades dialectales que se trasladan a territorio americano”, dijo; y citó una descripción de Juan Antonio Frago al hablar de la criollización: “La alteración del español dialectalmente diferenciado llevado a América a crear una nueva variedad a partir del cual surgió el español americano, nueva modalidad a su vez dotada de variedades socioculturales o geográficas menores que no solo se extenderían a todos los criollos, o nacidos en Indias, sino que acabaría siendo asimilado por estos como rasgo distintivo de su personalidad americana”.

La académica agregó que la criollización empieza a ser percibido como un rasgo de identidad, por lo que le dejó claro al público que esta forma de hablar es distinta de los pobladores provisionales que llegan a América y, por lo tanto, marca un signo de identidad: esa forma y esa variedad diferente. Con la ayuda del proyector le dio una explicación al publicó sobre el seseo, definido como el fenómeno más extendido en toda América; el yeísmo, que es la pérdida del componente lateral del fonema palatal; la caída de la /d/ intervocálica prácticamente general en todos los sociolectos y en todo el territoacto sobre el español en la Republica Dominicanario. También habló de la “s” en posición implosiva, ya sea en final de sílaba o de palabra, se debilita y produce aspiración y, con mucha frecuencia, pérdida, además presentó la aspiración como resultado de f- latina; de la “l” y “r” en posición implosiva se neutralizan. La académica informó que esta neutralización también aparece en fuentes documentales andaluzas del siglo XV y son los pobladores andaluces los difusores de esta característica dialectal. Dijo que lo que produce la diferencia entre unas zonas y otras del territorio dialectal dominicano es la solución que adopta esta neutralización. Dio ejemplo con posición implosiva con la preferencia por “l”, que es lo más habitual en la zona capitaleña. Además explicó que una solución peculiar del español dominicano de la región del Cibao es la solución de esta neutralización de las líquidas en posición implosiva como una “vocalización” en una “i” semiconsonante. “Este fenómeno se está retrayendo y concentrando en regiones rurales debido a su estigmatización sociolingüística”, subrayó.

María José Rincón enfatizó en su intervención que nuestra educación debe estar enfocada al conocimiento de nuestra propia realidad lingüística, a su valoración y estudio. Y dijo también que es fundamental la posibilidad de manejar la norma culta hispánica con fluidez en los contextos que la exijan, por lo cual debemos comprender el papel destacado que juega el conocimiento de la lengua propia y de su historia en las actitudes que los hablantes toman frente a ella. “Si podemos mejorar ese conocimiento también podremos transformar las actitudes de los hablantes frente a la lengua propia y, con ella, frente a sus propios valores culturales e históricos”, dijo al finalizar su participación.

Santo Domingo, ADL, 2 de marzo de 2017.

Henríquez Gratereaux gana Premio Nacional de Literatura

El escritor y académico Federico Henríquez Gratereaux obtuvo el Premio Nacional de Literatura 2017 por su dilatada trayectoria intelectual como ensayista y su valioso aporte al conocimiento y la valoración de la conciencia nacional. El veredicto del jurado examinador consignó: “Por su dilatada trayectoria como ensayista y su valioso aporte al conocimiento y valoración de la conciencia nacional y la idiosincrasia del pueblo dominicano, como pensador y analista de la realidad social, histórica y cultural en la que proyecta su erudición, mediante un impecable manejo del idioma”.

La Fundación Corripio, el Ministerio de Cultura, cinco instituciones universitarias y la Academia Dominicana de la Lengua, según el decreto del Poder Ejecutivo, anunciaron durante una conferencia de prensa la decisión adoptada por los miembros del jurado.

Ese reconocimiento se otorga a la labor literaria de toda una vida, con un diploma emitido y firmado por el Ministro de Cultura, Pedro Vergés, y el Presidente de la Fundación Corripio, José Luis Corripio Estrada, con una dotación de un millón de pesos. Según el decreto presidencial, el jurado del Premio Nacional de Literatura, que se otorga cada año el 26 de enero en honor a Juan Pablo Duarte, está compuesto por los rectores de las universidades Autónoma de Santo Domingo (UASD), Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), Central de Este (UCE), Católica de Santo Domingo (UCSD), Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), así como el Ministro de Cultura, el director de la Academia Dominicana de la Lengua y un representante de la Fundación Corripio, Inc.

Además de Corripio Estrada, participaron en la decisión el ministro de Cultura, Pedro Vergés; el director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier; los rectores de la UASD, Iván Grullón; de la PUCMM, Alfredo de la Cruz; de la UNPHU, Miguel Fiallo Calderón; de la UCE, José Altagracia Hazim Torres; de INTEC, Rolando Guzmán, y de la UCSD, Jesús Castro Marte, y por la Fundación Corripio sus asesores José Alcántara Almánzar y Jorge Tena Reyes.

Entre los académicos dominicanos premiados hasta la fecha con el alto galardón del Premio Nacional de Literatura, figuran valiosos cultores de nuestras letras, como Joaquín Balaguer, Juan Bosch, Manuel Rueda, Antonio Fernández Spencer, Marcio Veloz Maggiolo, Virgilio Díaz Grullón, Lupo Hernández Rueda, Mariano Lebrón Saviñón, Víctor Villegas, Carlos Esteban Deive, Franklin Domínguez, Andrés L. Mateo, Diógenes Céspedes, Bruno Rosario Candelier, José Alcántara Almánzar, Tony Raful, Ángela Hernández y Federico Henríquez Gratereaux.

Federico Henríquez Gratereaux nació en Santo Domingo en 1937. Pensador y ensayista,  la mayor parte de su obra se encuentra dispersa en periódicos nacionales como El Siglo y Hoy. Obtuvo el Premio Anual de Ensayo en 1979 con su obra La feria de las ideas. Ha escrito sobre historia nacional, temas sociográficos dominicanos y sobre la expresión literaria. Publicó La feria de las ideas, Empollar huevos históricos, Un antillano en Israel, Disparatario, Estudio sobre Franklin Mieses Burgos y varios opúsculos.

La sala principal del Teatro Nacional contó con una nutrida presencia de escritores, académicos, estudiantes y figuras de la vida política y cultural dominicana.  El ministro de Cultura y miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, Pedro Vergés, al pronunciar un bien ponderado discurso, valoró la adjudicación del galardón a Federico Henríquez Gratereaux, de quien dijo que “se ha ganado un premio que merece tanto como el que más y, desde luego, mucho más que muchos”, por su estatura intelectual, su obra literaria y su condición de gran dominicano. Indicó que en esta ocasión el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio hicieron una mejor convocatoria, y enriquecieron la conformación del jurado con la incorporación de la Academia Dominicana de la Lengua.

Por su parte, el asesor de la Fundación Corripio, el escritor y académico de la lengua, José Alcántara Almánzar, significó la satisfacción de esa entidad al entregar el máximo galardón de las letras nacionales a un escritor de la estatura de Henríquez Gratereaux. Del escritor premiado refirió que se trata de un intelectual de múltiples facetas, con una vida consagrada a la literatura y el periodismo, que lo forja como un autor de altos kilates: “Estoy seguro de que este importante galardón dará nuevas motivaciones a Federico Henríquez Gratereaux para continuar su labor creadora”, dijo el destacado cuentista y crítico Alcántara Almánzar.

La filóloga y académica María José Rincón presentó una hermosa semblanza del autor galardonado: “Para seguir los pasos de las vividuras de nuestro Premio Nacional de Literatura hay que hacerlo como él lo enseña día a día en las reseñas de sus artículos, desde la respiración”, puntualizó al referirse a su columna “A todo pulmón” en el periódico Hoy. Y subrayó: “El periodismo es para él una rendija para el drenaje de sus humores y un ungüento expresivo para mitigar los dolores por su país. Con su ejercicio de palabras contadas, afirma, ha evitado al psiquiatra, ha ejercitado la inteligencia y ha desafiado su capacidad verbal para la comunicación apropiada”.

Henríquez Gratereaux pronunció un emotivo discurso de agradecimiento a la Fundación Corripio, al Ministerio de Cultura, al jurado universitario y a la Academia Dominicana de la Lengua. Envió un mensaje a los jóvenes que desean forjarse como escritores: “Si algo he de decir a los jóvenes que aspiran a recorrer el camino de la literatura, es que se trata de una carrera inestable, erizada de dificultades, más bien una carrera de obstáculos. El escritor debe saber que su ámbito natural permanente será la soledad, y aceptar vivir rodeado de indiferencia ante una actividad que no es popular, que interesa a un grupo reducido de personas consideradas excéntricas”.

La primera parte del programa se inició con la interpretación del Himno Nacional, en la voz de un luminoso ángel del aliento musical, la elegante soprano Nathalie Peña Comas.

Santo Domingo, 21 de febrero de 2017.

Estudios sobre cuentos de Rafael Peralta Romero

La Academia Dominicana de la Lengua propició un encuentro literario en su esfuerzo para forjar intelectuales y escritores que asuman con rigor, belleza y propiedad el arte del buen decir, como se ilustró en sendos estudios sobre la narrativa de Rafael Peralta Romero.

Rafael Hernández abrió el turno de estudios con un trabajo sobre los cuentos del escritor soldeño publicados en Diablo azul. Al respecto Hernández dijo: “Es una selección de cuentos, que sin ser folclórica ni costumbrista, inspirados en la tradición, el folclor, lo ancestral, lo popular y lo social, constituyendo un ejemplo de cómo hacer denuncia social sin caer en lo panfletario”.  Explicó que el autor de Diablo azul “se empeña en hablar, en describir minuciosamente, en contar lo ocurrido, dejando hablar a los personajes de abajo, sea rural o urbano, que destilan por los poros la vida azarosa en que les ha tocado vivir, sin necesariamente caer en una cuentística de denuncia social, haciendo estos relatos con maestría y naturalidad”.

Rafael Hernández señaló que Peralta Romero capta lo que la voz popular transmite en forma oral, transformándola y adaptándola a su estilo peculiar de contar en su estética de lo cotidiano, que es la estética realista salpicada de modernismo, criollismo e interiorismo.

En otro sentido, Rita Díaz Blanco anota que “este escritor es un experimentado cuentista que desde 1977 ha estado produciendo cuentos, poemas y artículos periodísticos. En su travesía por las letras, dice Díaz Blanco, “escribe artículos para aclarar dudas y por su labor se ha convertido en una referencia nacional indiscutible para los que hablamos el español”.

Por la trayectoria en su escritura, en sus líneas se hace uso de metáforas y analogías encausadas al desarrollo de la imaginación y la lógica, vinculada a la realidad objetiva. Al decir de Rita Díaz, Peralta Romero “plasma en sus páginas, de forma reiterativa, la valoración del ser interior como elemento esencial de la existencia”.

Por su lado, Josanny Moní habló al público presente sobre su valoración de la labor de Peralta Romero. Dijo Moní que en el libro Punto por punto presenta cuentos cortos “que nos dan a entender que son de cuentos juveniles en donde se deja ver su estilo, así como la madurez y la conciencia que se recogen en cada uno de ellos”.

El narrador y académico Peralta Romero dijo que publicó Niño y poesía en el 1983, que luego, con más cuentos incluidos, lo dio a conocer con el título de Un chin de caramelo. Rafael Peralta confiesa que es en su tercer libro, Cuentos de visiones y delirios, donde se encuentran las historias que crean las gentes con un surrealismo paralelo.

La Torre, Centro “San Juan de la Cruz”, 18 de febrero de 2017.