Gritadera, roster, colectar, alojarse/hospedarse/quedarse

Por Roberto E. Guzmán

GRITADERA

Esta voz posee en el español dominicano una acepción que ha sido pasada por alto por los lexicógrafos que se han ocupado del habla de los dominicanos. No se confunde en el español dominicano esta voz con griterío.

Un griterío es en el país dominicano lo que corresponde a la gritería del español general. Mas no debe olvidarse que en el habla de ese país en muchas ocasiones gritar se utiliza como sinónimo de llorar y, de allí es de donde resulta que gritadera es el acto de llorar de modo prolongado una persona o varias personas. No debe confundirse esta gritadera con el griterío del español corriente.

La gritadera dominicana tiene también algo de lamentación; es decir, puede ser una queja que se denomina de esta manera aun cuando no hay llanto ni estridencia, sino persistencia. En esta gritadera hay más de frustración que de dolor.

En la gritadera dominicana no existe la estridencia que se manifiesta en la voz alta; puede ser un sentimiento expresado por lo bajo, de modo insistente. Se ha oído en el habla que un vendedor de mercancía le espeta a un comprador que se queja por el supuesto alto precio de un artículo, “Déjate de esa gritadera que sabes que ese es el precio justo.”

Durante la Era de Trujillo se usó mucho la “gritadera” para aludir a la queja que con disimulo expresaba la ciudadanía por los excesos en que incurría el régimen. Era un estado de ánimo de gran cantidad de personas que no podía expresarse abiertamente. Esa gritadera se usa también en masculino “gritadero”.

 

ROSTER

“. . .ni siquiera están en el ROSTER. . .”

Esta voz del título debe escribirse en cursiva por ser una voz extranjera. Se usa más en el español americano que en el peninsular. Hay más aún, se utiliza con mayor frecuencia en México, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela que en otros países.

La razón para la frecuencia de uso en esos países es que en ellos se juega beisbol y esa voz entró al español de esos países procedente del inglés por medio de este deporte.

Ha de tenerse en cuenta que era, se insiste en el verbo en pasado, la “lista de los jugadores que componen un equipo”. Con esa definición aparece en Lengua y béisbol en la República Dominicana (2006:233).

¿Por qué se insistió en el verbo en el pasado? Porque en la actualidad esa voz ha expandido su campo semántico. Se empleó en la jerga beisbolera y de allí pasó al habla con el significado se “lista, listado”.

No debe olvidarse que el róster del beisbol era la lista de jugadores que elaboraba el mánager para cada partido y, en este se especificaba la posición que defendería cada uno de ellos, así como el orden al bate de estos. Esta explicación se asemeja a la primera acepción que corresponde a la voz en lengua angloamericana. En esta lengua se expandió el significado para cubrir cualquier lista, así como las personas mencionadas o comprendidas en esa lista.

Con acierto el Diccionario del español dominicano (2013:609) consigna la voz del epígrafe en tanto “alineación de nueve jugadores que forman un equipo de beisbol”. Podría argüirse que el equipo de beisbol es formado por más de nueve jugadores, por lo cual en la descripción que aquí se hace se especifica “para cada partido”.

En República Dominicana han expandido el significado de “novena” al añadirle una acepción a esta palabra para que signifique “equipo de beisbol”, Diccionario del español dominicano (2013:487). Este significado sale de que son (o eran) nueve los jugadores que se presenta(ba)n en la alineación antes de un partido de beisbol.

 

COLECTAR

“. . .los técnicos. . .COLECTARON como evidencia un arma blanca tipo cuchillo. . .”

Cada vez con mayor frecuencia se encuentra el lector con un uso del verbo colectar de la forma en que se constata en el texto reproducido más arriba. Este uso llega al español procedente del inglés.

Se examinarán aquí los significados del verbo colectar en español; así como del verbo to collect en inglés, para dejar bien claras las diferencias entre uno y otro.

En español el verbo colectar es un verbo pobre. Sí, se escribe pobre porque solo tiene una acepción. Pobre si se compara con el inglés lengua en la que posee siete acepciones si se cuentan las que son accesorias de las principales; esto es, cinco principales, más dos accesorias.

Oficialmente en español la acepción que existe para el verbo colectar es recaudar, es decir, cobrar dinero, lo que conlleva cobrar o percibir esos valores.

El uso ha sumado significados al verbo colectar que aun no han sido consagrados, por ejemplo “recoger o reunir” dinero o cosas. Esta significación va de acuerdo con el nombre colecta que se conoce en el español general para la recaudación de donativos voluntarios que por lo general se ofrecen para obras de bien social.

El nombre colecta se utiliza en español también para la reunión de los fieles cristianos en la iglesia primitiva para celebrar los oficios religiosos. Esta congregación no ha producido un verbo relacionado con el nombre colecta.

Las dos acciones que se mencionaron más arriba que no están oficializadas con el verbo colectar como su descriptor de la acción, sí figuran en lengua inglesa con ese verbo para describir la acción del agente.

En español existe el verbo coleccionar que se dedica a la reunión de cosas para formar un conjunto de cosas que pertenecen a una misma clase, como por ejemplo las colecciones de sellos o monedas.

El verbo colectar figuraba ya en el Diccionario de autoridades publicado por primera vez en el año 1716, (1963-I-408) y allí se lee, “Recoger, cobrar, recaudar las rentas o contribuciones impuestas sobre los bienes y haciendas”. Esta cita sirve para reforzar la idea de que en el español el verbo ha cambiado muy poco a través del tiempo.

Los dominicanos pueden recordar las famosas oficinas de recaudaciones de impuestos internos que se llamaban “Colecturías de Rentas Internas”, y, el famoso “Colector de Rentas Internas”; de allí (colectar) provenían esos nombres.

 

ALOJARSE – HOSPEDARSE – QUEDARSE

“…y durante una parte del año SE QUEDA en su vivienda. . . “

Este verbo, quedarse, es uno que el autor de estas apuntaciones considera muy feo. Se prefiere permanecer para los casos en que se continúa en un lugar por un tiempo.

En los casos en que la acción de permanecer en ese sitio conlleve la idea de residir allí, dormir, habitar en ese lugar, se favorecen otros verbos como los que figuran en el título, alojarse, hospedarse.

Algunos de estos verbos son más apropiados para algunos casos específicos que otros, sobre todo si la persona es recibida en casa ajena a la suya, o si la casa en que permanece es de su propiedad.

Una de las razones por la que no se simpatiza con el verbo “quedarse” para las acciones que representan los verbos alojarse y hospedarse es porque ese verbo criticado no sugiere que el sujeto (actor) come, duerme o ambas acciones en ese lugar o sitio. El verbo quedarse tiene mucho de detenerse y muy poco de todo lo demás sobre lo que se ha escrito más arriba.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

Acerca de la palabra lengua y sus significados

Cuando abordamos el tema “Nuestra lengua y sus intríngulis” tocamos de soslayo  el significado del vocablo /lengua/, observando  que además de  referirse al sistema de comunicación entre los seres humanos (idioma) designa también un órgano  biológico, no sólo de las personas. La primera acepción que aparece en el Diccionario para la palabra lengua es: “1. f. Órgano muscular situado en la cavidad de la boca de los vertebrados y que sirve para gustar y deglutir, así como para modular sonidos”.

Aparecen otras once definiciones y solo dos aluden  a la lengua como sinónimo de idioma. Helas aquí: 2. f. Sistema de comunicación verbal propio de una comunidad humana y que cuenta generalmente con escritura. 3. f. Sistema lingüístico considerado en su estructura. 4. f. Vocabulario y gramática propios y característicos de una época, de un escritor o de un grupo social. La lengua de Góngora. La lengua gauchesca.

Les presento un grupo de expresiones  relativas al uso del término lengua, en las que aparecen indistintamente el concepto físico (lengua órgano) como el abstracto (lengua igual idioma).  Han sido tomados del Diccionario de la lengua española. Veamos:

1-Lengua aglutinante. 1. f. Ling. Idioma en que predomina la aglutinación.

2-Lengua aislante, o lengua analítica. 1. f. Ling. lengua cuyos elementos léxicos y gramaticales son palabras aisladas unas de otras, como en el caso del chino y del vietnamita.

3-Lengua azul. 1. f. Veter. Epizootia contagiosa del ganado ovino, que a veces ataca también al bovino, producida por un virus específico y caracterizada por cianosis de la lengua, ulceraciones en la boca y cojera.

4-Lengua bífida. 1. f. lengua serpentina.  5-Lengua  cerval, o lengua cervina. 1. f. Helecho de la familia de las polipodiáceas, con frondas pecioladas, enteras, de 30 a 40 cm de longitud, lanceoladas, y con un escote obtuso en la base; cápsulas seminales en líneas oblicuas al nervio medio de la hoja, y raíces muy fibrosas. Se cría en lugares sombríos, y el cocimiento de las frondas, que es amargo y mucilaginoso, se ha empleado como pectoral.

6-Lengua de buey.  1. f. Planta anual de la familia de las borragináceas, muy vellosa, con tallo erguido, de 60 a 80 cm de altura, hojas lanceoladas, enteras, las inferiores con pecíolo, sentadas las superiores, y todas erizadas de pelos rígidos, flores en panojas de corola azul y forma de embudo, y fruto seco con cuatro semillas rugosas. Abunda en los sembrados, y sus flores forman parte de las cordiales.

7-Lengua de escorpión. 1. f. lengua serpentina. 8-lengua de sierpe.1. f. lengua serpentina.

9-Lengua de estropajo. 1. m. y f. coloq. Persona balbuciente, o que habla y pronuncia mal, de manera que apenas se entiende lo que dice.

10-Lengua de fuego.  1. f. Cada una de las llamas en forma de lengua que bajaron sobre las cabezas de los apóstoles el día de Pentecostés.2. f. Cada una de las llamas que se levantan en una hoguera o en un incendio.

11-Lengua de gato.  1. f. Planta chilena, de la familia de las rubiáceas, de hojas aovadas y pedúnculos axilares, con una, dos o tres flores envueltas por cuatro brácteas. Sus raíces, muy semejantes a las de la rubia, se usan, como las de esta, en tintorería.  2. f. Bizcocho o chocolatina duros, alargados y delgados.

 

 

 

12-Lengua de tierra. 1. f. Pedazo de tierra largo y estrecho que entra en el mar, en un río, etc.

13- Lengua de trapo.  1. f. lengua de los niños cuando todavía no hablan bien.2. f. coloq. lengua de estropajo. 3. f. Cuba y Ur. Persona deslenguada, lenguaraz.

El asunto no termina, seguimos el domingo.

 

2

Gracias a los gentiles lectores que nos han comentado con agrado  la publicación del pasado domingo, basada en expresiones sobre el vocablo /lengua/, tanto  en el sentido de órgano anatómico como  en lo concerniente al sistema de comunicación verbal propio de los seres humanos.

Reitero que  las locuciones han sido tomadas del Diccionario de la lengua española. Veamos las de hoy:

14- Lengua de vaca. 1. f. Cuba. Planta de la familia de las liliáceas, originaria de África, de hojas alargadas, planas y carnosas, de color verde intenso o moradas y flores blancas. Su fruto es una baya de color rojo.

15-Lengua de víbora. 1. f. Diente fósil de tiburón, casi plano, de forma triangular y contorno serrado.  2. f. lengua serpentina.

16-Lengua del agua.  1. f. Parte del agua del mar, de un río, etc., que lame el borde de la costa o de la ribera. 2. f. Línea horizontal adonde llega el agua en un cuerpo que está metido o nadando en ella.

17-Lengua flexiva.  1. f. Ling. Idioma en que predomina la flexión. 18- Lengua franca.  1. f. lengua mixta, creada sobre la base de una lengua determinada y con la aportación de numerosos elementos de otra u otras, que usan especialmente en enclaves comerciales hablantes de diferentes idiomas para relacionarse entre sí.

19-Lengua madre.  1. f. lengua de la que han nacido o se han derivado otras. El latín es lengua madre respecto de la nuestra. 20- Lengua materna.  1. f. lengua primera que una persona aprende a hablar. 21- Lengua natural, o lengua popular. 1. f. lengua materna.

22- Lengua monosilábica.  1. f. Ling. lengua cuyas palabras constan generalmente de una sola sílaba. 23-Lengua muerta. 1. f. lengua que antiguamente se habló y no se habla ya como propia y natural de un país o nación. 24-Lengua viva.  1. f. lengua que actualmente se habla en un país o nación.25- Lengua sabia. 1. f. Cada una de las lenguas antiguas que ha producido una literatura importante. 26- Lengua santa. 1. f. hebreo. (‖ lengua semítica).

27-Lengua serpentina. 1. f. Persona mordaz, murmuradora y maldiciente. 28-Lengua viperina. 1. f. lengua serpentina. 29- Mala lengua. 1. f. Persona murmuradora o maldiciente. 30-  Malas lenguas. 1. f. El común de los murmuradores y de los calumniadores de las vidas y acciones ajenas. Así lo dicen malas lenguas.

31- Lengua signada. 1. f. lengua de signos o de señas. 32-Lengua sintética. 1. f. Ling. lengua flexiva. 33- Lengua tonal. 1. f. Ling. lengua que posee tonos.34-Lenguas hermanas.  1. f. pl.  Lenguas que se derivan de una misma lengua madre; p. ej., el español y el italiano, que se derivan del latín.

35-Media lengua.  1. m. y f.  Persona que pronuncia imperfectamente por impedimento de la lengua. Empezó a contar una noticia aquel media lengua.2. f. coloq. Pronunciación imperfecta. Empezó a contarlo con su media lengua.

36-Segunda lengua. 1. f. lengua que se aprende después de la materna. 37- Aflojar la lengua. 1. loc. verb. coloq. Cuba y Ven. írsele la lengua. 37- Andar en lenguas.  1. loc. verb. coloq. Ser con frecuencia objeto de conversaciones, o de habladurías y murmuración.

38-Atar la lengua. 1. loc. verb. Impedir que se diga algo.  39-Buscar la lengua a alguien. 1. loc. verb. coloq. Incitarlo a disputas; provocarlo a reñir. 40- Con la lengua fuera, o afuera, o de un palmo. 1. locs. advs. coloqs. Con gran cansancio o esfuerzo. 41- Darle a la lengua. 1. loc. verb. coloq. Hablar mucho.

42- Darse la lengua dos o más personas. Dice el Diccionario académico que esta  locución  verbal, significa en  Cuba y República  Dominicana: congeniar, que es lo mismo que entenderse, llevarse bien.  Pero…dígame usted ¿se atreve a contradecir el Diccionario?

 

3

El empleo del vocablo /lengua/, referido al órgano anatómico, como símbolo de la expresión,  es decir equivalente a  lengua como sistema lingüístico, data de viejos tiempos. Como “de la abundancia del corazón habla la boca”, las actitudes y comportamientos de las personas se captan por lo que hablan.

De ahí la  denominación de los caracteres a partir de una tipificación de la lengua, en obvia referencia a ese inocente órgano que algunos identifican como “la sin hueso”.

Equívocamente  he creído  que la frase “La lengua es el castigo del cuerpo” es de origen bíblico, pero no es así. Lo que se puede asegurar es que la retórica religiosa  hace uso frecuente  de este dicho.

La  referida sentencia  empalma bien   con algunos extractos bíblicos, como esta apreciación del apóstol Santiago: “Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. ¡Pues qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego!”. (Santiago, 3,5).

Que  “la lengua es castigo del cuerpo”  queda ratificado en el refrán que  reza: “La lengua habla y se esconde, el hocico es el que paga”, el cual encierra una amenaza para  comunicadores, predicadores, políticos y todo quien haga uso de la palabra  para censurar o denunciar  comportamientos viciados de los poderosos.

Las locuciones adjetivas “largo  de lengua” y “ligero de lengua” califican a  personas a partir de cómo  emiten juicios y opiniones sobre otras personas o sobre acontecimientos. La primera significa: “Que habla con desvergüenza o con imprudencia” y la segunda: “Que sin consideración ni miramiento dice cuanto se le ocurre o se le viene a la boca”. Todos conocemos  a alguien así.

A quien se le vaya la lengua no le ha ocurrido un trauma  en el órgano que lleva en la boca, sino que posiblemente haya hablado de más, pues esta locución  verbal guarda el significado de “escapársele a alguien palabras que no quería decir”.

Si de usted se dijera que “parece  ha comido lengua”, dese cuenta que está hablando  mucho. Una forma  de mi padre mandar silencio a sus hijos era comentar que “tienen flux de lengua”, vale decir que una persona habla mucho.

Lo contrario de lo anterior  sería “meterse la lengua” en determinada cavidad. O “morderse alguien la lengua”, que quiere decir contenerse en hablar, callando con alguna violencia lo que quisiera decir. Situación parecida es la de  “pegársele a uno  la lengua al paladar”, que deja dicho: No poder hablar por turbación o pasión de ánimo.

Sirven  para calificar a personas los siguientes usos metafóricos  de la palabra  lengua: a) ser alguien lengua sucia:   Condición de la persona dada al uso de  palabras groseras. b) sacar la lengua a alguien: Burlarse de él. Todos le están sacando la lengua. c)  tener alguien la lengua larga, o muy larga: Ser propenso a hablar de más y de forma inconveniente.

La expresión más sugerida por lectores de los artículos sobre este asunto publicados  los domingos 9 y 16 de junio ha sido, sin duda, “lengua de Máuser”, en alusión a un poderoso fusil  alemán diseñado por Paul Mauser en 1898, y fue el principal fusil de la infantería alemana en la Primera Guerra Mundial. Se denomina lengua de Máuser a personas cuyas palabras son disparos, capaces de destruir ánimos, voluntades y reputaciones.

Las personas con esta característica  descargan algo más que una pela de lengua. Que es algo así como caer en la lengua del doctor Ernesto Fadul. Lo único peor que Fadul coja a uno en su lengua  es ser atravesado por un lengua de mime, arma blanca muy delgada y filosa.

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

SABER DE TILDES

28 / 05 / 2019

 

Continuemos el repaso por las tildes diacríticas de los monosílabos que, como leímos en la última Eñe, siguen estando donde estaban. Entre los monosílabos tónicos tenemos en la lengua española dos formas verbales a las que debemos poner la tilde para diferenciarlas de dos monosílabos átonos que coinciden con ellas.

Empecemos por la forma sé, que esconde más de una sorpresa. Puede tratarse de la primera persona del singular del presente de indicativo del verbo saber: sé. Aunque saber es un verbo polisémico, la forma  siempre lleva tilde, independientemente de la acepción con la que se use. Puede referirse al conocimiento o la instrucción: Sé utilizar las tildes, Sé que estás practicando ortografía, Sé de los talleres de la Academia; o bien puede referirse al sabor y, aunque con esta acepción lo utilizamos pocas veces en primera persona, no está de más recordarlo: Acabo de bañarme en el mar y sé a sal. Para concluir, no olvidemos que corresponde también a la segunda persona del singular del imperativo del verbo ser: Sé inteligente y preocúpate por mejorar tu ortografía.

La tilde diacrítica en estas formas verbales tónicas de ser y saberlas diferencia del pronombre personal de tercera persona se: Se puso de inmediato a practicar con las tildes.

La segunda forma verbal tónica que lleva tilde diacrítica es dé, de la conjugación del verbo dar; la tilde la diferencia de la preposición de. Puede tratarse de la primera o de la tercera persona del singular del presente de subjuntivo: Me piden que dé un taller sobre ortografía, Le exigimos al diccionario que dé cuenta de todas nuestras palabras. Pero también puede responder a la segunda persona del singular de cortesía del imperativo, y esta nos sirve para concluir hoy: Dé usted lo mejor de sí y cuide las tildes diacríticas.

QUEDAN MÁS TILDES

04 / 06 / 2019

Las tildes diacríticas nos han mantenido afanados durante estas últimas semanas. Ya hemos repasado las que han desaparecido y también las que siguen en su puesto. Entre estas solo nos restan dos para ponerle la guinda ortográfica a nuestro pastel: aún y más.

Hoy nos vamos a centrar en el adverbio comparativo más, que, a pesar de su pequeño tamaño, acumula muchas acepciones. Con él podemos expresar el grado de comparación (Utilizar correctamente las tildes resulta más fácil de lo que parece); referirnos a la frecuencia o la intensidad de una acción (Practica más y pronto verás resultados); destacar la intensidad de una cualidad (¡Qué escritura más cuidada!); comparar cantidades (Existen más tildes diacríticas de las que pensaba; Con las tildes hay más certezas que dudas); o incluso destacar algo (Practico con las tildes, y más si son las diacríticas).

Como pronombre comparativo puede expresar que algo es más importante (En ortografía practicar es más que estudiar) o que hay más cosas (En ortografía siempre hay más). Más también puede tratarse del sustantivo que se refiere al signo de la suma o al que indica el carácter positivo de una cantidad (+). Y, por si esto fuera poco, funciona como conjunción que indica adición: Hay que calcular las vocales más las consonantes.

Todas estas posibilidades del más tónico lo diferencian del mas átono, conjunción adversativa equiparable a ‘pero, sino’ cada vez más restringida al uso escrito y formal: Nos embotellamos la ortografía, mas no la razonamos; No me refiero a todas las tildes, más solo a las diacríticas.

La polisemia, los variados significados de una misma forma, no está relacionada con el tamaño de una palabra; las tres letras del, solo en apariencia, humilde más nos reservaban muchas sorpresas. Respondámosle poniéndole su tilde cuando toca.

 

AÚN HAY MÁS

11 / 06 / 2019

Con la Eñe de hoy cumplimos con nuestro repaso por las tildes diacríticas. Solo nos queda tratar otra pequeña palabra de nuestra lengua, pequeña solo en tamaño: el adverbio monosílabo aun.

Si lo buscan en el Diccionario de la lengua española de la RAE notarán que, como lema, solo está registrado sin tilde. Pero el diccionario, si sabemos utilizarlo, siempre nos aporta más información. La parte inicial del artículo, además de registrar la etimología (procedente del latín adhuc), nos indica que este adverbio se escribe con tilde en las tres primeras acepciones.

La tilde diacrítica distingue en este caso no dos palabras distintas, sino acepciones diferentes de la misma palabra. La misma palabra es tónica o átona en la cadena hablada dependiendo de su significado.

Cuando este adverbio es tónico sus acepciones están relacionadas con el significado ‘todavía’; por eso el mejor truco para distinguir cuando se trata de la forma tónica es sustituirla por la palabra todavía. Auxiliémonos de los ejemplos y de las tres primeras definiciones que encontramos en la entrada del DLEAún no conocemos bien nuestra ortografía (‘todavía, hasta un momento determinado’); Nos resulta difícil y aún nos sigue interesando (‘todavía, no obstante, sin embargo’); Hemos aprendido mucho y seguimos aprendiendo aún más sobre nuestra lengua (‘todavía, con encarecimiento o ponderación’).

En cambio cuando este adverbio es átono sus acepciones están relacionadas con los significados de ‘siquiera’ o ‘incluso’: Aun (’incluso’) manejando bien nuestra lengua, nunca lo sabemos todo sobre ella, ni aun (‘siquiera’) una pequeña parte. Al menos tras esta serie sobre tildes diacríticas podemos tener la confianza de que nos hemos acercado aún más a ella, pero siempre con la seguridad de que aún no lo sabemos todo.

 

ELLO HAY

18/06/2019

Una polémica lingüística es materia prima para esta Eñe, sobre todo si los tuiteros invitan a @Letra_zeta a participar. La protagonista fue la forma neutra del pronombre personal tónico de tercera persona del singular: ello. Lo usamos en la lengua escrita culta actual para referirnos a oraciones o sustantivos que ya hemos mencionado: Me aficioné a la lectura y ello mejoró mi ortografía. En este mismo registro funciona también como término de preposición: Quiere escribir correctamente y trabaja mucho para ello. El paso del tiempo y los cambios han ido limitando sus funciones. Por ejemplo, su uso como sujeto es raro incluso en la lengua culta escrita: Se considera un buen hablante. Ello lo anima a seguir aprendiendo.

¿Y el uso dominicano de ello? Entre los usos del español clásico que se han perdido está el ello en función de sujeto expletivo con valor expresivo. Sin embargo, en el español de la República Dominicana sigue usándose en oraciones como Ello parece que va a llover. Así mismo se usaba ello como sujeto de haber y otros verbos impersonales, y así se mantiene en el español dominicano en oraciones como Ello hay azúcar o Ello hace calor.

Estamos, por tanto, ante la pervivencia de formas clásicas del español general en la variedad dominicana del español. ¿Quiere esto decir que este uso es correcto? Lo fue en su día en todo el español, hace ya largos siglos, pero en la República Dominicana, a pesar de su mantenimiento, está considerado como vulgar.

Como colofón volvamos a los clásicos y sirvámonos de un ejemplo de El discreto de Baltasar Gracián recogido en la Nueva gramática de la lengua española: «Ello hay tales caprichos en el mundo», como aquellos con los que nos sorprende nuestra lengua todos los días.

Destaparse, engatusar, injerencismo/*ingerencismo, pingüe/*pingue, multicausal, in extenso/inextenso

Por Roberto E. Guzmán

DESTAPARSE

El verbo que se trae en esta ocasión parece que en el habla de los dominicanos posee una acepción que no ha sido registrada hasta ahora. Antes de proponer la acepción a que se contrae, ha de mencionarse que los diccionarios de español corriente no registran esa acepción, de acuerdo con las pesquisas que se han hecho.

Este verbo se refiere a la expresión por medio de palabras de una persona cuando dice algo que había callado durante mucho tiempo. En muchos de los casos en que el sujeto ejecuta la acción lo hace de manera súbita y sorpresiva frente a las demás personas. Se utiliza este verbo porque se entiende que la persona que “se destapa” decide quitar la tapa que mantenía cubierta sus expresiones retenidas. Esa persona con ese destape da rienda suelta a sus sentimientos callados por largo tiempo.

Se ofrece un ejemplo del uso para que se evalúe la validez del empleo del verbo propuesto aquí como propio del español dominicano. “Ruperto se molestó tanto con la actitud del dependiente que se destapó en verdades nunca antes reveladas acerca del pasado del último”.

Es posible que el verbo destaparse merezca un aparte en las obras lexicográficas dominicanas, con una acepción particular de este tipo.

 

ENGATUSAR

Este verbo del epígrafe tiene una acepción reconocida que coloca el acento sobre los halagos a que recurre la persona para ganar la voluntad de la otra persona que es objeto de los zalamerías y así conseguir lo que se propone.

De acuerdo con lo que se recuerda, el “engatusar” dominicano no recurre al halago, sino al engaño, recurriendo al lenguaje enredado, poco claro, complicado, con confusión de ideas. Este engatusar busca conseguir un fin mediante un embrollo de palabras, con trampas. El propósito es confundir a la persona objeto de la acción para convencerla de que actúe en favor de quien usa esas artes para conseguir los resultados apetecidos.

Sería interesante hacer una investigación entre los hablantes de español dominicano que respondan afirmativamente acerca de conocer el verbo engatusar y preguntarles en qué consiste para ellos esa acción. En los casos en que las personas por su formación educativa no puedan suministrar una acepción del verbo, se les pedirá que ofrezcan ejemplos del uso y explicaciones acerca de en qué consiste el acto. Se piensa que el esfuerzo vale la pena.

Si la investigación evidencia que el verbo engatusar en el habla dominicana presenta rasgos diferentes de otras hablas como propugna quien esto escribe, entonces hay que asentarlo.

 

INJERENCISMO – *INGERENCISMO

“. . .no salió a recibir el manifiesto de protesta por el *INGERENCISMO. . .”

No hay que mostrar gran sorpresa por el error en la ortografía que muestra la palabra destacada. Esta reacción comedida responde a que el sonido de las dos voces que figuran en el título es el mismo. La letra jota /j/ y la letra ge /g/ ante la vocal /e/ tienen las dos idéntico sonido.

Naturalmente, eso no significa que no se censure la pifia. Un periodista, así como toda persona que escribe para un medio de difusión de noticias e ideas está en la obligación de conocer el idioma en que se expresa.

No puede olvidar quien escribe para la lectura pública, aunque no pretenda serlo, que se convierte en un ejemplo a seguir por el hecho de tener acceso a que se publiquen sus trabajos en un medio de comunicación masiva.

Todas las palabras de la familia de injerencia se escriben con la letra jota /j/.

 

PINGÜE – *PINGUE

“. . .y que le han dado *PINGUE beneficios. . .”

En el título de esta sección aparece la palabra pingüe escrita correctamente, es decir, con la diéresis, de modo que al leerla se haga conforme con lo que el uso ha establecido a través de siglos.

En español este signo ortográfico, la diéresis, se coloca sobre la letra /u/ en las sílabas gue, gui para indicar que esa vocal, la /u/, debe pronunciarse. La diéresis es un signo diacrítico, esto es, sirve para distinguir, Es un elemento gráfico que colocado sobre la letra /u/ representa un sonido distinto del usual para esa letra delante de las vocales /u/ e /i/.

La Real Academia incluye en su diccionario un ejemplo para cada uno de los casos en que debe pronunciarse la letra /u/ entre la letra ge /g/ y las letras /e/ e /i/, cigüeña, pingüino. El efecto de este signo diacrítico indica que la letra /u/ en las sílabas gue, gui debe pronunciarse como primer elemento del diptongo; por ejemplo, cigüeña, agüita. En griego diéresis significa separación.

La diéresis se conoce también con el nombre femenino, crema. Este nombre viene del griego trema, con posible influencia de la otra crema, que llega al español del francés crème.

 

MULTICAUSAL

“La migración de la región es MULTICAUSAL. . .”

No hay que sorprenderse si este “multicausal” no está todavía en la nómina del diccionario oficial de la lengua española. Esto así porque el elemento compositivo multi- en función de prefijo es muy prolífico en el español moderno. Además, los expertos en lengua española de la Real Academia tienen que ser muy cautos y esperar la sanción positiva del tiempo y el uso antes de integrar una nueva voz a su inventario.

Además, este componente multi- es muy fecundo. Para confirmarlo puede citarse la gran cantidad de nuevas voces formadas con este en función de prefijo. El Nuevo diccionario de voces de uso actual (2003) registra 119 nuevas voces que comienzan con multi-; y eso, hasta el año 2003, pues no se sabe cuántas más se han creado después de ese año.

A la cantidad citada antes puede añadirse la cincuentena de voces que recoge el Diccionario del español actual (1999) que en la práctica solo se ocupa de evaluar lo que se encuentra vigente en el español de España.

La voz multicausal hay que tomarla por “muchas causas”, pues ese valor se desprende de los significados de los elementos formantes que la componen. No hay necesidad de emitir un juicio de valor con respecto de la nueva voz.

 

IN EXTENSO – INEXTENSO

“Vamos a copiar INEXTENSO, su. . .”

Son dos los asuntos que se desean destacar con relación a la frase citada. El primer punto es que, como puede ser una expresión latina, esta debe escribirse en letra cursiva. Esto así porque no se la considera integrada a la lengua española.

El segundo punto es que hay que escribir esa expresión dividida en dos, es decir, en dos palabras que es como procede de acuerdo con las buenas prácticas.

La expresión latina in extenso que la Real Academia define mediante la locución adverbial “por extenso” se utiliza en español para dar a entender que algo (un texto) se reproduce íntegro, completo, entero, en toda su extensión, sin recortes, sin omisiones, sin que falte parte alguna.

Luego de lo relativo a la expresión latina no puede omitirse que existe en español, el adjetivo “inextenso” (en una sola palabra) que significa “desprovisto de extensión; como el punto ideal” que es la forma en que el Diccionario de uso del español (2012-I-1637) lo define. El diccionario de la Real Academia lo define en tanto, “Que carece de extensión”.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Desgonzar, desestructurar, caribeñidad, interceptación

Por Roberto E. Guzmán

DESGONZAR

En ocasiones las diferencias en el uso de algunas voces en el español americano son muy sutiles. A veces son pequeñas diferencias, pero tienen importancia, pues de ellas se nutre el habla y, en la escritura hace que esta sea precisa y sin equívocos. Esas pequeñeces cumplen su cometido logrando que el mensaje trascienda diáfano.

En el verbo desgonzar existe una pequeña diferencia entre el uso general y el que se reconoce en el habla del español dominicano. El participio en funciones de adjetivo, desgonzado, funciona en el español dominicano para referirse a las articulaciones cuando ellas fallan, ceden al usarlas, producen dolor o pierden elasticidad o se reduce el alcance de movimiento.

Estas limitaciones pueden deberse al cansancio como se señala en algunos diccionarios de español dominicano, pero también pueden deberse a lesiones anteriores. A veces añadirles algunas palabras a las acepciones ya asentadas ayudan a captar sutiles o tenues cambios ocurridos en el uso y que por tanto no se especificaban en las definiciones anteriores.

 

DESESTRUCTURAR

“. . .articulando una idea que DESESTRUCTURA la concepción. . .”

El diccionario oficial de la lengua española no reconoce este verbo, pues no lo asienta en su inventario. Por la forma en que está formado el verbo sugiere que es lo contrario de estructurar, que se refiere a romper la estructura de algo. Esto así porque al verbo estructurar le han antepuesto la partícula des- que en este caso debe tomarse por “privación”.

El Nuevo diccionario de uso de voces actuales (2003:375-6) trae noticias de desestructuración y desestructurado. Más abajo se verá lo que este diccionario consigna para estas voces.

La desestructuración es la, “Acción y resultado de desestructurar o perder estructura original”. Ese diccionario recoge un ejemplo de uso del año 1995 del periódico español El Mundo. La redacción de esta acepción sugiere que la estructura deja de tener el sentido o la cohesión que la caracteriza; es decir, las partes pierden el orden, la articulación.

En cuanto al adjetivo desestructurado el diccionario mencionado ofrece una escueta definición, “Que ha perdido su estructuración”, y documenta el uso con una cita de un periódico español de 1990.

Se considera falto de estructuras aquello que pierde su organización. En psiquiatría adoptan el término desestructuración como la desorganización de la personalidad. En el habla se utiliza desestructurado para referirse a algo o alguien que no respeta el protocolo, el orden o las normas usuales; en estos casos es porque se concede prioridad a la espontaneidad.

No puede predecirse la fortuna que tendrá el verbo y el sustantivo analizados aquí, pues el uso pertenece al registro culto y su empleo como tal es limitado.

 

CARIBEÑIDAD

“. . . la CARIBEÑIDAD en sus piezas. . .”

Ha habido un desplazamiento con respecto del nombre del área que ocupan las islas antillanas y las costas adyacentes del continente americano. En el siglo XIX se hablaba y escribía acerca del Mar de las Antillas y de las islas antillanas.

Quizás por influencia de la lengua inglesa comenzó a utilizarse más la denominación Mar Caribe e islas del Caribe; así como islas caribeñas y las costas caribeñas. Aparejado con esta nueva denominación se deslizó el concepto de la cultura que caracteriza esa área geográfica, de antillanía, antillano, hacia caribeño.

La caribeñidad ha de retenerse como la identidad que esos países y regiones de algunos de esos países reconocen como propios, entre los cuales se retienen las creencias, propósitos y deseos por los cuales quieren ser identificados.

Hay que aceptar el concepto de caribeñidad como una individuación de las islas y costas aledañas a las que se aludió antes; y las características que las distinguen de entre lo latinoamericano. Los rasgos de la caribeñidad pasan por las costumbres, las peculiaridades comunes de historia, las expresiones estéticas, la narrativa.

Es oportuno recordar que la palabra caribe es muy cara a los hispanohablantes de esa zona, pues ha ensanchado su campo semántico, en funciones de adjetivo. Es una palabra antigua que remonta hasta la época de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo.

Los aborígenes carib o caribes eran temidos por su fortaleza y temeridad. Eran “indios belicosos que habitaban algunas de las pequeñas Antillas y parte del continente”. Indigenismos (1977-I-337). Desde la época de la conquista y colonización Oviedo escribió que la palabra “caribe” designaba lo fuerte, picante. De allí que se hable de “ají caribe”, “hormiga caribe” (muerde, hiere). Una persona muy enfadada se decía que estaba caribe. En República Dominicana al sol “fuerte, abrasador”, se llama “sol caribe”. Diccionario del español dominicano (2013:154).

Aun cuando la palabra del título de esta sección no aparece en el diccionario oficial de la lengua corriente, el concepto existe y se reconoce internacionalmente. En consecuencia, su utilización es sancionada positivamente por el uso, especialmente en la lengua culta.

Se haría justicia si se incluyera este término en los diccionarios, no solamente los diferenciales, sino en los generales por expresar este un concepto claro, preciso y definible.

 

INTERCEPTACIÓN

“En torno a las solicitudes de INTERCEPTACIONES telefónicas. . .”

El vocablo que aparece a modo de título puede decirse que es de aparición reciente en el español cotidiano. Su uso se ha acrecentado con la práctica de intervenir llamadas o mensajes entre particulares, a pesar de que ese uso hace largo tiempo que se practica entre regímenes políticos.

Con el mencionado vocablo se trata de describir la escucha o grabación de comunicaciones entre personas o instituciones sin interrumpir la comunicación y sin que las partes involucradas se percaten de la operación a que son sometidos.

En el desarrollo de esta sección se demostrará que la selección de “interceptación” para estos fines no es la mejor y se recordará desde donde llega al español el uso de esta voz para mentar la descrita operación.

Conforme con la definición que se encuentra en el diccionario oficial de la lengua, este verbo -interceptar- no debería usarse para los fines que se mencionaron más arriba. En la definición académica de este verbo pueden resaltarse verbos tales como detener, interrumpir que no se avienen con la práctica explicada.

El diccionario que abre un resquicio para usar el sustantivo del título para la acción mentada antes es el Diccionario del español actual (1999:2667) donde puede leerse, “Apoderarse subrepticiamente [de un mensaje (cd) destinado a otro]”. El verbo apoderarse en esta acepción se utiliza con el valor de “poner algo en poder” o “poner bajo su poder”:

La aplicación que se hace de interceptación en el caso mencionado proviene del inglés, lengua en la que el verbo to intercept es “recibir (una comunicación o una señal dirigida a otra parte) generalmente de modo secreto”. Hay que destacar que en inglés no se obstruye la comunicación.

El uso continuado ha legitimado la práctica de llamar con el nombre estudiado la operación de escuchar las comunicaciones ajenas para espiar.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Barro, barullo, iniciar, rilís, contactar/constatar, poetisa/poeta/*poetiza

Por Roberto E. Guzmán

BARRO

He aquí una palabra que se ha escondido de los lexicógrafos dominicanos. No se la encuentra inventariada en los lexicones del español dominicano.

Este barro es diferente del que caracterizan los diccionarios de español corriente. El Diccionario de la lengua española de la Real Academia define el barro por el color rojizo de este. El barro que se conoció en la época de la juventud de quien esto escribe era más bien de color negro; es más, tenía un punto negro visible y era de mayor tamaño y prominencia que la espinilla cuya cabeza era blanca.

El barro que se menciona aquí era más visible, más notorio que las espinillas de los adolescentes. Podían ser dolorosos, por tanto, se recomendaba dejarlos tranquilos para que no dejaran marcas permanentes en la piel de la persona afectada por estos.

 

BARULLO

El habla dominicana conoce un barullo que se asemeja al que se conoce internacionalmente, pero que tiene una peculiaridad que lo distingue del reconocido en los diccionarios de español general.

El barullo que se ha oído usado en el habla de los dominicanos no es una confusión, mezcla y desorden de gentes.

El barullo dominicano se distingue porque es un ruido que sí puede ser producido por las gentes que se mientan en el barullo de los diccionarios generales. El barullo entonces es más ruido, sensación auditiva que mezcla o desorden de gentes. Hay más aún con respecto a esta bulla, es un ruido confuso que no permite discernir lo que se oye, se dice, o de qué se trata.

Se piensa que debe registrarse este barullo en los diccionarios de español dominicano.

 

INICIAR

“Las informaciones preliminares indican que el incendio INICIÓ alrededor de las. . .”

El verbo iniciar(se) es sinónimo de empezar, comenzar algo. También es instruir o proporcionar un conocimiento a una persona. Por ejemplo, iniciar una persona a otra en una ciencia, arte, religión o práctica, con el valor de enseñar; es decir, le aporta los primeros conocimientos sobre lo que se menciona después.

Referido a una persona, sirve iniciar para introducirla en secretos, admitirla en la práctica de algo.

Este verbo puede actuar como transitivo y como intransitivo pronominal. Esto es, no desempeña las funciones de verbo intransitivo si no es pronominal.

Cuando se trata de expresar un sitio, una hora en que un acontecimiento comienza, principia, debe ser “se inició”, sobre todo si no se conocen las causas. Si alguien enciende, prende fuego a algo, entonces, en ese caso puede decirse o escribirse que ese alguien “inició” el incendio.

Si se desea evitar riesgos de incurrir en error, pueden utilizarse verbos como comenzar, principiar, para comunicar la idea.

 

RILÍS

“. . .como para que le DEN RILÍS a menos que. . .”

Esta locución verbal, “dar rilís” es muy dominicana. La locución no se conoce en otras hablas de Hispanoamérica.

Dar rilís es, “Hacer que alguien salga rápidamente de un lugar”, Diccionario del español dominicano (2013:604). Consta allí con una oportuna documentación tomada de un diario de circulación nacional.

Aparejada con esa locución verbal existe otra que se apoya en la voz “rilís”, es “coger rilís”, que es, “Irse, marcharse rápidamente de un lugar”. En ambas locuciones subyace la idea de abandonar un sitio de modo precipitado.

En la primera acción la hace el agente de modo forzoso y, en la segunda por voluntad propia. Desde hace mucho tiempo se ha pensado que este “rilís” dominicano tiene relación con el release del inglés que en algunas de sus acepciones corresponde con el español “liberar, soltar, despedir, destituir”. Es oportuno que en esta ocasión se reconozca la deuda que tiene el autor de estas reflexiones con el diccionario inglés-español-inglés en línea de la Universidad de Granada que es muy completo y ofrece los mejores ejemplos de uso.

Para “dar rilís” el dominicano diría que es “botar”, echar, a alguien de un lugar, de un puesto o función. En la segunda locución, “coger rilís”, es abandonar un sitio o función, antes de que lo saquen o expulsen.

 

CONTACTAR – CONSTATAR

“Hemos CONTACTADO que sus empleados no saben ni tienen conciencia. . .”

Los dos verbos del epígrafe son muy distintos en su pronunciación y en sus significaciones. No debería dudarse de las diferencias que los distinguen.

El verbo contactar es un verbo de entrada reciente en el ámbito del español de solera. Entró en el sanctasanctórum de la Real Academia en la vigésima edición (1984-I-366) y allí aparecía solo como “establecer contacto o comunicación”. Más tarde se registró la acepción añadiéndole al final de esta, “con alguien”, a lo que ya constaba en ese lexicón.

El verbo constatar hace su entrada en el diccionario oficial de la lengua en la misma edición mencionada antes, solo que consta en la página 365 del mismo volumen, con la nota que procedía del francés constater. La acepción consignada fue, “Comprobar un hecho, establecer su veracidad, dar constancia de él”. Su definición ha permanecido sin cambio en ese diccionario. Junto con el verbo entró el sustantivo constatación.

Basta con leer las acepciones vaciadas más arriba para comprobar cuán alejados están los dos verbos; Por tanto, puede decirse que no hay lugar a emplear uno en lugar de otro.

 

POETISA – POETA – *POETIZA

“Te presentamos 40 POETIZAS que. . .”

Es infortunado que alguien que escribe y tiene opción entre dos palabras para expresar una idea, elija la única que no se aviene con lo que quiere manifestar.

La palabra poeta proviene del griego y llega al español por medio del latín. Esta palabra sirve para mencionar los hombres y las mujeres que componen obras poéticas. Además, es adecuada para referirse a las personas dotadas de gracia o sensibilidad poética.

Cuando se escribe que poeta es conveniente para hombres y mujeres, se deja claro que es nombre masculino y femenino.

Poetisa llegó al español proveniente del francés poétisse, Más tarde en esa lengua apareció el nombre femenino poétesse que reemplazó al que se mentó antes.

La palabra poesía ha servido de base para crear otros vocablos derivados de esta que tienen relación con la creación de poesía, poetizar, que sí lleva la letra zeta /z/; poemario, poemático, ca; poetastro, poético, ca; poetización y poetizar, las dos últimas también con letra zeta /z/.

Es probable que las tres palabras derivadas de poesía o poeta con zeta incluidas, hayan confundido a la persona que trató de ser más delicado que el pétalo de la rosa y esa persona escribió poetiza, que es una conjugación del verbo poetizar.

Algo que quizás no sabe la persona que escribió *poetiza es que muchas mujeres poetas no gustan ser llamadas poetisas, sino que se las reconozcan en tanto poetas, del mismo modo que sus iguales masculinos.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Conchoprimesco, que/quien, porqué/porqués, dupla

Por Roberto E. Guzmán

CONCHOPRIMESCO

“. . .todavía impera el concepto CONCHOPRIMESCO. . .”

La palabra que consta destacada en el texto reproducido más arriba es una combinación derivada  de dos palabras, concho y primo. Este concho posee varias acepciones en el español dominicano.

Una acepción que se retiene como puramente dominicana es la de llamar “concho” a un “servicio de transporte colectivo y urbano de pasajeros en coches o motocicletas” Diccionario del español dominicano (2013:208). Por este coche debe entenderse el carro del español americano.

Por extensión se llama “concho” también al carro que se destina al transporte público de pasajeros en un área urbana, Lo anteriormente expuesto equivale a entender que es concho el sistema de transporte, así como el carro que se dedica a ese servicio.

Fuera de ese aspecto específico del transporte, concho es una deformación de otra palabra menos elegante que se utiliza para expresar disgusto, sorpresa o incomodidad, que es el famoso coño que se considera impronunciable en público. Es de este modo una deformación suavizante del vocablo malsonante.

Hay que detener el proceso de entrar en las deformaciones de la “mala palabra” que ha producido el “cónchole, cónchale”, porque sería ir demasiado lejos en una sección que debe ceñirse a lo concerniente a “conchoprimo” y sus palabras derivadas.

Conchoprimo es un personaje que los dominicanos crearon a principios del siglo XX. Es un, “Tipo característico del pueblo insurgente, que resume toda la modalidad de nuestro temperamento impulsivo, levantisco, indisciplinado y heroico. . .” Diccionario de cultura y folklore dominicano (2005:108).

Conchoprimo fue objeto de representaciones en la prensa, D. Jacinto Gimbernard lo representó en dibujos calzando alpargatas, pantalón arremangado, cachimbo en la boca y machete al cinto; además, llevaba sombrero y el famoso fular al cuello.

Los vocablos de la familia de conchoprimo son, “conchoprimesco, conchoprimismo y conchoprimista”. Además, existe la locución sustantiva “tiempos de conchoprimo” para aludir a la época de las revoluciones montoneras.

Conchoprimesco no ha encontrado todavía alguien que lo rescate y lo incorpore a los repertorios de voces dominicanas, quizás porque es de poco uso. Esta voz hay que retenerla como adjetivo para mencionar algo del tipo o género de conchoprimo.

El sufijo -esco cuando se une a sustantivos para formar adjetivos lo hace para imprimir el valor de “propio o característico” del significado del sustantivo. Este sufijo -esco, -esca introduce la significación de “de la manera, o, en el estilo de”; que “se parece a, o, se relaciona con”.

El personaje del criollo dominicano que se unía con facilidad a las aventuras de alzamientos armados pasó al plano internacional cuando entró a formar parte del léxico recogido en el Diccionario de la lengua española que publica la Real Academia de la Lengua Española en la edición del año 2001, página 613. De la misma manera que conchoprimo entró en ese lexicón, también lo hicieron algunas de las palabras derivadas de este.

Hay que celebrar que este personaje quedó atrás, que se superó la época de las montoneras y que para las generaciones recientes este personaje es solo un vago recuerdo de la historia dominicana.

 

QUE – QUIEN

“. . .debe connotar lo establecido en el artículo. . .QUIEN establece. . .”

Quien es pronombre relativo que equivale a “el que, lo que”. En la actualidad este se emplea siempre referido a personas o a entes personificados, nunca a cosa.  El plural del pronombre relativo quien, es quienes, y no lleva acento alguno. No tiene variación en cuanto el género.  Este no necesita de antecedente, y puede encabezar oraciones explicativas y especificativas cuando es precedido de preposición.

Que también es pronombre relativo y en esa función es invariable en cuanto al género y  número, esto es, no tiene plural como lo tiene quien.  Que puede referirse a cosas o personas. Este puede desempeñar otras funciones que ni siquiera se mencionarán aquí.

Se piensa que la forma más sencilla y rápida con respecto a cuando debe usarse uno u otro de los dos pronombres relativos es si se tiene bien claro el papel que realiza el pronombre quien y en cuáles casos se utiliza.

 

PORQUÉ – PORQUÉS

“Cuando los mismos medios se niegan a responder los *PORQUÉ del pueblo. . .”

La persona que redactó la frase que se copió a modo de ejemplo del mal uso de porqué se equivocó al ponerlo en singular a pesar de que de acuerdo con el sentido de lo expuesto en esa misma frase indicaba que debía representarse en plural. Quien eso hizo es probable que así lo hiciera porque ignoraba que este porqué tiene un plural que es “porqués”.

Este “porqué” es un sustantivo masculino que significa “causa o motivo”. El plural de este sustantivo se logra añadiendo una letra ese /s/ al singular, como corresponde conforme con la regla que para esto existe en la lengua española.

La clave para distinguir este porqué sustantivo del otro que es interrogativo, pronombre o adjetivo, “por qué”, es reemplazando el primero por “causa” o “motivo”, Si el reemplazo es posible lo que cabe es el sustantivo en una sola palabra, porqué, que acepta el plural como ya se explicó.

 

DUPLA

“Si los trabajamos como DUPLAS. . .”

En el diccionario oficial de la lengua española no existe pista alguna que pueda arrojar luz sobre este uso de dupla. Hay que recurrir al Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española para hallar alguna orientación con respecto a este tipo de uso.

De acuerdo con el último diccionario, en ocho países de América, dupla se emplea para, “conjunto de dos personas que habitualmente trabajan en equipo”. Entre los ocho países los hay de Centroamérica, del norte y centro de América del Sur, así como del sur de esa parte del continente. Con esa mención se busca explicar que el uso es extendido en cuanto al territorio en que se emplea.

Dupla y dupleta se utilizan en deporte para la combinación que forman dos jugadores “que se complementan muy bien”. Este uso se comprueba en ocho países de un extenso territorio americano. Este “dupleta” no es de uso corriente todavía.

El Diccionario integral del español de Argentina (2008:629) consigna que la palabra del título puede utilizarse para dos personas o cosas que “se complementan bien, especialmente en una actividad o trabajo”. El Diccionario del español de Argentina (2000:249) limitaba la dupla al conjunto de dos personas “que realizan una tarea en colaboración y que generalmente se complementan muy bien”.

La extensión a “cosas” además de personas, comenzó a notarse ya en el Diccionario del habla de los argentinos, de la Academia Argentina de Letras (2008:311), donde puede leerse que dupla en el registro coloquial es el “dúo de personas o cosas que se complementan entre sí”.

No debe ser motivo de sorpresa si en un futuro no muy lejano el lexicón oficial de la lengua común recoge en sus páginas la voz sometida a estudio en esta sección.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

MÁS HERRAMIENTAS

30 / 04 / 2019

El Nuevo diccionario histórico del español sigue hacia adelante, y buena falta que nos hace. Estas grandes empresas lexicográficas, por su envergadura y por su duración, sufren muchos avatares en su desarrollo. Justo es reconocer, por tanto, a la Fundación San Millán y a Inditex, quienes con su colaboración y apoyo ayudan a que den sus frutos, de los que después todos disfrutamos.

Este Nuevo diccionario histórico del español aprovecha las nuevas tecnologías puestas al servicio de la labor lexicográfica; también para la difusión de los resultados. El formato electrónico en el que está concebido brinda la oportunidad de ir actualizando sus contenidos conforme avanzan los trabajos y permite que los usuarios podamos consultarlos en línea. La última actualización, que se acaba de anunciar, nos permite la consulta de más de mil nuevos artículos relacionados con las familias de palabras que designan órganos y partes del cuerpo, enfermedades, animales, armas bélicas, indumentaria, instrumentos y máquinas. Esta organización de la redacción del diccionario por grupos de palabras relacionadas tiene también mucho que ver con la superación del diccionario tradicional en formato papel.

No solo hay palabras nuevas; también se modifican y se enriquecen algunas de las ya incluidas (143 exactamente), y es que un diccionario, y aún más si es histórico, debe estar en permanente revisión. Las academias de la lengua española en todo el mundo, también la nuestra, la Academia Dominicana de la Lengua, han contribuido en estas revisiones.

El NDHE es una herramienta imprescindible para los filólogos, pero también para los hablantes interesados en la historia de las palabras, en cómo han evolucionado, han crecido o han menguado, han generado nuevas palabras o han sido olvidadas definitivamente. Bien merece que nos acerquemos a conocerlo.

UNA HISTORIA CON SECRETO

07 / 05 / 2019

Los diccionarios están para usarlos y, puesto que los hablantes de español ya tenemos a nuestra disposición muchas entradas del Nuevo diccionario histórico del español, les aconsejo que prueben a familiarizarse con su uso. Para ejemplificar la forma en que podemos aprovechar toda la información que nos ofrece busquemos una palabra.

En primer lugar, localice con su buscador de Internet preferido la página del Nuevo diccionario histórico de la lengua española (www.web.frl.es). Una vez en la página, escriba en el cuadro de búsquedas la palabra deseada. Yo he elegido añafil y, si la consulta, comprenderá que no ha sido al azar. En cualquier caso, recuerde que, aunque ya está avanzado, todavía no están todas las palabras que nos gustarían.

Una vez localizada la entrada podrá ver en el margen derecho una relación de las palabras ya incluidas que están relacionadas con la que hemos buscado; en nuestro caso, una familia corta: añafil y añafilero. Además encontrará las variantes gráficas de la palabra que se han podido documentar a lo largo de la historia: añafilanafilannafilanyafilañafyl. Así sabrá reconocerla siempre que se la encuentre, con independencia de la antigüedad del texto en el que la lea. En el apartado dedicado a la etimología, encontrará datos sobre su lengua y significado de origen.

El primer párrafo detalla la historia de la palabra, desde su primera documentación en los textos; en ella podemos conocer cómo se ha ampliado su significado y cómo se ha difundido o variado en distintas regiones de habla española. Si se atreve y consulta el diccionario, conocerá la razón de la elección de esta palabra en concreto. No desvelemos el secreto hasta la próxima semana.

 

PECAR DE ORGULLO

14 / 05 / 2019

Los lectores que hayan aceptado mi propuesta y se hayan aventurado a la consulta en línea del Nuevo diccionario histórico del español ya habrán descubierto el porqué de mi elección de la palabra añafil para ejemplificar la consulta. Ya les dije que no era azarosa. Es esta entrada una de las primeras en las que podemos encontrar los frutos de la colaboración de la Academia Dominicana de la Lengua en los trabajos de redacción de esta obra monumental.

Por el resumen de la historia de la palabra sabemos que se documenta por primera vez en uno de los manuscritos del Libro de Alexandre en el año 1250 con la acepción de ‘instrumento musical de viento parecido a la trompeta, pero recto y largo’. Con el andar de los años también se usa para denominar a la ‘persona que toca el añafil’, acepción que está documentada desde 1595 y que supera en aceptación al derivado añafilero hasta el siglo XX.

Y aquí empieza nuestra parte. El NDHE registra cómo en la República Dominicana se documenta con la acepción ‘cosa inútil o de escaso valor’ desde 1930, en el Diccionario de criollismos de Rafael Brito, nuestro primer diccionario dialectal. También da cuenta de que la palabra ha desarrollado la acepción ‘pliegues del ano’, de uso vulgar, popular y coloquial, para la que aporta como fuente nuestro Diccionario del español dominicano.

Y permítanme pecar de orgullo, un orgullo que me gustaría que fuera compartido. No se hacen una idea de lo que significa para una lexicógrafa consultar una obra histórica para nuestra lengua, histórica en varios sentidos, y encontrar su pequeño aporte, pequeño como un granito de arena, para el conocimiento de nuestras palabras, de aquí, de allá, de todos.

 

21/5/2019

NO SE LLEVEN DEL GUSTO

Aunque ya hemos recordado que las normas ortográficas académicas han eliminado algunas tildes diacríticas poco coherentes, como la del adverbio solo o la de los pronombres demostrativos, conviene recordar que la supresión de estas tildes se ha quedado ahí. Los monosílabos que la llevaban la siguen llevando. Y es que en ellos la tilde diacrítica continúa cumpliendo su función: distinguir un monosílabo átono (que no pronunciamos con intensidad en el habla) de uno tónico (al que sí dotamos de relieve en la pronunciación). No está de más repasarlos en un par de Eñes como colofón a esta serie dedicada a unas novedades ortográficas que ya van sumando años, pero que todavía no hemos asumido del todo.

Los pronombres personales él y  son tónicos y por esta condición deben llevar una tilde que los distinga de sus pares átonos: el (artículo determinado), mi y tu (adjetivo posesivo).

El pronombre reflexivo  comparte su forma y su tilde diacrítica con el adverbio de afirmación  en contraste con las formas átonas de si (conjunción condicional o nombre de la séptima nota de la escala musical). Hagamos un inciso necesario para recordar que el pronombre personal ti no lleva tilde. Sin duda es tónico, pero no existe ningún otro ti del que tenga que distinguirse.

En cambio, el pronombre personal te es átono y la ausencia de tilde lo distingue del sustantivo tónico  (infusión cuyo nombre es un préstamo procedente del chino te).

No se deje llevar del gusto, ni por exceso ni por defecto; coloque las tildes donde son necesarias y solo cuando son necesarias.

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

14-4-19

¿DEBE MARCARSE  EL ACENTO A LOS ACRÓNIMOS?

El joven periodista Neulyn González,  recién iniciado,  muestra un interés por los asuntos del lenguaje que no es común  en otros profesionales de este tiempo, aun entre los que se dedican o quieren dedicarse a una actividad –la comunicación- cuyo instrumento de trabajo es el idioma.

El acucioso redactor del diario Hoy ha preguntado a esta columna si a  los acrónimos se les marca o no el acento. El tema resulta  muy pertinente. Acrónimo  es un vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última. Ejemplo: motel (motor + hotel); Inespre (Instituto de Estabilización de Precios).

También se forma a partir de siglas, con las que se origina un vocablo que puede pronunciarse como una palabra: sida (síndrome de inmuno deficiencia adquirida).Similar caso es el vocablo Unesco, de la sigla en inglés de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Tanto “sida” como “Inespre” y “Unesco” son voces llanas  terminadas en vocal y de acuerdo a las reglas de  nuestro idioma no llevan  tilde.

La nomenclatura gremial, caso dominicano,  ofrece diversidad  de ejemplos de palabras formadas  por la fusión de los componentes de un nombre pluriverbal: Sitracode, Sitramiches, Conatra (Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte) Fenatrano (Federación Nacional de Transporte Nueva Opción), Asodemu. Todos estos acrónimos  han originado una palabra llana terminada en vocal, a la que no le marca el acento. Tampoco se tilda  Faprouasd, por ser una voz aguda terminada en la consonante “d”.

Diferente ha de pasar con los acrónimos  que terminen en vocal acentuada: Amaprosán (Asociación de Mayoristas de Provisiones de Santiago), Astrapú (Asociación de Transporte Público), Unachosín (Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes). Se acentúan como agudas terminadas en –n y en vocal.

De acuerdo a su terminación, y el tono en que se pronuncian, requieren la marca gráfica del acento los acrónimos: bonogás, Tropigás y todos los formados con el vocablo gas al final. Por igual los acrónimos de Industrias Banilejas: Indubán, y de Central Nacional Movimiento Choferil del Transporte,  Mochotrán.

Ortografía

 

La Ortografía de la lengua española, publicación oficial de la Rae y las demás academias de la lengua, señala al respecto lo siguiente:

“En los acrónimos, el acento prosódico  suele recaer en la sílaba que cumple con el patrón mayoritario en español para palabras con esa misma configuración…; no obstante, en aquellos que se han incorporado desde otra lengua puede influir también la acentuación etimológica,  como se ve en láser, voz llana conforme a su pronunciación en inglés, a pesar de que la mayoría de las palabras españolas terminadas en –er son agudas”. (pág. 581).

Del inglés hemos recibido también los acrónimos: cedé (CD, disco compacto), cederrón (CD-ROM, disco para lectura), devedé (DVD, disco con imagen), emepetrés (MP3), elepé (LP, disco de larga duración).

Por  pura gramática española llevan tilde los acrónimos: oenegé (ONG, organización no gubernamental), Indocafé (Instituto Dominicano del Café).

Por el contrario, el  acrónimo  radar (Del inglés radio detecting and ranging,  detección y localización por radio)  no precisa marca de acento porque en español es palabra aguda terminada en consonante diferente de –n y de –r.

La sigla de Organización del Tratado del Atlántico Norte se acomoda al patrón silábico del español y se pronuncia como una palabra: OTAN, unos la pronuncian Otan (como llana)  y otros Otán (como aguda). Los acrónimos escritos en mayúsculas no requieren tilde.

Los acrónimos lexicalizados (funcionan como una palabra) sí llevan tilde, conforme a las reglas del español. Para  más información, consulte a Fundéu (Fundación del Español Urgente).

14-4-19

 

NO DESPERDICIE LAS PALABRAS

La economía verbal  es una condición del buen uso del idioma y no es competencia exclusiva de periodistas y escritores. Es cuestión de todos los hablantes, pero obviamente, a mayor nivel de educación, mayor compromiso  con el empleo adecuado de nuestro idioma.

Vamos a comentar unas locuciones, de uso frecuente, y que la actitud que se tome con éstas  implica hacer buen o mal uso del idioma. Se trata de expresiones que por repetidas no escapan de considerarse viciosas. Tampoco dejan de serlo por el nivel social y cultural del hablante que las emplea. Veamos algunos ejemplos.

  1. De forma y manera. Forma y manera son palabras afines, no es necesario,por tanto, usarlas al mismo tiempo. Algunas personas al hablar en público suelen emplear tal locución adverbial  a modo de conclusión de su discurso: «De forma y manera que en lo adelante hagamos las cosas de este modo». Basta con decir: De  manera que estas son mis recomendaciones. O también: Lo encontré de  forma
  2. b) Nada más y nada menos. No siempre que se usa esta expresión se justifican los adverbios. Quien quiera destacar la presencia de alguien en un lugar o una actividad, está bien que lo anuncie con un «Nada menos que…». (Nos acompaña nada menos que el director) Ahora, si usted quiere ser preciso en cuanto a la valoración de un sujeto, emplee el «Nada más…» (Es nada más que un gacetillero).
  3. c) Vuelvo y lo repito. Es expresión muy empleada en la enseñanza. Pero profesores y profesoras, y quienes los imiten en eso, deberán recordar que con decir «Repito…» ha dicho «lo hago de nuevo». (Repito la explicación) (Repito para los que no estaban atendiendo).
  4. d) Resulta y viene a ser. Es frase cómoda para enlazar elementos en el discurso narrativo, pero ¿para qué usar «viene a ser» si ya empleamos «resulta…»? Ahorre palabras. Pero es lícito emplear “viene a ser” ( Resulta que ahora Roberto es un héroe) (Eso viene a ser un robo).
  5. e) Mas sin embargo. Muchos creen que la conjunción adversativa «mas» (sin tilde) no puede valerse por sí misma y la recuestan de otra conjunción, «sin embargo», pero cada una puede andar sola. Lo mismo que si fuera «pero…» que tampoco requiere de «sin embargo» para expresar «adversidad». (Dice que me quiere, mas no lo demuestra) (Dice que me quiere, sin embargo no lo demuestra).
  6. f) Yo tengo un amigo mío. ¿Lo ha oído? Hay a quien no le basta con decir «Yo tengo un amigo que es escritor» o «Un amigo mío es escritor”.
  7. g) Hace diez años atrás. La usan hasta escritores y líderes políticos. Pero ¿para qué ese «atrás»? Si la forma verbal «hace», en pasado, indica que ya pasó y por tanto ese tiempo está “atrás”.
  8. h) Vuelve y comienza. Para nada es necesario el «vuelve» si como quiera se tomará el comienzo de la actividad que se había intentado, como por ejemplo, cuando un estudiante lee algo en clase, lo hace mal y el profesor le pide que lo haga de nuevo con el «vuelve y comienza». Bastará con «comienza…».
  9. i) Te llamo para atrás. Qué horror, gente considerada estudiada de “llamar para atrás”. Bastará con decir “te llamo”, “dígale que yo lo llamo” (y hasta el yo sobra).

No tema usted a ahorrar palabras, el ahorro es bueno.

Bacano, accionariado, establishment/*estabilishment, filial/filiar, alimentaria/alimenticia

Por Roberto E. Guzmán

BACANO

“. . .corte de pelos o pelada BACANA. . .”

Los dominicanos son prolijos en la creación de nuevas voces o en añadir nuevas acepciones a voces que se hacen de moda, es decir, que se usan con mucha frecuencia. Eso que se acaba de escribir es algo que ha sucedido con la voz del epígrafe.

Esta voz se utiliza también en Ecuador y Colombia. En esos dos países solo sirve para expresar, “chévere, estupendo” y la usan los jóvenes. Además de esa significación, en República Dominicana la voz tiene dos acepciones más.

Referido a persona, en República dominicana es, “extraordinaria, que sobresale por su inteligencia o por sus grandes habilidades para algo”, así mismo relativo a persona es, “que va a la última moda”.

No hay que extrañarse si en el habla, algunas personas, sobre todo jóvenes, se oye que utilizan la voz bacano/a para aludir a otras cosas. Pueden usarlo para referirse a alguna cosa que funciona bien.

Como una rareza puede mencionarse que bacana en tanto nombre femenino, es un “jolgorio, alegría”. Diccionario de dominicanismos (2002:31). Otra rareza es bacanería, para expresar que algo es una chulería. La creatividad no se detiene ahí, pues en otro diccionario se encuentra bacana con la significación de “charla desenfrenada, bulla grande”, que fue como lo consignó Brito en su Diccionario de Criollismos (1931). Bacano se halla también asentado como “alegre, resuelto, animoso”. Diccionario de dominicanismos (2010:29).

 

ACCIONARIADO

“. . .intención del gobierno de vender una parte del ACCIONARIADO. . .”

No es algo realmente censurable que alguien se equivoque en la selección de la palabra certera con respecto a vocablos que pertenecen a un léxico de alguna ciencia específica, sobe todo, si quien escribe no es un especialista en esa rama del saber.

La palabra accionariado representa al conjunto de accionistas de una sociedad. Accionista, a su vez es el dueño de una o varias acciones. Una acción es entonces una de las partes en que se divide el capital de una empresa y el título que acredita su valor.

Es necesario volver a la palabra accionariado. Es el conjunto, es decir, el agregado de varias personas. No cabe que conforme con la redacción se vendan las personas en conjunto; eso no es posible; tampoco es posible que se vendan individualmente. Lo que sí puede venderse es una parte de las acciones -o todas- de las que forman el capital de esa empresa.

Hay que ser cuidadoso al escribir para el gran público porque este tipo de error puede inducir a muchos lectores a imitar este mal ejemplo.

 

ESTABLISHMENT – *ESTABILISHMENT

“. . .unidos por miles de hilos al ESTABILISHMENT. . .”

Las voces extranjeras, son voces extrañas que confunden a muchas personas. Esto así porque son ajenas a la naturaleza y condición de la lengua española. Esas son voces que lo más sano es evitarlas, aunque sea al precio de utilizar un rodeo o una perífrasis, esto es, que haya que emplear varias palabras para expresar lo que el anglicismo significa.

La palabra inglesa que ha sido adoptada -que no adaptada- con su grafía de origen en el seno de la lengua española por los mentores del buen decir y mejor escribir, ha entrado en forma cruda.

En el Diccionario de la lengua española esta voz significa, “Grupo de personas que ejerce el poder en un país, en una organización o en un ámbito determinado”.

Esta no es la acepción que recoge el Merriam-Webster´s Dictionary. En este puede leerse algo que traducido corresponde a “grupo social, económico y político de líderes que forman una clase gobernante”. Puede aceptarse como “grupo que controla, predominante, dominante”. No hay que extrañarse si alguna persona entiende que es una elite en el poder, de cualquier género de poder que este sea.

De todas formas. Se espera que quien incluya un voz extranjera en una redacción en español lo haga de modo responsable; es decir, que se acomode al uso culto. En este caso debe ponerse en letra cursiva y reproducirlo de manera exacta, sin distorsionar la grafía.

Con respecto a la acepción, no hay que ceñirse a lo que la voz significa en la lengua de la cual procede. Puede muy bien redactarse una acepción que se ajuste al uso en la lengua en que se la acepta.

 

FILIAL – FILIAR

“. . .el amor FILIAR de los padres. . .”

“. . .el amor FILIAR ha de estar atravesado. . .”

Filial es un adjetivo que transmite la idea de vínculo de hijo con el padre. Por extensión ha llegado a relacionar el vínculo entre una entidad dependiente de otra principal.

Filiar, por su parte, indica que se toman los datos personales de alguien. El verbo afiliarse, pronominal, señala que la persona se inscribe o incorpora a una organización o en un grupo.

Es fácil sacar la conclusión de que en la cita debió aparecer el amor filial que existe entre padre e hijos. Las dos palabras pertenecen a la misma familia en el latín.

 

ALIMENTARIA – ALIMENTICIA

“. . .la transformación de la industria ALIMENTICIA. . .”

Alimentaria es un adjetivo sin secreto, posee una acepción tradicional en la lengua, “Perteneciente o relativo a la alimentación”.  La segunda acepción que figura en el Diccionario de la lengua española es, “Propio de la alimentación”. Esto es, “De la alimentación o de los alimentos”. Gran diccionario de la lengua española.

Alimenticio es adjetivo también que se define, “Que alimenta o tiene la propiedad de alimentar”. “Perteneciente o relativo a los alimentos o a la alimentación”. Estas acepciones son del primer diccionario citado más arriba. Es igual que decir que “Se aplica a lo que alimenta. . .” Esa última es una parte de la definición del Diccionario de uso del español (2007:138), Más concreto todavía, alimenticio es que sirve para alimentar.

Si se piensa y se analiza el asunto, la industria no es la que alimenta. Los ejemplos en los dos primeros diccionarios antes citados coinciden para usar “alimentaria” en el ejemplo de uso, allí se lee, “industria alimentaria”.

Luego de todo este ejercicio para separar las dos palabras, hay que considerar la realidad en la lengua. El uso se mueve hacia considerar las dos palabras del título -alimentaria, alimenticia- como sinónimas. Conceder la preferencia a uno u otro en los casos de la redacción específica dependerá en gran medida del uso del país. Esto es algo que va contra lo que se entiende por norma, pero que sigue la evolución de la realidad palpable en la lengua.

© 2019, Roberto E. Guzmán