Celebran seminario sobre la tradición metafísica en la poesía
Los directores de las Academias Puertorriqueña y Dominicana de la Lengua Española, doctores José Luis Vega y Bruno Rosario Candelier, presidieron la celebración del seminario “La tradición metafísica en la poesía contemporánea”, dirigido a escritores, intelectuales y poetas a quienes les insufló un despertar hacia un mundo desconocido, que los organizadores vincularon a la creación poética en la literatura moderna. Esta convocatoria literaria, con especial atención a poetas, escritores y académicos, se efectuó en el Santo Cerro de La Vega Real.
Esta jornada literaria fue precedida por la presentación de una nueva obra de Bruno Rosario Candelier,La experiencia cuántica en la poesía de José Luis Vega, en la que se estudia la lírica del ilustre poeta puertorriqueño a la luz de la teoría de la física cuántica y los conocimientos de la metafísica y la dimensión estética del lenguaje.
El libro está enfocado en la más reciente obra poética de José Luis Vega, Sínsoras, inspirada en vivencias estéticas y espirituales del poeta boricua. La obra describe al poeta como un ser sensible que ha sido capaz de interpretar aquellas manifestaciones de la naturaleza que la ciencia de la física cuántica ha podido constatar con la certeza de la comprobación con datos avalados en una fuente investigativa mediante la aplicación del método científico de experimentación y comprensión, expresó Gisela Hernández al presentar la obra del académico dominicano.
Por su parte, al abordar la experiencia cardinal en José Luis Vega, Rosario Candelier consignó: “La enseñanza milenaria del pensamiento presocrático gravita en la poesía de José Luis Vega. Se trata de la intuición cósmica que enaltecieran pitagóricos y platónicos, que Leonardo da Vinci sintetizara en acertada frase de inspiración cristiana, gnóstica y cabalista: “Todo viene de Todo, todo deviene en Todo y todo vuelve al Todo”. Articulado a una perspectiva científica, prevalido del lenguaje metafísico y de los modernos recursos de la creación poética, José Luis Vega retoma la sabiduría espiritual de iluminados y contemplativos para hacer del poema una gema de verdades de vida e inspirados cantos, tendencia afín a la sensibilidad espiritual de quien ha dado el salto a la metafísica en pos de una veta profunda, mística y cuántica, para darle hondura, belleza y sentido a la creación poética. Su lírica funda una visión integradora que recrea y sintetiza la armonía universal de la ternura cósmica, la visión objetivada de la ciencia física y la onda interior de la experiencia cardinal, cuántica y metafísica, en su devenir misterioso y mágico. Esa confluencia de conocimientos y actitudes da categoría y esplendor a una poética que encauza el fluir de lo viviente bajo la suprema apelación de la fuerza que atrae todo hacia su centro, pues como dice nuestro poeta, “Todo tiende hacia el otro/…y siempre sin reproche”. A esa visión universal se suma la emoción estética y la fruición espiritual de una poesía arraigada en la experiencia cuántica y la vivencia metafísica con encanto lírico y fascinación simbólica”.
José Luis Vega inició su participación con un testimonio sobre la forma casual como encontró unos libros de metafísica. Escuchar el descubrimiento por parte del poeta de una puerta que abrió sus ojos y su intelecto a un mundo inexplorado hasta ese momento fue algo que cautivó a los presentes. Ese singular descubrimiento le permitió apreciar en la poesía de grandes autores las verdades que hasta ese momento para él eran incomprensibles. Esos libros antiguos y de títulos extraños le despertaron la curiosidad metafísica que se acentuó tras una experiencia cardinal ante la pérdida física de su padre, en la que fue testigo de una “transfiguración”, ya que presenció una alteración de su figura estando a solas con el cadáver de su padre donde comienza a encontrarle un sentido a determinadas experiencias suprasensibles. Esos libros hablaban de muerte, de cielos y de transición. Esos hechos marcaron su iniciación en los estudios teosóficos y despertaron su interés por personajes y temas de la trascendencia cuya influencia aprecia en la literatura contemporánea. “Las ideas solo valen algo cuando uno las descubre por sí mismo”, dijo Vega. Citó autores como Leopoldo Lugones, César Vallejo y Jorge Luis Borges, que leyeron libros como los que él leía, y entonces descubre que parte de la dificultad de algunos poemas se debe a que están ligados con el pensamiento metafísico. Sostuvo que desde el siglo XIX hay constancia de que importantes intelectuales, escritores y sectores sofisticados de la alta sociedad se dedicaban a estudiar esos temas del pensamiento metafísico y otros saberes que forman parte del conocimiento esotérico. Habló de la obra de madam Blavasky, y cómo fue superando la ignorancia sobre ese tema.
José Luis Vega dispuso el desarrollo del seminario sobre un tema que se presta para causar rechazo o cuestionamiento; sin embargo, manejó la exposición con una fluidez y un dominio de conocimientos, a lo que sumaba una actitud armónica, enriquecedora y ejemplar. Las palabras salían de los labios del intelectual boricua expuestas sobre un tema manejado con propiedad y rigor, porque no lo aplicaba a cosas inventadas o leídas por otros, sino integradas a sus propias vivencias y sus recuerdos, a lo vivido, lo soñado y lo imaginado por el autor.
Los participantes se conectaron en este seminario con apasionado interés cuyo objetivo era introducir a los presentes en el mundo de la sabiduría metafísica a través de la creación literaria y al mismo tiempo despertar una emoción estética y una fruición espiritual para valorar más allá de los límites que frenan nuestra inteligencia. El expositor insufló vida nueva a la interpretación estética y espiritual de importantes textos poéticos, mediante una interpretación que procuraba ser leal, honesta y cónsona con sus vivencias e intuiciones para canalizar en sus palabras una obra de calidad y trascendencia. Con suerte dejó hambriento de conocimientos a más de uno que no se conformaron con lo que escucharon del intelectual puertorriqueño, pues se sintieron motivados para lanzarse al estudio de grandes figuras antecesoras del pensamiento trascendente. “Hacerse uno con el Todo y que todo se vuelva Uno”, sentencia que podría cifrar una de las conclusiones de este memorable encuentro literario.
José Luis Vega ejerció la docencia de literatura y dirigió el Departamento de Estudios Hispánicos y el decanato de Humanidades en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Fue también director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Actualmente es el director de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española y es reconocido como el poeta boricua más relevante en la actualidad. El ilustre poeta puertorriqueño es también miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua.
Santo Cerro, 15 de marzo de 2014.