CHARLA SOBRE “LA LECTURA EN LA ÉPOCA TECNOLÓGICA”

La Tertulia Literaria de la Academia presentó la conferencia de Miguel Solano. En su introducción, Ofelia Berrido expresó que desde la Revolución Industrial de mediados del siglo XVIII, Europa experimentó grandes transformaciones que crearon un incremento en la producción y la comunicación terrestre mediante nuevas rutas de transporte, como el uso del  ferrocarril. En la revolución industrial del siglo XIX hubo un despertar de la tecnología química, petrolífera y eléctrica como preámbulo que nos conduciría a la gran tecnología del siglo XX.
Alegó que dichas transformaciones e inventos fueron motivados por las guerras y el desarrollo militar: la radio, los grabadores, el radar, el teléfono, el fax, el televisor, el almacenamiento magnético e incluso la energía nuclear. Indicó que la nueva tecnología cambiaba al mundo: fue la época de la comunicación donde los antropólogos buscaban nuevas formas de explicar la nueva sociedad que surgía como resultado de estos avances.  El sociólogo norteamericano Gerhard Emmanuel Lenski, con su contribución a la sociología de la religión, afirmó que mientras más información y conocimiento, más avanzaba la sociedad.  Según ese antropólogo, las cuatro etapas del desarrollo humano son: la primera etapa, en la que la información y el conocimiento se transmiten por los genes; la segunda, mediante el concurso de la experiencia; la tercera, con el influjo de la lengua y la escritura; y la cuarta, mediante los avances que se traducen en desarrollo económico, social y político con la distribución de bienes y servicios. Miguel Solano expresó que lo más importante del actual proceso electrónico, sobre todo para los padres, es cómo puede afectar la moral y el valor frente a los desafíos y la vocación que el ser humano desarrolla. Señaló que los grandes desafíos del ser humano son encontrar valor para enfrentar los dilemas de la vida y qué cosas se pudieran hacer para obtener grandes satisfacciones. Y que es importante saber que la llama de la vocación del ser humano no puede ser encendida desde fuera y el valor no se enseña en las aulas. También, es preciso descubrir cómo el Internet puede ayudar para que el ser humano pueda desarrollarse y no se aniquile o se haga adicto, porque cualquier adicción es dañina.

Al enfocar el tema sobre la lectura en la sociedad tecnológica, Solano afirmó que el hombre moderno enfrenta grandes retos, pero ninguno como la imposibilidad de encontrar a través de los diferentes métodos de educación su verdadera vocación. Es difícil resolver el misterio de descubrir la vocación, que se expresa como una llama o fuego que se siente en el interior del ser. Saber esto, indudablemente le ayuda a vivir una vida más plena y feliz. Esta nueva época del mundo digital permite otro acercamiento al problema. El niño lee en su casa a través del internet y va a la escuela más que nada a  aprender a socializarse.  Las tareas le son enviadas por internet y por ese mismo medio las realiza.  Puede usar su computadora portátil, leer desde sus libros digitales. Es una época diferente con otro acercamiento a la realidad interior. Es la nueva escuela: la de la época de internet. En el mundo de hoy el joven debe tener más valor porque el mundo real le produce miedo. Antes, el joven vivía en su entorno y luego al graduarse de secundaria decidía salir al mundo a aventurar. Tenía edad suficiente y deseaba ver lo que estaba afuera.  Ahora el joven entra al internet y se encuentra con un “universo” de conocimiento e información, el otro lado del mundo está al clic de los dedos.  No está listo para afrontar el mundo entero de golpe, tan abruptamente, pero tiene acceso a lo que nunca soñó y debe afrontarlo. Entonces… escapa de la realidad y vive en las carreteras cibernéticas y navega por sobre las ondas de la red: estar conectado lo libra del fantasma del miedo a enfrentar ese gran mundo: el internet realiza ese prodigio.  El joven se siente protegido…Puede ver el mundo sin salir de su cuarto. Y así esta generación de conectados ha creado su propio idioma: “El lenguaje de internet”. Expresarse con un lenguaje especial le da la sensación de seguridad y pertenencia. Con la masificación de la cibernética y el inicio del nuevo milenio se ha dado paso a una nueva generación literaria en República Dominicana y en el mundo. Es la generación literaria del Internet.

Subrayó Solano en su disertación que la propuesta literaria de la generación de internet busca presentar lo obvio, pero tratando de que siempre aparezca como desconocido. También desean aceptar como posible un mundo donde la falta de moral no constituye un peligro de extinción sino una excitante forma de vida entre los sabios.  Contrario a todas las propuestas narrativas anteriores, su lenguaje no proviene del pueblo. Para esta generación de jóvenes ya no constituye una preocupación las preguntas de ¿quiénes somos?, ¿cuál es nuestra misión? y ¿hacia dónde vamos? Han decidido que se ha malgastado el tiempo en esas tonterías y que es sabio aceptar lo que somos: humanos, que tenemos como misión el jugar a hacernos felices y que podemos ir a las playas, a los ríos, a las fiestas, a las calles cibernéticas… Su tipo de literatura es el resultado de la influencia tecnológica en su mundo narrativo, en su acelerada forma peculiar de vida, en su desesperado comer y vestirse. Otro punto interesante es el hecho de que los seres humanos necesitan explicarse a sí mismos, a su propia conciencia, pero la  juventud de hoy, sin malicia, realmente piensa que copiar de internet lo que leen no es robar, no creen en la propiedad intelectual: el saber es de todos, el conocimiento no tiene dueño.

Enfatizó el disertante que los valores culturales definen a las generaciones y cada una tiene la obligación de recoger la evolución espiritual de la época en que viven y hay que preguntarse: ¿tiene posibilidad de sobrevivir esta propuesta estética de la generación del Internet?  ¿Serán capaces de recoger y presentar al mundo la evolución espiritual del pueblo quisqueyano actual?  ¿Cómo lograrán estructurar una narrativa en la cual conocer al vecino ya no es importante porque el mundo tecnológico le crea la ilusión de que conocen al Universo? ¿Podrá entrar este discurso dentro del codiciado “salón de los clásicos”?, se preguntó el escritor y académico.

Hubo numerosos comentarios entre los asistentes, como el de Farah Hallal, que intervino para manifestar que el Internet hay que asimilarlo y usarlo a nuestro favor, porque es una realidad de la que no podemos sustraernos y se hace necesario que estemos abiertos a este proceso cibernético.

Miguel Solano nació en Sabana Grande de Boyá, provincia Monte Plata, el 22 de junio de 1958. Creció en San Miguel, batey cañero de El Seibo. Economista por la Universidad Central del Este, de San Pedro de Macorís y Postgrado en Economía Agrícola, por el Instituto de Estudios Agrícolas de Mutigliano, Lucca, Italia; Licenciado en Bienes Raíces por la Escuela Estatal de Massachussets, Estados Unidos de América. Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua, del Grupo Mester de Narradores, Dirigente Nacional del Ateneo Insular y cultor del Movimiento Interiorista. Ha publicado Pedagogía del alma, El castigo final, La generación sin conflictos, El culpable, Ópera del cernícalo, Las lágrimas de mi papá, La imaginación infantil, Sinfonía del águila, entre otros. Santo Domingo, Casa de las Academias, 10 de abril de 2010.

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