PRESENTACIÓN DE LA POESÍA MÍSTICA DE TERESA ORTIZ
En la presentación señalé que la poesía inspirada en la llama divina se nutre de un poder que alienta la voluntad creadora para emprender los más altos ideales del espíritu, como lo evidencia Jardín de Reflexiones. El lirismo de la creación literaria de Teresa Ortiz impregnó la sede de la Academia Dominicana de la Lengua al escucharse los poemas y el análisis de esta obra.
En el ensayo, titulado «La iluminación mística en la lírica de Teresa Ortiz», ponderé la calidad de la poesía de la escritora, a quien consideré una de las voces místicas más singulares de las letras dominicanas. «La poesía inspirada en la llama divina se nutre de un poder que fecunda la sensibilidad estética y alienta la voluntad creativa para emprender los más altos ideales del espíritu. Jardín de Reflexiones es un libro diferente porque está impregnado de una doble gracia espiritual: la gracia lírica de su forma expresiva y la gracia mística de su contenido trascendente, virtudes que se aúnan en la hermosa creación de Teresa Ortiz». Agregué que la teopoética de esta escritora posee características como las siguientes: Serenidad emocional en sintonía armónica con lo viviente; canto místico con una imagen sensible de lo divino; empatía emocional, limpia y genuina; lenguaje impregnado de amor, comprensión y piedad universal con el encanto de la fruición espiritual, entre otras cualidades que los presentes pudieron aquilatar, guiados por la voz de la propia autora, quien junto a Rosa Iris Clariot declamó versos que arrobaron al público.
Destacamos los siguientes versos: «Si las tinieblas envuelven/mis cristales de Luna /y no puedo tener luz para mirarte /!no importa!/ Te sentiré en el espíritu», para consignar: “Teresa Ortiz vive consustanciada con la Naturaleza en una actitud de amor y espiritualidad, al engarzar a su hermosa y cautivante lírica fundada en el acontecer de lo viviente, el sentimiento de lo divino que hace de su sensibilidad, porosa a la Belleza y el Misterio, una fuente luminosa de ternura mística en cordial sintonía con el ideario estético del Interiorismo. Es su poesía un testimonio lírico y simbólico de la valoración de lo sagrado. Con amorosa empatía espiritual, capta y expresa la voz profunda del Cosmos, mediante el sentido musical de su sensibilidad y el aliento sonoro de su lírica”.
En otra parte de mi disertación subrayé la connotación formal de esta creación poética: “Hace una aplicación de los recursos compositivos para significar el gozo del alma al sentirse parte integrante de la Creación, razón por la cual la cultora de estos versos amartelados en la llama divina canta con fruición el esplendor del Mundo y pondera la gracia de la Lumbre que la arroba y transfigura mediante los recursos literarios de antítesis y paradojas, que el Misticismo cristiano enalteciera en la voz sublime de fray Luis de León y la gracia mística San Juan de la Cruz”.
Finalmente ponderé su aporte poético: “El amor a la sabiduría, el placer de la belleza sutil, el desarrollo de los valores interiores, la empatía universal y el sentimiento de lo divino que eleva a lo más puro, constituyen una señal que pauta en la conciencia mística el derrotero de una apelación trascendente en virtud del origen divino de nuestra creación y el destino inexorable de nuestra meta, aliento que nos concita interiormente para el reclamo de la vida interior, que estos versos de Teresa Ortiz ponderan y proclaman”. La entusiasta participación de los académicos Rafael González Tirado, Víctor Villegas y Rafael Peralta Romero, así como del público presente, hicieron que el desarrollo de la actividad reafirmara la importancia que reviste este Diálogo de Lengua. Santo Domingo, Ciudad Colonial, 17 de noviembre de 2009.
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