Tranque, macana
Por Roberto E. Guzmán
TRANQUE
“Aquí viene otro TRANQUE”.
En el español dominicano hay más de un tranque. Además, el verbo trancar reviste características especiales en el español dominicano que lo distinguen de las demás variedades de español. Esta es una oportunidad para tratar bajo un solo título toda la familia de trancar, incluyendo la tranca dominicana que es muy especial.
La voz tranca es considerada una “voz patrimonial del castellano y el portugués”; con esas palabras introducen el tema Corominas y Pascual en su muy celebrado Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1982-V-593). Esta palabra es de origen incierto. En un principio el verbo fue atrancar en el siglo XIV. Hacia el siglo XIII ya se usaba para “atascar, obturar, represar”. En el siglo XV se encuentran documentos en los que la puerta estaba cerrada con una grand tranca.
En los campos dominicanos hasta hace unos 65 o 70 años se podía encontrar casas que tenían las trancas como las describió Covarrubias, “Barra de madera fuerte que atraviesa las puertas por dentro. . .”
Como era de esperarse, en América se añadieron algunas acepciones a la voz tranca bastante alejadas de su origen. En el registro coloquial en Argentina desde hace muchos años una tranca es una borrachera. D. Rufino J. Cuervo trae esa acepción también entre bogotanos para “borrachera en que se dan trancos”. Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano (1955:561).
En Argentina se encuentra la tranca para cerrar la puerta de un corral; así como, “La acción de embriagarse”, en su segunda acepción. Diccionario de argentinismos del siglo XIX (2006:309). La tranca de embriaguez se usa en otros países además de Argentina, en Bolivia y Chile. En República Dominicana Dña. Consuelo Olivier recoge tranca para borrachera. De nuestro lenguaje y costumbres (1967:78). Durante algún tiempo tranca se usó para llamar así el peso dominicano.
En América el verbo trancar con el sentido de cerrar es de uso en Costa Rica, Cuba, Nicaragua, Puerto Rico y Venezuela: hasta entre los isleños de Luisiana en los Estados Unidos fue de uso.
En el español dominicano hay una tranca que no se conoce en otras hablas, ni siquiera de las Américas. Esta tranca es, “Referido a persona, muy competente o talentosa”. La aparición de esta acepción para la persona valiosa y competente puede asegurarse que es relativamente reciente; esto así porque la primera mención en un lexicón con esta acepción viene en el Diccionario de dominicanismos de Carlos Esteban Deive, quien define a esta persona, “Persona fuerte, inteligente, de carácter”.
Se puede avanzar la tesis de que la palabra tranca para “inteligente estudioso” nació en el idiolecto de los jóvenes estudiantes al final de los años cincuenta o principios de los años sesenta del siglo XX.
El verbo trancar en el habla de los dominicanos no es simplemente encerrar, pues también se usa para encarcelar; o por lo menos, detener un representante de la autoridad a una persona. De ahí el famoso ¡tránquelo! de las órdenes arbitrarias.
Desde el momento en que la tranca era grande y fuerte podía preverse que terminaría denominando también el pene en el habla vulgar de los dominicanos.
Una vez repasado todo lo anterior puede enfocarse el interés en el tranque. La primera acepción que destaca sobre las demás para este tranque es la que se refiere al obstáculo o impedimento que entorpece. De allí era previsible que llegara al sentido metafórico que ha alcanzado en República Dominicana y Puerto Rico donde sirve para expresar, “Situación problemática cuya solución no se vislumbra”.
Este mismo tranque sirve para expresar cuando en un juego, especialmente en el dominó, las jugadas terminan por no haber más fichas en manos de los jugadores de las pintas que reposan al final de las colocadas en la mesa de juego.
La tranca alumbró otra voz en el español americano. El trancazo es un golpetazo que el español peninsular asumió como uno propinado con una tranca. Desde que el hablante de español dominicano entendió que la tranca es grande y fuerte, transfirió este golpe a cualquier golpe fuerte propinado con ayuda de algo o solo como efecto de la acción humana con mucha fuerza en una generalización del golpetazo peninsular. Este trancazo se generalizó en toda Hispanoamérica.
Se concluye aquí el estudio de tranca, trancazo y tranque con sus respectivos significados del habla general, americana y dominicana.
MACANA
“Esa MACANA que anida en cada corazón…”
El vocablo macana lo encontró el europeo en lo que devino más tarde en ser llamado América. Parece que el vocablo tuvo fortuna porque transitó rápidamente en el Nuevo Mundo; es decir, se mencionó en América del Sur tanto como lo había sido ya en las Antillas. El vocablo es muy interesante en el español americano; puede asegurarse que es fundamental en el español dominicano pues ha servido, entre otros usos, para formar locuciones de uso en el habla cotidiana.
El vocablo macana figura en el siglo XVI en escritos acerca del Nuevo Mundo. Ha habido diferencias en cuanto al origen del vocablo macana, si el encuentro de este se produjo en la lengua de los aborígenes taínos o en Tierra firme. El P. Las Casas afirma que de La Española se llevó al continente. D. Fernando Ortiz encontró una voz parecida, makana, en dialectos bantúes.
Para orgullo de los dominicanos puede consignarse aquí que D. Emilio Tejera en Indigenismos, asentó la historia completa del vocablo estudiado aquí. (1977-II-920-944).
El Diccionario de autoridades publicado en 1732 trae noticia de la macana, “Arma hecha de madera fuerte, del tamaño y figura de un alfanje, al que solían añadir una punta de pedernal, de la cual usaban los indios antes de que conociesen ni tuviesen hierro”. (1963-V-443). Versión español moderno, RG.
Durante largo tiempo varios diccionarios incurrieron en la ligereza de escribir para la definición de la macana, “garrote grueso”, hasta que se percataron de que todos los garrotes con gruesos.
Algunos diccionarios “se curan en salud” al escribir que la voz macana proviene del arahuaco-caribe. Al escribir de este modo cubren la posibilidad de que se conociese tanto en Tierra Firme como en las islas.
La macana dominicana en tiempos modernos es un, “Arma policial que consiste en un garrote corto”. De allí pasó a usarse para significar “fuerza física, reloj grande o lujoso”; por último, “pene”. No hay que sorprenderse de que la voz macana haya llegado a usarse para mencionar el pene si se piensa en la descripción, “grande, garrote”. La fórmula “macana” Se usa para alentar a alguien para que imponga su autoridad o haga uso de la fuerza”.
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