Sabichoso, en tanto que, la génesis / el génesis

Por Roberto E. Guzmán

SABICHOSO

La voz del título de los siguientes párrafos se conoce en el habla de los dominicanos. Todas las personas que se han ocupado seriamente de la lexicografía dominicana han consignado esta voz en sus repertorios. El aspecto que se enfocará más abajo es el concerniente a las acepciones que se reconocen y la redacción de estas.

Con respecto a este punto no todos los repertorios de palabras dominicanas concuerdan. El autor de estas apuntaciones introducirá un matiz a lo escrito por varios de los tratadistas del tema, y, reconocerá quién introdujo un elemento esencial en la definición.

Desde el año 1930 en que se editó el Diccionario de criollismos de Ramón Brito acerca de las voces dominicanas, muchos tratadistas de la materia se han limitado a repetir lo que él escribió para sabichoso, “inteligente, habilidoso”.

  1. Emilio Rodríguez Demorizi en Del vocabulario dominicano (1983:229) solo consigna el equivalente que él reconoce para sabichoso, malicioso. Se está de acuerdo con añadir este adjetivo para sabichoso, pues el sabichoso dominicano no es solamente inteligente y habilidoso.

El sabichoso dominicano usa su inteligencia con malicia para actuar astutamente, ocultando la verdadera intención de sus palabras y comportamiento. No se trata solo de habilidad, sino de la intención de engaño.

Se está de acuerdo con lo que vierte el autor del Real diccionario dominicano (2017:310) en que el vocablo sabichoso se aplica a los niños, para reconocer en ellos el grado de inteligencia. Lo que faltó que se añadiera es que ese niño no es solamente inteligente, sino que tiene también la viveza mental para hacer travesuras ingeniosas que por su naturaleza merecen  reprensión y sin embargo se toleran sin castigo.

 

EN TANTO QUE

“. . .EN TANTO QUE identidad cultural”.

Por uno de esos fenómenos de las lenguas, el autor de estas apostillas acerca de la lengua común ha usado esta frase en más de una ocasión. En una ocasión la encontró en un artículo de otra persona y, en ese caso, le llamó la atención.

Fue en ese momento cuando comenzó a preguntarse acerca de la oportunidad del empleo de la frase y en cuáles casos es legítima su utilización. Las respuestas a esas preguntas son el objeto de esta sección. Además al final se señalarán algunas locuciones muy dominicanas en las que figura la palabra tanto.

Tanto puede desempeñar las funciones de adjetivo comparativo, demostrativo; puede actuar como pronombre comparativo, demostrativo; puede ejercer las funciones de adverbio comparativo, demostrativo, y por último, hacer de conjunción.

“En tanto” es una locución adverbial que se usa en lugar de “entretanto”. “Con tanto que” es una locución conjuntiva que equivale a “con tal de que”. “Tanto que” es una locución adverbial que se usa para expresar “así que”. Estas informaciones constan en la “herramienta” informática que ofrece la Real Academia en su Diccionario avanzado.

El Diccionario fraseológico documentado del español actual (2004:951) para “en tanto (que)” escribe que es una locución conjuntiva que significa “mientras” en su primera acepción. Más adelante en la segunda acepción equivale a: “en el aspecto en que”. En la tercera acepción para la locución consigna ese diccionario el valor de,  “en cuanto, o en calidad de”.

El autor de estos comentarios entiende que la locución objeto de estudio de esta sección puede interpretarse por “en su condición de”; “en función de” en algunos casos. Quien esto escribe usa la locución para evitar tener que repetir la palabra “como”.

Las locuciones adverbiales del español dominicano son, “al tanto” para “en conocimiento de”. “Ni tanto” que expresa “no tanto de lo que se espera”. “Nunca tanto” para indicar “ni tanto”. En función de locución adjetiva, “¿qué tanto?” sirve para decir “¿cuánto?”. Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:473).

En francés tienen locuciones parecidas a las del español tant que, que seguida de un verbo da a entender “en la medida en que”. Esa locución del francés, seguida de un nombre manifiesta “considerado como”. Esas dos son las que más se asemejan a lo tratado aquí. Le nouveau Petit Robert (2007:2504). Ejemplo del último es: “. . .devient concevable en tant que composant. . .” Ejemplo tomado de Logos semantikos Vol. III Sémantique (1981:316).

 

LA GÉNESIS – EL GÉNESIS

“. . .basta recordar la convención. . . infinita y con un pacto en *EL GÉNESIS”.

Aquí hay una palabra que puede admitir dos géneros diferentes. La característica del vocablo génesis es que al cambiar de género cambia de significado. Otra particularidad de esta voz es que tanto en singular como en plural se escribe con la misma escritura (representación gráfica), con la ese /s/ al final.

La génesis, sin inicial mayúscula, es el origen o principio de algo. Las autoridades encargadas de asegurar la unidad de la lengua española explican que es la “serie encadenada de hechos y de causas que conducen a un resultado”. En conclusión, las dos acepciones conducen al mismo fin. Una tomada por el inicio y la otra por la consecuencia. Es la creación o formación de una cosa.

Cuando la palabra génesis es femenina, se refiere al origen creación o formación de algo, de una cosa. Así mismo puede aludir a la, “Fase de formación o conjunto de hechos que forman el principio de algo”. Diccionario de uso del español 2007-I-1449). Puede aducirse que esta génesis es sinónima de “elaboración, formación, gestación”.

El Génesis, masculino y con mayúscula, Génesis, es el primer libro de la Torá o Pentateuco; por lo tanto, es el primer libro del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana. Si el vocablo génesis es masculino, se refiere “al título del primer libro del Antiguo Testamento”. Diccionario panhispánico de dudas (2005:313). El mencionado libro de la Biblia refiere la Creación.

La palabra génesis llega al español proveniente del latín, que a su vez deriva del griego. En esas lenguas significaba “nacimiento, creación, origen”. Además de lo ya explicado –génesis es un elemento compositivo que sirve para significar “origen, principio, proceso de formación”.

En portugués brasileño acontece lo mismo que en español; con el cambio de género de la palabra esta cambia de significación.

Hay que tener en cuenta el género de la palabra cuando se redacta o habla; la mayúscula inicial del vocablo masculino, y, que el plural de cualquiera de ellas no varía, pues en singular y en plural lleva la ese /s/ final.

© 2018, Roberto E. Guzmán

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