¿Ignorancia, descuido o novedad?

Por Rafael T. Rodríguez Molina

 

Con el discurrir del tiempo, los que empleamos una lengua  no la usamos siempre siguiendo al pie de la letra las normas o pautas que rigen su marcha. Eso le ha acontecido a nuestra lengua española tanto en España, lugar de nacimiento de la misma, como también en las regiones adonde extendió su reinado. Por esa razón, un texto escrito en los albores de nuestro idioma, hará unos quinientos años, difícilmente lo podamos entender hoy en día en vista de los muchos y variados cambios que  ha experimentado con el paso del tiempo.

Y ya que  el ser cambiante es propio de las lenguas, los cambios no dejan de alojarse en los elementos constitutivos de su estructura, y por eso en los últimos años se pueden registrar una gran diversidad de usos que se apartan de las normas tanto en la escritura como en el habla. Algunos de esos usos pueden ser catalogados  de fallos o desaciertos, y otros de novedades o cambios que se vienen generando en nuestro país, y seguro en otras partes donde el español tiene su asiento como lengua propia o donde comparte con otras lenguas. Algunos de esos usos, evidencias de fallos o cambios lingüísticos, se presentan  a continuación.

  1. “Nunca permitió intervenciones en su trabajo médico, aunque se vió obligado a dejar el puesto…; pero a pesar de todo ésto, su fama siguió en ascenso.” (Francisco Ángeles, Vida y obra del doctor Heriberto Pieter, p. 61). En este fragmento aparecen dos errores de acentuación al tildar vio, que evidencia la  ignorancia de que a partir del año 1959, esa palabra monosílaba, al igual que fue, fui y dio,  ya no se tilda. El otro error consiste en la acentuación de esto, que al igual que eso, esto y aquello, nunca se han tildado por la regla de las graves que terminan en vocal. Solamente por una inmensa ignorancia todavía existen quienes las tildan. Es conveniente advertir que antes del 2010, este, esta, aquel, aquella, y sus plurales, cuando desempeñaban la función de pronombre, pero luego  del año 2010, ya no se prescribe su acentuación  ortográfica.
  2. “Parecía un viejo calléndose” (Avelino Stanley, Equis, p. 7). Quien ignore que hay que escribir cayéndose es porque se confunde con el verbo callar(se) que en su conjugación deberá escribirse su gerundio “callándo(se)” con la ll que tiene en su raíz o base. Si el verbo no tiene en su base ese elemento, como caer, oír, y otros verbos, cuando aparezca el sonido “y”, como en el gerundio, habrá que escribir o decir “cayendo” y “oyendo”, al igual que en “cayó” y “oyó”, y en muchas formas más de su conjugación.
  3. “Yo no sabía que me iban a tributar una ovación de pies.” (Comentarista deportivo, Canal 15, Santo Domingo). “De pie”, en este contexto, es una expresión adverbial instaurada en la lengua española sin la “s”. En otros contextos puede aparecer “de pies”, como en “Es una persona de pies largos y gruesos.” Es de notar que muchas personas, incluyendo a presentadores de ambos sexos, cometen ese desliz sintáctico por ignorancia y se está perfilando como una novedad de nuestro español, por la frecuencia con que se escucha esta expresión.
  4. “Se lo introducía en la boca y comenzaba a solver mientras simulaba acercarle un fósforo.”(Avelino Stanley, ídem, p.10). Por ignorancia, por descuido o por la influencia que ejerce el cambio de “r” por “l”, que se da en el habla de La Romana, San Pedro de Macorís, la Capital y de otras zonas del país, ese escritor escribió esa palabra con “l”. Pero solo por desconocimiento o ignorancia escribió “sorber” con “v”.
  5. “Le deseamos a todos un sueño reparador.” (Director de un programa de televisión, Canal 9, Santo Domingo). Esa variante de objeto indirecto concuerda con su referente “a todos” en plural, por lo que debió escribir “les”. Ese es un error de concordancia que a la vez se ha ido convirtiendo en una novedad o cambio  lingüístico, pues son muy pocos los dominicanos que  tienen en sus hábitos ese empleo sintáctico, por lo cual el afamado político y escritor Juan Bosch afirmó que “el dominicano no conoce el “les”.
  6. “Ese es uno de los sectores que más le ha impactado ese acontecimiento…” (Comunicador del canal 15, Santo Domingo). Este comunicador parece que ignora las diferentes estructuras que toma el relativo y, además, por novedad lingüística, pues los dominicanos cada vez más le eliminamos las preposiciones al relativo. Es lo que se ha hecho en este caso en el que debió decir: “Ese es uno de los sectores al que más le ha impactado ese acontecimiento.”
  7. En un comentario aparecido en las redes, alguien haciendo referencia a una interpretación de la canción Malagueña Salerosa de parte de la mexicana Estela Núñez, escribió: “Una magistral interpretación de Estela Núñez que decolla siempre en su registro vocal singular.” Parece que por ignorancia o quizás por descuido no se dio cuenta el comentarista de que esa conjugación procede el verbo “descollar”, que lleva en su estructura esa “s” y que diptonga la “o” en “ue” cuando, en su conjugación, la fuerza tónica recaería en la “o”, como en “recordar”, que se conjuga en presente de  indicativo: yo recuerdo, tú recuerdas, él recuerda, etc.
  8. Examinemos el siguiente fragmento: “…todo comenzó en el muelle de San Pedro de Macorís el día que llegamos.” (Avelino Stanley, novela Tiempo Muerto, ganadora del Premio Nacional de Literatura, año 1997, p.9). En el apartado 6, vimos un caso de la eliminación de la preposición en el relativo; eso mismo aparece en el fragmento “el día que llegamos”, al cual se le eliminó “en” a “el día en que llegamos.” Esta deficiencia es producto de un cambio en la estructura del relativo, evidenciando una novedad en nuestro español.
  9. En un artículo titulado Hablemos de Pelótica, aparecido en las ciberpáginas de un grupo de opinantes, leímos la siguiente expresión: “…los arbitros tendrán la oportunidad de enarbolar su gran medianía…” El que escribió el texto denota una gran ignorancia, al no acentuar la esdrújula “árbitros”. Además, en esa oración, se incurre en un desacierto de pobreza léxica y de ignorancia semántica, ya que “medianía” significa “cualidad de mediano”, además de “persona mediocre o de escasas dotes intelectuales”. La palabra que debió emplear es “mediación”, cuyo significado es “acción y efecto de mediar o intervenir en algo para buscarle solución”.
  10. En ese mismo artículo aparece lo siguiente: “Los desvaríos propios de esas actividades estarán controladas por la insistencia de un mejoramiento del arbitraje.” Por ignorancia o desconocimiento del buen manejo de la concordancia, o quizás por descuido o inadvertencia, no se cayó en la cuenta de que la palabra que le impone la concordancia de género a “controladas” es “desvaríos”, palabra masculina, por lo que debió escribirse “controlados”.
  11. Fijémonos en la siguiente construcción sintáctica: “…el padre de Heriberto Pieter tenía una personalidad psicopática, como se puede apreciar por su conducta antisocial, como consecuencia de la marginalidad a la que se entregó; viviendo acomplejado por su condición de pobre y hombre de color.” (Francisco Ángeles, ídem, p. 19). Ángeles falla, con una frecuencia fuera de lo común, al emplear punto y coma delante de un gerundio como este (viviendo) que debe llevar “coma”  y no “punto y coma”, pues no representa una proposición “yuxtapuesta” con verbo conjugado, la cual pudiera indicar cierta independencia sintáctica, que permitiría el empleo del “punto y coma”.
  12. Veamos la frase siguiente: “Con motivo al mes de la patria, en nuestro país se van a celebrar varias actividades…” (Lectora de noticias en un canal televisivo dominicano). Esa lectora de noticias, o el que redactó la noticia, refleja que ignora que esa construcción sintáctica, en un “buen” español, debe expresarse “con motivo del mes de la patria”, al igual que “en ocasión del mes de la patria”.
  13. Observemos las siguientes afirmaciones: “Con la entrega de esos tinacos, se está paleando la situación de escasez de agua en esa comunidad.” (Comunicadora de un canal de la capital dominicana). “Hay que apalear la situación de sequía que están padeciendo los ganaderos.” (Directivo de una asociación de ganaderos). Se está convirtiendo en algo nuevo, y bastante frecuente, tanto en redactores de noticias así como también en otros usuarios de nuestra lengua, emplear el verbo “palear” y, a veces, “apalear” y sus gerundios “paleando” y “apaleando” en lugar de “paliar” y “paliando”, que es el verbo propio de ese contexto, que indica que ha habido cierta mejoría de la escasez de agua que sufre la comunidad aludida en esa noticia.
  14. Una comunicadora de CDN expresó hace unos días que: “Hay doces países relacionados con el caso Odebrecht.” Parece que esa comunicadora, queriendo aplicar la norma de la concordancia en forma parecida a como se haría con “muchos países”, en su ignorancia pensó que había que poner a concordar  “doce” con “países” y expresar “doces países”. Hay que recordarles a quienes quieren poner a concordar los números con los nombres o sustantivos, que, a partir del uno, todos los números expresan pluralidad y la “s” que tienen “dos”, “tres”, “seis”, no es una “s” que tenga que ver con su  pluralidad; si fuera así también a “cuatro”, “cinco”, “siete”, habría que ponerles su “s”.
  15. En el habla dominicana se escucha con frecuencia que alguien dice “Por la razón que no vino fue que se le dañó su vehículo.” Hace unos meses apareció un artículo de mi autoría titulado “Nombres que deberían asignarse a algunos cambios y/o fallos recientes en el uso del español; allí aparecen registrados 80 cambios sintácticos para los cuales se sugieren los nombres que deberían dárseles a los mismos. Al que corresponde a “Por la razón que no vino fue que se le dañó su vehículo”, yo he sugerido que se le asigne el nombre de “traslaporqueísmo” o “separaporqueísmo”, por la razón de que se rompe el orden de los componentes del relativo trasladando o separando las partes que lo integran. Por eso, ese  caso debería expresarse: “La razón por la que (=la cual) no vino fue que se le dañó su vehículo”, iniciando la oración con el  referente  “la razón” antes del relativo   “por la que”.
  16. También tenemos como una novedad la siguiente expresión: “A la muchacha que le di el regalo es amiga de mi nieto Xavier.” A esta estructura cambiante, yo he sugerido, en mi artículo antes mencionado, que se le nomine “traslaalaqueísmo o “separaalaqueísmo” por el cambio de lugar o por la separación de los componentes del relativo “a la que”. Esa oración debe expresarse, en buen español: “La muchacha a la que le di el regalo es amiga de mi nieto Xavier.”
  17. “Ojalá y que nos vaya bien en el Clásico Mundial de Béisbol…” (Comentarista deportivo). Ese “ojalá y que…” se ha convertido en algo frecuente en el habla dominicana, incluyendo a comunicadores de ambos sexos y lo he oído también en algunos españoles en el canal Antena 3. Este uso se ha ido convirtiendo en un cambio de la estructura de  la sintaxis del español, que pauta que después de “ojalá”, la palabra que le debe seguir inmediatamente es “que”, palabra que inicia una proposición de objeto directo. Por esa razón, el comentarista debió afirmar: “Ojalá que nos vaya bien en el Clásico Mundial de Béisbol…”
  18. “Estamos seguros que nuestro país ganará el Clásico Mundial de Béisbol”, se le escuchó decir a un comentarista deportivo en un canal dominicano. Y una sicóloga clínica, haciendo referencia a un proyecto de educación  integral en los centros educativos, afirmó: “Personalmente tengo la esperanza que este sea un proyecto que siga mejorando con los años.”(Diario Libre, 13 de marzo, 2023, p. 8). Esa eliminación  de  “de” al “de que” que sigue a algunas frases verbales como “estar consciente, estar seguro, darse cuenta, etc.”, es el uso lingüístico al que los académicos le han dado el nombre de “queísmo”. Hay evidencias muy marcadas de que el queísmo se registra como un cambio propio del español en nuestro país, República Dominicana,  y en Argentina, México, Venezuela y otros países americanos.

He ahí algunos de los usos que se han aposentado en la oralidad y en la escritura de muchos empleadores del español pertenecientes a los diferentes estratos socioculturales, muchos de los cuales han nacido, han crecido y estudiado sus carreras y desarrollan sus actividades en sus respectivos  países. Ojalá que muchos usuarios del español, en estos casos y en otros que han sido publicados, y otros que aparecerán publicados en las ciberpáginas  de la Academia Dominicana de la Lengua, en el momento de emplear su lengua, traten de enmendarlos, especialmente los casos que representen ignorancia o descuido. Si hacen ese esfuerzo, se acercarán a un mejor empleo de su español y, como  consecuencia, la imagen de mejor usuario de la lengua hará crecer su prestigio en el área donde desarrollan su vida profesional.

 

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