CRÓNICA DE LA REUNIÓN VIRTUAL DE LA RAE SOBRE EL DICCIONARIO HISTÓRICO DE LA LENGUA ESPAÑOLA
Por Rita Díaz
En modalidad virtual y con la asistencia de académicos, directores de academias y rectores de universidades e invitados, la Real Academia Española hizo público el lanzamiento del Diccionario histórico de la Lengua Española («DHLE»), denominado anteriormente «Nuevo diccionario histórico del español» y la red de colaboradores para su confección. La actividad estuvo presidida por su director, don Santiago Muñoz Machado, quien explicó que las ideas iniciales de este diccionario son muy antiguas: ¨La primera vez que aparece en la historia particular de la academia la intención de esta casa de preparar un diccionario histórico de la lengua es en los Estatutos de 1848, muy tarde, considerando que tenemos 300 años de vida. En esos Estatutos apareció la idea y reiteradamente los de 1859 y luego, de un modo más explícito, en los Estatutos de finales del siglo XX¨.
Especificó que no fue hasta el gobierno de Antonio Maura que se inició el trabajo de preparar un diccionario histórico. Fue con en ese gobierno, específicamente en 1914, cuando por primera vez se redacta un plan general para la redacción del diccionario histórico. Estaba respaldado por Julián Rivera, Emilio Cotarelo, Jacinto Octavio Picón, Eduardo de Hinojosa, entre otros: ¨El señor Maura convocó a todos los académicos, para que en la medida de sus fuerzas, se juntaran a preparar personalmente eso, pero (…) decidieron finalmente incorporarse personajes que quedarán no solo en la memoria del diccionario histórico, sino en esta casa y en la lingüística general: don Vicente García de Diego, en los años 20, y posteriormente, don Emilio Cotarelo y Mori y don Armando Cotarelo Valledor. En 1931 se pudo hacer la incorporación decisiva de un personaje decisivo, que fue don Julio Casares. Su nombre inscrito en letras de oro en la historia de nuestro diccionario¨. El primer volumen, que abarcaba la letra A, se publicó en 1933; luego, decayó la intensidad de los trabajos y, entre altas y bajas, el segundo tomo se publica en el año 1936, según explica el señor Muñoz Machado. Hace referencia también a la Guerra Civil y su impacto negativo en la progresión de este trabajo, resaltando con orgullo la labor de rescate que hizo don Julio Casares para que la obra continuara su curso, así como la digitalización de las fichas que se recogieron en ese momento. Otros colaboradores a quienes además elogió fueron Rafael Lapesa y Manuel Seco, quienes en el marco del seminario de lexicografía que se fundó en 1946, impulsaron el proyecto del diccionario.
En su recorrido por los esfuerzos de publicación de la Academia, el Director cita los fascículos de 1960 a 1996, ¨23 fascículos con alrededor de tres mil páginas, en tres columnas que abarcan dos terceras partes de la letra A y comienzos de la letra B¨. Se pregunta por qué fracasó el diccionario en ese tiempo, y aunque afirma que pueden ser muchas las razones, asegura que el poco avance se debió a la documentación escasa y a que la metodología de los ficheros era muy costosa. A eso se le sumaba que el equipo lexicográfico no era estable, es decir, no se mantenían las mismas personas dentro de los proyectos, por la dificultad que representaba dicha labor. No es sino a principios de los ochentas cuando se comienza a elaborar una versión electrónica del fichero general que cambiaría mucho todo el quehacer lexicográfico.
Para afianzar la idea de porqué era tan difícil avanzar en la obra lexicográfica del diccionario, cita las explicaciones de Menéndez Pidal y Carlos Seco: ¨Menéndez Pidal advertía que era necesario que la redacción del diccionario se encomendase también, o se encargase parcialmente, a la colaboración de equipos externos a la Academia, sin prejuicios de que la Academia supervisara el trabajo que se realizaba. Lo segundo que desde muy pronto y a pesar de la entrega y entusiasmo de las personas que estaban trabajando, la inestabilidad de sus posiciones era realmente una grave rémora, y además, en definitiva, decía Seco, que la principal diferencia con el diccionario inglés de Oxford se debió a que no se prestó la debida atención a un hecho fundamental en relación con el habla inglesa: la creación de equipos que trabajaran bajo una dirección general y bajo unos métodos¨.
Continúa con la línea de tiempo del proyecto: ¨ Alrededor de 1996 cuando terminó la etapa anterior, hubo unos años de preparación de la nueva y definitiva etapa que es en la que estamos. El trabajo aquí correspondió fundamentalmente de don José Antonio Pascual, que se ocupó de la dirección muy efectivamente a partir de 2005-2006. Creó una nueva metodología para el diccionario, metodología que cambiaba radicalmente algunas de las bases del método anterior. Por ejemplo, sustituyendo el criterio alfabético en la ordenación del trabajo y sustituyéndolo por un sistema relacional que es el que mantenemos hasta la actualidad. En fin, frente a los tradicionales diccionarios en papel que presentan las palabras aisladas, el Nuevo Diccionario Histórico de la Lengua Española desarrolló la historia del léxico desde una perspectiva relacional, es decir, atendiendo a los vínculos ideológicos no solo lexicológicos y semánticos que enlazan las palabras el diccionario. Ha sido concebido, por tanto, como una base de datos léxica y dinámica que permite redactar sus artículos de acuerdo con un criterio de organización del trabajo por campos semánticos o voces relacionadas por sus significados y familias léxicas¨.
En esta parte reconoce que es necesario un equipo, más medios para evitar que la obra ¨tarde en completarse 80 o 90 años¨. Asegura que el trabajo que está haciendo el equipo actualmente consiste en preparar y publicar unos 1000 trabajos al año, considerando la cantidad de artículos de la cantidad de voces de la lengua española, por lo que es necesario aligerar un poco, sin sacrificar la calidad del mismo, pues afirma que ¨hay que tratarlos con tranquilidad de espacio¨. Recalca el beneficio de la tecnología que permite trabajar mucho más aprisa, los recursos electrónicos complementarios que están a disposición del diccionario: ¨El primer recurso, el léxico, desarrollado para el diccionario es el denominado corpus del diccionario histórico que tiene tres capas que reúnen 350 millones de fórmulas y están integradas en la herramienta de redacción del diccionario, que permite un manejo formidable. Se dispone también del nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española y en un extenso repertorio bibliográfico conformado por la academia en diferentes etapas entre otras muchas cosas. Ahora estamos trabajando en la publicación en internet, localización electrónica de un tesoro de los diccionarios históricos del español que acumulará todo este material interrelacionado y más dispuesto a un manejo más fácil de modo que solo recogiendo los artículos ya publicados en otros diccionarios de soluciones históricos tendríamos un conjunto de lemas disponibles para trabajar sobre ellos. Hoy agregamos una red panhispánica de academias, universidades y centros de investigación para la elaboración del diseño histórico de la lengua española que no es absolutamente nuevo en cuanto a la metodología que vamos a emplear. Es un proyecto colectivo de la academia, bajo la dirección de la academia, la tutela de la academia y la corrección en su caso de la academia, pero con la participación de los mejores para que ayuden a terminar una obra que cuando lo tengamos hecha al menos parcialmente será una obra histórica no solo por las dificultades que ha habido para abordarla, sino porque somos uno de los últimos países importantes de Europa que no tienen un diseño histórico de su propia lengua.
Aseguró que el proyecto tenía una dimensión panhispánica por primera vez en la historia de esta obra, pues anteriormente había sido una tarea de la academia y para colaboradores profesores españoles, ahora son todas las academias americanas que quieran participar, así como universidades españolas. La obra se convertirá en un proyecto de estado como un bien cultural no solo para España, sino para todos los hablantes del idioma. Seguido de esta explicación, participaron, vía grabación de video, algunos representantes de academias y universidades de distintos territorios.
Continuó diciendo que para poder cumplir en un plazo razonable con la entrega de esta magna obra a la humanidad, para concretar la construcción del nuevo diccionario histórico del español, se ha constituido una red panhispánica de ocho equipos de colaboradores americanos provenientes de las academias que se ocuparán de su redacción desde sus respectivas sedes son egresados de la escuela de lexicografía hispana y becarios y ex becarios de la agencia española de cooperación internacional para el desarrollo. Además, intervendrán especialistas de universidades y de centros de investigación. Explicitó que sin duda es una importante iniciativa, pues esta red no solo permitirá que los investigadores de las distintas academias hagan un trabajo mancomunado, sino también que puedan demostrar los conocimientos adquiridos en las distintas etapas de su formación sobre la lengua que nos identifica.
La representante del Instituto Caro y Cuervo, de Bogotá, expuso su adhesión al proyecto de forma entusiasta: ¨El Instituto Caro y Cuervo se incorpora a la red panhispánica de colaboradores para la elaboración del diccionario histórico de la lengua española cercano a cumplir 80 años de trabajo sostenido en la protección y salvaguarda del patrimonio lingüístico de la nación colombiana. El instituto, que es una institución de educación superior adscrito al ministerio de cultura de Colombia, saluda esta iniciativa. Nuestro equipo tiene como centro el grupo de investigación en lingüística y sus líneas de investigación lengua, tiempo, espacio y sociedad, lexicografía, glotopolítica y lingüística han recibido con verdadero entusiasmo y compromiso su designación y sabrán realizar su labor con idoneidad para cumplir con éxito este magno proyecto que han tenido el honor de compartir con las academias hermanas.
De igual manera, doña Rosa Aguilar, rectora de la Universidad de la Laguna, expresó que era un honor participar en la sesión constitutiva de la red panhispánica de academias universidades y centros de investigación para la elaboración del Diccionario Histórico de la Lengua Española. Explica que cuando la RAE les propone participar en este proyecto no lo dudaron ni un momento, porque supone una potente iniciativa para fortalecer el estudio del lenguaje, la única herramienta que tenemos para pensar. También se sumó a las palabras de agradecimiento el rector de la universidad de Sevilla. El mismo expresó su satisfacción por el hecho de que la universidad participe en la red de equipos colaboradores para la elaboración del diccionario y se basó en tres razones: 1. Porque fue en Sevilla precisamente donde se impulsó este proyecto de la celebración del decimosexto congreso de las asociaciones de las academias de la lengua y allí se mostró la gran alianza de la institución con las academias en general y con la academia española en particular. 2. Porque es un gran motivo de satisfacción participar en un proyecto de esta calidad de esta envergadura y de estas resonancias y, por tanto, porque de alguna manera se pone en valor la historia de la institución y la calidad investigadora sobre todo en esta singular área de conocimiento. 3. Por la coincidencia temporal que se produce en el inicio de este proyecto con dos efemérides que se realizan desde la asociación de universidades iberoamericanas, una asociación que contempla más de 250 universidades de los 23 países de la región iberoamericana para impulsar la importancia y destacar la importancia del español como lengua el castellano, como lengua vehicular en toda la región. Con este motivo se celebrará un webinario el 16 de abril y de otra parte, también igualmente importante, porque se acerca la efeméride del quinto centenario de la muerte de Antonio de Nebrija.
El representante de la Universidad de la Rioja inició su alocución recordando que La Rioja es la cuna del idioma español, hablado hoy por más más de 550 millones de personas y que desde finales del siglo XV ha sido el vehículo de comunicación que ha unido a tantos países. Por tanto, consideró obvio que la universidad no se mantuviera al margen de la constitución de esta importante red panhispánica de equipos de colaboración que hará posible en los próximos años como un diccionario nativo digital que analizará la historia del léxico desde una perspectiva relacional, atendiendo a los vínculos etimológicos morfológicos y semánticos que enlazan las palabras. Considera que es una deuda histórica la terminación de este diccionario.
Luego, retornó el director Muñoz Machado y recalcó que lo importante es mantener una disciplina estricta como el método dejado por José Antonio Pascual, a quien naturalmente se seguirá por considerar el proyecto como una fase del diccionario del que llegó a terminar él. Se trata es no separarse de ese método seguirlo tal y como él formuló y para esto es preciso necesario aprender cómo funciona la herramienta informática sofisticada, pero accesible que han preparado los informáticos. En vista de eso, los grupos seleccionados deberán aprender la mecánica de la herramienta y el método. Desde la academia, desde el equipo censal de la academia, se indicará los grupos de palabras de los que se tienen que ocupar, luego se corregirá y revisará hasta que se consiga realmente una uniformidad de trabajo, una armonía absoluta en los criterios metodológicos y técnicos: ¨En términos generales he hablado del método de trabajo y de la manera de que vamos a funcionar a partir de ahora. Debo decirles, por lo menos anunciar en términos generales, quiénes son las personas que van a trabajar. Trabajaremos en red, una red puntos y multipuntos. Punto que es esta casa y multipuntos que serán todas las academias que estén trabajando siguiendo la misma metodología. Tenemos seleccionados 18 equipos en todo el mundo, que es el núcleo inicial que puede atribuirse puesto que hoy declaramos el título de fundadores del proyecto. Hay coordinadores en argentina, en la academia boliviana, en la academia colombiana, en la academia cubana de la lengua, en la academia mexicana, entre otros importantes colaboradores¨.
En esta parte intervienen dos futuros colaboradores a través de video especificando la importancia de este proyecto y lo valioso que resulta para la lengua española. Al retomar la palabra el señor Muñoz Machado anuncia las nuevas incorporaciones: ¨Me queda añadir a la presentación, como director general del proyecto, algunas referencias de cómo funciona el diccionario en la red y en este respecto debo decir que hoy vamos a presentar con la ayuda fundamental de doña Mar Campos, una nueva entrega de artículos que se han incorporado al diccionario, más de 700 estamos incorporando en el día de hoy. Con esta cifra llegamos a seis mil en total. El diccionario estrena hoy una nueva visualización. Tenemos hasta ahora una presencia en pantalla determinada que producía diez mil visitas al mes. Hemos cambiado la visualización y hemos hecho cálculos de que va a suponer esto respecto de la utilización de nuestro diccionario histórico. Vamos a cambiar los números para que en un plazo no más de un año, es decir, antes de diciembre de este año, haya un millón de visitas mensuales, lo cual supone situar este diccionario al nivel del que están en la academia el Diccionario panhispánico del español jurídico y el Diccionario Panhispánico de dudas. Realmente es un cambio importante que se debe, entre otras cosas, a los esfuerzos de nuestros informáticos y a la colección que se va a poder hacer directamente del diccionario con la red de Google que podrá tenerlo ahora más accesible.
Una de las bondades expuestas sobre este diccionario es que se puede acceder a él directamente con la red de Google que podrá tenerlo ahora más accesible desde el teléfono móvil como ocurre con diccionario general de la lengua. Esto supondrá una gran movilización de las de las visitas. Seguido en la pantalla aparece un video con algunas de las palabras que se incorporan al diccionario relacionado con enfermedades y partes del cuerpo (tisis, coronaviólogo, coronaplauso, covidianidad…), instrumento de medida (azotímetro, amonímetro, diafanómetro), armas y máquinas bélicas (algarrada, cetme, terebra), indumentaria (chal o chalón), instrumentos musicales (alboca, piopollo, trompa, solovox). Luego, el director continúa: ¨De estas palabras que se incorporan hoy al diccionario, debo confesarles que me gusta mucho piopollo, que es una palabra de un instrumento musical de origen próximo a Andalucía. Pero, me ha llamado mucho la atención cetme. Es una palabra que recuerda tiempos heroicos de todos los varones que estamos presentes en la sala, porque aprendimos a manejarlo en nuestra época de milicias universitarias o de mili ordinarias. Lo he mirado para darles una explicación directa de cómo estaba definidos cetme, que es de lo más hermoso. Se documenta por primera vez en la acepción ´fusil de asalto individual de repetición y de carga automática´, en 1957, en un artículo publicado en Falange en sentido de la revista Diario de la tarde, de las Palmas de Gran Canarias, donde se anuncia que el ejército alemán está probando este nuevo fusil español. El texto de la noticia dice así: «¿Será cetme el nuevo fusil de asalto del ejército alemán? Tal es la pregunta que nace en una de sus páginas centrales la revista militar alemana. En otra noticia publicada en 1959, en Alle, la revista ilustrada de África occidental española, se ponderan las ventajas del arma. El cartucho del cetme español pesa 18 gramos, toda el arma que se dispara, incluso con un bípode para hacer fuego apoyado en tierra, 404 mil 200 kilogramos. El fusil, cuya longitud no llega ni siquiera al metro, alcanza la distancia antes indicada. Su proyectil logra una velocidad de 800 metros por segundo y el ritmo de fuego entero automático puede ser de ¡500 disparos por minuto! Tal es nuestro fusil cetme, el fusil del ejército español que va a serlo también del alemán como hemos dicho» Fin de la cita¨.
En su alocución agradeció el apoyo recibido de los directores de universidades, las comunidades autónomas, las distintas academias españolas del mundo y otros organismos que se han convertido en una red panhispánica para la elaboración del proyecto.
Al finalizar asegura que es una cita hermosa y de descubrimiento de los diccionarios de historia que llega a ilustrar con cosas de interés y curiosidad e inmediatamente pasa la oportunidad a la doctora Mar Campos, quien dirige el equipo lexicográfico de este proyecto. A su participación le antecede un video explicativo del uso y búsqueda en Google, así como de las redes que forman los campos semánticos.
Mar Campos explica que se parte de una base documental amplia y fiable, la cantera de la que se extraen los materiales que permiten progresar en el conocimiento de nuestro patrimonio léxico. Así mismo, recoge la experiencia de cómo se confeccionaba el diccionario a través de los ficheros: ¨En el pasado, una de las tareas que debían afrontar los redactores de un diccionario histórico consistía precisamente en la confección de grandes ficheros, como el fichero general de la Real Academia Española, compuesto por más de 10 millones de papeletas que registran distintos usos y formas de las palabras en el devenir del tiempo y que tras un proceso de digitalización es un recurso abierto a la consulta pública. Quienes trabajaron con esos inmensos cedularios comprenden mejor que nadie el progreso que ha supuesto la conformación de grandes corpus textuales y, en particular, su integración en la herramienta de redacción del diccionario. Una de las novedades más reseñables de la aplicación informática diseñada para el diccionario histórico.
Se coloca de nuevo un video sobre la búsqueda de palabras en el diccionario y la voz en off explica que el diccionario histórico se entiende como un diccionario total, es decir, aquel que tiene como objetivo recopilar todo el léxico de una lengua en todas las épocas y en todas las zonas en las que se habla o se ha hablado y además presentar los acontecimientos más relevantes de la historia de cada palabra. A esa vocación de exhaustividad se suma, en el caso del Diccionario histórico de la Lengua Española, el hecho de que esta obra se ha pensado y diseñado desde el principio como un diccionario electrónico, relacional y de acceso público en internet como se puede apreciar en los más de 6.300 artículos publicados ya en la página de la Real Academia Española. La atención a los vínculos que las palabras mantienen entre sí a lo largo de su vida en virtud de su significado o de su pertenencia a una misma familia permite conocer con mayor precisión su biografía. El carácter nativo digital del diccionario se revela de una forma más evidente, en la base de datos léxica, que lo sustenta, en la que las informaciones están estructuradas y desagregadas de tal manera que, además de dar lugar al diccionario histórico, son susceptibles de explorarse y reutilizarse de distintos modos. En dicha explicación se afirma que en el futuro podría construirse con una simple consulta un diccionario de sinónimos o uno del español del siglo XIX, el de una familia de palabras concretas o incluso un vocabulario que recopilase únicamente las palabras terminadas en ería que la lengua española toma del francés del siglo XVIII.
Al retomar la palabra, Campos plantea que con la organización del trabajo por campos y familias léxicas hay cierto protagonismo del que gozan en la última actualización del diccionario algunas palabras y sus familias relativas al ámbito de los órganos y las enfermedades del aparato respiratorio. Cita casos de palabras como pulmón, de bofe, de vuétago, de chófe y otras voces formadas con el tema neumo, como neumonía o neumología. Relativo a ello, explica el vocablo liviano, atestiguado en nuestra lengua por vez primera en el siglo XIII en el duelo de la Virgen de Berceo, según datos ofrecidos por el corpus del diccionario histórico, un recurso público integrado en la herramienta de redacción del diccionario y que constituye la fuente básica de la que se nutre ahora: ¨Ahora, la versión digitalizada del fichero general, por su parte, permite comprobar que liviano se usa en la República Dominicana, según indica Malaret en su suplemento de 1944 a su Diccionario de Americanismos, como denominación de un ´plato hecho con pedazos de bofes y otras vísceras de vaca o de cerdo´. Acepción, por otra parte, no documentada en los corpus en los últimos años¨. También asegura que la disrupción de las bibliotecas y las hemerotecas ha multiplicado las posibilidades de acceder a unas fuentes como las publicaciones periódicas generales o especializadas que siempre se han considerado esenciales para el estudio del léxico, pero que presentaban a veces notables dificultades para su consulta.
Afirma la especialista en lexicografía que en la actualización del diccionario se ha incluido el estudio de las familias de Covid y coronavirus, palabras que pueden considerarse neologismos en nuestra lengua, debido al auge que partir de febrero de 2020 en distintos artículos de prensa. Esta situación ya está documentada en el CORPES 21 donde las páginas de los diarios recogen palabras como covidianidad, covidioma o covidencia. En su amplia explicación incluye que coronavirus es un vocablo documentado en un artículo de El informador, de 1980, para designar un virus que causa enfermedades respiratorias en personas y animales y que comienza a usarse también en febrero de 2020 como sinónimo de la enfermedad denominada también Covid, quizás por influencia del inglés y en otras mediante procedimientos de composición a partir del acortamiento corona o de entrecruzamiento. Esto ha creado una amplia familia de palabras documentada en periódicos digitales o digitalizados que mencionan el nacimiento de los coronabebés, coronadivorcios, o covidivorcios, coronavirólogos, postcoronavirus o postcovid.
Entre las fortalezas con las que cuentan en la actualidad enumera las bases documentales, la ayuda de la aplicación informática de redacción, que permite la automatización de varios procesos y un método particular que atiende a las relaciones semánticas y morfoetimológicas que se establecen entre las palabras. Esto provocará, según sus palabras, que el diccionario histórico avance con el objetivo de reconstruir y valorar el patrimonio léxico la historia de las palabras. En la colocación de un nuevo video se recalca que este diccionario nos dará la historia de la palabra, si vienen del latín, del griego, de árabe…, la cronología de sus cambios, su biografía y sus significados.
Olivia Piquero, directora de comunicación de la RAE, agradeció a las instituciones colaboradoras y dio paso finalmente a doña Concha Andreu, presidente del gobierno de La Rioja, quien felicitó a la RAE por realizar una labor que mantiene la lengua viva, para adaptarse con éxito a las realidades cambiantes de cada época, y al señor Pedro Duque, Ministro de Ciencia e Innovación. Ambos elogiaron el arduo trabajo que conlleva la confección de este diccionario y ofrecieron su apoyo solidario.
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