También los intelectuales fallan

Por Tobías Rodríguez Molina

 

En la ciberpágina de la Academia Dominicana de la Lengua se publicó el artículo titulado “Abundan los usuarios que no saben emplear el punto y coma”. Allí se afirmó que los signos de puntuación les resultan difíciles de emplear correctamente a muchos escribientes de la lengua española, y que el de mayor dificultad resulta ser el punto y coma.

En ese artículo se ofrecieron los casos en que se usa el punto y coma, tanto en forma obligatoria como  opcional, y se presentaron algunos fragmentos en que se empleó o se dejó de emplear ese signo quebrantando las normas que rigen su uso.

En esta ocasión veremos fragmentos de una entrevista que le realizó el director de un diario dominicano, un intelectual de nuestro país, a otro intelectual, que es consultor y  propietario de una realizadora de encuestas. Analizando  textos de esos dos intelectuales,  se verá que también ellos, los intelectuales, tienen dificultad para el buen manejo del español en la puntuación y en otros aspectos del mismo.

Pasemos a ver los fragmentos en los que aparecieron algunos alejamientos  de las normas, a los cuales se les harán las correcciones pertinentes.

  1. “Más que una entrevista, éste es un conversatorio…” En este breve fragmento aparece acentuado el pronombre demostrativo “este” a pesar de que hace ya varios años que la RAE dictaminó la no acentuación de esos pronombres. Es cierto, como lo reconocen los académicos, que muchas personas no siguen esa pauta de la Real Academia de la Lengua y siguen marcando la tilde a los pronombres demostrativos.
  2. “La mayoría hace público su trabajo como forma de posicionarse en el mercado electoral, otros, como es mi caso, creemos que el protagonista de la campaña es el candidato…” Esta vez aparece el empleo de una coma entre las palabras “electoral” y “otros” siendo ese un caso de empleo del punto y coma por tratarse de una proposición yuxtapuesta. En lugar del punto y coma, pudiera escribirse, entre electoral y  otro,  la “y” coordinante.
  3. “…el protagonista de la campaña es el candidato, no el consultor, por tanto, hay que mantenerse en bajo perfil.” De nuevo aparece empleada  una coma antes de “por tanto” toda vez que lo que manda la norma es el punto y coma, y hoy en día hay la opción de usar el punto, pero no la coma, ya que se trata de una  yuxtapuesta.
  4. “…y no fanfarroneo con eso, incluso, en el hotel que me hospedaba fueron los periodistas a preguntar “por el consultor dominicano” y yo mismo les dije que no lo conocía.” En el presente fragmento hay ausencia de la preposición “en” para formar el relativo “en que” (que pudiera ser también “en el cual”), con lo cual se ha generado el llamado “desenqueísmo”. Con incluso se inicia una nueva oración después de la oración “…y no fanfarroneo con eso.” Por lo tanto, después de “eso” se pone un punto y se inicia “incluso” con letra mayúscula.
  5. “Don Aurelio, una leyenda argentina de la consultoría me pidió que le acompañara en la directiva que él encabezaba y con gusto y orgullo le acompañé” Después de “Don Aurelio se inició muy bien el incidental con una coma, pero le faltó poner la otra coma después de “política” para indicar el final de ese inciso.
  6. “En ALACOP la norma ha sido que el vicepresidente pase a ser luego el presidente, lo mismo hizo mi pana venezolano Carlos Pineda y a ambos les dije que no…” Se continúa con el uso de la coma en lugar del punto y coma o la “y” después de “presidente”. O se escribe una “y” como elemento coordinante, o el punto y coma por tratarse en ese caso de una proposición yuxtapuesta.
  7. “…Memo Rentería, un consultor mexicano,…me pidió que le acompañara en la campaña que llevó a Jaime Rodríguez…a la gubernatura de Nuevo León en México, también se lo agradecí, pero no acepté.” En este fragmento falta una coma después de “León” y, en vez de la coma que aparece después de “México”, lo que manda es un punto, pues allí se inicia  otra oración aunque existe la opción de usar un punto y coma en lugar del punto.
  8. “Utilizamos una estrategia  muy sutil y delicada que no creara fisuras  con Hipólito Mejía para que éste se pudiera integrar a la campaña.” Ese relativo  “que” debe ir precedido por una coma, pues encabeza una proposición subordinada adjetiva explicativa,  a diferencia de la subordinada adjetiva especificativa, la cual complementa la proposición que le antecede a manera de un determinante adjetivo. Un desacierto más lo constituye la acentuación del  pronombre demostrativo “este”. Más arriba (fragmento 1) dijimos que  no lleva tilde si seguimos lo dictaminado por la Real Academia Española (la RAE).
  9. “En toda campaña presidencial hay siempre consultores extranjeros, ¿los tienen ustedes también?” La oración enunciativa afirmativa termina con la palabra “extranjeros”, por lo cual debe usarse un punto y no una coma.  Luego se inicia una nueva oración, que es interrogativa, y debe iniciarse con “Los” con  letra mayúscula.
  10. “En el 2008 trabajé para Miguel Vargas y luego del proceso don Miguel me pidió que trabajáramos en exclusiva para el PRD, se lo agradecí, pero le dije que cada compromiso nuestro era por cada campaña.” El inciso “luego del proceso” debe aparecer entre dos comas. Y, después de “PRD”, se inicia una oración diferente a la anterior, por lo cual se colocará un punto antes de “se” y esa palabra se escribirá con mayúscula.
  11. “…no acepto trabajar con un candidato que no me sienta cómodo.” En este fragmento aparece el caso llamado “desconelqueísmo”, que consiste en eliminar  “con el” del relativo de compañía “con el que”. El consultor debió haber expresado “…no acepto trabajar con un candidato con el que no me sienta cómodo.”

Como se ha  podido notar en los casos que se han presentado, aun personas con un elevado nivel escolar y cultural  y  reconocidos como prominentes intelectuales, cometen desaciertos aunque se trate, en muchas de las veces, de casos comunes y de uso corriente referentes a los signos de puntuación. En otros aspectos del español, como en los casos del “desenqueísmo” y el “desconelqueísmo”, el apartarse de la sintaxis  marca una tendencia al cambio lingüístico más que a un error sintáctico atribuible a una deficiencia personal. Y viendo el manejo de la lengua con algunas deficiencias que se reflejan en esos dos intelectuales dominicanos, podríamos decir  que “a cualquiera se le muere un tío”, como a veces se dice; pero ese no puede ser un motivo para el descuido y la dejadez en el buen empleo de nuestra lengua.

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