Ortoescritura: La comida extranjera se disfruta en español
Por Rafael Peralta Romero
Este artículo es una variación en torno al tema de los vocablos extranjeros empleados al hablar nuestra lengua. Reiteramos que la primera actitud debe ser evitar su uso, pero si la palabra exótica resultara indispensable, lo que procede es buscar la forma de adaptarla al castellano. Un extranjerismo se hace necesario porque representa un objeto, una cualidad, una circunstancia o una acción que no ha sido nombrada en español.
En la entrega anterior (23-3-2020) tratamos sobre voces extranjeras relacionadas con el vestir y que ha sido preciso aceptarlas en español (bluyín, de blue jean; esmoquin, de smoking). Hoy abordaremos palabras extranjeras relacionadas con el comer y las circunstancias que rodean a este placer. Estas recomendaciones están avaladas por el Diccionario panhispánico de dudas, publicación de la Asociación de academias de la Lengua Española. Veamos:
/Beicon/ (bacon). Del Inglés. Panceta ahumada. Lo que aquí llamamos tocineta. Otra forma de adaptación es /bacón/, más fiel a la grafía original, mientras la anterior lo es a la pronunciación.
/Bistec/ (beefsteak). Voz inglesa. Bistec es un perfecto ejemplo de adaptación. Filete de res. Plural: bistecs. Esta adaptación no niega su origen y se ajusta al perfil del español.
No dude usted en llamar /besamel/ o /bechamel/ (del francés béchamel) a la salsa hecha con harina, leche y mantequilla con la que se aderezan algunos platos. En español es palabra aguda, sin tilde.
En el /apartotel/ (hotel de apartamentos), el bulevar (del francés boulevard) o en un /búngalo/ o /bungaló/ (bungalow) puede usted apreciar el /buqué/ (bouquet) o aroma de su vino y más tarde disfrutar de un /capuchino/ (cappuccino). Italiano. Tipo de café.
Si tuviera invitados, no coja estrés, ordene por /cáterin/ (catering). Esta voz inglesa significa servicio de comida. En español adquiere acento de esdrújula. Su plural no varía: los cáterin.
Sean o no franceses los invitados, usted puede brindar con /champán/ (champagne). Vino espumoso procedente de la región francesa de Champagne. También se adapta como /champaña/, grafía más aproximada al francés. La otra gran bebida de Francia es el /coñac/ (cognac). El grupo –gn en francés suena eñe, pero esa lengua no tiene el signo –ñ, muy propio del español. De Francia nos llega también la voz /cruasán/ (croissant). Pan en forma de media luna.
Para comer /espagueti/ no es preciso ir a Roma. (spaghetti). Voz italiana. Pasta alimenticia larga. Lo mismo el /fuagrás/ (foi-gras). Voz francesa que denomina un plato hecho a base de hígado. Recuerde, no se pierde /glamur/ (glamour) ni se deja de ser /gurmé/ (gourmet), porque escriba así estos vocablos.
Viene bien tomarse un /jaibol/ (high ball). Inglés. Bebida alcohólica mezclada con otra, mientras se espera una /lasaña/ (lasagna) o un platillo de /mozarela/ (mozzarella), queso fresco hecho con leche de búfala. Si tiene dudas, consulte al /sumiller/ (sommelier, en francés). Persona encargada de vinos y licores en un restaurante. Podría recomendarle un /vermú/ (vermout o vermouth). Voz francesa tomada del alemán (wermut).Es licor aperitivo hecho con ajenjo. Para otro momento procede / yogur/ (yoghourt, yogourt). Voz de origen turco.
¿Qué decir de la voz inglesa “whisky”? Los académicos recomendaron adaptar esta voz con la grafía /güisqui/, y así aparece en el Diccionario. Pero más adelante a la uve doble (doble ve y mal llamada doble u) se le dio carta de ciudadanía en nuestro idioma y se ha reconsiderado la escritura del nombre que identifica al licor británico: wiski es la forma recomendada.
Ya lo ha visto usted: comidas y bebidas extranjeras se disfrutan en nuestra lengua.
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