Bañar, pirueta, bacanal, hilaridad

Por Roberto E. Guzmán

 

BAÑAR

El verbo bañar se emplea en República Dominicana de una manera que no se hace en otros países de habla hispana. Ese será el tema de esta sección. Se explicarán los casos y los significados que adquiere ese verbo con esos usos.

Uno de esos empleos del verbo bañar es de uso nada menos que en el beisbol. Se recuerda haber oído y hasta dicho que la pelota bañó al jugador. ¿Cuándo baña la pelota al jugador que se supone que la atrape?

Esto sucede en los momentos en que la pelota “sobrevuela” al jugador que infructuosamente trata de agarrarla. Por la descripción se deduce que la pelota va en el aire en los casos en que “baña” al jugador. Cuando la pelota “baña” al jugador del cuadro o de uno de los campos no se debe a un mal cálculo del jugador defensivo, sino a que resulta imposible que la alcance.

En el otro caso el verbo bañar del español dominicano no se usa para lavar algo que se sumerge en un líquido que generalmente es uno de los propósitos del verbo. Este uso no está documentado en los diccionarios de voces de uso del habla dominicana. En las situaciones en que se utiliza el verbo de este modo es para indicar que algo, especialmente dinero, ha llegado o lo posee alguien en abundancia o demasía.

El Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española trae el verbo con este uso con la mención de que se emplea en República Dominicana, pero la definición es, “Recibir alguien mucho dinero”. La diferencia que se desea establecer es que no solo es recibir o percibir una cantidad considerable de dinero, sino que puede referirse a un estado. No se refiere a una circunstancia pasajera o temporal, la persona “bañada en cuartos” puede tener ese caudal desde hace tiempo.

Lo que se expone aquí es una opinión educada. No se pretende con esta invalidar la que consta en el mencionado diccionario, sino que se considere lo expuesto aquí para añadir, no para enmendar.

 

PIRUETA

“. . .allanan el camino para PIRUETAS fraudulentas. . .”

Las piruetas que ocupan la atención de los académicos de la lengua se ciñen a los brincos, vueltas (volteretas) que ejecutan las personas. También tiene relación con las acrobacias de un aviador. La última pirueta es la del caballo, cuando el jinete lo obliga a vuelta rápida alzándose sobre las patas traseras.

Por lo mencionado en el párrafo anterior las piruetas mencionadas en el diccionario oficial de la lengua se limitan a las de las personas sobre sí mismos o, como piloto de avión o jinete de caballo.

Los sujetos de estas piruetas son personas en funciones de agentes de ellas. Esta palabra se ha traído a estos comentarios porque en República Dominicana pirueta posee un uso que ha escapado a los estudiosos del español dominicano; claro está, usada en sentido figurado, que es como aparece en la frase que se usa a modo de ejemplo. El detalle se ofrece más abajo.

Ha de notarse que la pirueta es fraudulenta, es decir, es una operación que consiste en un cambio o desvío en algún negocio que se ejecuta para desorientar y sacar ventaja. Es una estratagema, una hábil artimaña, hecha con el fin de engañar.

El autor de estos comentarios certifica que ha oído el empleo de esta “pirueta” en conversaciones; más aún, recuerda haber utilizado la palabra con ese valor. Por tanto, esta pirueta clama por un espacio en los diccionarios de español dominicano del futuro.

 

BACANAL

“Se desatan en cambio vahídos y estertores de UN BACANAL. . .”

Bacanal es una palabra de larga data en el español; entró al castellano en la primera mitad del siglo XVII.  La palabra desempeña las funciones de adjetivo y sustantivo. Cuando es sustantivo es de género femenino. El Diccionario de le lengua española la define, “Orgía con mucho desorden y tumulto”.

La palabra procede del latín Bacchanal, -alis, que deriva de Bacchus, del griego Bákhos, Baco, y, eran fiestas en honor a este dios mitológico del vino y los placeres. Las fiestas de Grecia pasaron a Roma donde se prohibió su celebración en el año 186 antes de nuestra era.

Por extensión el significado pasó de las fiestas en honor a Baco, a designar cualquier fiesta en la que se cometen grandes excesos.

Como dato curioso puede mencionarse que las bacanales llegaron a Brasil en el siglo XIX. En el estado Pernambuco Baco era homenajeado durante la Pascua con banquetes, procesión y cánticos. La Iglesia católica en 1869 consiguió prohibir la realización de estas fiestas. A origen curiosa das palabras (2003:27).

Lo que se deseaba dejar bien claro desde el principio es que el sustantivo es femenino. Como se trata de unas fiestas, es natural que al aplicarle el adjetivo a una tumultuosa celebración se utilice también el femenino. Generalmente se utiliza en plural, bacanales.

 

HILARIDAD

“A fin de dar HILARIDAD a mis razonamientos, me permito presentar varias. . .”

No cabe duda alguna, hay que reír. Esa es la invitación que realiza el redactor de la frase transcrita. No hay que llamarse a engaño por los razonamientos, pues esos son serios. En esta sección se examinará la poca consistencia aparente que existe entre algunas palabras con respecto de su ortografía y su significado, y, sobre todo, la que se produce en la cita.

Con hache o sin ella el sonido de las palabras en español es el mismo. Esa es la razón por la que muchas personas piensan que esa letra no tiene utilidad alguna. Las personas que así piensan están en buena compañía porque algunos académicos piensan de la misma forma y hasta renombrados y laureados escritores han expresado su apoyo a la salida de la letra del alfabeto español.

Todo lo anterior viene a cuento porque esa letra -la hache /h/- es la que ha provocado la hilaridad que se mencionó antes.

Es cierto que se “pierde el hilo de la conversación” cuando se borra el tema o ilación en un discurso. Esta ilación se refiere a la trabazón razonable y ordenada de las partes de un discurso. En gramática se utiliza el adjetivo ilativo para referirse a una oración subordinada que expresa la consecuencia lógica o natural de lo afirmado en la principal.

Del mismo modo de lo expuesto más arriba, se pierde el hilo de un discurso, de un razonamiento, en el momento o sitio en que se deja de seguirlos.

La palabra hilo proviene del latín fílum, de ahí que lleve la letra hache /h/, del mismo modo que la palabra “hijo” que desciende de una palabra del latín con letra efe /f/ al principio. El hilo entró al castellano en el siglo XIII. De esta familia son las hilanderas, la hilacha. No se olvide que una hilera es una fila. Ilación a su vez proviene del latín illatio, -onis, que como puede observarse no lleva la letra efe /f/ delante.

Antes de concluir hay que recordar que hilaridad procede de latín hilaritas que es expresión de gozo y satisfacción del ánimo, así como risa que provoca algo que se ve o se oye.

Se invita al final de esta exposición a que las personas presten atención a la ortografía de las palabras y, en caso se dudas, que busquen la forma en que se escriben las palabras de la misma familia. Ah, la consulta de un diccionario ayuda también.

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