Grajearse, prigilio, distar/dictar

Por Roberto E. Guzmán

GRAJEARSE

“. . . que quiera verlo en mangas cortas, GRAJEÁNDOSE en los barrios. . .”

Este verbo se ha formado con la ayuda del sustantivo masculino grajo, que es el olor desagradable que se desprende del sudor de las personas. En el habla de los dominicanos han especializado el grajo al olor que se percibe procedente sobre todo de las axilas.

Ese olor grajiento en los registros populares y familiares recibe otros nombres que a veces son festivos. Entre esos nombres puede recordarse “machete, violín” y otros que sirven para enmascarar la alusión al ofensivo olor con el recurso a un eufemismo.

El verbo grajear no se conoce en el español internacional para el uso que se le da en la frase de la cita. Existe sí, para llamar la acción de otros grajos, como los sonidos guturales del niño; o los sonidos de los cuervos.

El propósito del empleo del verbo en la cita es para dar a entender que se emite o esparce el olor del grajo y hasta contamina. En el caso de la cita se usa para lo que otros llaman darse un “baño de pueblo”. Esto es, mezclarse con las capas sociales más necesitadas que son las que producen más sudor como producto del trabajo manual en condiciones calurosas.

La utilización de una manera oblicua de expresar el contenido de la frase baja el tono para que se compadezca con lo que se expresa; es decir, si se trata de mezclarse con los pobres, ¿por qué no usar un derivado de grajo si esa palabra forma parte del vocabulario del proletariado?

No faltará quien se sienta ofendido porque implícitamente se pone el mal olor del lado de los pobres. Esta ecuación, mal olor igual pobres, no siempre es cierta y hay muchas otras formas para referirse a las masas desposeídas.

 

PRIGILIO

“Esta falta de PRIGILIO debe detenerse”.

Hay palabras, vocablos y voces. Unas son generales, otras regionales, las hay que son nacionales. Esta voz que figura en el epígrafe solo circula entre dominicanos. Es una voz precisa, que cuenta con una sola acepción, vergüenza.

La vergüenza a que se refiere el prigilio es el producto del comedimiento. Es una moderación que nace de los sentimientos íntimos. El prigilio alude a la cualidad de la persona que no incurre en exceso ni violencia.

Cuando se llama al prigilio, que es un sustantivo masculino, se recurre a despertar o recordar en el sujeto que por iniciativa propia observe mesura, moderación.

Con el prigilio no se trata de imponer condiciones sobre una persona, sino recordar a esa persona que hay conductas que se observan por propia imposición.

Se recuerda el prigilio en los casos en que las personas puedan incurrir en excesos, tanto de palabras como de hechos. Es un código no escrito de conducta, que lo dicta la conciencia personal reforzada por la observación de lo correcto.

Con respecto de esta voz el autor de estas reflexiones recuerda que la ha oído de labios de personas que no son necesariamente cultas. Ojalá algún día pueda seguirse el camino hacia el origen de esta voz, porque quien esto escribe piensa que la voz se originó fuera de los centros urbanos.

Prigilio es una voz formada por la imaginación dominicana. No existe en ninguna otra habla, como se apuntó antes, hispana o extranjera.

 

CORPORATIVIDAD

“. . .por el dominio del Estado y su respectiva CORPORATIVIDAD”.

Corporación es una palabra que se reconoce que viene del inglés. Esto sucede no solo en español, pues en otras lenguas también se reconoce. En inglés esa palabra tiene su origen en la lengua del siglo XV. En esa lengua entró para designar las asociaciones, los gremios, cofradías y asociaciones profesionales del modo en que se entendían en esa época. Luego se extendió a las asociaciones representativas de sociedades en los burgos, que hoy representarían agrupaciones edilicias.

El autor de estos comentarios recuerda que en sus años mozos -hace mucho tiempo- la única firma o compañía que se reconocía con el nombre de corporación como parte de su nombre oficial era la de electricidad. Bastaba con decir la corporación para que se supiera a cuál se refería el hablante. La razón para que esto fuese así es que esa compañía fue en sus orígenes de capital estadounidense.

Se traen estas menciones acerca de la palabra corporación porque es la que se encuentra en la base de corporatividad que consta en el título. La palabra del título no aparece reconocida oficialmente en el Diccionario de la lengua española. Se hurgó en otros diccionarios y esos tampoco asientan el vocablo.

El Nuevo diccionario de voces de uso actual (2003:332) incluyó en sus páginas la voz corporatización, con la acepción, “Reunión de los individuos de una misma profesión en una corporación”. Todavía en el año 2020 esta voz no ha sido consagrada por las Academias.

Con respecto de esta voz del título formada por el ingenio de los hablantes, que se presume que son cultos, al formarla con la terminación -idad, lo hacen con la intención de que desempeñe funciones de sustantivo. Aquí habría que buscarle la definición de una voz de este género que satisficiera el espíritu de la lengua española. Este tipo de sustantivo es de género femenino y por lo general se forma sobre la base de un adjetivo.

Cabe que se plantee la pregunta acerca de la oportunidad de este sustantivo. Por la poca notoriedad que muestra en la actualidad no puede reconocérsele grandes perspectivas de uso general.

 

DISTAR – DICTAR

“La organización alegará que lo que se escenificó en estos comicios DICTA mucho de ser el acto democrático. . .”

Dista mucho la pronunciación entre las dos palabras del título. No hay ni que pensar en la distancia que separa los significados entre estas dos. Hay que estar muy distanciado de la ortografía y de las lecturas para incurrir en un error como el que se halla en la cita.

Por más benigno que uno quiera aparentar ante un desliz del género encontrado en la frase copiada arriba, se hace difícil perdonarlo. Ya en el primer párrafo de esta sección se incluyeron varias palabras de la familia del verbo distar para que se note el uso apropiado de ese verbo.

El verbo distar es estar situada una cosa o persona a cierta distancia espacial o temporal de otra. Una persona o cosa dista de otra cuando se diferencia notablemente de otra. Las dos acepciones que se mencionan pertenecen al español tradicional.

Con respecto del verbo dictar corresponde a decir o leer algo con las pausas necesarias para que una, o varias personas, puedan escribirlo casi al mismo tiempo. Se usa este verbo además para expedir, promulgar, pronunciar, leyes, reglamentos fallos, preceptos, etc.

En el caso en que se pudiera perdonar el que se haya pulsado una tecla por otra; no puede perdonarse que al leer lo escrito no se haya percatado del error el redactor.

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