LA COMISIÓN LINGÜÏSTICA DE LA ACADEMIA SE REÚNE EN SANTIAGO
La comisión lingüística de la Academia Dominicana de la Lengua realizó su tradicional reunión anual en Santiago para evaluar las actividades realizadas en el año 2018 y planificar nuevas jornadas de estudio y promoción de la lengua española durante el año en curso. A esta reunión asistieron los académicos Bruno Rosario Candelier, Fabio Guzmán Ariza, Rafael Peralta Romero, Domingo Caba Ramos, Roberto Guzmán Silverio, Ruth Ruiz Pérez, Rita Díaz Blanco, Manuel Núñez Asencio y Liliana D’ Olloqui de Montenegro.
Al inicio de la reunión, el director de la ADL anunció que a esta Academia le corresponde participar este año de gracia de 2019 en la Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, en compañía de otras dos academias americanas, para trabajar durante tres meses en la revisión y actualización de las obras lexicográficas del órgano rector de la lengua española. Asimismo, el doctor Rosario Candelier contó sus experiencias cuando le tocó asistir a dicho cónclave lingüístico en Madrid, y motivó al señor Fabio Guzmán Ariza a asumir la responsabilidad de representar el país en esta convocatoria de la RAE. Rita Díaz peguntó sobre la responsabilidad del país en esa comisión y el tiempo que comprendía esa colaboración. El suscrito agregó que consistía en «revisar los diccionarios de nuestra lengua y lograr que el español dominicano tenga una adecuada representación en los códigos de nuestro idioma y reportar a la luz de lo que conocemos del español dominicano lo que hay con relación a las palabras que aparecen. Se trata de revisar las entradas de los diccionarios, su definición y la posible adición de la marca R. Dom., a los vocablos con uso en el español dominicano. Es una magnífica oportunidad para contribuir a la incorporación de dominicanismos en el diccionario académico. Es decir, añadir, revisar o eliminar, lo que significa ver si están bien hechas las definiciones. Es un trabajo para quienes poseen un conocimiento de la lexicografía, como lo tienen María José Rincón, Fabio Guzmán Ariza, Manuel Núñez Asencio, Rafael Peralta Romero, Domingo Caba Ramos, Roberto Guzmán Silverio y Ruth Ruiz Pérez.
En esta reunión de la comisión lingüística, el director abrió la oportunidad de sugerir actividades para el presente año, tanto en la sede de la institución, en la capital dominicana, como en poblaciones del interior del país, especialmente en Santiago. Instó a pensar qué conviene realizar y qué promover a través de la Academia para fomentar en el pueblo dominicano su formación idiomática y su interés por el estudio de la lengua española. Domingo Caba preguntó sobre la naturaleza de esas actividades, si se podían incluir publicaciones o jornadas lingüísticas, a lo que este filólogo respondió que debían ser actividades que cada uno pudiera ejecutar, afín a la misión de la Academia, y agregó: “Actualmente están en proyecto la confección de dos glosarios: un diccionario de lingüística y un diccionario de literatura. Necesitamos colaboradores que estén en la disposición de trabajar en la confección de los susodichos diccionarios”.
A seguidas este director comentó la propuesta de emprender la organización de actividades lingüísticas y literarias para fomentar y atizar la conciencia idiomática de nuestros hablantes y lograr una presencia de la Academia Dominicana de la Lengua en Santiago y en la región cibaeña. Tenemos académicos santiagueros, tres miembros de número y cinco miembros correspondientes. Su presencia sería como institución, pero se necesitaría una coordinación y un equipo de trabajo para emprender una acción idiomática mediante un plan de trabajo a favor de la comunidad, a través de las instituciones educativas y centros culturales establecidos. El director de la ADL se comprometió a convocar otra reunión en Santiago con los académicos de la lengua residentes en el Cibao para planificar actividades afines al ideario de nuestra corporación. ¿Qué implicaría la presencia de la Academia en Santiago? La realización de actividades en centros educativos. Esta propuesta fue acogida y celebrada por los académicos presentes en la reunión.
Las propuestas que salieron a relucir fueron las siguientes: 1. Formar un equipo de trabajo para planificar acciones a favor de la difusión del conocimiento de los códigos de nuestra lengua. 2. Aplicar en la región el programa “La Academia en la Escuela”, creado por la dirección de la institución, para activar la presencia de nuestros académicos en la sociedad. Consiste en que un académico de la lengua presenta en una escuela, un colegio educativo o una universidad, una charla, un conversatorio, un libro o un recital de su obra. 3. Realizar coloquios lingüísticos y literarios para dar a conocer obras y autores nacionales e internacionales. Liliana D’ Olloqui de Montenegro ofreció la plataforma de la PUCMM para realizar actividades y conectar con la población estudiantil de ese centro universitario. 4. Contribuir en la revisión y la actualización de los diccionarios dominicanos de la ADL. 5. Traer a Santiago el programa “Clásicos españoles”, que se presenta en la sede de la Academia bajo la responsabilidad de María José Rincón. Ruth Ruiz propuso realizar congresos con la temática de lengua y literatura. Fabio Guzmán pidió la colaboración de los académicos presentes en la plantilla académica de Fundéu para sus boletines informativos.
Luego de las discusiones de las propuestas, se le dio el turno a Rafael Peralta Romero para que expusiera las primeras muestras de su trabajo de confección de un diccionario de gentilicios dominicanos, que el equipo lexicográfico de la Academia respaldó. Durante esta parte se llevó a cabo una revisión del formato asumido por el académico michense en su investigación y la forma de conseguir la información. Se discutió si debía llevar o no mayúscula la palabra ‘adjetivo’ al inicio de cada entrada, cuál es la denominación más común en los gentilicios, si la terminación -guino, -ano, -ense, -ero, etc. Ahí salió la interesante discusión de si los que viven Santiago son santiagueros o santiaguenses. Peralta Romero aclaro: “Santiaguense se utiliza en la denominación culta, mientras que, popularmente, sus habitantes se nombran como santiagueros. Pero existen ambas formas”. Manuel Núñez dijo desconocer que los mismos santiagueros se denominaran santiaguenses. Cada uno asumió un punto de vista y se cerró la reunión con la propuesta de revisar el formato de este nuevo diccionario para hacerlo apegado a las normas de una obra lexicográfica. También se acordó participar en una próxima reunión con la idea de que nuestra Academia realice una labor de promoción lingüística y literaria en el Cibao.
Santiago, ADL/Residencia de Fabio Guzmán Ariza, 12 de enero de 2019.
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