Presentación del libro El genio de la lengua

La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra fue el escenario donde se presentó el libro El genio de la lengua, una publicación de la Academia Dominicana de la Lengua, de la autoría de su director Bruno Rosario Candelier.

Esta obra fue presentada por el escritor y académico Rafael Peralta Romero, quien explica que de las diez acepciones que acopia el Diccionario de la lengua española para el sustantivo “genio”, Bruno Rosario Candelier ha escogido la número seis para centrar la temática de su más reciente libro. Peralta Romero aclara que la séptima acepción pone el vocablo genio como sinónimo de carácter, de modo que podemos afirmar que este libro trata de la condición peculiar de nuestro idioma que incluye las señas que lo identifican y lo hacen diferente de otras lenguas aún de las que proceden del latín.

El genio de la lengua es un volumen de 453 páginas que comprende cinco divisiones entre reflexión teorética, textos literarios, consultas sobre temas lingüísticos y literarios, entrevistas, reportajes, cartas, mensajes y correos electrónicos, pero la característica más notoria de este libro consiste, según Peralta Romero, en que “la idea central no aparece concentrada en un texto sino que se trata de una serie de ensayos y conferencias en los que se explica la inevitable presencia del genio del idioma tanto en la teoría lingüística como en la creación literaria y la normativa gramatical”.

El presentador de la obra, miembro correspondiente de la ADL, integrante del grupo Mester de la Academia y titular del Ateneo Insular, dijo que todos los puntos de vista del autor confluyen hacia la “veneración sagrada por la palabra”, ya que Rosario Candelier “monta un entramado perfecto que sirve de soporte a un cuerpo doctrinal orientado a infundir amor e interés por nuestra lengua; de hecho, el ejercicio escritural de Rosario Candelier y su vehemente pasión por el quehacer literario ha demostrado que sin el título de filólogo de la Complutense también hubiera demostrado la veneración sagrada por el valor de la palabra”. Peralta Romero celebra que esta obra constituye un buen curso de filología y acota que en las aulas, en los medios de comunicación, en los libros publicados y en su gestión como director de la Academia Dominicana de la Lengua, Rosario Candelier se ha propuesto activar el genio del idioma y ha repetido en muchas ocasiones que la lengua amerita estudiarse en sus diferentes niveles sicológico, gramatical y ortográfico para conseguir el uso adecuado y correcto”.

Peralta Romero subrayó que el genio del idioma, estudiado desde sus diferentes manifestaciones léxicas, gramaticales y estéticas, aparece en este libro desde el principio hasta el final. Resaltó que a partir de la etimología de la palabra filología Rosario Candelier monta un entramado perfecto que sirve de soporte a un cuerpo doctrinal orientado a infundir amor e interés por nuestra lengua. Peralta resaltó que esta obra guarda elementos que parecen tocados por el misterio, pero todos tienen su explicación. Además de que es un conjunto de textos sobre creatividad, teoría lingüística, consejos en torno al uso del idioma y filosofía de la composición que representan efluvios de sabiduría de un hombre que ha puesto el máximo empeño en transmitir su “veneración sagrada por las palabras”: “Estamos en presencia de un libro fundamentalmente motivador, un libro bien documentado y edificante, un libro, en fin, capaz de llenar las carencias que padecemos muchos respecto de la índole de nuestro idioma y de los pasos necesarios para adquirir la plena conciencia de la lengua y del arte de escribir”, subrayó el presentador.

Bruno Rosario Candelier agradeció a Rafael Peralta Romero la valiosa interpretación de su obra: “Las palabras de Peralta Romero fueron muy precisas, didácticas y edificantes, porque él captó la esencia de esta obra y el propósito que persigue”, expresó. También explicó el sentido que quiso darle a la palabra “genio” en este título y subrayó que aplicado a la lengua equivale a “El espíritu de la lengua”, y subrayó: “Todas las lenguas tienen un espíritu, un aliento, una estructura, unas características singulares que definen su naturaleza como idioma. El nuestro, el idioma español, tiene un genio muy particular. Desde luego, nuestra lengua es una derivación del latín y en tal virtud conserva gran parte del genio latino, porque el 70% de nuestro vocabulario procede de la lengua del Latio”, dijo.

Agregó que nosotros, hablantes del español, hemos asumido el espíritu de nuestra lengua. Desde el momento en que aprendemos un idioma asimilamos su espíritu, su genio, su estructura y su patrón lingüístico al que conocemos justamente a medida que nos vamos adiestrando en el conocimiento del vocabulario, en la aplicación de la normativa sintáctica, y en la pronunciación de las palabras con un acento fonético peculiar. Rosario Candelier aludió al concepto de energía, por lo que citó a Aristóteles, que hablaba de la energía de la lengua, y a Heráclito de Éfeso cuando inventó la palabra Logos para referirse a nuestra capacidad intelectual para reflexionar, intuir, expresar y crear. Contó que Heráclito concibió el Logos como la mayor potencia de la conciencia al entender que se trataba de una energía divina que nos diferencia de los animales y las plantas.

El autor sostiene en su obra que un creador de literatura “tiene que ser un hablante que conozca su idioma, que haga un uso creativo de su lengua porque la obra literaria es el producto de un ejercicio intelectual de quien cultiva la palabra para testimoniar su visión del mundo y de la vida, para recrear su percepción de las cosas en forma estética y transmitir una cosmovisión, con un planteamiento filosófico y una orientación conceptual”.

En ese sentido Peralta Romero reseña que “aunque sus planteamientos concurren hacia un mismo objetivo, que es la preservación y fortalecimiento del idioma español, El genio de la lengua incluye un amplio espectro temático de vinculación especifica con la lengua y la literatura y su autor se ocupa de asuntos de alta complejidad y abstracción como los emanados de la filosofía griega tan citada que incurre en explicaciones acerca de nuestro idioma como es el hecho de explicar que cuando en el diccionario una palabra tiene significados diferentes, cada uno de esos significados es una acepción”.

Dijo el ponente que Rosario Candelier hace con su obra un aporte a la lengua española y a la literatura dominicana en su anhelo de rescatar el idioma con el buen uso del lenguaje, ya reconocido en la historia dominicana como el escritor de más libros publicados en su país.

Finalmente, el autor de El genio de la lengua informó que hemos recibido directamente de la Divinidad unos circuitos especiales en las neuronas del cerebro para percibir los efluvios de la Creación: “El mayor poder que tiene el ser humano se llama “intuición”, por la que podemos entender lo que las cosas son y todo lo que el hombre hace es producto de su intuición, absolutamente todo, explicó. Y dijo que la intuición es la capacidad de la conciencia para entender lo que está más allá de la apariencia de las cosas: “Lo más importante de las cosas es lo que no se ve, que es la esencia, por lo que Antoine de Saint-Exupéry decía en El principito que lo más importante subyace en la profundidad de las cosas y a ese nivel profundo, esencial, metafísico y místico de la realidad solo llega la intuición, el más alto poder de la conciencia”. Y precisó: “Sin la intuición no hay creación, no hay palabra, no hay conocimiento. Sin la intuición no sabemos lo que somos”. Durante la actividad se abrió un espacio donde los presentes hicieron preguntas y comentarios sobre la nueva obra del escritor dominicano.

Santo Domingo, PUCMM, 6 de diciembre de 2016.