Presentan en la Academia "El lenguaje del buen decir"

La Academia Dominicana de la Lengua (ADL) organizó la presentación del libro El lenguaje del buen decir, de la autoría de su director, Bruno Rosario Candelier. La obra fue comentada por los académicos Rafael Peralta Romero y Manuel Núñez Asencio. Ambos lingüistas ponderaron la importancia de esta nueva obra del escritor dominicano y dieron a conocer a la audiencia los pormenores que hacen de este libro un compendio de preguntas y respuestas enjundiosas sobre el buen uso de la lengua española.
En la actividad cultural los reputados intelectuales dominicanos subrayaron las respuestas pertinentes que el lingüista, crítico y académico dominicano ofrece al lector ávido de ampliar su acervo lingüístico y cultural, como podrá apreciar quien se adentre en los apartados que componen este nuevo aporte bibliográfico del director de la ADL.
El lenguaje del buen decir es un volumen de 341 páginas, en el que se hace acopio de consultas realizadas a Bruno Rosario Candelier, por la vía electrónica y que han sido oportunamente respondidas con miras a satisfacer las inquietudes lingüísticas y literarias de hablantes nacionales y extranjeros. Varios académicos y destacados intelectuales dominicanos, presentes en la actividad, saludaron la publicación de esta obra que da cabal explicación de nuestro código gramatical y ortográfico. Según los presentadores del libro, además del contenido esclarecedor, tiene un estilo sencillo y un lenguaje atractivo que facilita su lectura.
Quien abra las páginas de El lenguaje del buen decir, de Bruno Rosario Candelier, dijo Rafael Peralta Romero, puede estar seguro de que conocerá muchos aspectos sobre la elaboración del Diccionario del español dominicano, así como otros temas del trabajo que hacen los académicos dominicanos en trabajos filológicos y lexicográficos para la Real Academia Española y aspectos de la creación literaria, entre otros valiosos detalles. “Este nuevo libro abarca conceptos lingüísticos, literarios y lexicográficos, con notable sentido didáctico y una profundidad tal, que parecería imposible en escritos tan breves, como son las respuestas que ha dado su autor a diversidad de preguntas que le han llegado de todos los puntos del territorio nacional y algunas del extranjero. En este libro aparecen consultas sobre usos específicos de la lengua, procedentes de escritores, de personas que cursan maestrías o doctorados y hasta de profesionales versados en la elaboración de estudios lingüísticos y lexicográficos, como los académicos María José Rincón y Fabio Guzmán Ariza”, consignó Rafael Peralta Romero.
El académico de la lengua abordó algunos aspectos de la obra y señaló que el libro responde cuestiones  a veces simples,  como  el uso de “v” o de “b”, la confusión de la conjunción adversativa “sino” con la condicional “si no” o la delimitación de diferencias claves, como el cuento y la novela. Aclaró que lo de “simple” lo dice él, puesto que don Bruno responde cada pregunta con paciencia, rigor y dedicación.
El narrador y académico subrayó que esta obra encierra conceptos propios de la teoría literaria (qué es un epíteto, diferentes tipos de ensayo), crítica literaria como la respuesta a Carmen Cañete,  a quien recomienda la novela Cóctel con frenesí, de Emilia Pereyra, para satisfacer el interés de la indagadora sobre la novelística dominicana.  Además, contiene detalles sobre movimientos literarios, comentarios a los informes lexicográficos de la comisión que trabajó en el Diccionario del español dominicano, sin desatender preguntas sobre cuestiones fonéticas o la explicación justificativa de por qué decir “de arriba abajo” en vez de “de arriba a abajo”, que parece lo lógico. Resaltó que estamos en presencia de un libro curioso, interesante y ameno, que funcionará como un gran facilitador para  robustecer la cultura lingüística y literaria en muchos lectores y acentuar el amor por nuestra lengua. Al finalizar su intervención expresó que “el libro El lenguaje del buen decir ha sido elaborado con una serie de consultas a nuestro maestro de la palabra, quien ha tenido la generosidad de esparcir las respuestas, cual simientes benéficas, para provecho de todos nosotros”.
En  resumen, el libro del director de la Academia Dominicana de la Lengua contiene explicaciones oportunas sobre el buen uso del idioma, como aspectos referentes a las acepciones de dominicanismos y otras expresiones usuales entre los hablantes de nuestra lengua. También el lector encontrará las recomendaciones que Rosario Candelier le hace a quienes le consultan respecto a obras fundamentales de la literatura dominicana y universal que permitirán guiarse a todo aquel que quiera cultivar su intelecto, así como explicaciones atinadas sobre movimientos literarios, conceptos o postulados estéticos de diversa índole, especialmente los esenciales para comprender y adentrarse en el vasto mundo de las letras y, sobre todo, pautas para usar nuestro idioma con corrección, precisión y propiedad.
Manuel Núñez Asencio resaltó que esta obra recoge numerosas consultas y reflexiones sobre las normas de mayor solvencia en la lengua española. A su juicio en El lenguaje del buen decir “se conjugan la lengua y el pensamiento, la claridad sintáctica, la propiedad en el empleo del vocabulario y la exposición  de un pensamiento dialógico, expresado en las respuestas a numerosas correspondencias dirigidas al director de la Academia”. Agregó que en cada consulta se formulan preguntas y se plantean tesis. “Todas  estas circunstancias reunidas compendian un doctrinal, que ha sido enriquecido con magníficos ejemplos”, dijo el filólogo y académico.
Las entrevistas podrían ser por sí solas objeto de una disertación aparte, según Núñez Asencio. Destacó que en alguna se muestra la intención de la Academia Dominicana de Lengua, dirigida por don Bruno, de mostrar al pueblo dominicano de cuerpo entero en su lenguaje, y para dar prueba citó: “Furufa se aplica a una mujer insignificante, poco agraciada físicamente. Coroto es un tereque, un objeto cualquiera, como los instrumentos caseros. Descricajar tiene una connotación vulgar, porque viene de crica  que, en el lenguaje popular dominicano, alude al clítoris del órgano femenino. Popularmente significa “tener sexo con una mujer”, “penetrar a una mujer”. Por extensión semántica significa ´dañar´, ´romper´. Son términos dominicanos creados por el ingenio creativo del pueblo dominicano y, en tal virtud, figuran en el Diccionario del español dominicano”.
Al finalizar sus palabras, Núñez Asencio manifestó que los lectores de El lenguaje del buen decir podrán sumergirse en una obra singular y llena de revelaciones. Y, dispuestos a hablar en el lenguaje de los dominicanos, “Voy a rematar mis palabras finales con un dominicanismo. Cuando estamos ante una persona que tiene capacidad, que tiene talento, que tiene destreza, decimos que estamos ante un caballo. El  Diccionario del español dominicano lo define así: “Persona que posee amplio conocimiento en temas de su competencia”. Señoras y señores”, El lenguaje del buen decir es la obra de un caballo”, subrayó.
Editada con el patrocinio de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, El lenguaje del buen decir es un compendio de las consultas lingüísticas que recibe el director de la institución, con las respuestas pertinentes para satisfacer las inquietudes de los hablantes, porque tal como afirma Rosario Candelier: “Los hablantes con conciencia de su lengua hacen del lenguaje la clave del conocimiento que edifica y la expresión que embellece la palabra a la luz de la lingüística. Por esta razón el lector hallará en esta obra respuestas a preguntas sobre la forma correcta, la expresión adecuada y las recomendaciones pertinentes para hacer de la palabra la base del lenguaje del buen decir”.

Santo Domingo, ADL, 24 de junio de 2014.