Llenar – márquetin – contribuyente tributario – saltina – revertir

LLENAR

No debe mostrarse extrañeza si se coloca como título el verbo llenar. Así se hace porque se considera que hay un uso del verbo que es propio de la República Dominicana y que aún falta por documentar. No consta en diccionario alguno de los dominicanismos, por lo menos en los consultados hasta ahora.

Con toda naturalidad lo utilizan los “marchantes de viandas”, así como las amas de casa. En las zonas rurales también conocen de este uso porque lo utilizan para referirse a los frutos.

Un dominicano dirá que un fruto cualquiera está lleno cuando llegó al punto en que no crecerá más. No se iguala al verbo madurar que es cosa diferente. El madurar de la fruta es cuando esta entra en sazón. El lleno en la fruta dominicana llama la atención sobre el tamaño de esta. Se dice que la fruta está llena cuando ha llegado a la plenitud de su  crecimiento.

Si la fruta no ha alcanzado aún el grado máximo de crecimiento se dice en el habla de los dominicanos que todavía está llenando. La fruta puede estar llena sin estar madura. Lo contrario, esto es, madura pero no llena, no es normal; no forma parte del proceso natural.

No se revisaron en esta sección las acepciones del uso del verbo llenar porque sería una labor que excede los límites de la paciencia de los lectores de estos comentarios, pero se asegura que ninguna de esos significados abarca, engloba o define lo que se entiende por la “fruta llena”. No se pretendió redactar una acepción para el concepto, sino llevar al conocimiento general las características que forman la noción.

 

MÁRQUETIN – MARKETING

«Gran maestro de la manipulación y el MARKETING, el cinismo y la demagogia, la represión y el populismo, ha logrado dividir más de un país en dos. . .”

Con mucha frecuencia el pueblo, ese anónimo creador de tanta sapiencia sostiene que es mejor hacer algo por completo que hacerlo a medias. Esta aseveración de la sabiduría popular viene a cuento si se leen las dos voces del título.

Una voz, la primera de las dos, es la adaptación al español de la segunda que es una voz procedente del inglés. Ahora bien, ¿cuándo se hace o se aconseja este tipo de adaptación? La respuesta no se hace esperar.

En la mayoría de los casos se recurre al expediente de la adaptación (o representación) a la grafía del español de las voces ajenas a este en los casos en que no existe una buena traducción o, un término equivalente que sugiera en la mente de los hispanohablantes la idea que transmite la voz extranjera.

Hace ya largo tiempo que los hablantes de lengua española se han puesto de acuerdo para utilizar mercadeo y mercadotecnia para sustituir el marketing del inglés. Introducir márquetin es una regresión, es un paso atrás.

Todos los hispanohablantes poseen el mismo derecho sobre la lengua. Algunos de entre ellos tienen acceso a los medios de comunicación y por ende hacen oír con mayor facilidad sus opiniones.

A veces hay que convertirse en portavoz de las personas que no tienen acceso a expresar su opinión con respecto de algo que les concierne, como es el caso de la lengua común. Ese es el papel que se asume aquí. No hay necesidad de márquetin, ni de Marketing cuando ya el uso ha asentado los vocablos mercadeo y mercadotecnia.

 

SEXYS – SEXIS

“Vivimos rodeados de imágenes espectaculares: publicidad excitante, modelos seductoras,  atletas musculosos y SEXYS, jóvenes rozagantes que flotan o ansían llegar a la cima del mundo”.

Una vez más el hablante de español parece que tiene que dar a torcer su brazo y permitir que le encajen otro extranjerismo; esto sin parar mientes en que no necesita de la voz extraña al español internacional. De eso se trata aquí. Se demostrará aquí que no hay necesidad de recurrir a hispanizar la voz del inglés.

Aunque instituciones asociadas a las Academias de la Lengua propugnan que se escriba “sexi”, con su plural “sexis”, eso no es más que una claudicación. Más abajo se entra en detalle.

Pudo escribir el redactor, en lugar de eso que produjo: “atletas musculosos y atractivos”. Con esa palabra propuesta se pasa el mensaje de que las personas despiertan simpatía, que atraen. Si deseaba subir el tono pudo redactar “atletas musculosos y fascinantes”, vale decir, que atrae de manera irresistible, que cautivan.

Otro modo de hacer llegar el mensaje era “atletas musculosos y encantadores”, con esto expresaría que ejerce una suerte de magia que logra que gusten de ellos. Los atletas pudieron ser tildados de “musculosos y seductores”. El poder de la seducción traduce el hecho de que ejercen una gran atracción.

Estas soluciones que se proponen no agotan el caudal de las expresiones auténticas del español común; son solo una muestra de lo que la imaginación bien encaminada puede producir. Ojalá sirvan estas sugerencias que fueron expuestas aquí para animar a los hispanohablantes a utilizar mejor su creatividad utilizando el repertorio del español.

 

CONTRIBUYENTE TRIBUTARIO

“Con frecuencia pasa desapercibido hasta después de que sucede y las víctimas son los CONTRIBUYENTES TRIBUTARIOS de los Estados Unidos que son estafados. . .”

El título de esta sección presenta lo que puede catalogarse de pleonasmo. Como no es uno que se ve de lejos, sino que hay que someter a estudio, vale la pena que se analice el asunto para concluir con el calificativo correspondiente.

Con relación al contribuyente. Es la persona que paga contribución al estado. Tributario se aplica a la persona que paga tributo. El tributo, a su vez, es el impuesto que se paga al estado.

Mediante las definiciones que se presentan en el párrafo anterior puede constatarse que hay un mismo concepto explicado por los dos vocablos del título. Esto equivale a decir que hay una repetición y, que como tal es superflua. Con uno de los dos términos basta para que se entienda el asunto.

En el caso de este pleonasmo no se escribirá que es infantil o muy empleado. Es más refinado que muchos otros que se encuentran en los medios de manera común. A pesar de eso resultó fácil demostrar el error.

Antes de cerrar esta sección se hace necesario recordar que en República Dominicana la palabra “tributario” se utiliza para designar la “persona que realiza gestiones administrativas a cambio de dinero, generalmente de forma extraoficial”. La acepción se ha tomado del Diccionario del español dominicano. Esta voz así como muchas más las ha rescatado este diccionario.

De nuevo se encuentra el curioso ante un descuido. Si las personas que escriben para los periódicos tuviesen el tiempo para revisar sus trabajos, este tipo de desliz sería menos frecuente.

 

*SALTINA   

“Por ejemplo nueces con manzanas, uvas, queso bajo en grasa o SALTINAS de grano entero”.

Por el entorno, el lector podrá deducir que se trata de alguna cosa comestible lo que en esta cita se llama de “saltina”. Como en tantas ocasiones anteriores, el que no sepa inglés se queda en la luna, es decir, permanece sin entender qué cosa es eso.

Como se colige de lo ya expuesto, la voz “saltina” deriva del inglés saltine que es una galleta salada, plana y crocante. Esa es la acepción que recoge el Diccionario de americanismos de la ASALE. De acuerdo con lo que escribe ese diccionario esa voz funciona como sustantivo y como adjetivo.

Conforme con el ya mencionado diccionario “saltina” es de uso en Colombia y Ecuador. La definición que consta en el DAA es una buena adaptación al español de la acepción que se conoce en el inglés general.

Los “hispanounidenses” también utilizan la voz adaptada porque les resulta cómodo recurrir a esta. Se ha escuchado a otros hispanohablantes de los Estados Unidos llamar estas galletitas con el nombre de “galletas de soda”. Naturalmente esta denominación tiene el inconveniente de que es más larga.

Hay que recordar que la “galleta de soda” es la fermentada con bicarbonato de soda y crémor tártaro. Ya puede deducirse que el “apellido” del nombre le llega a través del bicarbonato de soda. Por lo menos once países hispanohablantes conocen esta galleta por ese nombre.

Resultará difícil desterrar del uso del español un nombre como el que comenta aquí porque es corto, fácil de recordar y tiene relación con un ingrediente: la sal. Vale la pena que se haga el esfuerzo para evitar la voz saltina de la cita.

 

REVERTIR  

“. . .pero sin duda tiene poder para REVERTIR el número récord de deportaciones llevadas a cabo. . .”

Hay palabras que cobran notoriedad por el gran uso que de ellas se hace en los medios de comunicación. Parece que se ponen de moda. Pasan de una persona a otra y no se deja pasar la oportunidad para incluirla en los escritos.

Eso que se acaba de escribir parece que es lo que se encuentra en esta cita. La razón por la que se trae a estos comentarios ese verbo es porque en esta ocasión la frase en la que está incluido indica que se ha hecho una utilización equivocada.

Para mantener el criterio del uso erróneo del verbo se hace necesario examinar con detenimiento las diferentes acepciones que este posee, así como la oportunidad de este en el contexto.

La primera acepción que se consigna en los diccionarios para el verbo del título es “volver una cosa al estado que tenía antes”. Otra acepción es tener una cosa consecuencias para una persona u otra cosa. En ese caso se escribe seguido de “en”, es decir, equivale a repercutir, resolverse en, resultar. Referido a una cosa, transformarse o ir a parar en otra. En materia de derechos es volver una cosa al dueño que tenía antes o pasar a un nuevo dueño. En realidad son solo tres acepciones diferentes.

Una vez revisados estos significados, cabe que uno se haga la pregunta sobre cómo encaja este verbo en la redacción del analista de acontecimientos internacionales. Lo que se revierte no es el número récord, sino las deportaciones. Para que estas vuelvan a la cifra o cantidad, que no número, de deportaciones anteriores. De lo que se trata en realidad es que se reduzcan las deportaciones.

En definitiva, el verbo cabría si se modifica la redacción para que el verbo esté propiamente utilizado. Este tipo de error acontece con mayor frecuencia cuando las personas emplean verbos que no han asimilado, que no han entendido bien.

Roberto E. Guzmán