ACADEMIA PRESENTA NUEVO LIBRO DE MARCIO VELOZ MAGGIOLO
El libro Memorias reversibles, del escritor y académico dominicano Marcio Veloz Maggiolo, fue presentado en la sede de la Academia Dominicana de la Lengua, en un acto encabezado por su Eminencia Reverendísima Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, miembro de nuestra Junta Directiva, y la presencia de los académicos Rafael González Tirado, Andrés L. Mateo, Tony Raful Tejada, Irene Pérez Guerra y José Enrique García.
La nueva publicación fue presentada por el doctor José Enrique García, quien también tuvo a su cargo el cuidado editorial de la obra que comprende un estudio valorativo y testimonial de múltiples textos y autores tanto de la literatura dominicana del siglo XX, como de América. Tiene 122 páginas y es el volumen no.15 de la colección «Letras de la Academia» que dirige el doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Corporación dominicana. En su alocución, García destacó las cualidades que a su juicio distinguen el texto de Veloz Maggiolo, como adecuado tono narrativo, que ciñe el libro en su integridad; informaciones precisas y adecuadas que evidencian la rica experiencia cultural del autor; recreación de intuiciones y vivencias, afincadas en la identidad y la memoria, ejes de la plataforma intelectual del autor; lenguaje fluido y preciso, con un estilo libre de afectación, centrado en la expresión que procura el buen decir; iluminación crítica con rigor expositivo y orientación edificante. Dijo que estas cualidades hacen de la lectura de esta obra un acto placentero y explicó en detalle cada una de ellas, asegurando que el tono narrativo predomina en todos los artículos del volumen. Marcio Veloz asume este enfoque mediante la modificación y la recuperación de elementos indispensables como la atmósfera y la recreación de tiempo y espacio al contar y testimoniar un marco epocal determinado, así como la explicación de las informaciones que ofrece. José Enrique García destacó la convivencia del ejercicio crítico y autocrítico que Veloz Maggiolo logra plasmar en Memorias reversibles, donde reafirma su condición de creador auténtico cuyas observaciones críticas iluminan los valores subyacentes en las obras de los autores que aborda. También señaló como el mayor acierto de la obra el uso adecuado del lenguaje, y dijo: “Si estos textos los leemos con placer, es mi caso, es por la prevalencia del tono narrativo que domina y por el lenguaje fluido, limpio, sin afectación, preñado de pormenores, de accidentes expresivos, con un léxico de variados matices, de texturas que van desde el término sumamente culto hasta el más añejo arcaísmo. Lenguaje, en fin, entregado al decir copioso y elegante”. José Enrique García concluyó con un testimonio donde aseguró que la obra de este autor impulsó a varias generaciones de escritores que, como él, han tratado de seguir su legado: “(…) su actitud ante la creación, su persistencia en procura de una obra harto significativa, su constante bregar con la cultura, en suma, su dilatado trabajo con la palabra, constituyó una influencia profunda sobre todos nosotros”, subrayó. Durante la actividad, la doctora Irene Pérez Guerra leyó una valoración que escribió Bruno Rosario Candelier sobre este libro, del que citamos: «El conjunto de artículos de esta publicación de la Academia Dominicana de la Lengua contiene precisiones esclarecedoras mediante una interpretación engarzada al caudal de profundos conocimientos desde la perspectiva intelectual, estética y espiritual del escritor que sabe ponderar el perfil que define el sentido, al tiempo que ausculta la vertiente sociográfica o la dimensión metafísica con el oportuno comentario interpretativo, índice de la cosmovisión de un autor con claro dominio conceptual y diáfana inteligencia intuitiva para propiciar una mejor comprensión del texto». Al concluir la actividad, Veloz Maggiolo pronunció unas emotivas palabras de agradecimiento con las que reveló la alegría que experimenta al publicar una obra bajo el sello de la Academia Dominicana de la Lengua. Aprovechó la ocasión para elogiar la labor desarrollada por los miembros de esta Corporación de la lengua, en especial la de su director, Bruno Rosario Candelier, así como destacar el cuidado editorial y la enjundiosa presentación que de su obra realizó el académico, ensayista y crítico literario José Enrique García. En Memorias reversibles, el autor ofrece ponderados análisis de obras de escritores dominicanos, como Juan Bosch, Virgilio Díaz Grullón, Carlos Esteban Deive, Tony Raful Tejada, Andrés L. Mateo, Víctor Villegas y Antonio Fernández Spencer, entre otros. Notables son también sus apreciaciones sobre la obra de autores extranjeros como el venezolano Juan Liscano, autor del Nuevo Mundo Orinoco o el idioma de luces de la cubana Dulce María Loynaz. La radiografía del grupo literario “El Puño”, fundado en 1966, permite al lector de estas Memorias reversibles no solo ahondar en detalles que únicamente un miembro del mismo podría ofrecer, grupo que “tenía como función básica la de generar un cambio radical en la visión estética de “lo dominicano”; también describe minuciosamente las actitudes de sus integrantes. Según Veloz Maggiolo, “con el grupo “El Puño” la decapitada revolución de abril llegaba al mito”. Allí estaban, entre otros, Miguel Alfonseca, Franklin Domínguez, Iván García, Antonio Lockward, René del Risco, Ramón Francisco, Armando Almánzar, Juan José Ayuso, Jeannette Miller, Rafael Vásquez, José Ramírez Conde, Norberto Santana y el propio Marcio, nuevos revolucionarios del arte. Marcio Veloz Maggiolo nació en Santo Domingo el 13 de agosto de 1936. Narrador, poeta, ensayista, crítico literario, arqueólogo y antropólogo. Realizó estudios superiores en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Universidad de Madrid, donde obtuvo un doctorado en Historia de América. Premio Nacional de Poesía (1961) con Intus; Premio Nacional de Novela (1962), con El buen ladrón; Premio Nacional de Novela (1981), con Biografía difusa de Sombra Castañeda; Premio Nacional de Cuento, con La fértil agonía del amor; Premio Nacional de Novela (1990), con Materia prima; Premio Nacional de Novela (1992), con Ritos de cabaret; en 1996, Premio Nacional de Literatura y, en 1997, Premio Feria del Libro, por Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas. Santo Domingo, ADL, 14 de agosto de 2012.
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