PRET-A-PORTER – INTERMODAL – FAX – FAXEAR – SUSCEPTIBLE

“La pasarela Milano Moda Donna, dedicada al prêt-à-porter femenino para el próximo otoño-invierno, celebró en la capital lombarda. . .”

No son pocas las personas que cuando reproducen esta expresión piensan que están escribiendo algo francés, pero muy francés. Lo que no saben es que esta expresión llegó al francés desde los predios del inglés.


Corresponde la expresión del francés a la expresión ready-to-wear del inglés. Es un calco que se hizo para adaptar lo que se denomina en francés con la expresión del inglés. En su origen fue una variante de la otra expresión del inglés ready-made.

Las dos expresiones del inglés se oponen a las confecciones hechas o cortadas a la medida (sur mesure). Lo que se pretendió desde un principio fue descartar las locuciones que adquirieron un sentido peyorativo, tales como tout fait que denotaban un corte y confección puramente industrial. Si se desea, este tipo de confección tiene “medidas industriales”, no es producción industrial, sin alcanzar la exclusividad que confiere la ropa hecha a la medida.

Sobre la base de la expresión estudiada aquí, se formaron muchas más en el francés de la publicidad, con la misma idea de algo que se puede usar de inmediato, sin esperar y que tiene rasgos de algo que no se ha “hecho (confeccionado) en serie”; ejemplos de ello son prêt-à-construire, prêt-à-habiter, prêt-à-manger.

Si se desea evitar el uso de la expresión analizada, una posibilidad abierta es recurrir a “listo para ponérselo”. No hay duda que al escribirlo así en español, y al pronunciarlo en nuestra lengua se pierde el sabor de lo extranjero.

La característica que define la ropa que se llama de este modo, con las palabras francesas, es que cae o sienta como hecha a la medida, por lo menos eso es lo que se trata de hacer creer a los compradores. Los patrones sobre los cuales se confeccionan estas ropas son supuestamente bien estudiados. Por extensión, la expresión ha pasado a designar también las tiendas en las cuales se expenden este tipo de ropas, por lo menos, en francés.

INTERMODAL 

“El proyecto. . . busca modificar y ampliar la terminal para que cuente con un centro INTERMODAL, un café-restaurante y tiendas libres de impuestos, entre otros.”

Al estudiar este término hay que comenzar por una pregunta que hay que hacer, es decir, si existe, porque no aparece registrada en los diccionarios modernos. Enseguida es pertinente preguntarse si hace falta el vocablo, y más aún, si es útil y de uso común.

Ahora van algunas de las respuestas. En español no se ha registrado todavía la palabra del título. Es un vocablo de reciente acuñación en inglés. Según el diccionario del inglés angloamericano, el término se detectó por lo menos en el año 1963.

En la lengua de Shakespeare la palabra tiene funciones de adjetivo y sirve para designar la transportación que utiliza más de un medio de acarreo para una sola entrega. Se emplea el adjetivo para el transporte, así se dirá transporte “intermodal”.

Se puede pensar que la segunda parte de la palabra del inglés tiene relación con el vocablo modalidad del español, es decir, con las maneras o modos en que se hacen o suceden las cosas. Aquí hay que recordar que hay un concepto en gramática que es muy importante y que guarda relación con la clasificación lógica de las proposiciones.

Una opción, en el caso del texto citado sería redactarlo de nuevo, eliminar el término ajeno a la lengua nuestra y en su lugar colocar, “centro de opciones de transporte”. Con la solución propuesta se ha tratado de evitar la palabra reemplazándola por “opciones de transporte”. Puede quizá resultar más acertado emplear “medios de transporte”, quién sabe.

Lo que queda por hacer es esperar con paciencia hasta que el uso haga necesaria una solución, y en ese caso aparecerán muchas para el vocablo del epígrafe.

FAX – FAXEAR 

“. . .la tendencia es adquirir un solo equipo con funciones de imprimir, copiar, FAXEAR y escanear.”

Ya terminaron los sinsabores de las personas que se cuidan de utilizar las palabras del buen español y a la vez tienen que expresarse en términos modernos.

Ya el “fax” consta en el diccionario patrocinado por la Academia, no solo como “telefax”, como en la edición del 1992, sino por derecho propio.

La Respetable Academia de Madrid le abrió las puertas (páginas) del diccionario al verbo “faxear”, que es la acción de “enviar por fax”. El “fax” es (la máquina) el sistema que permite transmitir a distancia por la línea telefónica escritos o gráficos. Además de eso es el documento que se recibe por este medio.

Ya no hace falta hacer piruetas con el español para hablar del telefax o del facsímil(e) o cualquier otro esperpento por el estilo.

Antes de cerrar esta sección. Noten que después de “tendencia”, en la cita, no colocaron la preposición A antes de escribir un infinitivo de verbo. Esta mala práctica periodística se ha criticado con anterioridad. Se ruega a los manes tutelares de la buena lengua para que el mal solo sea conocido en el español de los Estados Unidos de América del Norte.

SUSCEPTIBLE 

“Otra de las múltiples recomendaciones es prohibir el uso de fusiles militares, que pueden utilizar munición de alto calibre más SUSCEPTIBLES A causar daño a personas inocentes.”

Este simpático error hace mucho que transita por las columnas de los periódicos del continente y merece que se le preste la atención debida.

Si se lee la definición que el diccionario de la Docta Corporación madrileña de la lengua ofrece para el vocablo, se comprende enseguida el porqué del error. Léase primero la definición y luego se entrará en algunas explicaciones que permitirán reafirmar el concepto.

Para “susceptible”, la Academia asienta, “capaz de recibir modificación o impresión”. Debe observarse de inmediato que el verbo que las autoridades emplean para la definición es “recibir”, no provocar, ocasionar u otro similar. “Capaz de” es que puede ser sujeto de lo que sigue, “recibir” modificación o impresión. No es pues causante de efectos, no produce, sino que recibe. En la segunda y última acepción significa “quisquilloso, picajoso”. Se volverá sobre esto más adelante.

Ahora se trata de llamar la atención sobre la preposición que acompañada al término en estudio, A. No es “susceptible A”, sino DE. La razón por la cual es menester utilizar la preposición DE es por lo acotado antes, no es causante de, sino receptor de.

Hay que intentar otro modo de explicación para convencer a los de entendimiento lento. No debe confundirse susceptible con capaz. Susceptible da a entender que algo tiene capacidad pasiva, que recibe. No sucede así con “capaz”, que implica una actividad, la “causa eficiente” de algunos.

En el texto que se copió, lo que correspondía que se hiciese era escribir, “capaces”. Quizás redactado de otro modo, diferente, para que se entienda bien la idea, “capaces de causar daño a personas inocentes”. Otra solución es, “más propenso a causar. . .”

No es ocioso que se aclare que algunas personas confunden a “susceptible” con “posible”. Posible es “que puede existir o realizarse”. En el caso de susceptible la oración necesitará de precisiones o complementos acerca de la acción o cualidad que puede sobrevenir de lo que se habla. En el caso de “posible”, no hace falta el complemento.

HERNIA *DIATAL – HERNIA DEL HIATO 

“Eso es hoy. Mañana me levanto crítico porque la hernia DIATAL no me ha dejado dormir, y me digo, echando espuma por la boca. . .”

En el español hablado se ha escuchado mucho la expresión “diatal” para referirse a la hernia que permite el paso hacia arriba de los gases del estómago, es decir, que los gases del estómago suban por el esófago.

Los malestares que se sienten o padecen con esta condición médica es lo que se llama “agruras, agrieras”. Algunas personas lo identifican con el nombre de “acidez”. De lo que no cabe duda alguna es de la incomodidad que produce la hernia.

La expresión hiatal hernia aparece documentada desde el año 1944 en el inglés de los Estados Unidos. La definición que ofrece el diccionario de la lengua angloamericana es la hernia en la cual una parte de la anatomía sobresale a través del hiatus del esófago en el diafragma.

Los diccionarios modernos de terminología médica de las dos lenguas, inglés-español y viceversa, ofrecen para la traducción del inglés la solución que se acepta en español.

El problema en este caso es que en la lengua común, en la acepción para la Anatomía, el DRAE consigna que el hiato es una “hendidura, fisura”. En tiempos pasados se usaba el término para denominar con él la “apertura, grieta”. En el caso del trastorno moderno del tracto digestivo, hay que aceptar este hiato como “apertura”.

La única explicación que se le ocurre al autor de estos comentarios para entender el error común de utilizar la inexistente palabra “diatal” para este mal, es que relacionan este sonido con la voz dilatación y así se les hace más próxima a sus conocimientos.

Hay que consignar que el uso en el campo médico está divulgando la combinación hernia hiatal.

PAISAJISMO

“El mundo ha dado fe de ello. Eso es lo que hay sobre la mesa. Ir más allá es PAISAJISMO.”

Hasta tanto se demuestre lo contrario, el “paisajismo” es un género pictórico que se caracteriza por la representación del paisaje. Después de reproducido el concepto de lo que es el “paisajismo”, se duda mucho que eso fuera lo que el articulista quiso expresar en la cita.

La otra acepción que se conoce y acepta para el mismo término en su vertiente artística, es el arte cuyo cometido es el diseño de parques y jardines, así como la planificación y conservación del entorno natural.

En momentos como estos es cuando al lector le entran deseos de poder consultar una bola de cristal para que le oriente acerca de la intención del redactor, para desentrañar lo que tratan de expresar con palabras como éstas. En el caso del “paisajismo” quizás fue un simple (sin malicia) error del copista, quien en lugar de “espejismo”, le colocó esa lindeza.

Es sabido de todos que el espejismo es una ilusión óptica que corresponde a un fenómeno de reflexión de la luz. En su sentido figurado corresponde a “ilusión”, es decir, es algo que es el resultado de la imaginación.

Lo antes expuesto no significa que no haya quien no sepa la diferencia que hay entre el “paisajismo” y el “espejismo”, pues eso es lo que sucede cuando se confunde la gimnasia con la magnesia.

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