*MINIMAL
“. . .y realiza diagramas MINIMALES abstrayendo líneas, formas, que sirven como patrón para las pinturas.”
Como puede colegirse de la lectura de la frase transcrita, esta pertenece a una crónica de arte que echa mano de los recursos a su alcance para traer la atención del lector con las nociones que se detectan en la producción artística comentada.
En español se conoce un término parecido a la voz inventada del título y es “mínimo” que sirve para mentar algo tan pequeño en su especie que no hay otro menor ni igual. Es el límite inferior, o extremo a que puede reducirse algo.
En el caso en estudio lo que sucedió es que la redactora se distrajo mientras redactaba y pasó algunos términos del inglés a la versión española de su reseña. El minimal del inglés corresponde con el mínimo del español en tanto que adjetivo. En lengua inglesa cuando se escribe esta voz con mayúscula es porque se refiere o tiene relación con el arte minimalista o minimalismo.
El minimalismo es la corriente artística que utiliza elementos mínimos y básicos, como colores puros, formas geométricas simples, tejidos naturales, lenguaje sencillo, etc. De acuerdo con este modo de pensar, el minimalista es lo perteneciente o relativo al minimalismo, es decir, que sigue las tendencias del minimalismo.
Por medio de lo acontecido en la frase del ejemplo de esta sección los lectores podrán darse cuenta de lo que sucede a una persona que se distrae cuando redacta. La redacción es una actividad que debe hacerse con todos los sentidos enfocados en ella.
LOCACIÓN
“Tras obtener una tarjeta de H., cuya solicitud se hace por internet, los clientes podrán buscar un auto en cualquiera de estas LOCACIONES.”
Aquí se comprueba una vez más la veracidad de que hay cosas que aparentan estar emparentas y no lo están. Son palabras que se parecen entre dos o más idiomas diferentes y sin embargo están muy lejos de representar lo mismo. El ejemplo de locación, palabra del título, es uno más que se suma a la larga lista de vocablos que se prestan a malas interpretaciones o peores traducciones.
Cuando se compulsa el diccionario de las Academias, para consultar lo que significa ese término del título se encuentra el curioso con que lo que le ofrecen es otra voz del español para explicar la que le provoca la búsqueda. Ese es un modo criticable de suministrar acepciones y definiciones en diccionarios de este calibre.
La locación es el contrato de arrendamiento o el precio por el que se arrienda. Este contrato es el que cede por un precio estipulado el goce o aprovechamiento temporal de cosas, obras o servicios.
En toda verdad, en español la locación es en derecho civil, un contrato consensual mediante el cual dos partes se obligan recíprocamente; una a ceder el uso o goce de una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un servicio; a su vez la otra se compromete a pagar un precio por el uso, obra o servicio.
Una vez se hace del conocimiento lo que significa la locación del español cabe que uno se pregunte qué diantre busca la locación en el sitio que ocupa en el texto. Como se enunció antes esta locación aquí aparece por obra y gracia de un mal entendido.
La location del inglés no tiene nada que ver con los locales del español. La del inglés es el lugar del rodaje, los exteriores de una película. En la cita no hay película mencionada. Es también el sitio ocupado o disponible para ser ocupado que reviste ciertas características que lo distinguen para cierto propósito.
En el mejor de los casos en el texto transcrito lo que cabía es que se escribiera “locales”, en el sentido de sucursales, entendida esta palabra en el sentido de establecimientos, como equivalente de sitios donde habitualmente se ejerce una actividad comercial.
Vaya cada quien a tratar de dilucidar el asunto a su manera para dar con el origen del equívoco en un contexto como el de la cita. Se aceptan todas las hipótesis como buenas y válidas porque no existe excusa para errar en caso como el presente. Interprétese esta última frase sin que entre en conflicto con lo enunciado al principio de esta sección.
OPERACIÓN ELECTIVA
“B. dijo que la historia clínica de R. muestra que la pacienta expresó preocupación por su responsabilidad financiera, a sabiendas de que sería una OPERACIÓN ELECTIVA y no tenía seguro…”
Vale que se aclare que en el texto del cual se extrajo este pasaje los dos vocablos del título aparecían en letras cursivas. La razón para imprimir de ese modo este tipo de cirugía no es algo que salta a la vista, no es obvio. Se pueden avanzar algunas explicaciones a este respecto.
Una de ellas es que quien redactó reconoció su falta de conocimientos para traducir al español de manera satisfactoria lo que oyó en inglés elective surgery. Otra explicación es que sabía que estaba procediendo a una traducción “palabra por palabra” sin que eso significase algo inteligible en español y por esa razón recurrió a las cursivas.
De acuerdo con Fernando A. Navarro, en su Diccionario crítico de dudas inglés-español de medicina, 2006, el adjetivo inglés elective “en la mayor parte de los casos no significa electivo”. En el caso de las cirugías deben traducirse por “programadas”. Esto así por oposición a las que deben practicarse con carácter urgente. Aquí como en todos los casos se elige o se opta por la operación porque se la escoge, se prefiere ese tratamiento por encima de otro cualquiera.
La historia del elective del inglés para las operaciones no termina ahí porque también se utiliza en el caso opuesto a espontáneo y, en español se dice y escribe que es “provocado”. El caso por antonomasia es el del aborto que puede ser provocado o espontáneo. No sobra que se mencione que algunas personas echan mano de la expresión “interrupción voluntaria del embarazo” que no es otra cosa que un eufemismo para aludir al aborto provocado y al hacerlo de esta manera siguen la pauta del inglés.
Al terminar esta sección se reproduce la traducción que favorece el autor antes mentado para la elective surgery, “intervención quirúrgica programada” para que a los lectores no les falte ni un pelo del animal. Para la emergency surgery el investigador mencionado ofrece: “intervención quirúrgica urgente, intervención quirúrgica de urgencia”.
INTENCIÓN – INTENSIÓN
“Según encuestas recientes, López cuenta con una INTENSIÓN de voto en el *órden (sic) del 16 por ciento y Capriles de 40 por ciento.”
Salta a la vista que la redacción de este trozo de información escrita deja mucho que desear. La persona que lo hizo le colocó una tilde sobre la O de orden. A este tipo de falta es a lo que el autor de estas reflexiones acerca del idioma español llama un “error de primaria” porque recuerda de manera vívida que fue durante las enseñanzas de la escuela primaria cuando le enseñaron que no es posible hacerlo porque solo tiene dos sílabas y termina en N (ene).
Antes de llegar a la enseñanza intermedia (media) ya enseñaban que el plural de orden, órdenes es el que sí lleva la tilde. Que este caso se repite con espécimen, que hace especímenes, en el cual la sílaba tónica cambia y carácter que hace caracteres por la misma razón anterior. Esas fueron lecciones bien aprendidas que jamás se han olvidado.
Ya se puede entrar en materia con respecto de los dos términos del epígrafe: intención, intensión. Las dos palabras en el español de América se pronuncian del mismo modo. Esto es el resultado del famoso seseo que nos distingue de algunas regiones de la península.
El seseo, aunque explica el desliz no justifica la ignorancia. Todo adulto hablante de español tiene que saber cómo se escribe cada una de las palabras del título y su correspondiente significado. No hay lugar a que se coloque una en lugar de la otra. Solo una letra diferencia las dos voces en su escritura pero una gran distancia media entre las dos significaciones.
Intención es determinación de la voluntad en orden a un fin. Además es el propósito o pensamiento de hacer algo. Intensión es intensidad, de allí que sea el grado de fuerza con que se manifiesta un agente natural, una magnitud física, una cualidad, una expresión, etc. En otro orden de ideas es la vehemencia de los afectos del ánimo, el apasionamiento o profundidad con que se manifiesta el estado anímico.
Hay errores que se perdonan. Este no se incluye en la lista de los que se olvidan o se toleran. No hay lugar a que se deje pasar un bulto de este tamaño. Quien yerra de esta manera merece la censura de los lectores.
REFERENCIA
“. . .fue ingresado en diferentes ocasiones en el citado hospital, UN CENTRO DE REFERENCIA en tratamientos contra el cáncer. . .”
Este término ha evolucionado con la lengua. Esto así, como sucede con casi todos los vocablos de una lengua. Al escribir que ha evolucionado lo que se destaca es que ha adquirido más relevancia, ha ampliado su ámbito semántico. El modo en que se usa la palabra del título es una muestra más del ensanchamiento de su cobertura. En esta sección se examinarán las acepciones tradicionales y el desarrollo histórico de estas.
En el DRAE de 1970 para la palabra referencia solo se reconocían cuatro acepciones. La narración; la semejanza o relación de una cosa con otra; la indicación en un escrito acerca de otro o del mismo a que se remite el lector, y, el informe acerca de la probidad etc. de una persona que hace otra para consumo de un tercero. Todavía en la edición de 1992 del DRAE se mantenían esas acepciones con muy ligeros pulimientos en la redacción.
La edición vigésima segunda del DRAE acogió como primera acepción la relativa a la acción o efecto de referirse, en el sentido de aludir. Como cuarta acepción introdujo una muy clara “base o apoyo de comparación”. La octava y última acepción fue otro reconocimiento al uso, “combinación de signos que identifican un objeto”. Con esta iba la alusión a las referencias que usan las bibliotecas en los catálogos, que luego la misma palabra pasó a identificar los productos comerciales para diferenciarlos de otros similares después de colocarlos en el grupo.
En la cita el empleo que se hace del nombre es para identificar una comparación; o mejor aun como un modelo en su género. En casos parecidos al del texto copiado utilizan el vocablo “referente” que las autoridades de la lengua definen como “término modélico de referencia”.
Las personas que escriben en medios de comunicación no consiguen a menudo aquilatar las reacciones o el interés que despierta lo que se expone mediante columnas publicadas. Este pensamiento se hace de conocimiento público porque al autor de estas apostillas acerca del uso de la lengua escrita le parece sumamente interesante la evolución de la palabra del título y desea que los lectores disfruten de esa progresión.
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