MARCACIÓN – MARCAJE – PUENTE DE PRÉSTAMO – EN BUENA FORMA – A DÍAS – MANTEQUILLA DE MANÍ

“D. W. se abre paso entre la pegajosa MARCACIÓN de los. . .”

Este es uno de los casos en que la Academia anda por delante del periodista. Se explicará en el curso de esta sección el porqué se considera que el DRAE está más avanzado que el periodista en cuanto a osadía lingüística.


El verbo marcar es el que le imprime sentido al nombre que sirve para llamar la acción. Desde hace largo tiempo consta en el diccionario de las autoridades el nombre marcación con varias acepciones que se han mantenido en el tiempo.

En la primera entrada que asientan los doctos del colegio madrileño de la lengua en su diccionario las dos acepciones corresponden a la marinería. Luego en la segunda entrada constan solo dos acepciones más: una para el cerco en que encajan puertas y ventanas, lo que en dominicano se conoce con el nombre de marco; y segunda el conjunto de tales cercos.

En fecha relativamente reciente los académicos se pusieron al día con los aficionados al fútbol y aumentaron las significaciones del verbo marcar en español para introducir una que correspondía a ese deporte y por extensión a otros.

En la acepción marcada con el número 19 para el verbo marcar se lee esto: “Dicho de un jugador: En el fútbol y en algunos otros deportes, situarse cerca de un contrario para dificultar la actuación de este”.

El asunto no llegó hasta allí. Hay más. Los especialistas de la lengua española dedicaron un sustantivo exclusivo para designar este tipo de acción (marcar) en deportes, se trata de marcaje. Los señores de la junta madrileña de la lengua conceptuaron la acción de este modo: “Acción y efecto de marcar a un jugador del equipo contrario”.

Llegados a este punto se atreve uno a pensar que cuando los españoles de la lengua introdujeron estas modificaciones en el seno del DRAE lo hicieron pensando en el fútbol y para satisfacer a la otra orilla de la lengua añadieron “y en algunos otros deportes”.

Para terminar. Lo que debió escribir el cronista deportivo fue marcaje y no marcación. Esto a pesar de que la terminación del primero de los dos sustantivos suena a francés.

PUENTE DE PRÉSTAMO 

“. . .tiene pensado pagar esa cifra de dinero con la ayuda de un PUENTE DE PRÉSTAMO que podría devolverse en un plazo de varios años.”

En algunos momentos de la vida el sufrido lector tiene que soportar tales barbaridades que se pregunta si las personas que trabajan en los periódicos son profesionales o si es que le conceden oportunidades a noveles o a aventureros para que traduzcan para reducir costos.

Este insulto a la inteligencia que aparece en el texto copiado fue el producto de una traducción. Cabe aquí que uno se pregunte si quien tradujo este pasaje estaba muy cansado o si es tan falta de cultura que no sabe como se dice y escribe en español eso que tradujo de la manera transcrita.

No se le puede preguntar al insensato que escribió lo copiado si entiende cuáles son las funciones que desempeñan algunas palabras en el seno de las oraciones. No cabe duda que leyó en inglés bridge loan que llevado al español es préstamo puente.

Es dable en algunas ocasiones encontrar en inglés bridging loan que en su origen generaba mayor sentido a la combinación. Para ese tipo de préstamo se usó préstamo-puente en español para darle más carácter.

Estas traducciones se han realizado con demasiado apego a las palabras del inglés. Pudo haberse adoptado otra palabra para modificar a préstamo con el riesgo de que se perdiese la orientación con respecto a lo que los angloparlantes definen con su combinación.

No debe perderse de vista que en inglés bridge es “medio de conexión o transición”. De allí pudo salir préstamo transitorio o provisional si se deseaba. Esta traducción sería más conveniente a la lengua española porque ninguna de las significaciones del vocablo puente en español le permite desempeñar las funciones que hace la voz bridge del inglés.

El “Diccionario de neologismos de la lengua española” de Larousse, 1998, propuso introducir la denominación  “puente” para la persona o cosa que sirve de conexión entre otras. Esta sería una manera de incorporar una de las acepciones del inglés al léxico español.

Claro, ya es muy tarde para atajar el desmán del préstamo. Es mucha el agua que ha corrido bajo ese puente. El préstamo-puente está consagrado en la jerga económica y financiera, sobre todo en la concerniente a los financiamientos de organizaciones internacionales a países.

EN BUENA FORMA 

“. . .para que las escuelas estuvieran EN BUENA FORMA para recibir a los niños.”

Muchas veces cuando se le pregunta a un haitiano en su lengua que cómo se siente, son muchas las probabilidades de que conteste con la breve frase “Anfòm”. Esto equivale a decir “en forma”. En estas circunstancias no necesitan ni el interpelante ni el interpelado mayor información con respecto a lo que vale la expresión. Se da por sentado que es en buena forma o estado.

Como se nota enseguida la comunicación que se entabló en el párrafo anterior se refiere a un coloquio, una comunicación entre personas presentes. No se trata de una reseña periodística. Esto se destaca para subrayar la distancia que media entre el nivel coloquial y el escrito formal.

No es suficiente con que se modifique el sustantivo forma con el adjetivo buena para que produzca una manera satisfactoria de indicar de qué forma se espera que estén los edificios de las escuelas cuando se produzca el regreso a las clases.

Si se examina el significado aceptado para la palabra forma se verá enseguida que la selección de ese vocablo no es adecuada. El término forma cuenta con 19 acepciones principales y otras específicas para algunas actividades. No obstante eso, ninguna de ellas se acomoda para imprimirle sentido inteligible, o aceptable, a lo transcrito arriba.

La acepción más común de forma es la que se refiere a la configuración externa de algo. Se relaciona con la conformación o figura de algo. La manera de proceder es también una de las acepciones de forma. Parece que el redactor fue descuidado en este caso y tradujo a la ligera del inglés.

Sin duda quiso o deseó referirse a las “condiciones” en que deberían estar las escuelas en el momento de la reapertura de clases. El tropezón se lo hizo dar el inglés, lengua en la cual es muy probable que habrían dicho o escrito que se buscaba que las escuelas estuviesen “in good shape”.
Como se sugirió antes aquí no es propio que se use el vocablo forma, sino que debió de usar condiciones, o en su defecto “estado”.

A DÍAS

“. . .una firma local que representa al ex mandatario, A DÍAS de que se celebre en esta capital la audiencia preliminar sobre el caso.”

En esta redacción llama la atención el modo en que está redactado, por la manera en que se usa la preposición A antes de días para llamar la atención sobre lo días que faltan para que algo suceda.
La expresión “a días” se entiende por “unos días sí y otros no”. Se usa para introducir alternativas: “unos días de una manera y otros de otra”.

El Diccionario Moliner trae el ejemplo que se copia acerca del empleo de “a días”. “¿Cómo está el enfermo? –A días”.

En otros países habrían escrito el párrafo citado de modo diferente. Habrían escrito por ejemplo: “. . .pocos días antes de que. . .” O de esta manera: “. . .días antes de que se. . .”

MANTEQUILLA DE MANÍ 

“La mujer afirmó que apenas tiene ya alimentos para darle a sus hijos, y que quería darles a los muchachos algo más que emparedados de MANTEQUILLA DE MANÍ y mermelada.”

En esta sección de nuevo se encuentra una traducción al español que se ha hecho del inglés. Ya uno no se extraña cuando escucha o lee la combinación “mantequilla de maní”. Hace largo tiempo que se incorporó al uso del español. A pesar de lo recién escrito no debe pasarse por alto la ocasión para puntualizar algunos aspectos con respecto a esta traducción.

Si se revisa el concepto acerca de lo que mantequilla significa en español se entera uno de lo inadecuado que es el término para combinarlo con maní. La mantequilla del español es la que se hace de la crema de la lecha de de la vaca, sin importar mucho cual método se use para obtenerla.

Cabe aquí que se pregunte uno dónde está la vaca en el maní. O como dicen ¿Qué vaca parió ese maní? Es obvio que los dos conceptos no compaginan. Como se escribió antes, ya es muy tarde para atajar este sinsentido. El uso le ha otorgado la calidad de transmitir el mensaje y los hablantes de español entienden a lo que se refieren cuando mencionan la combinación criticada.

No por tarde se dejará de proponer aquí unas soluciones racionales al asunto. Una de esas es llamar “pasta de maní” a eso que se conoce con el nombre que no se desea repetir. Esto así porque una pasta es una masa obtenida de una o diversas sustancias machacadas.

Los norteamericanos no tienen problemas para usar peanut butter para la pasta de maní porque en la definición que tienen para la mantequilla cabe la noción de pasta aceitosa casi sólida. Es una pasta para untar, y, como dice el diccionario de inglés “especialmente una hecha de maní tostado molido”, para untarla como si fuera mantequilla, añade ese diccionario.

CLABÓ – CLAVÓ – CLABOT 

Este es un tipo de madera que se usó mucho en el pasado en la República Dominicana. Muchas casas de madera de cierta categoría se edificaban con la ayuda de este tipo de madera. Desde el principio hay que dejar bien sentado que las ortografías que figuran en el título son las alternativas que se han oído. La última de ellas se la leyó en un libro.

Las dos primeras formas de escribir el nombre del tipo de madera es posible que corresponda a la pronunciación del español dominicano. La última, la tercera, es más bien un modo intelectualizado de representar en español el nombre. Se comenzará por estudiar lo que se conoce por clabot en otras lenguas para examinar si eso corresponde con el tipo de madera que se usó en República Dominicana.

Cuando se recurre al diccionario francés para consultar acerca de la palabra clabot, esta reenvía a crabot. Esa palabra representa lo que se conoce en español por pestaña, pero no la de los ojos, sino la que se usa en las ensambladuras. Es la pestaña que sirve para acoplar dos piezas, en este caso dominicano, dos piezas de madera. Una de las piezas tiene una ranura y la otra la pestaña. El diccionario francés reconoce que se pronuncia a veces clabot que es un derivado irregular. El Dictionnaire étimologique de Albert Dauzat, 1938, asegura que la voz apareció en francés con la industria automovilística y que así se llamó al diente del manguito de embrague.

Algunos dominicanos piensan que la voz procede del inglés clap board o de clapboard. La última es exactamente la descripción de la pieza larga y fina de madera con un borde más grueso que el otro en sus extremos que se usa en las construcciones de madera colocando un borde sobre el otro.

Los bordes de las piezas de madera terminan en un corte de 90 grados que se combinan con los de las otras piezas de madera. Este tipo de terminación permite que al colocar las maderas estas se acoplen de modo que no entre ni agua ni luz. Eso proporciona un cierre casi hermético. En un extremo la madera termina con el ángulo sobre la izquierda y en el opuesto con este hacia la derecha.

Este tipo de madera no debe confundirse con el que tiene las ranuras y las pestañas en el medio del borde externo. Estas también permiten un ensamblaje casi hermético que impide la entrada de aire y agua en las paredes externas de las construcciones. Esta es la que se conoce en el español dominicano como madera machihembrada.

En el español de las Academias el verbo machihembrar se usa en carpintería para describir la acción de ensamblar dos piezas de madera a caja y espiga o a ranura y lengüeta.

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