EN ADICIÓN
El académico dominicano de la lengua D. Fabio J. Guzmán había advertido que últimamente se había desatado una nueva epidemia en la lengua española. Destacaba ese académico que con cada vez mayor frecuencia se “topaba” con escritos en español en los cuales se utilizaba esta combinación infortunada.
En el español inveterado no ha habido espacio para esta locución. Este desafuero contra la lengua española es un calco de una locución que sí existe a justo título en una lengua extranjera. Se trata del inglés in addition.
En buen español lo que corresponde que se escriba es “además (de)”. Muchas otras locuciones pueden llenar el mismo cometido siempre y cuando se modifique la redacción de la oración. En el ejemplo sería “además”. Otras opciones pueden ser, “asimismo, al mismo tiempo, amén de que, también”.
Ya en otras ocasiones se ha advertido contra las malas costumbres que se cuelan en el español culto como consecuencia de traducciones defectuosas.
PLACA DE PECHO
“. . .comparada con la opción previa de PLACAS DE PECHO, reduce un 20 por ciento las muertes por cáncer del pulmón entre fumadores empedernidos de mayor edad.”
Hace años ya que se abogó por este medio para que se incluyera en el diccionario oficial la acepción “placa” para las radiografías. Este gesto se hizo por la gran frecuencia de uso entre los hablantes que son los verdaderos dueños de la lengua. Con pena hay que admitir que no se ha conseguido nada con esa postura. Ni siquiera el DAA consigna una inclusión de esta noción.
En realidad, en esta sección se centran los esfuerzos intelectuales para mencionar el “pecho” que acompaña a la placa. Casi siempre la placa se toma estando el consultante de frente a la máquina que hace la radiografía. De allí es de donde “sale” que la llamen “placa de pecho”.
La radiografía que así se hace no solo muestra las partes del pecho, sino que muchas veces tiene más interés en mostrar órganos o partes que están en la espalda del sujeto.
En términos más apropiados la radiografía que se practica se llama “del tórax” que es la cavidad del pecho. La importancia proviene no se limita a la superficie de lo que puede tocarse, sino que permite ver lo que se aloja en esa cavidad, ya sea esto normal o anormal. Claro, esto es en la generalidad de los casos.
Una de las lecciones que hay que tener pendiente al traducir o al escribir es que el léxico debe amoldarse al tema. Si se trata de un asunto de una traducción de un artículo médico, aunque sea para divulgación, hay que elegir los mejores términos para que no haya lugar a equívocos. Tienen que marchar parejos los vocablos con las descripciones de las pruebas. Hay que tener pendiente siempre que al final quien escribe o traduce termina por desempeñar una labor educativa.
DERROCHAR
“. . .a modo de una gruesa fibra que transforma desperdicios y objetos DERROCHADOS en un arte surgido del reciclaje.”
No es un descubrimiento afirmar que hay cosas que de lejos parece que son iguales pero que examinadas de cerca muestran su diferencia. Esto que se esbozó antes se manifiesta en el examen de la palabra realzada en la cita -derrochar- y la otra que se estudia: desperdicio (o basura).
Los dos vocablos no son sinónimos; tampoco puede usarse el verbo derrochar para significar que se echa a la basura algo. Los límites respectivos serán estudiados en esta sección para demostrar las diferencias que existen entre ellos y que quede en evidencia el mal uso que se hace del verbo derrochar en este pasaje.
Algunas inclusiones que mantiene el diccionario de la RAE pueden mover a equívocos. En el verbo desperdiciar, al señalar el origen coloca las raíces latinas del verbo que significaba “consumir, derrochar”. En funciones transitivas ese verbo significa malbaratar, gastar o emplear mal algo, es gastar una cosa inadecuadamente. En otra acepción es no sacar provecho de una cosa.
El verbo derrochar por su parte es gastar sin medida el dinero o patrimonio. Por extensión ha llegado a significar: emplear excesivamente una persona cosas que posee. Vale también para significar emplear con intensidad -una persona- sus cualidades intrínsecas.
En cuanto al desperdicio por sí mismo, es el residuo de lo que no es posible o que no es fácil aprovechar o que se deja de utilizar por descuido. Es además, el gasto innecesario, una suerte de despilfarro.
Llegado a este punto tiene uno que hacerse la pregunta para encontrar de qué modo puede lograrse que con estas significaciones sea compatible lo del objeto derrochado. Lo que se constata aquí es un estirón al concepto del verbo derrochar, al confundirlo con otros. En algunos casos de este tipo de arte al que se refiere la cronista de arte se llama de “objetos encontrados”, que se presume que es la traducción del francés objets trouvés.
MEDIANO
“El precio MEDIANO de una casa unifamiliar en. . .”
Leer con atención lo que publican los periódicos proporciona sorpresas. Unas veces son gratas y en otras son desagradables. En la mayoría de los casos el recurso a los textos dirimentes es un ejercicio que trae consigo satisfacciones y lecciones positivas.
Como ha de entenderse, encontrar este “mediano” en esta compañía indujo a inquirir acerca de la propiedad del uso. Una vez examinadas las fuentes se ha reforzado el criterio de que no tiene asidero el modo en que se emplea ese término en la oración copiada.
La real y digna corporación de la lengua, de acuerdo con la nueva redacción que avanza para la edición vigésima tercera del lexicón mayor, refuerza el criterio que ya tenía con respecto de la voz tratada aquí.
Esa respetada corporación expresa que es mediano lo que es “de calidad intermedia”; lo que es moderado en tamaño. Con esa redacción que se acaba de resumir no hay lugar a que se interprete el concepto de modo avieso.
En buen español mediano equivale a “mediocre, regular, vulgar, limitado, pasable, trivial, razonable, intermedio, moderado, módico”. Cada una de las palabras presentadas como equivalentes del término del título encontrará su lugar adecuado cuando se amolda a la redacción de lo que se trata.
Muchas de las fallas que se señalan en estos comentarios proceden de traducciones realizadas por personas sin el debido adiestramiento y formación profesional. Son traductores improvisados porque creen ellos mismos y quienes los contratan, que el considerar a una persona bilingüe le confiere el título de traductor o intérprete.
No hay que ir más lejos para dejar bien establecido el error en que incurrió quien escribió la frase transcrita más arriba.
AGRESIVAMENTE
“. . .es otra razón de porqué el régimen ha buscado AGRESIVAMENTE estrechas relaciones con déspotas anti/norteamericanos. . .”
Este agresivamente que se destaca en la cita es pariente del otro (agresivo) que se ha tratado en otras ocasiones por medio de estos comentarios.
Leído en español derecho lo que debe entenderse con la lectura de la frase copiada es que se ha buscado estrechas relaciones con déspotas agrediéndolos física o verbalmente. Es decir, que se hace con actitud o palabra que implica provocación o agresión.
Por desventura no es esto lo que la señora que redactó el artículo quiso expresar. Al contrario, quiso dar a entender que esa búsqueda se hace con audacia y dinamismo.
El vocablo agresivo y este adverbio agresivamente se mal entienden en español como resultado de la influencia del inglés. El asunto ha llegado a tal punto que ya algunos diccionarios que tienen el oído puesto en el uso han comenzado a aceptar en el español esta nueva tendencia de lo que encierran el adjetivo y en consecuencia, el adverbio.
El diccionario de la Asociación de Academias de la Lengua no le hace espacio a agresivo para que en español se le comprenda con el valor de “audaz, dinámico, emprendedor”. Aun en la enmienda que aparece para la edición vigésima tercera de ese lexicón las avenidas que se abren son para el tratamiento y el producto que causan lesiones o perjuicios; y, para algo que rompe con el orden establecido y resulta llamativo.
Los profesionales de la palabra escrita tienen que mantenerse al tanto de estos cambios y no ir más lejos de lo legítimo y tolerado. No hay que desentonar del español corriente de registro culto introduciendo anglicismos que no hacen falta. Esto que se expresa ya se ha escrito y repetido más de una vez. Ojalá este tipo de consejo cale en el ánimo de los orientadores de opinión que a la vez sirven de modelo de redacción para muchos lectores.
COMO – DE
“A pesar de su condición COMO persona buscada por la justicia, el régimen. . .”
Parece mentira, pero es verdad. Parece increíble pero es real. Todavía hay personas que confunden las preposiciones en el español.
Si este tipo de error resulta frecuente en lengua española, hay que hacerse una idea de lo que ocurre en lengua angloamericana en la que las significaciones de muchos verbos y locuciones cambian de significación con el simple cambio de la preposición o adverbio que acompaña al verbo o la expresión. Las consecuencias de esta suerte de errores en inglés se pagan en dinero.
En la frase transcrita al principio de esta sección aparece “como” para enlazar la palabra condición con el complemento. Esta selección no es acertada porque lo establecido en la lengua es que sea la preposición DE la que haga el enlace.
Por lo general las preposiciones son invariables y sirven como nexo entre un elemento sintáctico cualquiera y su complemento. En ocasiones pueden transformar un sustantivo en atributo o complemento de otro elemento de la misma proposición. De la manera en que se expresó antes, aquí la preposición establece la relación que existe entre la frase nominativa y el resto de la oración.
No se puede cerrar esta sección sin antes advertir que las preposiciones a veces son la piedra de tropiezo en las lenguas sobre todo para los extranjeros que las aprenden a distancia. Solo la buena lectura puede pavimentar el camino hacia el dominio de estas dichosas partículas.
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