DEBUT – GUAGUANCÓ – YAMBÚ – HOSPICIO – COBIJA

“Unos días antes, fue el DEBUT de un directorio de cuentas y marcas.”Fue mucha la tinta que corrió en tiempos pasados y olvidados ya con respecto a esta palabra que tiene su origen en el francés.
A esta palabra se la incluyó en el diccionario de las autoridades de la lengua en el año 1992. En el español hablado cuando se pronuncia la voz debut no se hace sonar la “T” final, así que se reduce a “debú”. 

El debut es la “presentación o primera actuación en público de una compañía teatral o de un artista”. Además de lo anterior es también la “primera actuación de alguien en una actividad cualquiera”. Con esto se demuestra que tiene una acepción que corresponde al campo del teatro, o del mundo del arte en la persona del artista. El rasgo de lo personal queda confirmado con la reiteración que la segunda definición le imprime al reafirmar que es la primera actuación “de alguien”. Esta es una clara alusión a una persona.Después de revisado lo que consta en el párrafo anterior resulta muy difícil que se pueda aceptar que una guía de cuentas y marcas haga su debut.

No se puede dar por terminada esta sección sin antes revisar la descendencia de la palabra debut en el idioma español. Las palabras que tienen relación con la del título son: “debutante” y el verbo debutar.

Si alguien se siente incómodo por tener que utilizar la palabra o el verbo que salen del francés, pueden sustituirlos por vocablos de muy buena raíz española, “principio, presentación, entrada, estreno, preludio, primera salida, primera edición”. Para el verbo basta con aplicar la lógica  y llevarlo a ese ámbito, “principiar, empezar, entrar, ensayar, estrenar, presentar, etc.”

No hay que confundir el propósito de lo escrito en esta sección. No se hace oposición a la entrada o adopción de voces extranjeras en el español. Estas adaptaciones forman parte del desarrollo de todas las lenguas. De la misma manera en que el español incluye voces extrañas a su sistema, de ese mismo modo envía vocablos españoles a las demás lenguas modernas. Lo que hay en realidad es un intercambio. Hay un enriquecimiento y una colaboración entre las diversas lenguas modernas.

GUAGUANCÓ 

“Ahora está de moda hasta en Finlandia. . . Interpretan. . . el GUAGUANCÓ. . .”

Ya en la edición de 2001 se incorporó la palabra del epígrafe al lexicón oficial de la lengua española.

Traer esta palabra es como hacer un relato de lo ya sabido. El vocablo guaguancó existe desde los tiempos de la colonia. La evolución del conocimiento acerca de la palabra ha viajado desde los centros de asentamiento y aislamiento de esclavos africanos hasta las salas de representaciones de las grandes urbes.

El diccionario de la lengua editado por la Real Academia Española de la Lengua le consagra una definición, o más bien una aproximación, muy escueta, como se espera que lo haga un diccionario de la lengua española. Le reconoce al término su origen en la isla de Cuba y lo define como “género musical popular  con canto y baile”.

El guaguancó es una modalidad de la rumba cuya parte inicial de canto toma el carácter de un extenso relato. La parte del baile la ejecuta una pareja que lleva a cabo un juego de atracción y repulsión alusiva a la conquista de una mujer por el hombre y el acto sexual. Como parte del baile hay un momento en el que si la mujer no logra cubrirse sus partes con un gesto de la mano, de la falda, o con una manta, en ese instante el hombre realiza un golpe pélvico hacia delante o apunta hacia allí con la mano, o con el pie. Cuando esto último sucede, entonces la mujer corresponde con un gesto de derrota.

YAMBÚ 

“Interpretan tres variedades: el YAMBÚ, una rumba antigua suave. . .”

El bambú es una modalidad de la rumba. Éste comienza con un canto breve de una sola persona y continúa con un canto a coro. El ritmo lento lo aprovecha una pareja que baila simulando las dificultades con que se mueven los ancianos.

El vocablo del título todavía no ha conseguido su inclusión en el lexicón oficial español. Quizá hace falta que la Academia de la Lengua correspondiente promueva su inserción en el diccionario mayor de la lengua española. Hasta tanto no se lleve a cabo lo que se menciona en la oración anterior, lo que procede que se haga es que el lector se tome el tiempo para encontrar en algún diccionario especializado el significado de términos de menor circulación como éste.

HOSPICIO

“Un cuarto de siglo después, la organización de HOSPICIO es la más grande del país. . .” Creemos firmemente que la excelencia en los cuidados de HOSPICIO es local. . .”

Lo que se enfrenta en esta ocasión es la transmisión directa del inglés al español de un vocablo. No se ha razonado ni sazonado en español el significado del término del inglés al trasladarlo al español.

En la lengua común, el hospicio es la casa para albergue y para recibir peregrinos y pobres. El hospicio es también el asilo en el que se da mantenimiento y educación a niños pobres, expósitos o huérfanos. Durante largo tiempo fue la hospedería mantenida por las comunidades religiosas.

La palabra hospicio también reviste caracteres especiales en algunos países de nuestra América. En Bolivia, Chile y Perú es el asilo para menesterosos. En Chile y Ecuador es el asilo para dementes y ancianos.

La reseña de la cual se tomó la cita se recogió en los Estados Unidos de Norteamérica. La voz que se escuchó fue hospice. La solución perezosa era traducirla mediante el vocablo del epígrafe.

El uso que se hace de la voz del inglés es de una acepción relativamente reciente. La acepción nueva se refiere a la organización, programa o establecimiento encaminado a suministrar un ambiente de ayuda física  y emocional para los enfermos terminales.

Como se comprende enseguida, el concepto del tipo de cuidado que se ofrece en esta clase de asilo no es el de una institución que se conoce en muchos países fuera de los Estados Unidos. A este tipo de organización de cuidados médicos se envían los enfermos sin posibilidades de cura. Cualquier traducción que se trate de dar a la voz hospice del angloamericano va a resultar en más de una palabra. Tiene que ser así porque va a conllevar una explicación del concepto. Las soluciones cortas van a herir las sensibilidades de los enfermos o las de los familiares.

Ya se cuenta en español con la acepción “terminal” para el enfermo a quien le queda poca esperanza de vida. Una solución es “asilo para enfermos terminales”. Otra posibilidad es “hospicio para enfermos desahuciados”. Para poder dar satisfacción a una buena traducción del término habrá que esperar quizás que en algún país de habla hispana se institucionalice el sistema de amparo al enfermo sin esperanzas de curación.

Otra solución es encaminar la traducción por otros predios. Trátese por ejemplo de traducirlo con la ayuda de la palabra “servicio”. La solución es pertinente aun más si se tiene en cuenta que no se trata de un local, se trata más bien de un “programa”, en el sentido de servicio, “servicio médico al enfermo terminal”. “Ayuda médica al enfermo terminal” es otra posibilidad que no hay que descartar.

Hasta que se produzca la designación con naturalidad, seguiremos explicando el concepto y evitando mediante eufemismos las palabras hirientes de la verdad ineludible.

COBIJA 

“. . .tejen a mano los delicados suéteres, COBIJITAS, monos, gorros, adornos para vestidos y toda una serie de modelos infantiles a los que luego se les pone la etiqueta. . .”

El significado de la palabra del título varía de acuerdo con la nacionalidad de la persona que la emplea. La primera acepción es aceptada de manera uniforme por todos los hablantes de español, “teja que se pone con la parte cóncava hacia abajo”. Otra acepción común es la de “mantilla corta”. Junto con esta es también “cada una de las plumas pequeñas que cubren el arranque de las penas del ave”.

En su sentido general es una “cubierta”. Con esta significación es en América “ropa de cama y especialmente la de abrigo”. En consonancia con el concepto del abrigo, es en nuestra América Morena una “manta para abrigarse”. Al extender un poco más la noción de cubrir, en Cuba la cobija es “la cubierta de yagua y guano de las casas de campo”. En República Dominicana se le ha escuchado el uso con ese valor.

En Venezuela es vocablo sinónimo de poncho. Esta es una extensión de la idea de abrigo.

En República Dominicana es además “la piel de ganado vacuno”. El uso que se escuchó en los predios rurales implica que es la piel completa del animal vacuno, no se refiere esta palabra a una parte de la piel del animal. Es la piel del animal después de sacrificado.

Es muy probable que en el texto con esta palabra la autora se refería a “abrigos” y otras prendas de vestir.

*CANDIDATIZAR – CANDIDATEAR 

“. . .le propuso que se CANDIDATIZARA al Concejo de la ciudad, la segunda corporación legislativa más importante después del Congreso.”

Como andan los asuntos en el seno de la lengua, con unas autoridades tan diligentes, antes de escribir acerca de un vocablo cualquiera es preciso verificar con las fuentes de datos más recientes.

El verbo que se estudia en esta sección todavía no ha logrado que se le acepte de modo oficial en el seno de la lengua corriente. La afirmación anterior no significa de modo alguno que no sea moneda corriente en el español hablado y hasta en el escrito.

Para promover o presentar la candidatura de una persona a un puesto electivo, el verbo que consta en el DRAE es candidatear. Por su parte, el verbo *candidatizar no aparece registrado en el diccionario mayor de la lengua del 2001.
En muchas situaciones se prefiere utilizar una pequeña vuelta para explicar que se postula a alguien para un puesto cualquiera.

OSTENTAR 

“En este contexto, compañías establecidas como el M. C. B. y M. D. C. OSTENTAN ya intérpretes de un alto nivel profesional. . .”
Ya muchas veces se ha encontrado el verbo examinado aquí empleado de manera abusiva, es decir, usado de suerte que excede su campo de acción.

El verbo ostentar solo tiene dos acepciones. La primera es “mostrar o hacer patente algo”. La segunda es “hacer gala de grandeza, lucimiento y boato”.

El verbo que se analiza, y el uso que de él se hace en algunos casos, puede sustituirse por otros más apropiados. No siempre quien se sirve del verbo tiene en mente la intención de utilizarlo para “mostrar con jactancia y vanagloria” algo. Hay que ser muy cuidadosos en el uso porque se puede caer en la exageración de “mostrar con magnificencia exterior”.

Para que no quede duda acerca del significado y uso propio del verbo habrá que tener en cuenta que “hacer patente” es “hacer que quede a la vista algo que estaba encubierto”. Además de eso es “hacer que una cosa aparezca como indudable”.
De la misma manera que se propone en otros casos estudiados en estas secciones, se postula que después de revisar lo antes expuesto se relea el texto y se juzgue si cabe el verbo en la cita.

En la cita asentada al principio de la sección se presume que la intención era expresar que estas organizaciones “. . .cuentan ya con intérpretes de un alto nivel profesional. . .” Otra solución satisfactoria es, “. . .tienen ya intérpretes de un alto nivel profesional. . .”

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