Chiquito pero matón
Los lectores de esta “Eñe” semanal ejercen como tales y nos proponen sus dudas. Esta vez ha sido la tilde diacrítica. Cierto es que las nuevas normas ortográficas académicas han suprimido algunas de las clásicas, pero la tijera no ha llegado a la que distingue más de mas.
La conjunción adversativa mas podemos considerarla como un sinónimo de pero. En nuestros tiempos ha quedado circunscrita al lenguaje escrito más formal y con un barniz de antaño. No debe llevar tilde por tratarse de un monosílabo átono.
Es esta condición de palabra átona, sin acento, lo que la diferencia en el habla del adverbio, el adjetivo, el pronombre y el sustantivo más, que, como monosílabo tónico, debe llevar tilde en la lengua escrita. No puede ser más sencillo (adverbio). Cada vez más hablantes se preocupan por la ortografía (adjetivo).
Más, sustantivo masculino con el significado de ‘signo de la suma’, también es tónico y, por lo tanto, lleva tilde diacrítica: Debes escribir el más para indicar que esa operación es una suma.
Ya habrán notado que los más/mas son chiquitos pero matones. Curiosamente existe un uso de más que distingue el español del área del Caribe, Andalucía y Canarias. En nuestra habla coloquial anteponemos el más; así Nunca más nos equivocaremos y Nadie más dejará de poner la tilde cuando sea necesaria se transforman en Más nunca nos equivocaremos y Más nadie dejará de poner la tilde diacrítica.
Hasta las palabras de apariencia más sencilla tienen su uso correcto. Si entendemos cómo funcionan y les prestamos más atención no tienen que darnos guerra nunca más, o más nunca.
© 2015 María José Rincón