Real Academia Española conmemora su tercer centenario
Para conmemorar el tercer centenario de la fundación de la Real Academia Española (RAE), la entidad rectora del idioma español publicó la 23.ª edición del Diccionario de la lengua española, con la presencia de los Reyes de España, académicos de la RAE, los directores de las Academias de la Lengua Española de América, Filipinas y Guinea Ecuatorial, y una selecta concurrencia de ciudadanos españoles.
Con el apelativo de “Edición del Tricentenario”, la vigésimo-tercera edición del DRAE se presentó en solemne sesión pública conmemorativa del III Centenario con lo cual la RAE celebra su fundación, fechada en 1713 y reconocida por la Casa Real en 1714.
Inició el acto académico el director de la institución, don José Manuel Blecua, quien también es presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, con una entrega a S. M. el Rey de un ejemplar de la nueva edición del diccionario académico.
El coordinador de la 23.ª edición del Diccionario de la lengua española, don Pedro Álvarez de Miranda, presentó el nuevo código lexicográfico y dio cuenta del trabajo pormenorizado al eliminar del DRAE términos en desuso, adicionar nuevas acepciones a vocablos establecidos e incorporar voces nuevas con sus definiciones y acepciones, lo que depuró, actualizó y enriqueció esta nueva edición del más importante texto lexicográfico del idioma español.
El Diccionario del tricentenario de la RAE presenta novedades lexicográficas: 5.000 nuevas palabras, 200.000 acepciones y 140.000 enmiendas revisadas. Pedro Álvarez de Miranda, académico responsable de la 23.ª edición del DRAE, fue uno de los presentadores en el acto celebrado en la sede de la RAE, en el que también hablaron el secretario de la RAE, don Darío Villanueva; el secretario de ASALE, don Humberto López Morales, y el director de la RAE, don José Manuel Blecua.
Esta nueva edición resulta enriquecida en términos lingüísticos, en calidad y en cantidad. Aunque la gran mayoría de los hablantes tiene un léxico limitado, la institución del idioma aumenta en cada edición el vocabulario para responder a la demanda de los usuarios de todos los niveles intelectuales. El desarrollo de la sociedad conlleva la pérdida de algunos vocablos de la lengua tradicional, pero esa pérdida viene compensada por las nuevas voces que responden a las nuevas circunstancias y modalidades profesionales o tecnológicas. Por ejemplo, se sabe que los jóvenes desconocen muchas de las palabras que sus mayores emplean, pero también usan otras que sus mayores ignoran. Al respecto, Álvarez de Miranda subrayó: “Las necesidades comunicativas de los hablantes son las mismas y están servidas por una batería de palabras similar a lo largo de la historia. Pero, en conjunto, son más las palabras que nacen que las que mueren. Por eso, el léxico del diccionario crece. Aparte, el DRAE no sirve solo para interpretar textos actuales sino también para leer los clásicos. Una palabra que aparece en El Quijote, aunque hoy no se utilice, debe estar en el diccionario. Otro asunto son los arcaísmos. Existen palabras recluidas, por ejemplo, “hogaño”, que no se usa habitualmente, pero sí a nivel literario. Esta palabra no ha muerto. Le queda un hilo de vida. Si sumamos el presente y el pasado, nuestro abanico de posibilidades expresivas es más amplio hoy”.
La 23.ª edición del DRAE tiene la particularidad de que es el diccionario más consensuado con las academias americanas (se han incluido 18.712 acepciones con marca americana). Álvarez de Miranda subrayó: “Hay palabras que se han quedado en el umbral de entrar y en el DRAE aún queda cierto lastre de ediciones anteriores. Debemos revisar aspectos que tienen unos fundamentos débiles sobre los que convendría volver”.
Las palabras que reflejan la evolución de la sociedad, como “wifi” o “tuit”, a través de las cuales se puede observar la influencia de la tecnología moderna, evidencia la pertinencia de actualizar el diccionario. Si el Diccionario de Autoridades mostraba la vida española del siglo XVIII, la 23.ª edición del DRAE recoge la vida hispánica del siglo XXI, lo que confirma que el léxico es un reflejo de la realidad social y cultural.
El acto académico fue amenizado con una intervención musical del coro de la RTVE, que cantó el “Soneto de la noche”, de Pablo Neruda, con música de Morten Lauridsen:
Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:
quiero la luz y el trigo de tus manos amadas
pasar una vez más sobre mí su frescura:
sentir la suavidad que cambió mi destino.
Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,
quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,
que huelas el aroma del mar que amamos juntos
y que sigas pisando la arena que pisamos.
Quiero que lo que amo siga vivo
y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,
por eso sigue tú floreciendo, florida,
para que alcances todo lo que mi amor te ordena,
para que pasee mi sombra por tu pelo,
para que así conozcan la razón de mi canto.
En el acto de presentación del DRAE, el director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, asistió en representación de esta Academia y participó en la reunión de directores de Academias de la Lengua Española celebrada en la capital española.
Madrid, 15-21 de octubre de 2014.