Efecto dominó – consciente *que – *inter-americanas – graduado – graduando – disparate – *disparatoso
La ¿reacción en cadena? a que se refiere la expresión nace de un experimento que se ha hecho con un juego o muchas fichas de dominó que pueden colocarse reposadas sobre uno de los lados más angostos del rectángulo. No obstante que las fichas no se pongan en línea recta, estas caerán una tras otra cuando se empuja la primera sobre la segunda si están a una distancia no mayor que la longitud del lado mayor.
La locución adjetiva “en cadena” se usa con referencia a procesos que se efectúan o producen en transmisión o sucesión continuadas, y en los que a veces cada paso provoca el siguiente.
La reacción en cadena característica del dominó se llevó al campo político en los años cincuenta del siglo pasado. Se utilizó de manera metafórica para ilustrar la teoría de que un país del sudeste asiático que se hiciera comunista causaría inevitablemente que lo hiciera su vecino y así sucesivamente.
Antes de que transcurriera mucho tiempo esta teoría del dominó y del efecto dominó se transfirió del sudeste asiático a otras áreas de interés, a menudo en el ámbito financiero internacional. De este modo la pieza del dominó se ha convertido en un eslabón en la cadena.
CONSCIENTE *QUE – CONSCIENTE DE QUE
“. . .tiene una mayor conciencia de la realidad y está CONSCIENTE QUE no puede seguir siendo condescendiente con su enemigo. . .”
No se debe dudar con respecto de lo que el periodista desea expresar con la primera parte de su oración porque estar consciente es tener conocimiento reflexivo de las cosas como una actividad del intelecto del propio individuo. En sentido general se prefiere la grafía conciencia también para “percepción o conocimiento”. La selección es acertada por cuanto en buena práctica del español se elige la forma más simple, conciencia, para expresar lo que se destacó.
Aquí puede hacerse un primer reparo a la segunda parte de la redacción. Una vez que una persona tiene conciencia de algo, que es capaz de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, es decir, que tiene conocimiento de eso que se menciona, el verbo que debe regir la cláusula siguiente, si se usa “consciente” en ella, es “ser”. Esto así porque con ello se significa que es “saber algo o tener conciencia de ello”.
Como en el párrafo anterior se escribió que ese era el primer reparo a la oración, hay que pasar a examinar la redacción subsiguiente en detalle. En esa parte el periodista escribe del modo destacado en la cita, “consciente que”. Esta es un fallo que no es infrecuente en el español americano. En los casos en que el verbo elegido es “estar”, el adjetivo se hace seguir de la preposición DE antes del “que” en cabeza de la proposición que introduce.
El PDP expone de modo muy claro la manera en cómo debe entenderse la redacción correcta: “la preposición de no debe omitirse cuando lo que sigue es una oración precedida de la conjunción que”.
Este tipo de omisión es como la verruga que rompe la uniformidad de la tersa piel de una redacción atractiva.
*INTER-AMERICANAS – *INTER-CONTINENTAL
“. . .y está lleno de optimismo sobre el futuro de las relaciones INTER-AMERICANAS” (. . .) “En comparación, todos los otros presidentes recientes de Estados Unidos han iniciado -o al menos han intentado iniciar- un acuerdo INTER-CONTINENTAL”.
Según la Ortografía académica, los prefijos como norma general no se unen con guion, sino que se escriben pegados a la palabra a la que se añaden.
El prefijo latino inter significa “entre”, “en medio”. Equivale a decir o escribir que el valor semántico es de “situación intermedia” y, por extensión, “mutualidad, reciprocidad”. Este prefijo sirve para formar nuevos adjetivos.
Algunas de las palabras que llevan a inter en su seno pasan desapercibidas como palabras compuestas porque el prefijo va unido a la base, sobre todo, si este es solo una palabra. Así ambos elementos forman una pieza léxicamente autónoma con el significado y la categoría que le corresponde.
Hay que tener presente que los prefijos son elementos carentes de autonomía que se anteponen a una base léxica a la que aportan un significado diverso. El principio es que se escriben soldados a la base cuando esta es univerbal, es decir, cuando es una sola palabra. Se escriben con guion cuando la palabra base comienza con mayúscula. Ejemplo de esto son las instituciones que se denominan por siglas o los nombres propios de personas.
Hay que tener en cuenta que muchos vocablos del habla diaria llevan en sí el prefijo inter soldado a la base y por ello pasan inadvertidos para la mayoría de los hablantes y escribientes de español. Sirvan de ejemplo estos: intercontinental, intermediario, interurbano.
En la opinión de quien esto escribe a veces parece que no hay necesidad de insistir sobre algunos asuntos porque se presentan con rasgos obvios, pero vale aquí la pena que se aclare que el famoso analista de acontecimientos internacionales debió escribir una sola palabra en cada ocasión en que usó el guion para separar los dos elementos del vocablo resultante.
GRADUADO – GRADUANDO
“. . .tuve la fortuna de asistir a las cinco ceremonias que convocaron a tan felices GRADUADOS y a sus familiares”.
El error que se percibe en la redacción del artículo publicado por el rector de la universidad es uno que se ha repetido durante décadas en el español hablado y escrito.
El graduado es la persona que ha obtenido un grado universitario. Eso no significa que no pueda utilizarse la misma palabra para referirse también al estudiante que ha recibido su diploma de enseñanza media o de bachillerato.
La diferencia entre el graduado y el graduando es que el primero designa a la persona que ya se graduó, a la que se le otorgó el título correspondiente, sin tomar en cuenta el tiempo transcurrido entre la acción o resultado y el momento en que se escribe.
En el caso del segundo, el graduando, el nombre se confiere a la persona que recibe (presente del indicativo) o está próxima a recibir (presente en el acto) un grado académico por la universidad.
A cualquier hijo de vecino se le perdona la ignorancia en un caso como este; pero al rector de una universidad no puede dejársele pasar esta pifia; esto así porque en cada graduación puede referirse a sus graduandos de modo equivocado.
DISPARATE – *DISPARATOSO
Para esta sección no hace falta citar un ejemplo específico porque se tratarán casos del habla coloquial, descuidada, la que no trasciende a los medios escritos, aunque se oiga en los medios audiovisuales.
En República Dominicana es común que alguien llame a otro “disparatoso” cuando emite criterios sin fundamentos. Cuando no sustenta sus argumentos con cifras, citas o hechos. En muchos casos se utiliza el término del título solo para denominar a la persona de quien se difiere, con la intención de desacreditar sus criterios. Así dirá alguien de la otra persona a quien adversa: “No le hago caso porque es un disparatoso”.
Al utilizar la frase transcrita destaca que ese individuo, a quien se refiere, habla disparates, es una persona que no hila bien sus pensamientos; o, que simplemente los criterios de esa persona no son de la simpatía de quien califica al otro de disparatoso.
Los estudios tradicionales acerca del español dominicano no han prestado oído de modo acertado a esta voz del español dominicano. Con la certeza del hablante natural de una lengua, el dominicano ha formado esta voz añadiendo el sufijo –oso a disparate, después de suprimir la vocal final, para destacar que la persona o cosa a que se aplica posee las características de la palabra base.
En español general la terminación –oso se añade a palabras para formar adjetivos, sin embargo, en el dialecto dominicano puede la voz disparatoso denominar a la persona que habla o escribe disparates.
El DAA reconoce como propio de Bolivia que un disparate es un “objeto o evento mediocre o de mala calidad”. Aunque no lo consigna el DAA, en el español dominicano se hace lo mismo. Asienta ese diccionario que en RD existe un verbo disparatear para “decir palabras groseras”. No se niega este verbo con ese significado; no obstante eso, ese verbo se usa también para la acción o efecto de expresar conceptos sin fundamentos.
El verbo disparatar en el español corriente tiene la significación, en tanto que verbo intransitivo, de “decir o hacer algo fuera de razón o regla”. Se llama la atención sobre los matices que adornan el verbo dominicano y que lo diferencian de su similar del español común.
El DAA consigna que “disparatoso” es adjetivo que referido a persona da a entender que la persona a quien así se califica “dice disparates”. Está subrayado el término adjetivo porque ya antes aquí se mencionó, que de acuerdo con las noticias de quien escribe, funciona también como sustantivo.
Para dirimir finalmente el asunto habrá que esperar a que se publique el Diccionario del español dominicano en el curso de este año. Ese diccionario será publicado con el patrocinio de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua. El trabajo es un laborioso estudio de la lexicóloga María José Rincón. Esa obra trae las citas de obras literarias y publicaciones periódicas que avalan las acepciones que constan en ella.
Ya para concluir no debe perderse de vista que “disparatador” es el adjetivo que corresponde en la lengua general para la persona “que disparata”.
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