*Primerear – de *respaldo (de repuesto) – cruzar – ventana – bufalera
*PRIMEREAR
“Se equivocaron con el candidato, como también se equivocaron cuando trataron de PRIMEREAR y adueñarse del poder cuando los militares trataron. . .”
A este verbo se le ha colocado un asterisco para denotar que no es de uso en el habla esmerada o en el español culto escrito. Procede que se actúe de este modo si se piensa que no es de conocimiento general el significado del verbo así creado.
Tan pronto se comenzó la búsqueda en los diccionarios generales y, en el académico, se delató la naturaleza particular del uso del verbo del título. Con esa pista, se encaminó la búsqueda en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Ha de aprovecharse la ocasión propiciatoria de este tema tratado aquí para destacar la importancia que tiene el recién mencionado diccionario. Es un instrumento de ayuda de un gran valor; no existen suficientes palabras para elogiar la labor que se desplegó en la recolección y elaboración de esta obra.
En el DAA se encontró que “primerear” es un verbo intransitivo en Argentina y Uruguay para dar a entender: “Aventajar de entrada, ganar de mano”. En El Salvador se emplea el verbo para “meter mucho la primera marcha a un automóvil”.
En la República Dominicana utilizan la expresión “dar un primerazo” para comunicar que se comenzó con rapidez alguna acción emprendida o que se abandonó un lugar de manera precipitada. Para la última acepción de las dos mentadas también recurren a “salir en primera”. Como la primera es un cambio o velocidad de fuerza máxima en un vehículo automotor, a veces los dominicanos que desean animar a otro a desplegar el mayor esfuerzo lo hacen diciendo “pon la primera” y hagamos esto.
No puede negarse que en los asuntos de la lengua el aprendizaje es constante. El proceso no se detiene. De ahí la importancia que tiene el que el hablante de una lengua se mantenga en la actitud que en estos comentarios se llama “estado de inquietud” para aprender.
DE *RESPALDO – DE REPUESTO
“El viernes por la mañana viajó 85 millas por el Condado Broward en su bicicleta DE RESPALDO para promover su recorrido”.
Hay palabras que por sus acepciones correctas pueden prestarse a confusión. A veces la diferencia entre un concepto y el vecino, o la discrepancia que existe entre uno y otro es muy tenue y eso contribuye a los errores.
Eso que acaba de enunciarse en el primer párrafo de esta sección es lo que acontece en el ejemplo tomado de la prensa en el que utilizan “de respaldo” para significar que algo se tiene en reserva para sustituir a otro.
Las acepciones que contribuyen a que una persona se confunda en un caso como el de la cita es que “respaldo” es “apoyo, protección, garantía”. El meollo del asunto se localiza en que es tener alguna cosa para sustituir a otra cosa en caso de emergencia y, es como tener esta segunda cosa para garantizar que se seguirá haciendo con la segunda lo que se hacía antes con la primera.
En la República Dominicana emplean con frecuencia la locución “de emergencia” para indicar que se cuenta con algo para usarlo cuando una cosa falla. Este caso es frecuente en el uso de “planta de emergencia”. Esta planta es un generador que entrará automáticamente en funcionamiento para suplir energía eléctrica cuando falla el suministro del sistema central por el que se paga.
En los vehículos automotores las personas precavidas llevan una “goma, caucho, llanta o neumático” de repuesto para los casos en que uno resulte averiado. Está allí disponible, en reserva, para sustituir al otro.
Al leer la reseña en la que estaba el texto de la cita se tomó el mensaje que se trataba de una bicicleta reclinada, es decir, una en la que la persona se sienta sobre un asiento con espaldar e imprime velocidad al vehículo con las piernas extendidas al frente. La sorpresa fue grande al descubrir que era algo diferente.
CRUZAR
“CRUZANDO datos sobre hábitos alimenticios, nivel de educación, apreciación y seguridad laboral, ejercicio físico, salud física y mental, y expectativa de vida, entre otros. . .”
Quizá hasta el autor de estas observaciones acerca de la lengua común haya incurrido en un desliz como el que se estudia en esta sección.
No cabe duda alguna de que en una oración como la transcrita el verbo tiene funciones transitivas. Así se lo ha encontrado utilizado en ocasiones anteriores a esta.
La realidad de la situación es que nada en el seno de la lengua ampara este uso. No hay rastro de que haya sentado reales en el idioma común un significado que permita que se utilice este verbo en un contexto como este. En los diccionarios que se compulsan de costumbre no se encuentra una acepción que apoye este empleo.
En la realidad de los hechos el autor de la frase lo que pretende expresar es que se utilizan todos los datos, se los acumula, se los compara, se los coteja, se los suma y luego se sacan conclusiones. Por necesidad no hay que estar de acuerdo con lo que se escribe aquí para describir la acción que hace el autor con los datos que recopila.
Este verbo usado del modo en que aparece en la cita no tiene asidero en inglés, francés, ni en portugués brasileño. Lo único que puede postularse como explicación es que se ha hecho una extensión del ámbito de acción del verbo cruzar, para cubrir parte de lo que se expuso más arriba en verbos como las acciones que se hacen con respecto de la información obtenida.
En la República Dominicana de hace más de cincuenta años existía un verbo “cruzarse” que se aplicaba a las personas que en el negocio al por menor, al rendir cuentas de las ventas contra la comprobación del inventario quedaban con un saldo pendiente sin explicación.
Cruzar las piernas o los brazos es colocar uno sobre otro. Quizá a este tipo de acción en sentido abstracto o extendido deseó referirse el redactor. Eso es lo que se sugirió en un párrafo anterior, poner una información sobre la otra, recopilarla.
INFLEXIÓN
“. . .podría ser un punto de INFLEXIÓN en la historia de las relaciones. . .”
Hace ya tiempo que algunos analistas traen a los lectores de cabeza. Esta acción la logran metiendo palabras como la del título en sitio donde tienen cabida dudosa.
En el seno del vocablo inflexión se encuentra la voz flexión que es doblar o doblarse, cambio de forma de algunas palabras y, otras significaciones muy precisas.
Sin duda alguna, algunos escribientes del idioma común se están dando a la tarea de complicar la comprensión del mensaje al colocar este término del título para que signifique en un momento, o punto, como escribe el analista, un cambio en la relaciones entre países.
La palabra flexión por sí sola es el resultado de doblar; el cambio de forma de algunas palabras. No hay derecho alguno a que un atrevido cualquiera se lance a extender de modo aventurado el alcance de un vocablo de largo abolengo en la lengua.
La tarea de los analistas en tanto que personas que escriben para transmitir un mensaje es que lo hagan del modo más preciso posible. Que hagan eso en un lenguaje entendible para el nivel de los lectores. Un periódico no especializado no es el medio propicio para propagar malas costumbres en el lenguaje. Un diario debe ceñirse a la sencillez directa de la lengua para que los lectores no pierdan un ápice del mensaje.
En su definición acerca del término inflexión la RAE no emplea la palabra cambio; en su lugar escribe “torcimiento o comba”. No hay que hacer gala de altas luces para darse cuenta de que la acción del escribiente está fuera de lugar en el contexto en que lo utilizó el redactor de la cita.
VENTANA
“. . .que les devuelvan sus planes de educación y alimentación, y de personajes que se asoman DE sus ventanas y le gritan eslóganes. . .”
Ha de confesarse desde el principio de esta sección que el motivo principal de esta no es criticar la preposición que se le coló a la articulista, sino traer una expresión muy dominicana de tiempos pasados que emplea el vocablo ventana.
Las personas se asoman “por” la ventana. La casa o lo que se le ocurra a alguien se tira “por” la ventana. Las personas escapan de una situación difícil “por” la ventana. Estos ejemplos valen para dejar en claro que todos llevan la preposición “por” y no “de”. En otras circunstancias se había leído que algunas personas escribían asomarse A la ventana.
Una vez terminada la introducción se trae la expresión dominicana “mujer de ventana”, o “muchacha de ventana”. Así se llamaba a la chica que acostumbraba a asomarse por la ventana para mostrar la belleza de su rostro.
No era raro hace más de cincuenta años que en la ciudad de Santo Domingo algunas chicas los fines de semana se asomaran por la ventana para que los galanes apreciaran los encantos de su cara.
En eso de mostrarse no habría mal si la historia terminase ahí. La realidad del asunto era que la belleza no pasaba de ahí. Era lo que se denominaba una “muchacha de ventana”. Está de más especificar que carecía de otros atributos que despertaran el interés de los varones.
BUFALERA
“Continuamos sobre un camino de tierra rojiza, entre vegetación verde y azul, admirando fincas BUFALERAS, cultivos de palma africana, casas de campo y un panorama precioso. . .”
La reseña de la cual se extrajo la cita que consta debajo del título concierne a un viaje a un país de América del Sur. Esto se aclara para que se entienda de dónde salen las dudas con respecto a la voz que se comenta en esta sección.
Cuando se menciona una finca cualquiera lo más común es que para definirla se utilice como generalizador el principal cultivo que se hace en esta. Si en lugar de una finca de cultivo se trata de una hacienda en la que el espacio se dedica a la crianza de animales lo más común es que se mencione el tipo de animales a que se dedica el fomento.
Aquí, en esta frase, todo parece indicar que no es una finca ganadera de tipo muy conocido, sino más bien una que se encamina a criar búfalos. De ahí que el periodista haya utilizado la voz “bufalera” para denotar que tiene relación con búfalos.
Hasta la fecha en que se leyó el artículo nunca antes se había leído o encontrado esa voz. No hay intención de criticar la creación de la voz, que en funciones de adjetivo se aplica a fincas de crianza de búfalos. Puede considerarse un neologismo necesario que solo espera por la generalización para que se haga del conocimiento de todos.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir