DEJAR SABER
Quien habla casi siempre responde a una espontaneidad comunicativa. Esto es, si se utiliza en un artículo o en algún medio impreso es más grave el desliz.
La combinación llega al español desde la lengua inglesa. En esa lengua es muy empleada en las conversaciones informales. En inglés es “to let you know”. Esta frase es parienta de “déjame decirte” que es otro calco del inglés, por “let me tell you”.
En español existe una infinidad de maneras de expresar lo que se encubre con el manto inglés. Para “dejar saber” se pueden sugerir en el caso del texto: “comunicó, avisó, expresó, dijo, manifestó, explicó, indicó, expuso, mencionó, observó, apuntó” y otras que no vienen rápidamente a la memoria.
En gran medida los mismos verbos que se enumeraron más arriba para el caso del dejar saber, de modo satisfactorio también podrían ayudar a evitar el “let me tell you” del inglés, así como “permíteme, autorízame a, dame permiso para, accede a”, y otros giros más que serían más españoles”.
GANDINGA
“. . .lo que constituye el verdadero temor que inspiró el exabrupto del entonces congresista federal a quien algunos insensatos tuvieron la GANDINGA de organizar nada menos que un homenaje. . .”
Después de hurgar por largos minutos en las meninges, haciéndolas trabajar, no se pudo dar con una acepción satisfactoria para gandinga que fuese capaz de conferir sentido a la frase copiada.
Tanto el DRAE como el DAA lo que traen son las significaciones más comunes para esta voz. Hubo necesidad de recurrir al “Diccionario del español de Cuba” de Haensch y Werner para poder dar con la idea que trató de transmitir el articulista.
Las acepciones más conocidas del vocablo en cuestión -gandinga- son las españolas y, las de Cuba y Puerto Rico. En España es un mineral menudo y lavado. En Málaga es una pasa de inferior calidad. En Sevilla es el “despojo de reses”.
Según parece tomado de la acepción sevillana -ampliada- en América en las dos islas antes mencionadas se conoce con el nombre gandinga el guiso que se prepara con asaduras o entrañas del puerco, papas y abundante salsa con tomate y especias varias.
Como nada de lo encontrado y citado antes fue satisfactorio, la solución la ofrecen los investigadores del español de Cuba. En la obra citada más arriba aparece la clave para la frase: “tener gandinga” es en el registro coloquial “ser muy flemático o paciente una persona” o “ser descarada o atrevida una persona”.
En la forma en que está redactado el artículo hace pensar que hay que tomar este “tener gandinga” por descarados o atrevidos. En este ejemplo el articulista escribió en el español de su tierra, pero no escribió para todos los lectores hispanos. Ha de tenerse en cuenta siempre que la regla es escribir en el español común o estándar.
ACCIÓN AFIRMATIVA
“Los negros cubanos, ya con los peores trabajos y los salarios más bajos, necesitarán una ACCIÓN AFIRMATIVA cuando el gobierno trate de reducir sus infladas nóminas. . .”
No es suficiente en muchos casos poner entre comillas una locución para que el común de los lectores logre entender lo que ésta quiere decir.
No basta con hacer lo antes señalado sobre todo si lo que se encierra entre comillas es una traducción literal de algo que es particular de un país extranjero en el cual se toma la locución como un todo con una significación especial.
Tomada cada una de sus partes, acción y afirmativa, por el significado que tiene constituye una trivialidad cónsone con la idea de que la acción a que se refiere tiene por fin afirmar. Vale que se aclare que en los Estados Unidos la historia es muy diferente.
En el idioma angloamericano “affirmative action” es una locución que surgió en 1965 para describir el esfuerzo activo por mejorar las oportunidades de educación y empleo de los miembros de grupos minoritarios y mujeres.
Después de comprobado lo que indica el concepto implícito en la locución extranjera, no basta con traducir palabra por palabra, aquí se hace necesario que quien escribe y alude a esta política norteamericana tenga que explicar lo que eso significa.
Si no desea hacer lo sugerido en la última oración lo más adecuado es escribir directamente algo que se haga comprensible en español. Un ejemplo de lo que se sugiere: “Los negros cubanos necesitarán de un esfuerzo activo gubernamental que mejore sus oportunidades cuando trate de reducir sus infladas nóminas. . .” Otras posibilidades son: “medidas gubernamentales, normas del gobierno”.
DISERTACIÓN
“El jugador del. . . dio este domingo una verdadera DISERTACIÓN de básquetbol en su triunfo ante. . .”
Un buen jugador puede hacer lo que el cronista deportivo escribió en el extracto de párrafo que se copió más arriba; pero para hacer eso necesita que el público se siente a oírlo, no a verlo jugar. Esto así porque disertar es razonar, discurrir detenida y metódicamente sobre alguna materia, bien para exponerla, bien para refutar opiniones ajenas. En una hipótesis como la que se plantea estaría el jugador reflexionando, pensando, hablando acerca del tema, vale decir, aplicando su inteligencia en esa actividad.
Naturalmente el jugador de la frase estaba en el juego, participando activamente de una manera extraordinaria, lo que hizo al cronista expresarlo de la manera en que lo hizo.
Este modo de escribir de los cronistas deportivos es conocido ya porque tratan de introducir nuevos giros, palabras usadas con renovadas significaciones. La intención que persiguen es no repetirse hasta la saciedad; de allí que inventen o introduzcan términos conocidos pero de uso en otras actividades.
En el béisbol dominicano se ha oído que un lanzador “dictó cátedra desde el montículo”. Esta es otra traslación de campo, de las actividades de la enseñanza universitaria, a la del terreno deportivo del béisbol.
Las dos formas de comunicar el desempeño sobresaliente de un jugador en un determinado partido van más allá de lo razonable, aunque se entienden. Sobre todo las entienden los aficionados a esos deportes pues más que nadie ellos dominan esa jerga.
GRACIAS
“A pesar de sus altas atribuciones como alto diplomático, su labor en Caracas ha sido muy difícil GRACIAS a Chávez.”
No es la primera vez y probablemente no será la última que se lea algo parecido a lo que aparece reproducido el principio de esta sección.
Gracias en español se emplea para expresar nuestro agradecimiento por cualquier beneficio, favor o atención que se nos dispensa.
La locución prepositiva “gracias a” indica por causa de alguien o algo que produce un bien o evita un mal.
Como consecuencia de las dos oraciones anteriores y, sobre todo de la última, no se puede escribir gracias para referirse a una acción que cause daño, perjuicio o lesión.
Cuando se desee culpar a algo o alguien por hecho desafortunado debe elegirse una palabra que desempeñe ese papel de modo cabal, o en su defecto, un giro o expresión que sea conveniente para ese propósito.
APERTURA
“. . .está prohibido desde este lunes usar burka o niqab, los velos islámicos integrales que cubren de la cabeza a los pies y tienen sólo una rejilla o APERTURA a la altura de los ojos para ver.”
No hay que rasgarse las vestiduras por esta falta de decencia compositiva del español.
Quien redactó este trozo de español defectivo no vagó tan lejos como otros. Se han visto cosas peores. Por lo menos en este caso lo que escribió guarda alguna relación con lo que debió escribir.
Apertura es un vocablo que tiene relación con abrir, de allí que sea en buen español la acción de abrir, el acto de dar principio, y otras significaciones que guardan relación con estas acepciones.
Lo de las rejillas en las túnicas o velos integrales islámicos significa que tienen un abierto, que también tiene relación, pero que en la lengua moderna se dice abertura, palabra muy semejante a la que colocó el redactor.
En Colombia y Nicaragua abierto se utiliza para la acción de abrir. En República Dominicana, casi como un resabio del español caído en desuso se dice abierto para abertura en el sentido de boca, hendidura.
Hay que rogar a los manes de la lengua para que cuando le llegue la ocasión a ese redactor no meta abertura en lugar de apertura.
BOTAR – VOTAR
“K. dijo que entonces S. trató de VOTAR y esconder varias de las tarjetas sin nombre y las tarjetas falsas de American Express.”
Botar es un término más rico que votar. Sí, más rico en significados. Sobre todo en el español americano. Los dominicanos no tiran, echan, arrojan las cosas, por ejemplo la basura. Así como los costarricenses, cubanos, salvadoreños y venezolanos, los dominicanos dicen que los árboles no dejan caer las hojas, no que las tiran, sino que las botan.
Los dominicanos juntos con los costarricenses, cubanos, hondureños y venezolanos no dilapidan una fortuna, sino que la botan.
Si un dominicano pierde un empleo porque lo despiden, dirá que lo botaron; así se expresan también los costarricense, cubanos y venezolanos.
Perder o extraviar algo es botar, tanto para el dominicano como para el cubano y el venezolano.
En nuestros países americanos dejar a alguien muy rezagado en una carrera o actividad es “dejarlo botado”, no dejarlo atrás. Si se expulsa a alguien de un lugar: lo botan. Cuando un dominicano se incomoda y pierda la paciencia y compostura: se botó.
En las ocasiones en que el dominicano incurre en gran gasto por cualquier motivo que este sea, sobre todo si es para halagar a una compañía femenina, se dirá que “se botó”.
Lo líquidos que se desbordan, no se derraman: se botan. El río que se sale de su curso, sobre todo en una crecida, lo que hace es que se bota.
En las relaciones entre personas, sobre todo en las que predominan el amor o sentimientos semejantes, cuando una parte decide segar las relaciones, lo que se acostumbra a decir en dominicano es que uno ha botado al otro, o de modo más impersonal, que lo botaron.
El dominicano que está cansado y decide darse un reposo dirá que “está botando el golpe”. En el béisbol el que batea la pelota fuera del parque de juego, la bota. En sentido figurado de este significado, el que hace algo sobresaliente o excepcional: la bota.
El verbo votar tiene menos descendientes, quizás porque la uve es “V corta”. Es dar su voto; aprobar por votación. Los demás significados son de menos uso. En el texto debió salir “botar”, con la B alta, de burro, bilabial.
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