EMPUJANDO – EN DISTRIBUIR
Existen en español todos los vocablos que se emplearon en la cita; sin embargo, cada uno de estos términos tiene un uso asignado. Se localizó en la prensa diaria esto que se reproduce inmediatamente debajo del título: “La competencia se ha intensificado…con la intervención…y la nueva fusión…que ahora están EMPUJANDO rápidamente en el mercado latino.”
Se califica esa redacción citada más como un ejemplo de redacción “pedestre” que de cualquier otra forma. Se piensa que los lectores merecen más respeto, y en este caso se leería mejor si se hubiese escrito ALENTANDO, ANIMANDO, ESTIMULANDO, IMPULSANDO.
La palabra “empujando”, en español desciende del latín tardío “impulsare”, que era frecuentativo de “impellere”, que quiere decir impulsar, que a su vez procede de “pellere”, que no es otra cosa que “poner en marcha”, del español “echar a andar”.
Por mucha similitud que se encuentre entre estas palabras y PUJAR, que es “esfuerzo de vientre”, no tienen relación, porque ésta tiene relación con “pulsus”. Por eso es que a veces “no por mucho pujar se logra empujar”.
EN DISTRIBUIR
“El CONTEO, que se realiza cada 10 años, recopila información que se usa EN DISTRIBUIR más de…millones de fondos federales…”
En muchas ocasiones anteriores se ha insistido en que cuando se persigue un propósito debe usarse la preposición PARA y no otra cualquiera.
Los datos recopilados a los que se refieren en el texto citado no se usan EN, sino PARA, pues ese es el destino que se le otorga. Debió ser “se usa PARA distribuir”.
La línea divisoria entre las dos preposiciones -en y para- no es fácil de delimitar. El mejor medio para evitar la ambigüedad es el que se propuso al principio, preguntándose el hablante si es de uso corriente, y para esos casos usa EN, o si lo que se persigue es mencionar el fin, y en esos casos se utiliza PARA. Ejemplo: Ese metal se usa EN la industria aeronáutica. Ese metal se usa PARA construir piezas de tecnología moderna.
Se hace necesario tratar el asunto del término “conteo” que también figura en la cita.
Con anterioridad al Diccionario de la Real Academia del año 1992 la voz “conteo” se consideraba “inexistente” en español.
De esa manera se expresaba el “Manual del español urgente” de la Agencia Efe, del año 1989.
Ya el mismo diccionario mencionado antes, en su edición citada (1992) recoge con el valor de “cálculo, valoración”, ese término.
Con el valor de “recuento” lo cita como de uso frecuente en Colombia, Costa Rica y Perú. Ya en la edición correspondiente al año 2001 del DRAE, la autoridad de la lengua consigna que es un americanismo y que vale por “cuenta” (acción y efecto de contar).
DONDE
“En una acción DONDE intervinieron 1,500 efectivos combinados de distintas…”
Otra vez está uno ocupándose de esta palabra. Puede ésta desempeñar las funciones de adverbio relativo, así como de preposición usada en el nivel popular. En América, como se ha destacado en otras ocasiones, se la emplea como conjunción temporal en lugar de CUANDO.
En esta ocasión hay que detenerse en este término porque en un manual de una agencia
Internacional de noticias se ha mencionado que sus funciones de pronombre relativo son de mayor extensión que la realidad. Véase el ejemplo.
“En una acción DONDE intervinieron 1,500 efectivos combinados de distintas…” Téngase en cuenta que en este caso que el texto citado era el primer párrafo de una noticia servida, es decir que no había ningún antecedente para introducir este DONDE.
Como es de todos sabido, sirve este DONDE para indicar las diversas relaciones de lugar, ya sea de destino, de origen, de procedencia, de tránsito, de dirección y hasta de situación.
Ahora bien, en el ejemplo citado más arriba, trátese de encontrar el lugar mencionado. No cabe duda alguna de que un encuentro, batalla, escaramuza o acción de guerra ocurre en algún lugar del mundo, pues de otro modo no puede ser.
No deja de ser cierto tampoco que si no se menciona el lugar, el sitio, no se puede tomar la batalla como el sitio donde tiene lugar la acción. Hay dos cosas bien diferentes. Una es el lugar y, la otra es la acción de guerra. Para cada una de ellas corresponde un pronombre diferente.
Sólo resta añadir que en este caso pudo usarse EN LA CUAL y, aunque no nos guste, EN QUE en lugar de DONDE. .
EN DONDE
“Ayer el cumpleaños de E. se celebró EN DONDE el pequeño vivió algunos de los momentos…”
Dice María Moliner, en su “Diccionario de uso del español”: “Generalmente, el lugar “en donde” se expresa sin la preposición: “Está (donde) lo dejaste”.
Se Puede asegurar que produce mal efecto si la preposición huelga, y como tal, si de ella se puede prescindir, entonces vale la pena dejarla fuera.
El texto fue este: “Ayer el cumpleaños de E. se celebró EN DONDE el pequeño vivió algunos de los momentos…”
Algunas personas usan EN, delante del DONDE porque piensan que de esa forma resaltan con mayor fuerza el sitio, lugar o localidad. Destacan, piensan ellos, lo correspondiente al sitio.
Ahora bien, en el caso de la cita, como no se trataba de un lugar, sino de un momento en la vida del pequeño, en lugar de “en donde”, habría sido mejor emplear “en el cual”. Es posible también usar “en el mismo”. Así terminaría de este modo: “Ayer el cumpleaños de E. se celebró, y EN EL MISMO el pequeño vivió algunos de los momentos. . .”
ENCARTAR
“…decidió posponer para el próximo año el juicio de uno de los principales ENCARTADOS en el proceso de una supuesta red de espionaje…”
Hay que recordar que ENCARTAR significa cosa muy diferente de lo que se quiso expresar en este caso.
En el español común encartar es “Proscribir a un reo constituido en rebeldía, después de llamarlo por bandos públicos. // 2. Llamar a juicio o emplazar a uno por edictos o pregones”. Lo demás que sigue no tiene ni la más remota relación con el tema o el contenido de lo expresado en la reseña periodística.
ENCARTADO no es PROCESADO, ni ACUSADO, ni IMPLICADO. Lo que sí sucedió es que lo publicADO salió disparatADO.
La única conjetura que puede hacerse con algún valor de veracidad es suponer que “encartar” lo usaron aquí con el valor de “incluir en el expediente de un proceso”.
Antes de lanzarse a hacer suposiciones, el autor de estos comentarios revisó todos los diccionarios de americanismos a su alcance. Todas las diligencias encaminadas en este sentido resultaron infructuosas.
INSTAURAR
Apareció de esta manera: “…ha sido REINSTAURADO en su cargo…”
El verbo INSTAURAR según el DRAE es “Establecer, fundar, instituir.”
Hagan el ejercicio que siempre se sugiere hacer, traten de reemplazar REINSTAURAR por uno de los sinónimos ofrecidos por la Academia con el RE delante.
Resultará que al empleado de la cita, de eso se trataba, de un empleado, ha sido REFUNDADO, fue REINSTITUIDO. Es cierto, eso que resultó del ejercicio propuesto no “cuela”.
En el terreno jurídico cuando se crea algo, se puede escribir que se le INSTAURÓ, SE LE ESTABLECIÓ o INSTITUYÓ. Esto sucede a menudo con las instituciones o las figuras del derecho.
En este caso el vocablo en estudio es sinónimo de “crear” en su sentido figurado.
En este caso de la cita lo que hicieron con el empleado es que lo REPUSIERON en su cargo, fue REPUESTO. Fue REINTEGRADO. No había necesidad de instaurar nada.
INTEGRAR – FORMAR PARTE
Integrarse a algo es pasar a formar parte de ese algo o todo. Es una manera de incorporarse.
Cuando una persona se incorpora a un cuerpo armado, por ejemplo, lo que hace es que se INTEGRA, el verbo no puede usarse sino de esta manera.
De forma indirecta puede uno referirse al todo como la parte ÍNTEGRA y escribir el verbo sin usarlo como pronominal.
Si el interés de la persona se centra en destacar que una o más personas FORMAN PARTE de algo, lo más acertado es hacerlo como quedó escrito con mayúsculas.
Es propicia la ocasión para recordar que la persona adornada con el calificativo de ÍNTEGRA, es una persona proba, recta, intachable.
INTENTO DE – INTENTO POR
“…en un INTENTO DE lograr que estos…”
Una agencia internacional sirvió una información internacional así: “…las fuerzas rusas fracasaron en su intento DE capturar el centro…”
Muchas veces antes se ha comentado. Sobre todo si son INTENTOS, lo que se persigue es POR, señor mío, INTENTO POR.
Es correcto eso de INTENTO DE robo, pues después de la preposición DE lo que sigue es un sustantivo. Lo adecuado es escribir POR después de la palabra INTENTO cuando a continuación se coloca un infinitivo de verbo, por eso llamó la atención cuando se leyó esto: “…en un INTENTO DE lograr que estos…”
Lo que significa la palabra INTENTO es el propósito con que se realiza cierta cosa, por lo tanto, la preposición que le corresponde es POR delante de infinitivo, es decir, de acción.
*MUSEABLE
La palabra del título no está recogida en el diccionario oficial de la lengua española. La idea que se pretende transmitir a través de este vocablo es: que el objeto, la pieza o la obra de arte de la que se trata, habla, o escribe, reúne condiciones o méritos para que se la lleve a un museo.
No se le ve nada malo a la intención de acuñar este nuevo vocablo. El sufijo -ABLE se usa para formar las palabras que indican que algo es “capaz de”. En español se cuenta con muchos vocablos que llevan esta terminación, tales como ADORABLE, CALCULABLE, CONDENABLE, CRITICABLE, IMPUTABLE, PALPABLE, SOPORTABLE y VULNERABLE.
En el grupo de palabras que forman parte de la familia de museo, se pueden contar: museal, museístico, museografía, museográfico, museógrafo, museología, museológico, museólogo.
Siempre se plantea uno –en la condición de hablante- el problema de saber si se está calificado para tratar de introducir estos términos nuevos en el léxico común. Se interroga uno acerca de si posee el poder de arraigo para introducirlos a través de la prensa.
La responsabilidad que se asume con el uso de un neologismo, o con la acuñación de una nueva voz para expresar una idea vieja (las ideas nuevas son más difíciles de detectar), es abrumadora por su peso sobre los hombros de un difusor de ideas.
Es cierto que en muchos casos la brevedad del término es una ventaja en la expresión oral, tanto como en la expresión escrita. Es una comodidad el poder escribir una sola palabra y que ésa traduzca la idea de tres o cuatro palabras juntas. Es muy difícil resistirse a la tentación de reducir.
Luego de los párrafos anteriores se adopta la posición menos cómoda, la de respetar la lengua. Esto significa que es preferible emplear los giros que existen en la lengua común para expresar la calidad de digno de formar parte de un museo.
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