ROPA DE COUTURE – PRETENDER – APERTURA – ABERTURA
La historia se repite. Los periodistas se aventuran a usar términos tomados de lenguas extranjeras, y, como no las conocen, hacen uso equivocado de las palabras.
En materia de vestidos, a los diseños y ropa cara, confeccionada y producida en cantidad limitada, a veces con el cuño de “modelo exclusivo”, se le aplica el calificativo de “haute couture”. Quizás esta fue la expresión que pretendió emplear el periodista en la reseña de la cual se extrajo el texto.
En buen español los dos vocablos del francés se traducen con satisfacción de todos con las palabras españolas “alta costura”. En lengua francesa se habla de “la haute couture parisienne”, que como se adivina enseguida no es más que la alta costura parisiense. En esa lengua las costureras se ocupan de la confección de ropa femenina. El origen de las dos palabras, la francesa y la española es el mismo, provienen del latín vulgar “consutura”, de “consuere” que era coser.
El último diccionario de las autoridades de la lengua sostiene que alta costura es “la moda realizada por un diseñador de renombre”. Mientras más se adentre el curioso en el estudio de la lengua, mayor se hace la convicción acerca de los recursos de la lengua española para satisfacer las necesidades de la expresión del pensamiento.
PRETENDER
“El distrito gastó $75 millones -$47 millones más que lo se PRETENDÍA inicialmente- para. . .”
Se han agotado ya las palabras para denominar estas villanías contra la lengua. La ignorancia, aparejada con el descuido, y ese todo empujado por la presión del trabajo contra el reloj, llevan a los periodistas a caer en errores como el que se subraya en este caso.
Para despejar dudas se echa manos una vez más del diccionario oficial de la lengua. En ese lexicón, el verbo “pretender” está definido así; “querer ser o conseguir algo. // 2. Hacer diligencias para conseguir algo. // 3. Dicho de una persona: cortejar a otra”.
Si se trata de acomodar lo que significa el verbo en cualquiera de sus tres acepciones, con el contenido en el que aparece en el texto, se notará enseguida que es imposible hacerlo entrar.
En verdad que no se “pretende” pasar por más osado de la cuenta, y por lo tanto, no se conjetura acerca de lo que intentó expresar quien escribió o tradujo esta reseña. De todos modos, quien escribe debe usar las herramientas que conoce bien y desconfiar de lo que escucha en la calle. En caso de duda lo más aconsejable es consultar los diccionarios para no exponerse a hacer el ridículo. Parece que tomó el verbo como sinónimo de “querer”, olvidándose del verbo “ser” en infinitivo que trae la definición del DRAE, para que se lea “querer ser”, o “querer conseguir”.
De pasada, es bueno mencionar que el verbo en inglés que corresponde al español, y que soporta una grafía parecida a la de nuestra lengua no significa lo mismo. Hay que usarlo con cuidado, porque tiene un contenido envilecido en la lengua de Shakespeare. En francés el verbo sí tiene el significado que se trató de atribuirle en el texto comentado. Además, tiene otras acepciones muy interesantes en el campo jurídico.
APERTURA – ABERTURA
“. . .caminó hacia la ventana del cuarto y forzó su FIGURA por la APERTURA de 18 pulgadas. . .”
Lo que forzó no fue su figura, sino su anatomía, su cuerpo o cualquier otro vocablo que pueda servir para mencionar la persona. Como el propósito en este caso no es analizar esa palabra se pasará al examen de los dos términos del título.
Una “apertura” es la acción de abrir, es el acto con que se da inicio o vuelve a dárselo a las tareas de un organismo colegiado, a los espectáculos, a las funciones de teatro, etc. Sirve el vocablo para mentar la actitud favorable a la innovación. En ese sentido también es la actitud de transigencia en lo ideológico, político, religioso, etc. Además de lo anterior son conocidas también las “aperturas” en el juego de ajedrez, que son las combinaciones de ciertas jugadas con que se inicia una partida. Aparte de estas aperturas existen otras, menos conocidas porque se limitan al campo de la física.
Si se regresa al texto reproducido al principio se verá que no tiene cabida el término “apertura” en él, porque es imposible que así sea. No hay forma de que una persona se escurra entre eso que el diccionario entiende por apertura.
Si ahora se lleva el examen a la palabra “abertura”, entonces se verá que es la acción de abrir o abrirse. Significa también boca, hendidura, agujero. Con este valor que se acaba de citar sí se puede contar para imprimirle sentido al texto copiado.
EN TODO LO ALTO
“. . .será celebrado EN TODO LO ALTO en. . .”
Hasta que se localizó este lugar en el periódico se desconocía la posibilidad de expresarse de este modo con ayuda de “alto”.
Por el modo en que está redactada la noticia, se piensa que lo que se desea dar a conocer es la manera en que se va a celebrar algo. Si se refiere el redactor a algo fastuoso, “a lo grande”, con mucho lujo o rumbo, entonces debió emplear el giro más conocido “por todo lo alto”.
Lo que consta en los párrafos anteriores no significa que no haya quien use esta manera de dar a entender que la celebración será rumbosa. Lo que se desea recordar en esta sección es que la expresión consagrada por el uso, por la literatura -y reconocida en los diccionarios de uso del español- es la que se propuso, y no la que apareció en el periódico.
PARTNER
“El otro candidato. . . un abogado y PARTNER de Pacer Capital. . .”
No hace falta caer tan bajo. Para este abogado que es “socio” de una firma de inversiones existe en español un término muy castizo que “deja sobrando” el calco del inglés. Cuando el señor de la reseña lo que hace es que sale con alguien por ahí, sobre todo a divertirse, como cualquier hijo de vecino. . . entonces es la “pareja” de esa persona. Pareja también es quien trabaja con otra en una película, o juega al deporte con una persona.
No hay que armar un escándalo por lo del “partner” en español. Hasta los franceses resultaron salpicados cuando aclimataron al “partenaire” en el mundo de la economía. En esta última lengua el vocablo entró desde el año 1784 y nada menos que de mano de Beaumarchais. Al principio entró crudo, como se le detectó en el texto comentado en español.
Si al señor del texto se le ocurre intimar relaciones con un dominicano, es probable que terminen llamándolo “pana”, y hasta “panita”. En Puerto Rico se conoce la voz recién mencionada con funciones de adjetivo y sustantivo. En los dos países, República Dominicana y Puerto Rico, los significados son “amigo, compañero, camarada”. En el último país además lo usan para llamar así al “ignorante”.
En República Dominicana se asevera que la voz “pana” desciende del vocablo del inglés que se examina en esta sección. Así se designa a quien se podría también llamar “consorte”.
Antes de cerrar la sección se hace preciso resaltar que en otros países de nuestra América morena se emplea la voz “pana” con otros significados, como en Guatemala y Chile.
ACERBO – ACERVO
“Sería una pena que el Departamento de Estado pierda el ACERBO de conocimientos sobre Cuba acumulados por esta diplomática. . .”
Aquí no se sabe a quien “echarle la culpa”, al copista o al “articulista”. Este es un ejemplo más de la mala jugada que una simple letra puede jugarle a una palabra. El “acerBo” que salió impreso le debe caer muy mal a la diplomática, pues significa: “Áspero al gusto. Cruel, riguroso, desapacible”. El otro acerVo, el de la “uve”, es el “conjunto de bienes morales o culturales acumulados por tradición o herencia”. También es el haber que pertenece en común a varias personas. Cuando se usa el vocablo no hace falta añadir “cultural” en los casos que se refieren a ese campo, porque en la definición ya consta y se pecaría por redundancia. En el caso del texto se acepta porque una persona a través de su vida puede acumular bienes morales y culturales intangibles.
ELECTO – ELEGIDO
“En el hemisferio occidental hay un solo país cuyo gobierno no es ELECTO democráticamente. . .”
No son pocas las personas que titubean cuando se trata de elegir entre uno u otro de los dos términos del título. La clave para despejar el asunto es esta.
El participio irregular sirve para acompañar el nombre de un cargo, aplicado a quien ya fue nombrado, pero que todavía no ha tomado posesión. Ejemplo, “El presidente electo de Colombia viajará a Washington antes de la toma de posesión”.
En el ejemplo que se transcribió al principio de la sección lo más adecuado sería usar “elegido”, para que se entienda que está en el poder desde hace tantos años sin que se produzcan elecciones democráticas en ese país.
Por haberse tratado ya en otras secciones lo de “hemisferio” y “occidental”, no se tocan esos puntos en esta sección.
DESCONGELAR
“La junta asesora está rehusando DESCONGELAR $44.4 millones en fondos estatales. . .”
Tanto este verbo, como su antónimo “congelar” debían ser repudiados cuando se les empleaba como lo hace la prensa.
Todavía en la edición del DRAE, correspondiente al año 2001, los académicos escribían que descongelar es “hacer que cese la congelación de algo” y “quitar el hielo a las partes cubiertas por él en un refrigerador”.
En el caso de este texto, podría usarse “liberar”para dar a entender que la junta ya no se opone al uso de los fondos mencionados en el parágrafo del cual se extrajo la cita. Otra forma -menos elegante, pero válida- es con el verbo “soltar”. El verbo “destrabar” también desempeñaría el papel en esta hipótesis.
Ya no se puede censurar el uso del verbo. La Academia en la actualización a través de la red consigna que en economía se usa este verbo cuando un gobierno inmoviliza fondos o créditos particulares prohibiendo toda clase de operaciones con ellos.
Ojalá y los lectores pudieran imaginarse esos 44 milloncitos de dólares congeladitos en un cuarto frío, todo verde. . . No son pocas las personas que se ofrecerían a frotar los billetes para descongelarlos, si se les permite quedarse con algunos de ellos.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir