FÓRMULA – MÉDICO PRIMARIO – POSAR – SOMBRERO
Para muchas personas es obvio a que “fórmula” se refiere el texto. Pero otras pueden con esta fórmula quedarse en la esfera de lo desconocido, porque ésta aunque conocida de muchos de los hablantes de español, permanece fuera de muchos diccionarios.
Las fórmulas que el inventario oficial de palabras reconoce y cataloga son muchas, pero ninguna encaja o conviene en esta cita. Las fórmulas conocidas son las matemáticas, las químicas, las de cortesía y las prácticas para resolver asuntos controvertidos. Hasta las recetas son consideradas fórmulas en muchos casos. Hay fórmulas que sirven para redactar. Otras son simplemente instrucciones.
La fórmula de la cita se refiere a la del mismo nombre en inglés, claro, sin el acento, que es una mezcla sintética para reemplazar la leche materna y alimentar con ella a los niños en edad lactante.
Hasta el año 2004 las autoridades de la lengua no han admitido esta fórmula que es de uso en la vida moderna. Quizás sería justo que se le haga un espacio en el diccionario de las autoridades a la fórmula que consumen los bebés.
MÉDICO PRIMARIO
“. . .los afiliados tienen acceso a un MÉDICO PRIMARIO por solo $7, un especialista por $40. . .”
Hace ya largo rato que se está padeciendo esto del “médico primario” como si en español no tuviéramos una palabra muy adecuada y competente. Similar a este nuevo asalto contra las convenciones del idioma es la del “médico *generalista”.
Ése *generalista no milita en ninguna institución castrense. Es un invento generado para parecerse al médico de medicina general, pero abreviado.
Uno y otro –el *generalista y el primario- son galenos que se consultan en primera instancia. Es el primer recurso del enfermo. Se acude a uno de ellos para recibir las primeras orientaciones en como combatir los síntomas que aquejan al paciente. Los dos tipos de médicos casi siempre pertenecen a una organización de cuidados médicos que se paga mediante mensualidades. Casi siempre ellos trabajan para una compañía de seguros médicos.
En español no hay que revolver mucho las meninges para dar con el equivalente de lo que se trató de mencionar en el texto copiado arriba. En nuestra lengua es el “médico de cabecera” el que asiste habitualmente al enfermo.
POSAR
“Valiéndose de la popularidad de su vecino norte, el Design District, Wyndwood POSA como su extensión natural -con un sabor distinto- al sur de la calle. . .”
No siempre está la suerte del lado de la persona que trata de adivinar lo que lee. Si quien lee es poco afortunado, menos lo es quien tiene que trabajar basándose en lo que así lee. El asunto se complica más aún en el caso de quien trata de adivinar para transmitir una idea, porque en ese caso el resultado de la adivinanza puede ser un rompecabezas. El texto de la cita es un ejemplo de lo que se mienta antes.
El verbo “posar” en español tiene dos entradas en el diccionario de la Academia. En la primera se registran los significados que derivan de la raíz latina del verbo; en la segunda se asienta la que proviene del francés.
Ninguna de las acepciones aceptadas por la generalidad de los hablantes le confiere calificación al verbo para encontrar espacio natural en la frase que se copió al principio. No viene al caso agotar la paciencia del lector enumerando todos los significados. Se puede soslayar eso y en su lugar pasar a las soluciones.
Son varias las opciones que se presentan. La primera y más natural es “se encuentra”, para referirse a la situación de algo que por lo general no se mueve. Otra posibilidad es, “se presenta”, que puede emplearse para algo pasajero o permanente. La idea puede expresarse de muchas otras formas si se cambia la construcción de la frase, pero no se va a entrar en detalle.
SOMBRERO
“. . .en un intento por fomentar el intercambio comercial bajo el SOMBRERO de un congreso hemisférico anual. . .”
En español el sombrero tiene solo una función, que es la de cubrir la cabeza. Por extensión muchas otras palabras que se asemejan al sombrero por sus funciones se consideran sinónimas de aquella.
En inglés, el sombrero además de sus funciones propias tiene otras en sentido figurado. En este último sentido evoca el sombrero las funciones o el oficio de la persona que lo lleva. Por ejemplo, una persona que tiene a su cargo desempeñar más de un tipo de actividad en una compañía, en el momento que imparte órdenes lo hará de acuerdo con las funciones –sombrero- que lleve en ese momento.
En el texto que sirve de motivo para este comentario, no hay soporte alguno que justifique el uso que se hace del sombrero. El sombrero español solo tiene funciones de protección de la cabeza. Es también un adorno o accesorio personal.
En un caso como el de la cita quizás cabía que se escribiera que era “con la ayuda” de un congreso hemisférico. Tal vez conviene, para expresar la idea correctamente, que se emplee “con la asistencia; con el auxilio; con el amparo; con la protección”.
Si por el contrario la idea era diferente, pudo darse a entender así, “. . .como el instrumento de un congreso hemisférico anual”. La intención podía ser diferente de las hipótesis presentadas, y, en ese caso, cualquier vocablo habría podido desempeñar mejor las funciones que la desgraciada elección que hizo la redactora.
MANERA RUTINARIA
“. . .las demandas por negligencia minan todo el campo de la obstetricia, particularmente los hospitales docentes que de MANERA RUTINARIA manejan los problemas en los embarazos y las madres sin recursos. . .”
Hay que advertir desde el principio que hay una gran diferencia entre el español y el inglés con respecto a la palabra “rutina” y lo que es “rutinario”. Se le dará preferencia al español en el tratamiento del tema, para luego revisarlo en el inglés. Se destacarán las diferencias al final para que no se olviden.
La rutina española es la “costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarla”. La vigésima segunda edición del Diccionario de la Academia incluye una acepción que pertenece a la informática, “secuencia invariable de instrucciones que forma parte de un programa y se puede utilizar repetidamente”.
En la misma dirección se orienta “rutinario”, “que se hace o practica por rutina”. Cuando se aplica el adjetivo a una persona vale para expresar que ella “obra por mera rutina”.
En el uso del español la rutina es la costumbre de hacer cierta cosa o de hacerla de cierta manera, que se sigue manteniendo aunque ya no haya razón para ello o la haya en contra. En español la rutina encuentra sinónimos que no son halagadores para quienes la practican, entre ellos, “inercia, imitación, repetición, vicio”. Lo “rutinario” es el procedimiento o manera de hacer las cosas fundado en la rutina. Quien así actúa lo hace siguiendo movimientos maquinales.
En inglés el enfoque es diferente. La rutina es el modo a seguir acostumbrado en un procedimiento. Es el acto habitual o mecánico para hacer algo. Es una fórmula que se repite. Es un ejercicio o parte de un ejercicio, hasta una serie de ejercicios en un deporte, o en un número representado, especialmente en un circo o espectáculo.
La rutina española tiene un rasgo de monotonía que la inglesa no posee. La rutina española definida por la Academia Rectora de la Lengua lleva al final de su definición lo que se destaca en este sitio, “sin razonarla”. Al poner de relieve esto lo que se persigue es llamar la atención sobre la práctica mecánica del concepto español.
En muchos casos en los cuales los anglohablantes legítimamente emplean la palabra “routine”, en español hay que utilizar “método normal, procedimiento acostumbrado, costumbre”. Cabe en algunos casos que se use “por lo general, en general, usualmente”. En otros casos sirve mejor el propósito recurrir a “procedimiento aprobado, método normal, operación normal”.
En el caso de lo que en inglés es rutinario, se entiende en nuestra lengua que se refiere a aquello que es “habitual, ordinario, normal, acostumbrado, corriente”.
APROPIAR – ASIGNAR
“. . .los cuales demuestran que la ciudad tuvo un superávit ese año de los cuales $17.9 millones ya han sido APROPIADOS.”
En esta sección se hace necesario estudiar en detalle todos los significados del verbo apropiar para evitar que quede resquicio alguno por donde se pueda colar la duda. Se demostrará que se trata de un falso cognado –parecido engañoso- que existe entre el verbo del español y el otro del inglés muy parecido fonéticamente “appropriate”.
El verbo apropiar en español consta en el diccionario del Colegio Madrileño de la Lengua con cinco acepciones. La primera acepción es “hacer algo propio de alguien”. La segunda acepción es la más usada en la lengua, “aplicar a cada cosa lo que le es propio y más conveniente”. El tercer sentido es “acomodar o aplicar con propiedad las circunstancias o moralidad de un suceso al caso de que se trata”. Con ese valor se puede usar con funciones pronominales. La última significación es en funciones pronominales, “dicho de una persona: tomar para sí alguna cosa, haciéndose de ella, por lo común de propia autoridad”.
Es cierto que está de moda eso de apropiarse de los fondos públicos, es decir conjugar la acción de hacerse de los dineros para fines personales. A pesar de lo anterior -por fortuna- en el caso del texto no se trataba de eso sino de otra cosa que se explicará más adelante.
Lo que se hizo con los millones es que se les “destinó” para otros fines. Fueron “separados” para servir otros propósitos. La suma de dinero fue “asignada” para cubrir otros gastos.
Los equivalentes para el verbo del inglés que se proponen obedecen a una razón muy sencilla, el verbo “appropriate” del inglés, además de tomar posesión exclusiva de algo, acepción que comparte con el español, es “separar o asignar para un propósito o uso especial”.
El adjetivo del inglés que se escribe igual que el verbo también posee otras acepciones que se traducen mejor al español si se utilizan términos alejados del simple parecido fonético. Para momentos y comentarios debe usarse en español el vocablo “oportuno”. Para referirse a las autoridades es conveniente hacerlo empleando las palabras “correspondientes, competentes”. En algunas frases hechas pasa a “pertinente”, como en “tomar las medidas pertinentes”. En otras hipótesis es recomendable utilizar “indicado, indicada”, como en este ejemplo, “Ella es la persona indicada para ese puesto”.
Como se puede comprobar a través de los ejemplos, la selección en español para expresar la idea del verbo y del adjetivo del inglés es rica, esto así sin necesidad de caer en error. Por otra parte, se constata que es provechoso alejarse del parecido engañoso que hay entre las dos lenguas.
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