QUASI – *TROPELAJE – *DONA – VOLADO – RECICLADOS – ASPEREZAS

“Por eso, precisamente, el ACLU quiere que el panel use su poder QUASI     judicial de emitir citaciones para que la Policía entregue las cintas ya.”

La voz “quasi” no pertenece al léxico del español. Es una voz latina. Es equivalente de nuestro “casi” y se le parece bastante.
En francés así como en inglés se conoce el “quasi” para algunos compuestos que forman nombres o denominaciones de asuntos muy específicos. 

En las dos lenguas que se mencionan en la oración precedente lo que se hace con la anteposición de ese “quasi” es decir que lo modificado se parece mucho o tiene parecido en su sentido, alcance o efectos con el vocablo al cual acompaña.

Tanto en francés como en inglés se conocen varias figuras jurídicas de este género, ejemplos de ella son “quasi delit, quasi contrat”. En portugués no precisan recurrir a esto porque utilizan en su lugar la voz quase para formar los nombres de las mismas figuras jurídicas.

El panel de la cita lo que tiene son poderes “casi judiciales”. No hay que ir tan lejos para que el lector se entere de los poderes. Por último, si se desea imprimir ese toque de cosa diferente, lo que procede que se haga es que se escriba el adverbio “cuasi” que sí existe en nuestra lengua y está reconocido por la autoridad de Madrid.

*TROPELAJE 

“En 73 minutos, acumulan chistes verbales y visuales, imágenes en TROPELAJE y números musicales de inspiración esquizofrénica.”

Aun cuando este vocablo pertenezca a la jerga de la cinematografía, de curso muy restringido, como se entenderá enseguida, no se salva de que se le tilde de inexistente en la lengua española.

Traer esta palabra inventada no tiene razón de ser, sobre todo si se piensa que en español se cuenta con una palabra más corta que expresa la idea que se trató de comunicar. Ese término es “tropel”, que es “aceleramiento confuso o desordenado”. La locución adverbial “en tropel” vale para decir que el movimiento es acelerado y violento.

El intento de formación no es desacertado desde todos los ángulos, pues el sufijo colocado a tropel lo que hace es que aumenta la dimensión del aceleramiento.

*DONA

“La primera tienda de la cadena de DONAS K. K. Doughnuts Inc., de Carolina del Norte, abrió sus puertas hace dos días en. . .”

Todo indica aquí que se trata del popular producto de la cocina norteamericana, conocida por el simplificado nombre donuts que se escribió al principio doughnuts y que en algunos países hispanohablantes se les llama “rosquillas”.

Como hay que adaptar la pronunciación al español, no es raro que se escuche que son “donus”, o más simplemente, “donas”.

En otros países este tipo de producto se conoce con el nombre de “buñuelo”. Hay muchos tipos de buñuelos que se acomodan a las particularidades de cada país donde se les prepara.

La popularidad del producto norteamericano es tal que ya resulta imposible tratar de imponer un nombre hispano para un producto que no nació español.

Quizá lo que procede que se haga es que se escriba el vocablo “dona” en letra cursiva para destacar que se trata de algo diferente a las donas de la lengua española.

VOLADO 

“. . .flores de loto adornan los vestidos de muselina, la seda es pintada y plumas de oro y VOLADOS de organza acentúan la finura del cuerpo. . .“

Este “volado” del texto es una distracción del redactor. El adjetivo tiene muchas acepciones que la Real Academia se ha ocupado de recoger en su diccionario para deleite de los países y los hablantes de ellos. Vale la pena revisar algunas de esas acepciones.

Cuando una persona está bajo los efectos de estupefacientes, en Argentina y Uruguay lo expresan diciendo que está “volado”. La persona que actúa desorganizada y precipitadamente, por excitación o ansiedad, en Cuba dirán que está “volada”. La persona irascible y que actúa con precipitación en El Salvador, es un “volado”.

En República Dominicana basta con que el individuo lleve prisa para que lo califiquen de “volado”. Por otra parte, en ese país, una persona puede prometerle a otra que irá rápidamente y que no permanecerá largo tiempo con la otra, todo eso se reduce a decirle que va “volado”. Esto se abrevia aún más cuando se reduce a “voy volao”.

Después de repasar lo anterior hay que encontrarle alguna “vuelta” al asunto para enderezarlo. Lo que más se asemeja a la situación de algo que sobresale es el “voladizo”, que es aquello que vuela o sale de lo macizo en las paredes o edificios. El inconveniente con el término propuesto es que se limita a paredes y edificios. En este caso lo que procede es que se tome prestado el verbo del voladizo, el verbo salir y modificarlo, para que sea “sobresalir” y se arregle la redacción de modo que termine “con la *organza que sobresale”. Quizá la idea era otra. Tal vez trataba de expresar que la “organiza” caía libremente o colgaba.

RECICLADOS 

“. . .formado por socialistas, independentistas, antiguos comunistas RECICLADOS y ecologistas estalló el escándalo, de consecuencias imprevisibles.”

El reciclado es la acción y efecto de reciclar. Con esto no hay sorpresa. Esta definición envía al estudio del verbo reciclar. Se revisará la redacción del verbo para determinar si es posible su aplicación a las personas.

La primera acepción comienza, “someter un material a un proceso. . .” No hace falta copiarla completa porque las personas difícilmente se consideran ellas mismas un material.

La segunda acepción concierne a las personas porque es “dar formación complementaria a profesionales o técnicos para que amplíen y pongan al día sus conocimientos”. El concepto se restringe a “formación complementaria” para “profesionales o técnicos”. Además, se refiere a una puesta al día de conocimientos.

La tercera acepción de nuevo trata sobre las aptitudes profesionales en los casos en los cuales ocurre una reorientación para que actúen en otra especialidad.

No hace falta entrar en otras consideraciones con respecto al verbo y a la acción, sin embargo, se puede señalar que la última edición del Diccionario de la Real Academia se cambió el orden de las acepciones, se eliminó una de ellas y se introdujo una nueva. Según parece todo esto obedece a la actualización que guía a ese consejo supremo de la lengua.

No cabe duda de que en el texto comentado se le ha dado un estirón a la noción del reciclado. En otros tiempos los habrían llamado “comunistas reformados” o cualquier otro nombre. Todo quedaba a lo que deseaba destacar el redactor, pues hasta podía ser, “comunistas arrepentidos”.  A algunos de entre ellos se llegó a llamarles “comunistas revisionistas”.

ASPEREZAS 

“. . .se fue del programa en el que estuvo durante una década tras tener ASPEREZAS con los realizadores del mismo, al parecer motivadas por su. . .”

Si alguien tiene unas “palabras” con otra persona es natural que las olviden a menos que no sea algo serio. Esto de tener “asperezas” con alguien es innovador, hay que reconocerlo.

Lo que es áspero en materia de diferencias, sobre todo cuando se llega a las disidencias o si se pasa al combate significa que es violento.

Estas asperezas llegan al texto a través de la expresión “limar asperezas”, que es conciliar y vencer dificultades, opiniones, etc., contrapuestas en cualquier asunto.

Ya se sabe que cuando se llega a las palabrotas, a las discusiones agrias con epítetos, en lugar de decir que se enojó con alguien se puede expresar con las “asperezas”. No olvide, sin embargo, que para que sea exacto debe intermediar la violencia que basta con que sea verbal y ya es violencia. Para ser más preciso, la violencia es la acción que va contra el natural proceder.

BEISBOLERA 

“. . .quien fue una de las grandes sorpresas en la temporada BEISBOLERA del 2003.”

Es una pena que los académicos de la lengua no se hayan tomado la molestia de hacer incluir algunos términos propios del béisbol en el lexicón oficial de la lengua española.

En el Diccionario de la Real Academia solo encuentran sitio, béisbol y beisbolista. Como es natural, el béisbol es el juego y el beisbolista es el jugador. Los demás vocablos con que cuenta este deporte en América quedan fuera del ambiente de la Academia, pero en el corazón de los aficionados.

La temporada de béisbol es la temporada beisbolera. Poco importa que las autoridades dirimentes de la lengua no se hayan tomado el tiempo para sancionar las palabras que pertenecen al léxico del deporte del bate, la pelota y los guantes.

Ya se le hará justicia algún día a la afición, y todo entrará en el seno de lo aceptado como se ha hecho con otros deportes que se originaron en otras lenguas.

*OSCARIZADO 

“Pero eso no es lo realmente peligroso, incluso hasta da igual que confraternicen en torno a un actor OSCARIZADO con residencia en Los Angeles, una. . .”

La autora de las líneas que se reproducen más arriba procedió a inventar un adjetivo. Para hacerlo se apoyó en la palabra aceptada en español “Óscar” para los premios que se otorgan en la cinematografía mundial.

Ya que los premios son conocidos en todas las lenguas, no hay gran maldad en llevar esto un poco más lejos en español y crear un calificativo basándose en el premio de la estatuilla.

Un lector avisado puede deducir que “oscarizado” tiene relación con el Óscar de las películas y que con eso se menciona que el actor del texto recibió un reconocimiento de este tipo.

Hay que admitir que con la voz inventada la escritora se ahorró varias palabras en español. En lugar de referirse al “actor galardonado con un Óscar”, lo hizo con ese término imaginado que en el contexto se entiende.

El meollo del asunto está en que si cada hispanohablante procede del modo en que lo hace la columnista que creó el “oscarizado”, podríamos llegar a un punto en que la comprensión se haría más difícil. Hay que temerle al poder de invención de los creadores de ficción.

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