*ELECTROSHOCK – *FOCUS GROUP – MATADO – MUERTO – DE SEGUNDA MANO
Para que fueran “electroshocks”, el individuo tuvo que administrarlos en territorio de los Estados Unidos de América del Norte, en inglés, en sujetos de habla inglesa. Si los hechos no ocurrieron de este modo, lo que hizo el individuo fue suministrar descargas eléctricas con la ayuda de instrumentos.
El punto aquí es que no hay necesidad de usar un vocablo extraño a la lengua española cuando se dispone de uno reconocido que expresa la idea en la lengua materna. El término del español ha hecho carrera ya en la lengua española gracias al uso que de él se hace y al tiempo transcurrido desde que se impuso y se le admitió en el seno oficial de la lengua.
*FOCUS GROUP
“Por primera vez en la historia política norteamericana, se realizaron “focus groups” en español para medir el impacto. . .”
Esta expresión es de reciente creación, se le usa desde el año 1985 y con ella se designa a un pequeño grupo de personas cuya respuesta a algo (un producto nuevo o la imagen de un político) se la estudia para determinar qué se puede esperar de la población en general.
Como es de esperarse, todavía no se ha acuñado una expresión en español que represente este grupo de personas. Algunas posibilidades abiertas son llamarles “grupo de estudio”; “grupo de ensayo” es otra posibilidad. Como se trata de saber cuál es la reacción ante algo nuevo, lo que se hace es que se observa la reacción de los individuos miembros del grupo ante algo nuevo, por lo tanto podría llamárseles “grupo de prueba”; “grupos observados” es otra opción.
Hay que hacerse el propósito de encontrarle una traducción adecuada a los diferentes giros de la lengua inglesa, en lugar de sólo copiar las palabras en el mismo idioma extranjero. Es tolerable que durante los primeros tiempos se copie entre paréntesis la fórmula del inglés, junto a la interpretación propuesta en nuestra lengua.
MATADO – MUERTO
“. . .mujeres MATADAS a pedradas por. . .”
El infinitivo del verbo es matar, de eso no hay duda. El participio pasado del verbo es “matado” según las reglas de la lengua, por lo tanto este verbo al conjugársele, en tiempos compuestos, debe hacerse con este matado.
Las cosas, una vez “matadas”, ya inertes pasan a ser muertas. La historia de la diferencia entre las dos palabras del título no termina allí. Para la acción de matar no tiene un nombre procedente del verbo, pues “muerte” se usa sólo para los delitos.
El ingenio popular supera en mucho lo que la lengua tolera, y esto se explicará más adelante. El participio del verbo “matado-a” no se emplea como adjetivo-nombre, por eso es que cuando se habla del “de cujus” de dice el “muerto”. En las zonas rurales o suburbanas se refieren al “finado”, el eufemismo puede llegar más lejos y suelen mencionar a la persona como el “difunto”.
Todo lo anterior se refiere a las personas, pues en el caso de los animales, cuando se sacrifican para el consumo humano, los dominicanos se ocupan de establecer la diferencia entre los animales muertos y los “matados”. Los primeros son los que mueren de muerte natural, ya sea por enfermedad o accidente. Los segundos, es decir, los “matados”, son los que se sacrifican para servir al consumo humano, son muertos “de propósito”. El matiz es pertinente a tal punto que en algunos puestos de venta de carne de pollos, por ejemplo, las aves “se matan” en presencia de los compradores.
Lo que se persigue con el matiz de las dos palabras es que no se vendan animales que hayan muerto por causas ajenas al deseo humano. Si la muerte se la causa de modo intencional, entonces se acepta que son frescos y se presume que estaban en buen estado de salud.
En República Dominicana no hay que sorprenderse si se encuentran letreros que rezan: “se vende pollo matado”. La intención del redactor está servida con la redacción. Valga la explicación anterior para entender.
Con respecto al texto que consta al principio de esta sección. En éste se menciona de manera directa la forma en que se provoca la muerte, a pedradas. La acción de apedrear a la mujer es con la manifiesta intención de provocarle la muerte.
DE SEGUNDA MANO
“En esas circunstancias, ningún equipo es DE SEGUNDA MANO, y menos si entre. . .”
Este uso es extraño a lo que se conoce en general por la expresión “de segunda mano”. Lo que se entiende por “de segunda mano” es lo que se compra, se adquiere, después de haberlo poseído y usado otra persona.
En el mercado de ventas de los Estados Unidos, el eufemismo trata de vencer el prurito de los compradores y en lugar de llamar las cosas como de uso previo, usado, de segunda mano, ahora han introducido otra fórmula “pre-owned”, con lo que se coloca el acento sobre el hecho que alguien lo poseyó con anterioridad, y no sobre la circunstancia de que otro propietario lo “usó”, con todo lo que esto conlleva.
Los franceses para referirse a los artículos que ya alguien poseyó, lo hacen con la expresión “d´occasion”, de este modo lo que se destaca es el hecho de que se compra “de oportunidad”, como quien se beneficia en el precio por la circunstancia de que ya alguien lo compró cuando estaba nuevo. La definición francesa de la ocasión es algo que viene a propósito, que conviene gracias a las circunstancias. Para definir lo que se adquiere “d´occasion”, el francés lo hace expresando que es “algo que no es nuevo”. La lengua francesa también cuenta con la expresión “de seconde main”, que corresponde exactamente con la del español.
Parece que el redactor necesita “que se le dé una mano” para encontrar una más afortunada solución al equipo que no es “de segunda categoría”.
CASHMERE
“Los pantalones los concibe anchos y rectos. Algunos en CASHMERE con el acento. . .”
La palabra del título no ha logrado todavía que se la incluya en el catálogo autorizado de vocablos españoles. La tela (género), existe con otra grafía en nuestra lengua.
La Academia en su diccionario del 1992 decidió aceptar la voz “cachemir” para el tejido, aunque los nacidos en ese país reciban el mismo nombre.
En el DRAE, la voz casimir remite a cachemir, y acerca de ésta expresa que viene “de Kashmir, Cachemira, país al oeste del Himalaya”. La tela se conoce en francés como “cachemire”, del mismo modo en que se llama el país, Cachemire. No hay dudas, el nombre del tejido procede del país. Aún cuando la Academia menciona que proviene del inglés, así lo hace al expresar que procede de Kashmir”, en verdad prosódica no es así, sino que llega al español a través del francés, lengua en la cual el acento, sílaba del mayor esfuerzo en la palabra, se coloca como en español en la última sílaba y no en la primera como sucede en el inglés.
En viejo español se escribía “cachemir”, casimir, y se le definía como el tejido usado en chales y otros trajes, que trae su nombre de cierto distrito de la India, llamado en persa “caximir” y en sánscrito “casmira”.
En Francia se burlan de la grafía en francés parecida al inglés (Cashmere o Kashmir), o copiada de la última lengua con el acento prosódico colocado en la primera sílaba. En esa lengua anotan que el vocablo en inglés llegó en el año 1822, mientras que ya la grafía (cahemire) totalmente francesa, existía documentada desde el año 1808.
El casimir del francés está documentado desde el año 1686 como “tejido antiguo de lana cruzada, delgado y ligero”. La Academia Francesa de la Lengua incluyó este término desde al año 1835 en su diccionario. Algunos autores sostienen que el vocablo “casimir” apareció escrito por primera vez en francés en el año 1790.
SERPENTINERO
“. . .fue el SERPENTINERO ganador”.
Es cierto que no se puede alegar ignorancia para exclamar que no se entiende el mensaje. El vocablo del título es de uso muy frecuente en la jerga del béisbol.
Con el término del epígrafe se menciona al “lanzador” que ocupa el montículo y hace sus envíos al plato. No hace falta continuar más allá para comprender que si se borran todas las palabras inventadas por los narradores deportivos, por los aficionados, y hasta por los fanáticos, pues los hay, el deporte del bate, los guantes y la pelota terminaría por ser muy castizo, pero poco divertido.
Lo que se trata en esta sección es de desentrañar el origen de la palabra, es decir, dar con el motivo que impulsó a alguien a utilizar el nombre. Las serpentinas son las “tiras de papel arrollada que en días de carnaval u otras fiestas y diversiones se arrojan unas personas a otras, teniéndolas sujetas por un extremo”. Hay que convenir por fuerza que la venerada asociación madrileña de la lengua con esta definición deshizo una serpentina de palabras para poder explicar el concepto.
La idea que se encuentra en el origen del término en estudio es que el lanzador lo que lanza son envíos indescifrables, que serpentean, por aquello de que son curvas. La alegoría se comprendería mejor si el vocablo aludiese a serpiente y no a serpentina o serpentín.
Lo que es relativo a la serpiente es lo serpentino(a.) Lo que se hace a modo de serpiente, se expresa mediante el adverbio serpentinamente. En poesía lo que serpentea es también serpentino.
El lanzador del béisbol muy probablemente lo que tira son envíos que serpentean, que se mueven formando vueltas y tornos como la serpiente. Hay que alegrarse de que el irrespeto a la lengua le añada más sabor al deporte mencionado.
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