Marcio Veloz Maggiolo: coherencia entre vida y escritura
Por Manuel Matos Moquete
Alejo Carpentier nutre sus novelas de su vasta erudición: libros, música, arquitectura, pintura; sus viajes, sus conocimientos de lugares, de las capitales europeas, como la de Francia; o de la historia del Caribe, de Haití, particularmente; o de las selvas amazónicas, o del camino de Santiago de Compostela, etc. Todas esas improntas circulan en sus diversas obras narrativas.
Así mismo procede nuestro ilustre novelista Marcio Veloz Maggiolo. Quien tuvo la dicha de compartir con él de cerca, por ejemplo, visitarlo en su biblioteca, sabe que Veloz Maggiolo no era un escritor que escribía sólo de su inspiración e imaginación. En su estudio de trabajo había libros, grabadoras, discos, películas, mapas, instrumentos de arqueología, pinturas, estatuilla, retratos e imágenes de personajes y sucesos importantes; en fin, un conjunto de materiales e instrumentos propios de su profesión de arqueólogo, antropólogo e historiador y escritor, que durante sus largas jornadas de trabajo le permitían estudiar, experimentar, recordar y crear. Estamos, pues, ante un autor que en sus novelas juega en tres planos: la experiencia de vida, el arte literario y el saber científico.
Es de José Saramago esta expresión: “lo que digo es que el Autor está en el libro todo, que el Autor es todo el libro, incluso cuando el libro no consiga ser todo el Autor.” En verdad, si no hubiese más argumentos para apoyar la afirmación del Premio Nobel de Literatura, bastaría con aportar el caso de Marcio Veloz Maggiolo, tal como se muestra en sus novelas y en su vida diaria.
De lo que se trata aquí es de la fuerte relación entre la escritura y la vida, que Marcio Veloz Maggiolo ilustra de forma ejemplar al dejar huellas palmarias de su presencia en su obra, desde los capullos de su infancia en Villa Francisca hasta los frutos de su formación profesional de arqueólogo, antropólogo e historiador. En su cotidianidad y en su hogar, Veloz Maggiolo vivía con la humildad y la sencillez de un estudioso de las culturas de los pueblos. Así era, así vestía, así comía, así lo veíamos en la calle. Era alguien que almorzaba como todo el mundo, la bandera dominicana (arroz, habichuela y carne, incluso con un poco de concón) y dulces criollos de postre.
Los diversos roles apuntados son otras tantas voces de Veloz Maggiolo en sus novelas, puesto que nunca separó sus roles en la vida: la coherencia entre los diversos aspectos de su vida, es su legado principal. Y así mismo, la voz del narrador se multiplica en las funciones del autor, en todas sus novelas, y de forma particularmente evidente en La mosca soldado, Flor bella, Materia prima, Biografía difusa de Sombra Castañeda, El hombre del acordeón, La Navidad.
En Materia Prima Veloz Maggiolo explora el folclor barrial: personas y estampas, chismes, lugares, situaciones, hechos, que carecen de trascendencia y que se cuentan por el sólo hecho del placer de contar menudencias locales e historias de vida, que son de gran interés para el antropólogo.
Mosca soldado es una novela científica como un ensayo: llena de reflexiones e informaciones de tipo arqueológico y antropológico. Novela-investigación arqueológica. La mosca es un personaje arqueológico. Esta novela es la voz del arqueólogo que narra una experiencia difícil de establecer en la ficción o la realidad. Hay datos biográficos y de lugares que concuerdan con que es arqueología lo que se cuenta o es cuento lo que se sirve de la arqueología. Es una historia maravillosa.
Flor bella es también una novela arqueológica, nacida de la misma reflexión y circunstancia que Mosca soldado: Al respecto afirma Veloz Maggiolo: “Cuando hace ya largos años laboraba con otros colegas en la desembocadura del río Higuamo (El Soco) tratando de auscultar el corazón de un cementerio indígena en las riberas del mismo, un codo fino, de mujer, como enarbolando una metáfora, emergió de la tierra del cementerio como un llamado a la imaginación. Cuando con brocha de pintor mi compadre Fernando Luna Calderón dejó fuera el esqueleto de la que llamé en principio Florbella aun el codo se mantenía en alto, vertical como un poste de bandera, y alrededor el cuerpo de la mujer enterrada era como la osamenta de un buque con rasgos humanos. De pronto la imaginación me dijo que esta mujer joven guardaba una historia, y la historia surgió en mi cabeza como si el hallazgo fuera parte de un extraño documento.”
En Sombra Castañeda Veloz Maggiolo hace un despliegue de saber antropológico relacionado con la religiosidad popular. Ahí nos narra historias acerca del bacá y otras divinidades. Es una novela fantástica, es puro realismo mágico. Es la búsqueda de un personaje mítico, legendario que representa la historia de los tiranos populares en un mundo de dos culturas en la línea fronteriza donde están presentes la magia, el vudú, la superstición.
El hombre del acordeón registra los conocimientos antropológicos y folclóricos, específicamente musicales acerca del ritmo del merengue. Es novela antropológica sobre el merengue en la cual se describe ese ritmo, el baile, los instrumentos, la tambora, el perico ripiao, la historia del acordeón y del mundo de la gallera donde muere Honorio Lora. También se refuerza la búsqueda del folclor rural: brujería, gallera, merengue, pleitos, instrumentos musicales, personajes y figuras típicas que forman parte como estampas imborrables del medio social y el paisaje natural de nuestras aldeas. También, en el aspecto musical, Veloz Maggiolo une en sus novelas el tema del bolero. Ritos de cabaret es una especie de parodia musical al estilo musical: el personaje vive de canciones; habla y piensa en canciones.
La navidad es una novela histórica bien documentada, en la cual el historiador y el antropólogo de la cultura ponen al servicio de la ficción un mundo legendario, pero de base real, acerca del primer establecimiento de los conquistadores española en el fuerte de La Isabela.
En nuestro autor, las informaciones desplegadas provienen del enorme caudal de sus conocimientos y experiencias profesionales en las referidas áreas de las humanidades y las ciencias sociales, que en sus novelas circulan sin ambages en un sistema de referencias que se apoya en datos bibliográficos, nombres de autores, textos, citas, versos; así como en otras áreas y artes: cuadros, pinturas, música, etc.
Hay varios aspectos en común en las novelas de Veloz Maggiolo:
- Conocimiento histórico, antropológico y arqueológico.
- Metanovela o el arte de novelar en las novelas: hay siempre un escritor elaborando un proyecto de escritura.
- Narraciones densas, que dan volumen al personaje contador. Contar es un vértigo; y en él, ver y vivir el universo es esencial; no como aquellas novelas en las cuales el narrador y la narración se ven mucho en las palabras y menos en las historias.
- El punto de vista del yo, de la primera persona en singular, y descubrir las voces desde las cuales se narra, comenzando por la voz del propio autor. Trabajar este aspecto es fundamental para entender la obra de ese autor.
- La mezcla de narración poética (bella, subjetiva, rica en imágenes y en léxico) y narración académica (datos, vocablos, conceptos, sintaxis, prosaísmo) proveniente de la antropología, de la arqueología, del saber erudito de Maggiolo.
- La evocación, el recuerdo, rasgo principal en los personajes.
Conclusiones y enseñanzas de las novelas de Veloz Maggiolo:
- Que se escribe novela como a uno le da la gana y de lo que a uno le da la gana. Aquí lo que cuenta es el talento, la creatividad, la cultura y el carácter del novelista.
- Que se narra como a uno se le antoja. Veloz Maggiolo hizo maravillas con la narración, sobre todo a través del vanguardismo y la experimentación, rasgos permanentes en sus novelas, siempre novelas en las novelas, o protonovelas.
- Que la profesión, los conocimientos, los recuerdos y demás ajuares que uno lleva encima son la materia prima de la novela y no (solamente) la invención, la imaginación, la creación.
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