Poetas de la Academia: Tony Raful Tejada
Mirándote bailar
Remo en las burbujas de las esferas
Mundo flotante de las aguas que acampan en tus ojos
Corolario de fugas en las briznas de las olas
Cielo violáceo que rasga en cuarzo y piélago los sonidos
Leve luz de duende suspendida en el abismo
Contigo están los pájaros que aparejan la neblina
La primavera designada de tus alas
La luna blanda que columpian los amantes
Los susurros de las ninfas que han partido
el embeleso de un breve tiempo en las mejillas
En el principio fue la danza
Verbo
danza errante del terso crispar del sueño
Primero fue la danza de las energías
voluta acechanza de una montura de soles
Imágenes armoniosas de la Creación
en puntillas y amor de gala esparciendo la luz
Canción que ondea la ciega marea del corazón
Maja florecida en el ojo azul del mar
En el principio fue el verbo
danza solícita que llena de andantes
un corredor translúcido de candilejas y frontispicios.
Todavía atestiguas el asombro y su doncel de luminiscencia
atavío vecino de cigarras y arpas
nido de rocío y lucero
en la torre alta del viento y de los besos
Quiero tu fugaz concha de aurora
tu incendio de manos y piernas y surco
atestar de rumores la sombría eternidad
Citas urgidas del fuego y la utopía
Llegas a mis sienes dormidas
Eclosión de alabastro
retentiva del colibrí y la libélula
memoria del vino que se adentra en el alma
Oh danzarina confinada al florilegio
Penélope danza en un idilio que teje primaveras
Un embalaje de calandrias desteje la alborada en tu cuerpo
Vas como los pájaros sin detener la locura
Fuegos fatuos de la hermosura
Las alburas de lino que son lienzos de una gaviota vespertina
Bosquecillo agridulce donde riman cardúmenes y gorjeos
Connubio del sollozo alado y el amor que asoma
cuaja doncella locamente tu destello
Concierto esmaltado en aurora de ardor y brío
es llama cándida la que tiñe de luz el firmamento
atuendo de despojos divino
¿Dónde habitas cuando danzas?
En qué cielo airado hizo su mudanza nacarada
el vuelo de la garza magna
En cuál augusta soledad los céfiros en loco devaneo
llenaron de primores un dosel de amores
Yo sé que los sonidos son quejidos trovadores
vívidos colores en dulcísimo acorde
Albur y crisol de una acrobacia de ondinas
cascabel hendido de tu cuerpo esquivo
La noche es breve cuando bailas
atinan la armonía y el ocio dulce
en la sutil envoltura fosforescente
Qué purpuro señorío hace del verbo música
qué histrión en naufragio de ángel hace inocente
El polvo virgen del cielo ya vencido
el candor animal en la orilla exangüe
el pincel nonato de la memoria
Hay sibilas que inquietan el futuro
La altura jubilosa del asombro rítmico
quema pulsaciones en un lecho de miradas
La danza tiende en alto su gozo bajo el edén
Es tiempo sin puerto
ondulación primordial
El alma palpa las centellas
Es real la danza cuando nos arroba
Festeja la moza fugaz su boceto de infinitud
La creación fascinante del sosiego y el azar
Trazo bruñido de la ballerina
embriagada luz de la hondura y el vacío
te abismas en istmos y helechos silbantes
Alta delicia canoros paraísos arrebol acicalado
Aliso el jardín en su verde velada de orquídeas
La orquídea la más esbelta dama del ensueño
Ardida en mirabel de primor ciego
Si danzas las orquídeas danzan asidas a tu cuello llameante
Son colgaduras incólumes del mismo sueño
elipses de un confesionario de bellezas
Eres vértigo y vaivén en el absorto espacio
Lengua de canoas y sirenas frágiles
gestos y cuerpos sublevados mansamente
placidez excelsa en cascadas abstraídas
Dime tú que trenzas el instante y su fulgor
suspende acaso el mar su pórtico de cardúmenes
Cuando tú danzas urgida de oleajes
mirador sumido de corales y malváceas
cimbreante la piel los brazos anudados
como bajeles en la guarida de la mar
nos cubre el esplendor taciturno de los acantilados
La amapola pálida del amanecer
Tiembla la ballerina en mí
Auspicio paradisíaco
umbrales de arrobamiento
Me alzaré en los flancos de la imagen
y la música se hará mujer
que acopla y oscila en otras riberas
Un sufragio de acuarelas
Risco curvo
Color de alumbre y algas
Donde husmea dulcemente la danza
su alta vigilia de amores
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