Fundirse, pedorreo/*pedorroteo, financierización/financiarización, mixología
Por Roberto E. Guzmán
FUNDIRSE
“. . . ambulancias. . . que se FUNDEN en la primera cuesta. . .
Este verbo es otro que no ha sido incorporado a los repertorios de dominicanismos como corresponde hacerlo. Más abajo se verá en cuáles países se ha oficializado el verbo con el mismo significado que se conoce en República Dominicana. Se vaciará aquí la acepción que le es atribuida en esos países porque en gran medida coincide con la que deberá consignarse para el habla dominicana.
En Cuba utilizan el adjetivo fundido y el verbo transitivo fundir. Para el primero la acepción es, “Ref. a un motor: que no funciona por haberse roto uno de sus componentes mecánicos esenciales”. Para el segundo es, “Dejar inservible un vehículo o un motor debido al mal uso o a la falta de mantenimiento”. Diccionario del español de Cuba (2000:268). Con idénticas acepciones figuran esas palabras en el Diccionario ejemplificado del español de Cuba (2016-I-543).
Tanto el adjetivo como el verbo son conocidos y usados en el español dominicano con esas acepciones u otras muy parecidas a las trascritas. Cuando el motor de un vehículo de combustión interna se funde lo que procede hacerse es reconstruirlo; generalmente lo anillan, trabajan sobre los pistones y las válvulas y, se ha oído que hasta trabajan sobre el bloque del motor.
En Cuba posee este verbo y el adjetivo mencionados otras acepciones que no se recuerda haberlas oído en el español dominicano. Por tanto, se prefiere no mencionarlas.
Este olvido confirma que no hay diccionario perfecto y, por esto hay que mantenerse alerta para continuar incorporando los términos que aún no están recogidos en los lexicones de español dominicano.
PEDORREO – *PEDORROTEO
“. . . la presencia perpetua del PEDORROTEO de las motocicletas. . .”
Estos vocablos son muy refinados. Es posible que muchos de los lectores no sepan a qué se refiere esta acción. Identificar la palabra que se encuentra en el origen de los vocablos en cuestión se hace difícil porque en el habla de todos los días no se enuncia pedo, sino peo.
Una vez que se escribieron las dos últimas palabras, el camino hacia el significado del pedorroteo queda despejado. No puede negarse que no se ha encontrado rastro de la palabra misma.
En lugar de la segunda voz del título la que sí se encuentra registrada en algunos diccionarios es pedorreo que es el sustantivo masculino que corresponde a la acción de pedorrearse. Este pedorrearse del español delicado es lo que los dominicanos llaman de “tirarse peos”, que como muchas de las palabras vulgares se encubren con otras expresiones y en dominicano dicen también “soltar una pluma”.
Este pedorrear es “echar pedos repetidos”, soltarlos en serie. El pedorrero es quien “frecuentemente o sin reparo expele ventosidades del vientre”, que es como haciendo galas de refinamiento lo define la Real Academia.
Aquí se recordará que ha habido quien abogue porque pueda decirse “peo”. Esto así porque el verbo es peer y, si para el verbo creer se permite que se diga creo, ¿por qué no es posible decir peo? No ha de tomarse en serio la última frase inmediatamente anterior a esta. Se trae a estos comentarios para introducir una nota jocosa.
FINANCIERIZACIÓN – FINANCIARIZACIÓN
“. . .que entró en forma de más deuda y FINANCIARIZACIÓN. . .”
En el epígrafe pueden leerse dos palabras largas, quizás demasiado largas. La longitud de ambas palabras lleva a pensar que son creación de personas eruditas, versadas en ciencias financieras que han descubierto algún fenómeno nuevo, alguna modalidad novedosa de actuar en el mundo financiero. Estas conjeturas expuestas antes se verán confirmadas en el desarrollo del tema.
Con la información acerca de la base sobre las que están formadas, financiero, financiar, existe suficiente indicio para comenzar por estas a indagar con respecto a su oportunidad.
En su acepción amplia financiero es lo concerniente a las cuestiones bancarias y bursátiles. Financiar, a su vez, es aportar el dinero necesario para el funcionamiento de una empresa, así como sufragar los gastos de una actividad, de una obra.
La Fundación Fundéu hace derivar el sustantivo financierización del verbo financierizar que no aparecen en el Diccionario de la lengua española y que esa institución -Fundéu- llama “neologismos válidos”, pues son palabras bien formadas “que se refieren al creciente peso del sector financiero en la economía”.
“El verbo financierizar está bien formado a partir del adjetivo financiero, con el sufijo -izar”, que expresa, “una acción cuyo resultado implica el significado del adjetivo”. A partir del verbo financierizar puede crearse el sustantivo financierización, al añadírsele el sufijo -ción.
La organización de actualización constante de la lengua española agrega que con las dos voces detalladas por su formación más arriba “puede hacerse referencia a la tendencia actual de que los mercados financieros dominen la economía”.
Con respecto a financiarización y el verbo financiarizar, la institución mencionada en el párrafo inmediatamente anterior a este escribe que “son menos aconsejables”. Inmediatamente después de ese juicio valorativo recuerda lo que la Gramática de la lengua española explica para casos como el que desaconseja.
Hay que felicitarse de que exista una organización pendiente de lo que sucede en la actualidad en la lengua española para puntualizar sobre asuntos de esta índole.
MIXOLOGÍA
“. . .en la que se puede disfrutar de una MIXOLOGÍA moderna. . .”
El embellecimiento del habla, sobre todo mediante las publicaciones de promociones comerciales, es un hecho fácilmente comprobable por medio de la lectura de material publicitario en las ediciones de difusión periódica.
Esta mixología llega al español desde las orillas del inglés. La publicación periódica del Instituto Cervantes que lleva el nombre Martes Neológico se ocupó en junio de 2016 de este neologismo -mixología- y lo considera una disciplina; de ahí que deba entenderse que es un arte, facultad o ciencia.
Esa publicación considera específicamente la mixología como el “arte de mezclar”, que se refiere a la preparación de cócteles mediante la mezcla de bebidas. Ha transcurrido largo tiempo entre la aparición de mixology en inglés en el siglo XX y la adopción de mixología relativamente reciente en español que data de principios del siglo XXI. El arte de preparar cócteles data del siglo XIX.
Hay que convenir en que en español hace tiempo que se cuenta con una palabra que sirve para mencionar el “arte de preparar cócteles”, que es coctelería, palabra esta que consta en los diccionarios más prestigiosos de la lengua española. Se piensa que la adopción de mixología se produce para darle mayor prestigio a la actividad de preparar cocteles.
Los especialistas en esta actividad y las personas que disfrutan de este tipo de bebidas encuentran diferencias entre la coctelería y la mixología. La primera se conformaba con mezclar bebidas, al tiempo que la segunda introduce análisis de sabores, gradaciones alcohólicas, aromas, frutas y flores en las mezclas que realiza.
En última instancia puede considerarse la mixología como un grado más elevado de la coctelería que responde al gusto más exigente de los sibaritas del siglo XXI. No hay que ofender al mixólogo llamándole barman, pues el último solo se ocupa de servir o preparar bebidas en la barra de un bar, aunque el Diccionario de la lengua española entienda que es una persona “experta en cócteles y otras combinaciones alcohólicas”.
Antes de terminar esta sección es bueno recordar que en muchos países hispanoparlantes prefieren decir y escribir coctel y cocteles; es decir, con el acento invisible colocado en una sílaba diferente al uso peninsular. El hablante de español puede elegir la forma que mejor le parezca, cóctel, coctel, pues las dos son aceptadas.
© 2019, Roberto E. Guzmán
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