Desaciertos lingüísticos, reflejo de cambios en nuestro español
Por Rafael Tobías Rodríguez Molina
Continuando con la temática de los desaciertos en que incurren muchos de los usuarios del español, tanto empleándolo en forma oral como escrita, veamos algunos “despistes” o desaciertos que guardan relación con usos que están revolucionando nuestra lengua madre en República Dominicana.
En un programa de televisión transmitido por un canal local, escuchamos lo siguiente: “A las encíclicas se le da el nombre por las primeras palabras que empiezan.” (Alguien de gran cultura, articulista y escritor de renombre). En esta oración están presentes dos desaciertos. Uno de ellos es el empleo de “le” en lugar de “les” por la concordancia que tiene que darse con “encíclicas”, una palabra plural que exige que cualquier palabra referida a ella tiene que mostrar concordancia en plural. El segundo desacierto, el desconlasqueísmo, pues empleó un “que” en vez de “con las que”. Debió haber expresado “…por las primeras palabras con las que empiezan.”
Otro caso en el que se refleja la tendencia a los cambios, lo vemos en este fragmento: “…después…, de la forma en que lo digo, importa poco.” Aquí aparece reflejado un caso extraño a nuestra sintaxis, pues ha dicho “de la forma en que lo digo…” poniendo un “de” innecesario, ya que debió expresar “la forma en que lo digo importa poco.”
Alguien se expresó de la siguiente manera: ”Todo eso deja dicho en la condición que estamos…”, dejando evidenciado un cambio en la estructura sintáctica de nuestra lengua española con el llamado “traslaenqueísmo” porque, en su expresión, separa “en” de “que”, palabras que deberían aparecer seguidas, una junto a la otra, por lo que debió haber expresado “Todo eso deja dicho la condiciٕón en que estamos. Fijémonos bien que la frase de relativo “en que” debe aparecer unida y después del sustantivo “condición”, que es la palabra antecedente a la cual se refiere el relativo “en que”.
El “queísmo” hace tiempo que los dominicanos lo hemos entronizado en nuestro español, como aparece en la siguiente oración: “Estoy seguro que tú serás una persona exitosa.” (Profesional del derecho). Esa oración, para que no sea dequeísta, debe redactarse “Estoy seguro de que tú serás una persona exitosa”. A propósito, el queísmo es un fenómeno ampliamente extendido en nuestro país. Ahora bien, si alguien quisiera evitar ese cambio sintáctico, yo le propongo el siguiente mecanismo: Haga la pregunta ¿De qué estoy seguro? Y también hágala sin el “de” ¿Qué estoy seguro? Si nos damos cuenta de que la pregunta iniciada con “de qué” es la que está correcta, la afirmación, o respuesta a la pregunta, debe aparecer con “de qué”.
Otro reflejo de cambio lo encontramos en lo que yo le he nominado el “desenqueísmo” al eliminarse “en” en una construcción sintáctica como esta: “El día que ella se fue” (Profesional de la comunicación). La formulación de un español castizo debe ser “El día en que ella se fue.” Pero se está haciendo cada día menos frecuente entre nosotros mantener “en” cuando se trata de esa construcción de relativo con expresión de tiempo.
Le oí decir a un profesional de la medicina “La persona que yo saludé…” reflejando el cambio al que un servidor lo ha calificado como “desalaqueísmo”, ya que, a la expresión de relativo “a la que” le elimina las palabras “a la”. Debió decir “La persona a la que yo saludé…”
Hace pocos días asistí a un acto de graduación y se reflejó en un cien por ciento lo que una vez afirmó el profesor Juan Bosch al decir que “El dominicano no conoce el les”. Lo que yo constaté ese día fue que la directora del centro donde se celebró la graduación, una persona de elevada cultura, con una excelente dicción y de gran fluidez expositiva, empleó 9 veces un “le” que debió haber sido “les”, y en ningún momento empleó un “les” en la forma debida. Lean uno de esos casos: “Le damos la bienvenida a las personas que han venido a escuchar las interpretaciones de estos graduandos.”
Hace un tiempo, yo elaboré un artículo centrado en el tema del “le” y del “les” al cual le di como título “Muchos dominicanos no saben emplear el les. En el mismo se evidenció ampliamente, aunque no en un ciento por ciento, la percepción del profesor Juan Bosch.
Existen otros muchos casos que reflejan los cambios lingüísticos que estamos introduciendo los dominicanos en nuestra lengua española, se podría decir, de forma bastante acelerada, algunos de los cuales ya se los he ofrecido en otros de mis artículos. Ojalá mis lectores puedan aplicar lo planteado en esta ocasión, tanto en sus escritos como también en sus exposiciones orales.
© 2019, Rafael Tobías Rodríguez Molina
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