MARÍA JOSÉ RINCÓN PONDERA EL ESPAÑOL DOMINICANO

En un conversatorio con la lingüista María José Rincón, la académica domínico-española abordó el tema del español dominicano, al dirigirse a los integrantes del Taller de Creación Literaria “Pedro Mir”, adscrito a la Biblioteca “Juan Bosch” de Funglode. La reconocida filóloga es una gran colaboradora lexicográfica de la Academia Dominicana de la Lengua.

El coordinador del taller y director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, expresó que el objetivo del conversatorio es conocer la trayectoria filológica de María José Rincón González como lingüista, lexicógrafa y estudiosa del español dominicano.

La distinguida académica inició su intervención diciendo que desde niña ha sentido pasión por la lengua española y la lectura: “Esa ha sido mi gran pasión, privilegio que atribuyo probablemente a que los docentes de vocación distinguen a las personas que pueden tener la característica para aprovechar lo que ellos aportan con un enfoque especial”.

María José Rincón contó que estudió Filología hispánica en Sevilla, su ciudad natal. A sus 23 años había terminado esa carrera y cuando se vinculó a la Academia Dominicana de la Lengua encontró la institución ideal para canalizar su vocación lexicográfica. De sus años de estudios dijo: “En ese tiempo no había una especialidad, una mención específica, pero a partir del tercer año yo tuve la suerte de tener como profesor a Juan Antonio Frago, que es uno de los grandes estudiosos del español y, sobre todo, de la historia del español en América, y él fue mi profesor de Historia de la lengua e Historia de las hablas andaluzas, asignatura que se la inventó él en la universidad y tuve la suerte de formar parte de un grupo de investigación con él”, relató la lingüista.

En respuesta a una pregunta de este director, la versada académica explicó que el profesor decidió crear un grupo llamado “Las hablas andaluzas”, precisamente porque había una polémica sobre el origen de la variedad hispana del español, es decir, cómo surgió el español que se habla en América y la característica que tenía el español americano. Además habló del uso de la “i” en lugar de la “l” o la “r”: “Cuando se pensó que en América habían surgido por generación propia esa característica, esa era una teoría. A partir del estudio de los documentos, estudiaron primero los documentos del Archivo de Indias. Entonces se dieron cuenta de que en el andaluz del siglo XII y el XIII ya existían los fenómenos que existen en América: seseo, yeísmo, lo que se llama el andalucismo y el rotacismo, que es la “confusión”, entre L y R en posición inclusiva. Todo eso se daba en Andalucía, hacia el siglo XII”, aclaró la lexicógrafa de la ADL.

María José Rincón contó que terminó su carrera filológica en junio de 1991 y en ese mismo año conoció a su marido, quien es dominicano y estudiaba una carrera en Sevilla. Al casarse viene a vivir a Santo Domingo, donde se establece desde diciembre de 1991.

Su vinculación con la Academia Dominicana de la Lengua fue anecdótica: “Trabajaba en el  Consulado de España, y cuando yo entré a esa representación consular, fui asignada al departamento de visado. Entonces un buen día, ante mi despacho apareció don Bruno Rosario Candelier a solicitar un visado para España, y cuando yo leí el formulario que decía: “Profesión: Filólogo”, me sorprendí, porque cuando llegué a este país decía que el filólogo es raro en todos los sitios del mundo. Entonces yo le dije a don Bruno que yo también era filóloga. Y él entonces me aseguró que a su regreso de España me invitaría a las reuniones literarias del Ateneo Insular y a las actividades lingüísticas de la Academia Dominicana de la Lengua. Y así ocurrió. Mi primera intervención filológica fue nada más y nada menos que en Moca, en un encuentro literario del Ateneo Insular; y nada más y nada menos que sobre san Juan de la Cruz, en una actividad con los poetas interioristas orientados por don Bruno”, detalló la filóloga.

La académica confesó que su obra clave, su “Biblia de cabecera”, es El Quijote: “Evidentemente no es sencillo, pero tiene la grandeza de la sencillez de Cervantes, quien es mi ídolo absoluto”, dijo con seguridad y emoción. Expresó que todo lo que una persona vaya a buscar en literatura, sea de creación literaria o de lengua española, todo lo que quiera buscar está en El Quijote, de Miguel de Cervantes.

Señaló que en la Academia Dominicana de la Lengua presentó en la Tertulia Lingüística de la ADL un taller sobre Don Quijote para conmemorar su cuarto centenario, que repitió en el Centro Cultural de España para ponderar el legado de Cervantes: “Yo con El Quijote disfruto, me siento y aprendo mucho cada vez que lo leo”, dijo.

Otra de sus obras favoritas es el Cántico espiritual, de san Juan de la Cruz, una de las cumbres de la literatura española y universal. La tercera, entre sus obras favoritas, es el Diccionario del español Dominicano.

Para responder a una pregunta sobre la confección de un diccionario, la lingüista explicó que todos los diccionarios que se preparan tienen utilidad, porque mientras más culta es una persona, más diccionarios esa persona necesita consultar. Agregó que nuestra Academia está haciendo lo que le corresponde en el ámbito lexicográfico, gracias a la vocación lingüística de su director. A don Bruno debemos la motivación para la labor lexicográfica que hemos realizado con el apoyo del equipo lexicográfico de la ADL, bajo su dirección.

Finalmente, María José Rincón agregó su opinión acerca del sexismo. Subrayó que definitivamente el problema es la ignorancia. Cuando la ignorancia pretende imponer criterios, pues hay un punto que el que más o menos tiene la idea de cómo funciona la lengua: “Mientras haya sexismo en la sociedad, eso lo va a reflejar el lenguaje, porque para eso tenemos el lenguaje, para expresarnos. Si tú eres sexista, tu expresión va a ser sexista, sin duda”, enunció la lingüista. Manifestó que lo que hay que atacar primero es la mentalidad sexista, el comportamiento sexista. Rincón expresó que el cambio en el léxico es una lucha por el dominio del significado. Agregó que hay un cambio continuo que sería la realidad que vamos a nombrar, o sea, lo que se puede nombrar, y las palabras luchan porque la parcela de la realidad es la que se va a aplicar y el léxico es tan rico que sus fronteras no son inmóviles.

Santo Domingo, 2 de noviembre de 2017.