Apercollada – complejizar – culebrear
APERCOLLADA
“Este gravísimo problema evidencia el fracaso de la actualización del modelo económico en la agricultura APERCOLLADA”.
Para las personas que se divierten con las lecturas de artículos redactados en dialectos ajenos, encontrar voces de este género es una aventura entretenida. Claro, para los que procuran entenderlo todo de inmediato y fácilmente, este tipo de encuentro constituye un estorbo.
Se hará una exposición detallada de lo que se ha encontrado en relación con esta voz en los diccionarios de americanismos. Al final se verá si el empleo del vocablo es justo; además, se verán las acepciones en los diferentes países hispanoamericanos.
En casos de palabras como la del título hay que recurrir directamente a los diccionarios de americanismos. La primera mención que se encuentra consta en el Diccionario de regionalismos de la lengua española (1998). Las dos acepciones asentadas corresponden a Colombia y Ecuador. En el primer país es ‘besuquearse, pegarse el lote’. En el segundo es ‘exigir algo de modo insistente y violento’. Por el contexto en que se ha encontrado el adjetivo citado no tiene cabida en el texto copiado con ninguna de esas significaciones. ¿Quién adivina?
En Guatemala el verbo apercollarse en funciones transitivas es cogerse, robarse algo. De este modo aparece en el Diccionario de la expresión popular guatemalteca (1971). El Diccionario de voces usadas en Guatemala (1982) consigna “apercollados” ‘quienes están en grandes caricias y besos’. Con estas definiciones la voz apercollada del texto citado cae fuera de sitio.
En el año 2007, en Nicaragua se publicó el Diccionario del español de Nicaragua que recoge el verbo y atribuye su origen al latín per collum, por el cuello. En tanto verbo transitivo le asigna el significado de ‘abrazar fuertemente [a alguien]’. Nueva vez puede expresarse que este valor no le confiere sentido directo a la oración transcrita.
Hay que esperar hasta el año 2010 para encontrar en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias una acepción, entre otras, que permite inferir que se ha hecho un ensanchamiento para ajustarlo al caso de la cita. ‘Apretar una persona el cuello a alguien en una pelea’. El Diccionario de mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua (2010) trae una acepción que se aviene mejor a lo que deseó expresar la redactora del escrito: ‘someter a alguien impidiéndole ser libre, independiente o próspero’.
Se escribió inferir porque debe interpretarse que la agricultura, en el caso de la cita, está apretada por el cuello, no se le permite ser libre, independiente. Definido de este modo el verbo del título se asemeja a “acogotar”, que desciende de cogote.
Pudo ser más fácil escribir que la agricultura estaba controlada, dominada, reprimida. No es menos cierto que escrito de ese modo directo quizás perdía el sabor del país de la articulista. No está mal que de vez en cuando se salpiquen algunas oraciones con una que otra voz del dialecto del país en que se escribe y publica. Mas ha de tenerse en cuenta que si se escribe para consumo internacional, es mejor llevarlo a un español que se presume conocido de las mayorías.
COMPLEJIZAR
“La actividad de comercio se COMPLEJIZÓ porque Acopio ya no es el único distribuidor y comercializador. . .”
Algunos hablantes dirían que si este verbo no ha obtenido su carta de naturaleza en la lengua española es porque hay lentitud en reconocer la legitimidad de su nacimiento. Este verbo es fruto de la necesidad de expresión. Obedece su incursión en el español escrito a un acortamiento o economía en el esfuerzo expresivo, que es una “ley” de la expresión oral de las lenguas.
Se ha notado que este verbo nuevo se suscita más en la lengua escrita que en la oral. De esto se deduce que es más bien un instrumento de la formulación culta de la lengua.
La tendencia que tiene el verbo a adquirir reconocimiento oficial en la lengua será estudiada en esta sección. Se examinarán las acepciones que le asignan dos diccionarios reconocidos por su seriedad investigativa y, la propensión que se observa en el español empujada por la existencia de un verbo semejante en lenguas extranjeras.
El Diccionario del español actual (1999) recoge el verbo complejizar y complejizarse. La acepción que allí consta es, ‘hacer(se) complejo o más complejo’. Con la lectura de la acepción se percata quien lo hace de la sencillez del verbo.
De manera parecida a la anterior anota el Diccionario integral del español de Argentina (2008) lo correspondiente al verbo complejizar en tanto transitivo, al enunciarlo, ‘aumentar la complejidad de una cosa’. En ambos casos la redacción es sencilla y clara.
En inglés el verbo correspondiente en esa lengua existe desde el año 1658, de acuerdo con lo que escribe el diccionario Merriam-Webster y la noción consignada es muy parecida a la ofrecida en español.
El verbo complexifier en francés hizo su aparición en fecha más reciente, aparece documentado en 1951 en el diccionario Petit Robert de 1993 con una acepción que no difiere de las anteriores, ‘hacer complejo’. En esa lengua se acepta que deriva de la palabra que en español corresponde a complejo.
Se considera probable que en la próxima edición del diccionario de la Asociación de las Academias de la Lengua Española se incluya la bendición de este verbo.
CULEBREAR
“. . .hay muchos intermediarios y comerciantes CULEBREANDO sin estar declarados ni pagar impuestos. . .”
Este verbo del título posee varias acepciones en el español americano. La República Dominicana y Puerto Rico comparten una significación que es muy peculiar a las dos sociedades. Existe otra acepción que puede afirmarse que comparten los dos grupos de hispanohablantes, solo que hay una tenue diferencia en las redacciones. Aquí se evaluarán los significados semejantes en esas dos sociedades.
En el año 1998, el Nuevo diccionario de americanismos e indigenismos, de M. Morínigo, consideraba que el verbo del título era intransitivo y que era conocido en Las Antillas. La significación antigua era, ‘eludir o huir la dificultad’. En lo concerniente a República Dominicana esa obra consignó, ‘hacer acciones oscuras y poco honestas’.
Ya en el año 2010 el verbo culebrear continuaba con su designación de intransitivo, pero adquirió la característica de poder ser utilizado pronominalmente. El Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua incluyó tres países centroamericanos en los cuales el verbo sirve de equivalente de, ‘adular y mantener una conducta servil ante alguien’. En México se usa el verbo para ‘arrepentirse de un compromiso, después de haber dicho que sí’. En Puerto rico emplean el verbo para ‘quedarse alguien indeciso por conveniencia’. También allí es ‘engañar una persona a alguien solapadamente’.
En la República Dominicana y en Puerto Rico sirve el verbo para ‘eludir alguien una dificultad o responsabilidad con subterfugios’. Los cambios que se notan en cuanto a las acepciones no son sencillamente de redacción en lo que concierne al concepto expresado para la República Dominicana.
El Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico (2005) colocó una acepción para el verbo culebrear que, para quien estas notas redacta, se parece mucho al empleo que del verbo se hace en República Dominicana. Esa obra de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española recoge esta acepción: ‘quedarse indeciso por conveniencia’ que la tomó del Diccionario de voces coloquiales de Puerto Rico (1984), de Gabriel V. Maura.
En República Dominicana el verbo ha procreado otras voces relacionadas con la acción principal de este. El culebreo corresponde a la ‘elusión o evasión de una dificultad o responsabilidad’. Se presume que la persona que sabe oponer pretextos o recursos para evitar situaciones difíciles es una persona astuta por su habilidad e ingenio. De estas características es el culebro que es el nombre que recibe la persona astuta, o es el adjetivo que lo tipifica. Este culebro se conoce también en Colombia donde es de poco uso; es más bien una voz dominicana.
El culebreo aparece recogido en el Diccionario del español dominicano (2013), con la definición que le corresponde: ‘elusión, evasión de una dificultad o responsabilidad’. El adjetivo culebrero se aplica a la persona ‘astuta, sagaz’, así lo caracteriza este diccionario.
Todo lo anterior adquiere sentido si se piensa que el dominicano sostiene que “culebra no se agarra/amarra en lazo”. Es un animal que no cae en ese tipo de trampa, pues los movimientos que caracterizan su modo de locomoción la salvan de este ardid. La sinuosidad o serpenteo de la culebra se aviene con el cambio de actitud del culebro.
Alabada sea el habla dominicana.
© 2015, Roberto E. Guzmán.