Totoloco – reguetonero – llevarse una luz roja – en manos de (a manos de)
TOTOLOCO
El título no es para menores de edad. En la República Dominicana cualquier carajito sabe lo que significa la “mala palabra” toto. Los padres no tienen que explicarles el valor semántico de la mencionada voz a sus hijos porque sus amigos y compañeros se encargan de ese aspecto.
El vocablo toto no es privativo de República Dominicana como pretenden algunos chauvinistas. Ese privilegio (¿?) lo comparten los dominicanos con los cubanos y los puertorriqueños.
Algo que se ha de admitir es que hasta esta fecha nadie ha podido dar con una explicación plausible del origen del término en cuestión. Se ha sugerido que tiene sus orígenes en África. Es desafortunado que no se haya podido leer ese trabajo pues lo ha realizado alguien con cualidades para satisfacer las exigencias de la etimología.
En el pasado algunas personas habían consignado en obritas acerca de la lengua dominicana que toto era la vagina, pero ya está bien establecido y aceptado a unanimidad que esa palabra designa la vulva. En esencia, eso significa que con ese vulgar vocablo el hablante se refiere a la parte exterior de los genitales femeninos en su conjunto.
La combinación “totoloco” es denigrante en grado superior. Además, es sexista, discriminatoria y vejatoria para con el sexo femenino. Es injusto catalogar así a una mujer cuando por el lado de los hombres en los casos en que ellos son promiscuos eso no se censura con palabras groseras. En expresiones dominicanas una “totoloco” es una mujer “que lo da como si no fuera de ella”.
Estas voces se traen a esta columna porque forman parte del léxico dominicano y aunque sean soeces, son dominicanas. Hay que recalcar que el vocablo toto hay quien lo exclama ante sorpresas. Algunas personas llegan a proferir “el toto” para darle mayor fuerza y contundencia a la exclamación que así sueltan. Con el tratamiento que se ha dado al tema se espera haber dejado satisfechas las expectativas de los lectores.
Para terminar, cabe que uno se haga la pregunta acerca del porqué esa parte de los genitales femeninos recibe un nombre masculino cuando muchas otras partes son femeninas como se presume que corresponde para una mujer.
REGUETONERO
“. . .son los REGUETONEROS de moda. . .”
Con frecuencia se acusa a la Real Academia de ser una institución lenta cuando no la tildan de atrasada. Este tipo de calificativo corresponde a tiempos pasados. En la actualidad la Academia es cautelosa como debe ser una organización de ese tipo, mas mantiene su oído presto para incorporar voces que existen en la lengua general, aun cuando sean extrañas al español por su origen.
El Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la lengua española abrió sus páginas a la voz reggaetón y compuso la versión en español reguetón. Ese diccionario también asentó reggaetonero con la adaptación reguetonero para la ‘persona que canta o baila’ y para ‘relativo a reguetón’.
La palabra reggae ya consta en el Diccionario de la lengua española en la edición de 2014. Ha de tenerse en cuenta que este ritmo musical data de los años 60 del siglo pasado y, cincuenta años no es largo tiempo en términos de una lengua. El mentado diccionario la escribe en cursiva e inmediatamente la define como voz inglesa. La acepción es por demás corta: ‘Música de origen jamaicano, caracterizada por un ritmo sencillo y repetitivo’.
Además, el diccionario ya mencionado consigna la palabra reguetón: ‘De reggaeton, término acuñado por el panameño M. Ellis en los años ochenta del siglo XX’, así lo expresa ese diccionario. Esta incorporación que no está escrita en cursiva y lleva el correspondiente acento, está actualizada.
La acepción en sí es: ‘1. Música de origen caribeño e influencia afroamericana, que se caracteriza por un estilo recitativo y un ritmo sincopado producido electrónicamente. 2. Baile que se ejecuta al son del reguetón’.
Una vez leídas las líneas anteriores uno se siente a favor de aceptar el “reguetonero” de la corta cita reproducida al principio. El reguetonero será el músico que produce, canta y toca el reguetón, así como todo aquel que gusta y baila ese ritmo.
LLEVARSE UNA LUZ ROJA
“. . .lo mismo atropellar un peatón que LLEVARSE UNA LUZ ROJA o pegarle por detrás a otro vehículo”.
El uso del verbo llevarse en este caso está tan extendido que algunas personas no puede recordar cuál es el verbo que debe utilizarse en este caso.
Este uso también ocurre con LLEVARSE LA LUZ, por lo menos en Panamá, donde expresa la idea de ‘avanzar con el vehículo sin respetar la señal del semáforo’. Así consta en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española (2010).
No sobra que se recuerden algunos verbos que pueden desempeñar la acción a que se contrae lo tratado en esta sección, entre estos están, “irrespetar, violar, desobedecer”. No se citan otros verbos porque pertenecen al registro culto y suena rebuscado usarlo para una señal de tránsito.
En el habla de los dominicanos el verbo estudiado en esta sección rinde otra labor fuera de su ámbito acostumbrado en la locución verbal “llevarse la luz” que corresponde a ‘suspender el servicio de energía eléctrica’. Del modo transcrito aparece en el Diccionario del español dominicano (2013).
EN MANOS DE – A MANOS DE
La ONU ha expresado preocupación por la cantidad de afroamericanos que según ellos mueren en los Estados Unidos EN MANOS DE la policía.
El asunto de las preposiciones se ha tratado en otras ocasiones mediante estos comentarios acerca del habla y la escritura del español. El sentido de las locuciones cambia en muchos casos cuando cambia la preposición. En el caso de las locuciones del título estas cambian de significación con el cambio de preposición. El sentido de cada una de ellas se examinará más abajo.
“En [las] manos” de alguien da a entender que la persona o cosa que así se coloca se pone al cuidado de la otra persona de que se trata, queda bajo la responsabilidad de la última persona. Ese es el sentido de la locución adverbial, bajo el control de la persona en cuyas manos se coloca la persona o cosa. La cosa o persona son confiadas a esa otra persona para que las vigile, cuide o vele por ellas.
“A manos de” es otra locución adverbial que indica ‘por su causa o su acción’. Esta definición se tomó del Diccionario de uso del español actual de Clave (2012). Cualquier suceso que acontezca se produce ‘por la acción de la persona que se expresa’, de ese modo lo redacta el Gran diccionario de la lengua española de Larousse.
Al leer los dos últimos párrafos anteriores a este se percata quien eso hace, de que no es lo mismo (ni se escribe igual). En el primer caso, la persona es puesta “a cargo y responsabilidad” de la otra. En la segunda locución se señala con “a manos de” la certeza de que la persona por cuya acción se producen los hechos es la que se menciona. La acción es el producto o ‘consecuencia de una agresión o acción violenta [de esa pers.]’. En estos términos lo expresa el Diccionario fraseológico documentado del español actual (2004).
Después de estas explicaciones se espera que los redactores sean más cuidadosos en el empleo de una u otras de estas dos locuciones adverbiales, pues no significan lo mismo.
© 2015 Roberto E. Guzmán